Cuestión de necesidad.
Francamente dijo la vieja Clota no me parece. A mi no me parece, nene.
¿Por qué no? pregunto el Nene con insistencia. (Nota de Redacción: perfil de El Nene: Sebastián Elpidio Gomez, 38 años, 114 kilos, altura de un metro con 65 cms. Patológicamente edipiano y consentido, rey de los boludos, con fiaca crónica.)
¡Porque te vas a ver ridículo, m´hijo!
Ridículo, ridículo... ¡a mi que carajo me puede importar! El asunto es que hace años que no la veo
¡No seas grosero, por favor, respetá a tu madre! Además, que no la veas es culpa tuya, por esa barriga infame que tenés. Vivís comiendo, tomando cerveza y fumando, echado en el sofá viendo televisión.
¡Pero si apenas pico alguna cosita che!... y el fóbal sin cerveza... después de todo dejáte de joder vieja, quiero tener facilidad para verla, quiero. Estoy podrido de mear al tacto. ¡Si parezco un ciego, parezco! Che, esto no es vida vieja querida.!
¡Hay por Dios no digas esas cosas haciéndose cruces en el pecho mire si vas a ser ciego, ¡cruz diablo!. Para decirte la verdá, a mi también me gustaría que vieras porque así no me ensuciás todo el guater, nene. Y de paso a ver si levantas la tapa, porque sos un mugriento. ¡No tenés consideración de los años que tiene tu anciana madre! gimoteando -¡hay si te viera el finadito... ¡
¡Pero no empiece a invocar al viejo, máma, déjelo quieto al pobre. Bastante que nos dejó la casa y su pensión, que si no fuera por eso no sé que haríamos. Déjelo descansar en paz, déjelo.
Y una cosa que podrías hacer vos hablaba con voz baja, como para si misma - es trabajar, nene, ¿no te parece?
Vieja, no me venga con esas cosas, mire que me sube la presión. No empecemos con esas cosas, nos vamos a pelear, no nos hagamos daño, ¿para que hacernos daño, máma?. Mejor hágame lo que le pedí, hágame.
(Dos días después.)
¡Neeeeneeeee! Como te quedó el modelito, m´hijito.
¡Lindo, máma, vieja querida, sos una crá sos.! ¡La vuelvo a ver! ¿Con lo que la extrañaba, vieja! ¡Grácia, máma, grácia! ¿Y se fijó vieja que ni se nota.? Me voy al boliche a contarle a los muchacho, me voy, vuelvo tarde vieja, no me espere, deme un beso máma. (Besándole la cabeza en forma reverencial.)
La madre queda pensando en la casa: Raro no le da vergüenza calzoncillo con abertura de cuatro botones al frente y espejo pegado del lado de adentro. Los hombres son raros mismo. ¡Hay finadito mirando al techo la falta que me haces viejo, la falta que me haces para criar este pibe!
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