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Bienvenido Senor. Como puedo servirle?

-Buenas tardes. Queria ver si me podia ayudar con algo. Vera, la semana que viene es nuestro decimo aniversario, y queria regalarle algo muy especial a mi esposa. Le advierto, ella no es mucho de joyas, menos hoy en dia, pero osea, si, las usa como cualquier mujer. Preferiria pocas prendas, a multitud de collares y pulseras; sencilla pero elegante. Asi que pienso que lo mejor seria buscarle algo singular, algo magico. Algo que le dure para siempre.

No se preocupe Senor, con todo gusto lo atendemos. Nosotros nos especializamos en diamantes, y siempre intentamos encontrar uno en especial para cada cliente; como por decir un diamante predispuesto y creado, enteramente para esa persona. Aseguramos su satisfaccion.

-Si entiendo. Suena muy bien, me tranquiliza un poco. Pero vera, mi esposa no es que tuviera un gusto complicado sino que...

Perdone que lo interrumpa. Tenemos mucha experiencia con clientes de los gustos mas selectivos, y contamos ademas con el mas fino inventario. Garantizamos encontrara una prenda que fascinara a ambos usted y a su mujer, sin importar lo detalladas que sean sus preferecias.

-Pues fijese que no. No es que mi esposa sea complicada para hacerle regalos, ni es que tenga un gusto inflexible; lo que sucede, es que mi esposa ya no ve.

(Silencio)

-Perdio la vista hace mucho tiempo, poco despues de habernos casado. Con el tiempo y la obscuridad, se ha alejado mucho de las cosas materiales, y vive en un mundo muy obscuro, pero muy real. A como le dije, ella no es mucho de prendas, pero pienso que para esta ocasion, un diamante seria perfecto. Nada expresa continuidad y dedicacion, como un diamante: algo sometido por tanto tiempo a tan intensa presion, y termina en un cristalizo florecer...como un alma! Es algo precioso. Quiero obsequiarle algo que parezca tener vida propia, que sienta tener algo con palpitacion: Un simbolo de mi dedicacion hacia ella, y agradecimiento a ella, por su dedicacion hacia mi... una promesa viviente.

Senor, me conmueve su historia, perdone que se lo diga. En ese caso, se me ocurre la pieza ideal para usted.

-Porfavor, digame cual es.

A principios del ano recibimos un diamante a como jamas habiamos visto. La calidad de un diamante a como sabra, se mide atravez de la claridad de la piedra, su "transparencia" por decir. Tambien se mide por su corte, su tamano y su color. Hay muchas caracteristicas que diferencia un diamante de otro, pero para no hacerle largo cuento, uno de nuestros compradores en Nuindino adquirio una joya muy especial, y es esa la que le quiero mostrar. No la tenemos en la vidriera, asi que permitame sacarla de atras.

(Pausa)

Lo singular de esta piedra, es que hablando en terminos de joyero, es un milagro. Es una balance perfecto entre un diamante blanco y uno rosado. Mucha gente desconoce la existencia de los diamantes rosados, son muy raros, pero existen. Se diferencian de los blancos por simples variaciones de frecuencias opticas en el cristal. Sin embargo, este mantiene ambas frecuencias, y por magia de el espectro de los colores, cambia su tono dependiendo de la luz que lo rodee. Mire como lanza destallos en todas direcciones! Curiosamente, siempre mantiene una cierta fidelidad al color rosado. Le sale natural. Lamentablemente, su esposa no podra gozar el cambio de los colores, pero solo imagine cuantas veces tendra que interrumpirla para describirle lo que brilla a su alrededor. Le fascinara, se lo aseguro.

El diamante no tiene precio aun, pero los expertos nos dicen que es una piedra unica en el continente. Parece brillar con luz propia. No le parece?

-Esta increible! Es perfecta! Pero entonces, como hacemos con el precio?

Pues mire, a como le dije, no hemos determinado un precio, pero igual, aqui es tienda y y en tienda se vende, asi que sugiero lo siguiente: haga una oferta al gerente, y si a el le place, el diamante se va con usted. Le parece?

-Senor... dejeme pensar un momento. La verdad, es que no se si podria aceptar. Una piedra de esa calidad, pienso yo, debe de ser apreciada en su totalidad, sin peros, ni limitaciones. Mi esposa, me temo, no podra cumplir con esos requerimientos. Esta piedra merece alguien que la admire, alguien a quien pueda iluminar e inspirar. Mi esposa no podria. Sin importar que digamos usted y yo, esa es la realidad; Y odiaria que por egoismo mio, alguna senorita vaya a perder el derecho de lucir esta unica y bella prenda. No puedo aceptarla senor, le pido disculpas, aunque sea el decimo aniversario, no seria apropiado. En serio lo lamento, pero no me siento solo en mi decision. Estoy seguro que si mi esposa estuviera viva, ella estaria de acuerdo conmigo.

Disculpe caballero, que dijo?

-Que no me siento solo en mi decision. Que si mi esposa estuviera viva, ella estaria de acuerdo conmigo. O es que no le dije que era el decimo aniversario de su muerte?



Texto agregado el 11-11-2004, y leído por 918 visitantes. (1 voto)


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