Todo fluye ahora. El cariño nos empapó. Afuera ladran los perros y aceleran los autos. Afuera la gente cocina la cena y mira noticieros. Afuera el mundo no se enteró de esta bomba atómica que hemos tenido que desactivar para no desintegrarnos. Todo fluye y fluye tu mirada de niña que me extorsiona el corazón, que lo captura y lo coge nuevamente como rehén. Te odio por eso. Fluye tu sexo. Bebo tu olor. Respiro tu sangre. Aumento de tamaño la cicatriz. Carne, saliva, sudor, todo fluye, sexo, deseo, gemidos, todo fluye, tu mano en mi, la mia en ti, boca y pechos, todo fluye, boca en boca, ojo en ojo, voz en voz, todo ha fluido. Dormimos. V y V. W. )). ((. ¿Quién se atrevió a decir que nuestras formas no encajan?. Morena mía: dos cafés que me gusta beber por la mañana. El chocolate de tu piel por la tarde. Lo tostado de tu cuerpo en el develarse de la noche. Lo oscuro de ti entre tus sabanas por la madrugada, y mis brazos rodeando tu tierna cintura. Un túnel. Un pasaje. Un viaje hacia tu interior. Y volver a ver la puerta de tus labios entreabierta, tu lengua recibiéndome en un tibio abrazo, cogiendo mis maletas cansadas y tirándolas a un lado, arrancándome la ropa mojada por la lluvia, dándome la bienvenida para morir en ti otra vez. Aquí están de nuevo.