TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / ondina / Por un pueblo de eterna sonrisa

[C:78351]

Esto no pretende ser sino un recuerdo, en estos días trágicos, a un pueblo que tuve el privilegio de conocer muy de cerca y que me impactó


Anochecía en las playas tailandesas. Las aguas, tranquilas, besaban la orilla mientras los muchachos se afanaban en arrastrar las lanchas que utilizaban los turistas para visitar tan hermosas islas.
A lo lejos una niña morena, de inmensos ojos negros y pelo azabache se acercaba sonriendo.
Entre sus manitas sujetaba una cestita azul llena de paquetes de chicles. De vez en cuando se acercaba a las mesas que ocupaban los “foland” (que es como los tai nos llaman a los extranjeros) y ofrecía con voz melodiosa su mercancía: “hello foland do you want some one?”.
Era su forma de ganarse la vida. Llegó hasta la nuestra, y me sorprendió comprobar que no tendría más de seis años.
Su mirada era viva, y a pesar de pasarse los días caminando playa arriba, playa abajo con su monótona cantinela, en su boca se desplegaba una sonrisa.
Como pudimos, en tai-english, nos entendimos y ganamos su confianza.
A partir de esa tarde cada día venía a visitarnos, se sentaba a nuestro lado y le invitábamos a un refresco o a un helado.
Jamás aceptó que le diéramos dinero. Si se nos ocurría tratar de darle una “limosna”, ella de inmediato contaba las monedas y luego mirando sus paquetes sacaba los que correspondían a ese precio. .
No podéis imaginar la cantidad de chicles tailandeses que hemos llegado a comer en mi casa, pues cada día comprábamos los que le restaban para que pudiera al menos descansar un rato
Nos gustaba ese orgullo, que ni la pobreza lograba borrar de su carita.
Quiero imaginar que, igual que yo la llevo todavía en mi corazón, ella me ha recordado estos años cuando haya visto otras foland menos amables.
Se llama Mat, y estos últimos días no puedo dejar de pensar si ella pertenecerá a ese grupo terrible de muertos o desaparecidos por la catástrofe tan atroz que ha acontecido.
No hay consuelo para quien pierde hasta lo que no le pertenece, pero sigo viendo en las imágenes de la televisión el orgullo y el afán de supervivencia que me impactó en Mat.
Dicen que la naturaleza es sabia, pero no logro comprender por qué se ceba siempre con quien menos tiene.
Ahora nos corresponde a todos aportar nuestro granito de arena, y ayudar a ese pueblo de eterna sonrisa a levantar lo que les daba la vida.



Texto agregado el 08-01-2005, y leído por 449 visitantes. (26 votos)


Lectores Opinan
17-05-2005 me impactó mucho este cuento, un besote.Felicidades porque te quedó bordado! adnara
09-04-2005 Piensa que la pequeñita esta bien, cree que los dias que tu le hiciste vivir con alegria la ayudaron a sobrevivir para seguir adelante confiando en las personas y sintiendo amor en su corazon. Tu llegaste a su vida a dar una caricia en su almita de niña esforzada, guarda ese instante para siempre, y ten fe. tu_risa
15-03-2005 Quizás mejor no saber la verdad sobre si la niña vive o no (Por si acaso) Igualmente vivirá en tí su recuerdo. Muy buen texto que da que pensar sobre que es lo que mueve a la naturaleza para que ocurran catastrofes como la acontecida. Muy bien contado. Un saludo de SOL-O-LUNA
13-03-2005 Nada que decir: Todo por comprender y actuar. orlandoteran
12-03-2005 Nunca es tarde, y hoy hago aquí acto de presencia por culpa de Malomo, al que debo agradecerle el poder compartir con todos los que han leído este texto, la historia de la pequeña vendechicles en Tai... No tengo menos que compartir contigo mi deseo de que esa niña todavía pueda ver el sol cada mañana... Me dejas, con el corazón en un hilo, y ojalá sirva para despertar acciones en favor de la causa de estos pueblos a quienes el mar, que tanto me gusta, se llevó a vivir con ellos... Sergio tobegio
Ver todos los comentarios...
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]