TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / chiclayana / El maravilloso amigo-libro de Clotilde

[C:623999]

En una casa modesta con un jardín hermoso, vivía una niña llamada Clotilde. Ella no era una niña como las demás, o quizás sí, pero con un hábito especial. Mientras otros niños jugaban a la pelota en la calle, Clotilde tenía un mundo entero por descubrir, y no necesitaba salir de su dormitorio para hacerlo.
Su habitación era su reino. Una cama con sabanas de sedas que simulaba la carpa de un sultán, una lámpara que proyectaba constelaciones en el techo y, sobre todas las cosas, una inmensa biblioteca que se extendía de pared a pared, repleta de libros de todos los colores y tamaños. Clotilde no leía los libros; los devoraba. Y con cada página que pasaba, un pedacito del mundo quedaba impregnada en el telar de su imaginación.
Una tarde de otoño, con la lluvia chapoteando en la ventana, abrió un pesado libro con una caratula en cuero verde. En sus páginas, estaban las pirámides de Egipto se alzaban sobre un mar de arena dorada. Clotilde apretó los ojos con fuerza, abrazó el libro contra su pecho y… ¡pum! El suave edredón de su cama se transformó en la arena cálida y fina del desierto. El aire se volvió seco y en su mente pasaban escenas de historia antigua. Con la yema de los dedos, sintió la textura áspera de la piedra de la Gran Pirámide. No estaba allí, pero a la vez, lo estaba por completo. Había conocido el desierto en su alma.
Otra vez, un libro de cuentos rusos con ilustraciones de bosques infinitos la transportó a un claro nevado. El frío le enrojecía sus mejillas (o tal vez era la emoción) y juró escuchar el distante aullido de un lobo y el crujir de la nieve bajo sus botas y Conoció el frío Polar en su mente, y su habitación olía a pino y a nieve recién caída.
Así, sin maletas ni pasaporte, Clotilde recorrió los países vecinos, sintiendo el vaivén en el balanceo de su mecedora. Coció el sabor del té de jazmín en un bullicioso mercado de Shanghai mientras sonaba una canción tradicional china desde su radio. Caminó por la sabana africana al ritmo de los tambores que salían de sus auriculares, sintiendo el calor del sol en la alfombra de su habitación.
Los demás niños veían a una niña muy callada, siempre encerrada en su cuarto. "Pobrecita, se pierde lo mejor del mundo", susurraban algunos sin comprender. Pero ellos no veían lo que Clotilde veía. No sabían que su habitación era una nave mágica, que su lámpara era un sol y su ventana, un ojo hacia todos los paisajes del mundo.
La magia más grande ocurrió una noche de luna llena. Clotilde leía un libro sobre la selva amazónica, tan antigua y viva que las palabras parecían respirar. Describe la danza de las luciérnagas, el canto de los sapos y el susurro de las hojas gigantes. Esa vez, la sensación fue tan fuerte, tan real, que cuando alzó la vista del libro, su dormitorio ya no era el mismo.
De las paredes brotaban muchas plantas enredaderas de un verde brillante. El sonido de la calle fue reemplazado por una sinfonía de grillos y chicharras. Y en el aire, danzaban, como diminutas hadas, cientos de lucecitas verdes y amarillas. Luciérnagas. La selva había venido a ella. Había conocido la esencia misma de la vida salvaje, y su magia había respondido, transformando su reino por una noche en el lugar más exótico de todos.
A la mañana siguiente, todo había vuelto a la normalidad. Pero en el rincón de su mesita de noche, había quedado una pequeña y perfecta pluma de un pájaro exótico, de azul hermoso imposible de encontrar en aquellos lugares.
Clotilde sonrió. No necesitaba explicaciones. Guardó la pluma dentro de su libro favorito, como un sello de su pasaporte imaginario.
Clotilde sonrió. No necesitaba explicaciones. Guardó la pluma dentro de su libro favorito, como un sello de su pasaporte imaginario.
Y así, la niña que nunca salió de su dormitorio se convirtió en la viajera más experimentada de todas. Porque Clotilde no recorría el mundo con los pies, sino con el corazón. Y aprendió que los lugares más remotos y las aventuras más increíbles se pueden encontrar, y, sobre todo, conocer, en las páginas de un libro, esperando a que un lector con sueños suficientes les dé vida.

FIN
https://youtu.be/Um3Cpvw7ktQ?si=yOHD-gUqRwodiuyF

Texto agregado el 04-11-2025, y leído por 49 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
05-11-2025 Leer es el ejercicio más poderoso para la imaginación. Se visitan lugares que ya ni existen y se conocen universos fantásticos. Cinco aullidos interestelares Steve
04-11-2025 Qué hermoso cuento, amiga, me gusta tu forma de escribir y describir a los niños, este es un cuento que te hace volver a la niñez. Saludos. ome
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]