¿Sabías que la palabra "creo" del verbo creer (en primera persona), se escribe y lee igual a "creo" del verbo crear?
¿Y si juntáramos muchos "creo" no podríamos estar yo en ti, tú en mi, uno en TODO?

Ahí cuando entra el verano...se ve bajar por la iluminación del sol... la esperanza


¡Oh tarde de miércoles!, al caer el atardecer, cuando la luna comienza a estornudar,

y en los canelos, la luna se refleja como adornando el cielo.


Las veraniegas nubes huyen del frío que acecha con su traición…

Escuchen!... se siente como llegaron galopando, con el viento surcando los aires, unos indignos caballeros


con cascos y corceles, dejando una estela de humo que empobreció la tierra:


(Barbados ellos, con bestias que lanzan fuego por los ojos...se llaman dioses carnívales de bestiales espadas.

Oh mi Dios!... No eran los dioses de la luna blanca, de estrellas y de cosmos.


En las tiniebla de la noche y al reventar de las olas...
falsos dioses siguen trayendo sed, ambición y muerte.
Su paso es señal de violación a la vida, costumbres extrañas, ambición desmedida.)

La tierra valiente, fuerte, irreverente no se deja traicionar.

¿Quién dijo que la sangre roja como flama, y la piel curtida de sol, no funden en Uno todo?


No, no equivoques, la valentía y el sudor, no importa cuantos siglos de dominación,


renace de las cenizas, para dar vida a la nueva gente, la nueva tierra
en cada amanecer de luna, emerge con la sabia la sabiduría,

con la luz que nos viene de los sinfines del cosmos, más no es la estrella prometida...es el fuego que ilumina.

y en cada sol y en cada luna, nada...nada dejará de pasar.


Somos la sabia que corre por las raíces


Y el hombre es el sentido de la tierra…


Y la tierra tiene sentido si el hombre grande e inmenso se deja ver en altura,

aquellos que sienten, los que saben sentir con el corazón que la vida corre por sus días.

Prendamos los candelabros de la vida, y honrémosla con risas, con bailes y con llantos, que llega la vieja cuenta cuentos. Que renazca la esperanza en las caras de los niños, y ella les narra de sus lamentos, de sus llantos y sus risas...

En la sombra, ese niño que llora.....moreno él...
canta en sueños, con sus manos alzadas al infinito,


Pues el niño que llora al indio, a aquel a quien arrebataron sus manos, podaron sus causes. Más nunca le quitaron el agua, sol, la luna y el viento; el fuego fue guardado bajo las llaves de la tierra, y cada cierto tiempo, los volcanes hacen lava,

y aquí estamos tu y yo, yo y tu, compañeros de la vida, componiendo la vida nueva solo con la sencillez de un corazón abierto a sentir.