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Epur si moove (Y sin embargo se mueve)
Nicolás Copérnico
A Gladys

Lunes por la noche, Pedro se ha juntado con Sergio en una calle del sector alto de la ciudad, llevan un par de años haciendo esa actividad partidaria clandestina , el martes por la mañana debe reunirse en casa de segundo el equipo central del partido de ambos, han pasado varios años que la dictadura dejó de detener a la dirección central, eso hace que Pedro y su camarada deban tomar las medidas necesarias para que los viejos puedan funcionar con la mayor normalidad en este país de anormalidades, han pasado 10 años desde que el terror se instaló en el país.
Los primeros participantes entrarán esa noche, las señales para que entren están en su lugar, en la mañana temprano han de ingresar los últimos, hay que asegurarse de que todo ande bien, a pesar de que el lugar es tranquilo, nunca se sabe los que pueda ocurrir.
Pedro salió temprano de casa , a las 7 ya estaba en las cercanías de la casa de Sergio, instaló las señas previa llamada a su amigo de allí a desayunar con otra compañero y asegurar la reunión del otro grupo para el día subsiguiente, a las 9 Pedro regresó a las cercanías de la reunión, y, carajo.
La calle está llena de policías de uniforme, muchos pacos con atuendo de guerra: fusil de asalto, casco, bastones, y escudos, en cada esquina un piquete de unos 8, Pedro se coloca nervioso, la calle de entrada a la casa está copada, se va caminando tranquilamente, pareciera va tranquilo, llega a la esquina y gira para dar la vuelta a toda la manzana y saber, la mente funciona a la velocidad de la luz, buscar las alternativas de saber si hay algo en casa y que? Sino, como evacuar la zona.
Nadie podría con la fuerza que hay, se ven a lo menos 4 micros de pacos unos cien efectivos, además, cada tres minutos pasan vehículos con armas, del ejercito, pacos en moto, radio patrullas y los inefables e infaltables autos de los chanchos de la CNI, un par de autos funcionando con los tipos de la CNI adentro mirando el entorno.
Recorre todo el sector con el alma en un hilo, en el mini mercado mas cercano junto con comprar alguna tontera habla por teléfono a Sergio, pregunta si hay algo mal, le hace ver que hay dificultades y le sugiere salir para conversar, el lugar del encuentro ya está determinado, a ratos los pacos y los chanchos se mueven, se ve nerviosismo en ellos, los pacos con el dedo en el gatillo de sus fusiles, los cni muestran sus pistolas.
Sergio sale caminando tranquilamente, se ve tranquilo, más le vale, el encuentro es en una casa a menos de quinientos metros en el camino evalúa la situación, piensa alternativas para sacar a la gente que está en su casa, esta salida debe ser para burlar el cerco que hay en la zona.
Seria se ve la cosa Pedro.
Si, ¿no se nota nada anormal en los departamentos vecinos?
No, nada.
El centro de la cosa está allí en el condominio, es allí en donde está el primer circulo de estos hijoeputas amigo, recorrí toda la zona a una cuadra empieza a bajar la cantidad de fuerzas, hay pacos y tiras, circulan autos de la CNI, pero a medida que se aleja es menor la vigilancia, las dos manzanas aledañas a tu departamento están rodeadas y ninguna salida sin vigilancia, miran a la gente más no revisan a nadie y si alguno le causa dudas le piden el carné, pero no lo pasan por radio, algo esperan.
Sergio ¿le avisaste a alguno de los viejos?
No, aún no les digo nada, aun es temprano para decirles, se percataron que hay algo extraño por mi salida, les tranquilicé diciéndole que venía a conversar contigo.
¿Qué hacemos, Pedro?
Lo lógico es que si hubiese seguriad de ellos de que hay reunión del partido acá en la zona ya habrían hecho mierda el lugar y no es así, por lo que si es eso, no están seguros y esperan alguna seña para buscar la casa justa, la zona en que vives es complicada para un allanamiento.
Sergio, creo que lo más recomendable es lograr que tu amiga, Paulina, se acerque acá con algún funcionario con rango diplomático, que espere acá y espere por si se produce algo para que en menos de cinco minutos lleguen a tu casa ¿puedes?
Si, ya le llamé, ella llamó al hombre, en cuanto llegue a la embajada se vienen de inmediato.
Llamé a los dos compañeros de los autos, lo único probable es hacer un par de acciones distractivas para confundir un par de minutos a los chanchos. En la esquina más cerca van a chocar a ver si se mueven algo, espero a que llegues a casa y llamas para saber algo más, luego saldré a ver que ocurre.
Cómo la Paulina tiene llave de este departamento en cuanto vaya a venir me avise para salir antes de que llegue con el hombre de la embajada, no es necesario me vea acá.
Pedrito, ruégale a la santa no sea nada malo y sigan ellos reunidos, mira que hay a los menos cuatro están clandestinos en el país.
Nos llamamos Sergio. Sea lo que Dios quiera que ya poco más podemos hacer.

Primero salió Sergio regresando a su departamento, unos minutos después llamó a su camarada Pedro para indicarle que todo sigue igual.

Pedro recorre con su pensamiento hasta dos semanas atrás en que se resolvió usar este lugar para la reunión. ¿Quiénes estuvieron en ese encuentro? ¿Quiénes sabían de ella? ¿Si hubo filtración, donde? ¿Será del interior del equipo? Yo, no he hablado con nadie, ni con mi mujer ¿Me he chequeado cada al día en las últimas semanas? De seguro no ando con cola, Sergio tampoco, tengo plena confianza en él.
¿Los viejos, no? Tampoco ha habido encuentro con gente pública, que pueda haber producido quiebre en la seguridad. Lo peor sería que algún otro partido se esté reuniendo en el mismo sector y que por ellos lleguen a nosotros, sería el colmo, pero, puede ser. La calle está calma, como un tablero de ajedrez en que los jugadores piensan en la movida y las posibles movidas del adversario, de momento estamos con un jaque, hay que defender a la reina. Ya hicimos la jugada, hora solo resta esperar que ellos hagan la suya.
Del bolsillo de la chaqueta Pedro saca una tira de hidróxido de aluminio, masca una, la acidez está torturando, no basta una tableta, va otra a la boca, la masca con fuerza para sacar todo el antiácido. Ha llamado a un camarada para operar mejor, cuando llega, sube al auto y salen a revisar la zona, el auto que usa Pedro lo ha paseado varias veces por el sector, no es prudente seguir en él, la vuelta es larga, la zona sigue igual.
Tensa espera, Paulina llegó al departamento y espera.
Es medio día y sigue igual, Pedro acabó con el antiácido, baja del auto y compra más, ya parecen alimento.
Compadre si salmos de esta, mañana voy a parecer mujer con la regla, la hemorragia va a ser caballa.

La una del día, la vista de Pedro se nubla, un par de autos de la CNI se mueven. Un oficial de pacos da alguna orden que hace que los que están de guardia en las esquinas preparen sus armas, hay nerviosismo en sus ojos, se mueven otros autos con civiles, Pedro llama a la Paulina y esta comienza a caminar hacia la casa de Sergio, va del brazo de un señor serio.
Los pacos cortan el transito, de los autos y micro buses como de los transeúntes, hay maniobras violentas de autos y furgones con civiles y comandos de ejercito, se abre una puerta grande en una casa, salen dos autos y se juntan con los otros que maniobraron, los dos que salieron se cambian de lugar un par de veces en menos de dos cuadras, al final va una ambulancia militar. Se van los chanchos y a los diez minutos suben los pacos a los buses verdes, sacan sus cascos y se sientan con sus fusiles con bala pasada, también se marchan.
Esa noche en el noticiero de las 60 mentiras por minuto, Pedro oye que: el Tirano estuvo en una recepción en la embajada de la republica de un país del cono sur de América que estaba a menos de 50 metros de donde se reunía a la misma hora la dirección central del partido de Sergio y Pedro.

No hicieron falta; ni apelar a la personalidad del diplomático amigo, ni a ninguna acción de distracción, y menos hacer salir corriendo a quienes se reunían, lo que si hubo, fue la hemorragia de Pedro.

Algún día el tiranuelo (criminal y ladrón) dijo que En el país no se movía ni una hoja sin que el lo supiera, pero, como dicen que dijo Copernico ante el tribunal de la Inquisición “Epurr se move” y sin embargo se mueve, y se movieron muchas hojas.

Amigos: En estos mimos instantes en su casa una valerosa mujer está muriendo, un cáncer consumió su cerebro, espera dignamente llegue lo desconocido, con la dignidad que vivió espera su muerte, es Gladys Marín, esa mañana del 83 ella era una de las asistentes a esa reunión. Mis respetos a ella.

Texto agregado el 15-02-2005, y leído por 373 visitantes. (12 votos)


Lectores Opinan
14-06-2006 Relato crudo, es muy fácil imaginarse todo lo que describe el narrador, el interés en la lectura se mantiene... La dedicatoria entristece. ***** SorGalim
09-11-2005 Excelente tu relato, como siempre no evadiendo ningún detalle, por lo que una se va imaginando en colores todo lo ocurrido. En cuanto a Gladys Marín, siempre la admiré, yo no viví esa época acá en Chile, pero ella tuvo un lugar en mi corazón, porque independientemente del partido al que pertenecía, encuentro que defendíó con sangre sus ideales y eso me encantó siempre en ella, una mujer esforzada, y digna de nuestra admiración y gratitud. Mis estrellas para ti, y en recuérdo para ella***** 6236013
09-08-2005 Ufff que buen relato peque... excelente¡ merecido homenaje a esa mujer.***** amayrany
03-08-2005 Estrellas para los valientes. (horribles tiempos, horribles recuerdos). Saludos. duckfeet
18-03-2005 Amigo, gran homenaje para una gran mujer, consecuente como solo ella pudo ser, un ejemplo para muchas de nosotras. un abrazo, buena narración. mis felicitaciones. arianna
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