Empecé a andar contigo
a sabiendas
que no llegaría muy lejos,
te asustabas en la tormenta
y regresabas al punto de partida
a elegir un camino más fácil.

Te gustaba andar
por un camino de flores,
ni siquiera sembrabas
girasoles y rosas de colores.
Me pedías que te amara intensamente
y no me amabas ni siquiera un poquito,
en un minuto te saqué de mi corazón
y te borré de mi mente,
no eres capaz de dejar huellas
en suelo bien mojado, menos en
mi corazón bien romántico y cálido,
rechazaste mi cielo estrellado y preferiste
otro cielo nublado.

Sin alzar el vuelo
querías llegar al cielo,
solo las mujeres valientes
son felices en el suelo que eligieron.

A ninguna mujer le recomiendo
andar por un camino muy fácil,
se vuelven bien inútiles
quieren que todo les caiga del cielo.

A mí me gustan esas mujeres
que desafían a la tormenta
y la derrotan con sus brazos y escriben
con su alma versos de resistencia y amor puro.

PEDRO MORENO MORA