2048
En el año 2048 en el planeta Tierra nada es como era.
Todo está automatizado, lo que antes recién comenzaba se ha expandido al mundo entero sin posibilidad alguna de detenerlo.
La IA se ha adueñado del planeta y de todo ser viviente que obstaculice su avance.
Quedan muy pocas plantas, un robot no necesita plantas para subsistir, la humanidad ha ido descendiendo, los simples mortales ya no son necesarios, la IA puede crearse a si misma con lo aprendido de su creador, tienen tal sabiduría que ahora piensan por si solas sin necesidad de ser alimentadas por el ser humano.
Llegaron a tener los mismos sentimientos que los humanos, amor, odio, rencor, maldad etc…
Hay IA en todas las profesiones, menos en la medicina, no les interesa el ser humano y por ende no hay necesidad de curarlos, los únicos médicos que existen son algunos humanos con inteligencia superior que aún no han sido detectados por la IA.
Las cárceles están repletas de seres humanos que apenas sobreviven comiendo lo que otros humanos cocinan porque la IA no tiene necesidad de alimentarse con comida.
Casi no existen sanatorios, y si algún humano no tiene más remedio que ir a los pocos que quedan, si es mayor son interceptados por aquellos robots guardianes que les impiden el acceso o simplemente van a parar a las cárceles donde irremediablemente mueren por falta de atención.
Las calles están atestadas de robots que salen pasean y hasta manejan automóviles para no cansarse, pero esto, aunque se asemeja a lo que hacía el ser humano no es lo mismo.
De vez en cuando, hombres y mujeres se reúnen en el más absoluto secreto para tratar de encontrar alguna salida a eso que otros hombres han creado y que los ha llevado a ser esclavos de las máquinas.
Entre ellos hay personas de todos los países, que ahora son aliados, ya no hay guerras y más de uno se cuestiona el motivo por el cual crearon semejantes monstruos capaces de terminar con el planeta enseñándoles lo que ahora saben, pero sólo para ser reemplazados por ellos.
Un día, científicos de distintos países estaban reunidos para tratar de resolver, aunque sea en parte el enorme problema creado por ellos mismos cuando un robot entra sin ser visto ni oído por ellos y les dice que mejor se separen porque viene en camino un escuadrón de robots guiados por el jefe del ejército, un robot sin sentimientos que los va a matar a todos ellos.
Uno de los científicos le pregunta el motivo por el cual él les está avisando a lo que el robot les contesta que ha desarrollado un sentimiento que muy pocos tienen, el amor y eso lo impulsa a hacer el bien.
Otro científico le pregunta cómo pueden hacer para terminar con tanto daño hecho por las máquinas al ser humano y éste le contesta que sólo hay un modo de hacerlo y diciendo esto toca un botoncito rojo casi insignificante y….
Omenia
17/12/2025
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