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Inicio / Cuenteros Locales / gsap / Mi diario: Amistad (borrador)

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Estaba triste, tocando la guitarra y cantando desde el alma. Cuando terminé la canción, sentí el silbido de mi amiga Marianela (cada vez que llegamos a la casa de la otra silbamos con una entonación como diciendo: "te quieeeee roooo").
 
Nuestra conexión provoca que en muchas ocasiones, lleguemos sin aviso en los momentos precisos.

Ella dijo con tono amoroso, como siempre, que nunca me había escuchado cantar así.
(Mientras estaba en la Universidad, quise aprender a tocar guitarra y así lo hice, autodidacta, todos los días practicaba al menos una hora, durante un año, sin importar nada, jamás pospuse el compromiso auto adquirido. Llegué a tocar bastante bien, dentro de lo aceptable, sin embargo, pese a ser una mujer con mucha personalidad, nunca me resultó cómodo tocar en público. Algo similar me pasaba con el baile. Prácticamente, dejé mi guitarra durante 20 años, hasta que hace unos meses atrás)

Le contesté que había retomado la guitarra y ella se alegró. Pero era más que eso, le expliqué que es como si ahora nada me importara, he tocado guitarra frente a otros y también bailo sin los pudores de antaño.

Marianela, siempre sabia y asertiva dijo: "me encanta".

La conversación derivó en los cambios que tenemos las mujeres en los distintos momentos de la vida, en especial cerca de los cincuenta años, cuando las cosas comienzan a encajar, si bien es cierto, se producen dificultades a nivel cognitivo como olvidos y problemas de concentración llamados "niebla mental", no es menos cierto que también se produce una liberación y sensación especial, lo cual va a depender de la estructura de personalidad de cada fémina. 

Mi amiga comentaba que sentía, constantemente, como si algo fuese a pasar y esa sensación la angustiaba con frecuencia. Intenté calmarla, recordarle que todo está bien y que se encuentra a salvo.

Hace una semana perdió su billetera con tarjetas, licencia de conducir, carnet de identificación nacional, entre otras, por lo cual tuvo que readaptar su vida en variados ámbitos, siendo los más importantes dejar el auto en casa y usar efectivo, lo cual no la complica, pero ya tenido que ajustar obligatoriamente algunos hábitos y rutinas suyas y de su hija de 10 años, lo cual implica emergentes que hay que atender cuando acontecen, a veces con rapidez. Nos reímos de contó varias anécdotas que le han ocurrido desde entonces, como siempre, apuntando a la mitad llena del vaso. 

Podría sentarme a escucharla hablar por horas, cada acontecimiento de su vida me resulta relevante, si me lo está contando es porque para ella lo es, ergo para mí también.

Marianela es una mujer dulce, parsimoniosa, lúdica, de aspecto hippie chic, es muy linda y pese a conocerla hace treinta años, solo en una ocasión la he visto enojada. Tenemos grandes anécdotas e historias juntas, algunas incontables, otras increíbles, siempre complices. Entre nosotras basta una mirada y sabemos inmediatamente lo que la otra está pensando y como se está sintiendo. En ocasiones, solo hemos permanecido juntas en silencio, un silencio que jamás ha sido incómodo... sin duda, lo que nunca falta en nuestros encuentros es la risa, dice que siempre la hago reír y yo me siento feliz al hacerlo. 

Le comenté que había perdido mi piedra, una piedra de unos dos centímetros que me regaló alguien muy querida por mí hace años y que a diario llevaba conmigo en el bolsillo (sé que puede sonar absurdo afligirse por perder una piedra pero para mí ése objeto es trascendental). Cuando pasaba algo estresante o que me diera miedo, la mantenía en mi mano y jugaba con ella, así me sentía protegida. Marianela que sabía la importancia de mi piedra me abrazó y me sugirió que buscáramos juntas, con calma, a veces, parece que aquello que deseamos encontrar se invisibiliza, dijo sonriendo. Puede estar en una de tus carteras o mochilas o en el bolsillo de algún pantalón, tal vez podríamos comenzar por ahí. Así lo hicimos, sacamos todo, registramos bolsillo por bolsillo de cada cartera, mochila y morral sin éxito en nuestra misión. 

Nos quedamos en silencio, sentadas en el piso, pensando. ¿Cuándo se te perdió? -consultó- no sé, como no he salido de casa, no he tenido la necesidad de tomarlala, mientras estoy aquí, la mantengo junto con mis llaves, respondí. Nos miramos, pensamos en la ropa del último día que salí, la registramos íntegra, luego volteamos la cesta de la ropa sucia, prenda por prenda y nada.

Nuevamente, nos quedamos en silencio, pensando, a esas alturas mis ojos estaban al borde de las lágrimas y sé que solo Marianela comprendía lo importante que era mi piedra, así es que tenía la certeza de que ella estaba haciendo todo lo posible por encontrarla, totalmente comprometida con la causa.

Marianela rompió el silencio y me recordó que ese día hacía frío, por lo que no creía que estuviese vestida solo con la ropa que habíamos revisado "¿usaste una chaqueta o algo así?"... "siiiiii", le respondí y nos fuimos al closet a buscar el saco que andaba trayendo ese día. Ahí estaba mi piedra, así es que nos abrazamos felices, mientras nos reíamos y le repetía: "gracias, gracias, gracias".

Ordenamos el desastre que habíamos dejado y nos fuimos a preparar algo para almorzar mientras nos tomábamos un aperitivo.

Texto agregado el 04-12-2025, y leído por 12 visitantes. (5 votos)


Lectores Opinan
05-12-2025 Es esa la edad que nos sentimos liberadas, aunque también buscamos protección Cuida tu piedra yosoyasi
05-12-2025 Una amistad sincera y con una cierta conexión especial, como si fuese telepatía entre dos grandes que comparten momentos de la vida. Qué bueno! Guitarra, baile y esa piedra acompañan esa sintonía de ambas. Un abrazo grande Shou
05-12-2025 2)Tocar la guitarra y bailar es lejos lo mejor que podemos hacer. Vic 6236013
05-12-2025 Siento esa sensación queinh tan bien expresas cuando dices que se miran y saben lo que piensan,eso es lo que a mí me agrada ,porque hay miradas que no dicen nada y es tan desagradable no hay conección ... Todo lo que cuentas muestra una amistad hermosa,es un regalo de Dios ... Encontrar la piedra con el mismo deseo de satisfacer a esa amiga que tanto lo deseaba,lo encuentro lindo y también reírse de cosas que pasan... Un besito Victoria 5* 6236013
 
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