Condúceme a una galaxia desorbitada
y enséñame tu pecho sin permitirme sobarlo.
Llévame a un torbellino de plasma
y húndeme en el de la mano,
Juguemos a ser relámpagos.

Regálame uno de tus cabellos
y tiremos con él de un sol para colapsarlo.
Fundamos el hielo de Saturno
comiéndonos la cara y el cuello
sentados en un anillo suyo.
Veamos desfilar los cometas
mientras me dices al odio
que para seguir así no hay recetas.

Y si me canso,
beberé con ojos cerrados
de alguna cascada que brote justo en medio tuyo.
Hay cielos, nubes, planetas por explorar;
ningún segundo para esperar.

Toma un caballo de luz
que hay tanto por hacer del universo.
Vamos!... coge de entre ellos
cual tenga el pelaje mas terso.