Era un hombre machista soberbio y muy ambicioso, para el todo era el dinero y el poder para el hombre, pero se distinguía por una cosa dentro de todo ese odio y desprecio existía el amor por dios era una de las personas mas amantes de dios en este mundo. Por eso siempre antes de dormir pronunciaba las mismas palabras con un llanto de desesperación; -señor, dios mío, ya no quiero ser esta mala persona,- donde cada vez el grito era mas intenso -por favor dame el don de amar y conviérteme en el ser que mas puede dar en este mundo, en el ser mas bello de este mundo, en aquel ser, que se preocupa por todos, en aquel ser que no tiene maldad en su corazón. Esa noche aquel grito de desesperación parecía que había llegado al cielo parecía que los Ángeles hubieran bajado y le había dado vuelta a la tierra con su magia y amor.
Por la mañana el despertó sintiéndose algo raro y con un sentimiento de amor, algo de cólicos y mucho calor, se miro lentamente al espejo y solo se hoyo un grito pronunciando las palabras que algún día se tenia que haber preguntado –¿pero dios mío que me has hecho?- ¿que me a pasado?- aquel sueño de amar y sonreír se había cumplido, aquellos gritos que con tanto anhelo había pedido se habían cumplido, ahora se había convertido en el ser que mas puede dar amor en este perverso mundo si era el ahora una mujer!!.