el buda, la señora del buda, sancho panza, la señora de sancho panza y yo, estamos esperando impacientes que comience, el acto final de una despedida indeseada.
el cielo junto con las nubes, estan rojos rosados,
la tarde cae y el paisaje se desvanece.
naides nos salvara de este adios.
el buda y yo, estamos especialmente llorosos, tristes por la despedida que se avecina.
las chicas (en cambio) cuchichean rabiosas de apetito el menu de la cena.
sancho agita unas banderas al borde de la pista,
y el avion de oro, aterriza presuroso en busca del buda.
mañana seremos una acuarela del rio,
flotando libres de amarguras, volteando al frente nuestras miradas, de hermanos sedientos de sabiduria
como insignificantes hombres comunes,
volveremos a los nichos a los que pertenecemos, como vampiros hullendo de la claridad.