Difícil es escribirte cuando sé que la distancia que nos separa es demasiado grande como para que puedas entender, o incluso creer.

Seguramente estas letras no sean leídas por tí, pero no por ello dejaré de escribirlas pues deseo expresarte mi arrepentimiento y probarte mi amor, aunque soy consciente de que ni lo uno ni lo otro te merecen consideración.

Mas no por ello dejaré de escribir para expresarte lo que siento. Ojalá algún día esta carta se confunda entre tus dedos y sea capaz de hacerte ver que todavía te amo, que aunque no podamos estar juntos sí podemos ser partícipes de un amor espiritual, más profundo y placentero que aquél que disfrutamos siendo jóvenes aún.

Esta vida no es como la so~amos, pero tiempo tenemos de disfrutarla tal como es y quien sabe si el tiempo acortará la distancia que nos separa.

Desde la celda N° 343 te envío un beso de paz.

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