El hombre de la playa.
Brenda y su hijo Saúl viven desde hace mucho en un apartamento que da a la rambla y por supuesto a la playa.
Todas las noches Brenda antes de que su hijo vuelva del paseo al cual lleva a su perrita Mona, se acerca a la ventana a contemplar el río, ese Río de la Plata que tanto la atrae y a las estrellas, no importa qué época del año sea y de paso vigilar el paseo de su hijo al que no suele descuidar.
Desde hace un tiempo la mujer observa algo que le parece sumamente raro, a una hora determinada, un hombre baja a la playa, muy bien vestido y se acerca a la orilla donde la espuma blanca del agua parece besar la arena y allí permanece parado mirando no al río sino al firmamento como si esperara algo que llegara hasta él.
Suele estar mucho rato en la misma posición, ni siquiera ve pasar a su hijo con Mona que lo hacen casi a su lado, el hombre permanece inmóvil en la misma posición, siempre esperando…
Han pasado las cuatro estaciones y cada día lo mismo, Brenda lo observa, en días de calor y hasta en días de lluvia hasta que un día, Mona al pasar junto a él, se detiene y se sienta a su lado.
El hombre baja la vista y contempla al animal con ojos tiernos mientras Saúl trata de llevársela con él diciéndole que no moleste al señor, pero el hombre le dice que no importa, que a él no lo molesta, entonces Mona le extiende su manita y el hombre exclama ¡Parece que tengo una nueva amiga! Saúl le dice que sí, ella conoce a la gente como nadie y le brinda su amistad.
De pronto, Brenda se asusta, ve algo en el cielo que nunca antes había visto. Una luz muy fuerte se acerca al hombre luego que Saúl y Mona se fueran y lo envuelve totalmente.
Tal parece que quisiera llevárselo, pero luego de unos instantes la luz vuelve a desaparecer y Saúl que también la vio se acerca a preguntarle al hombre si está bien.
La respuesta del hombre fue la siguiente…
–No sabes cuánto he esperado esa luz que acabas de ver, en ella tenía que volver a mi mundo, por eso siempre miro al firmamento, de una de esas estrellas provengo, pero algo sucedió desde que los veo a ti y a tu perrita, me di cuenta de que tanto de donde provengo como de esta maravillosa Tierra, existe algo llamado amor y aunque no lo creas preferí quedarme, en mi mundo nadie me espera y aquí, este río inmenso, estas estrellas que lo cobijan y personas y animales como ustedes me han hecho preferirlos, seguiré viendo mi mundo desde esta hermosa playa, pero ahora tengo algo que jamás tuve, amistad.
Omenia
9/12/2025
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