El camino se llenó de ayer,
se turbó mi corazón al reconocer tú vos.
Hoy somos dos desconocidos,
que viajan sin saberlo al encuentro aquel.
Sí, al volcán que aún,
con su lava tiñe el alma de color púrpura,
somos dos que aún fluyen,
en este camino intransitable de desdén y olvido.
El fuego no murió aquel atardecer,
solo se extinguió la producción de él,
pero el viento ajeno al sentir
Invoca con su paso el tiempo, y el ayer se hace presente.
Más que cenizas, hay un hermoso juego de colores,
mariposas y duendes que cantan,
pimpollos de aquel fuego tortuoso y pasional,
que tibios y primorosos rondan nuestro nidal.
Ya no somos niños llenos de sueños,
ya paso la noche, y vivimos el claro día.
Hoy somos dos seres diferentes,
dos mejorados, que uniendo nuestras soledades
Encontramos este espacio prendido de una estrella.
Hilvanando el momento de ser un arco iris vivo,
con aureolas multiplicadas en la piel de cada corazón.
Vemos cruzar la senda, nos vemos arder en ella.
Revivimos ahí mismo con este encuentro, un gran amor,
el fuego prende, y somos dos…
Que al fin, unimos al ayer con el hoy de éxitos.
A-M-R
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