Caídas de la vida, caídas del amor
Son las que la alegran este dulce corazón

Te ayudan a pensar en la inteligencia del pueblo
Con sus ignorancias y discriminaciones
Estando siempre de acuerdo

Siendo la minoría con la ayuda indicada y certera
Siendo estos quienes viven la vida en plena

Sabiendo que hay cosas pequeñas del corazón
Que ayudan a sostener lo que queda de razón

La razón que ayuda a sostener nuestra alma
Para no tomar confianza y acariciar tu palma

Suave y sencilla como una flor en el desierto
Siendo como esa luz que ilumina apenas lo mas cierto

Lo cierto que sin tu presencia me agobia
Siendo tu mínimo respiro una estrofa que me atrofia

Que nace del flujo de tu callada armonía
pensando si eres amiga o puedes ser mía

Sin hacerlo sonar machista
ya que un poeta nunca será así
diciendo con firmeza siempre diré nunca
para que tu me aprecies en este instante y aquí

Para que me puedas abrazar, besar y acariciar
Solo eso pide este joven lo cual mucho va apreciar

Porque aunque no lo creas, te quiero demasiado
lo sé, es muy extraño
ya que lo que digo no lo callo

Para que los sepas ahora y siempre
he aquí un hombre bueno y diferente.