Hacia frió, pero ella ni si quiera lo notaba, la fila era eterna y ella se preguntaba si todas las mujeres que estaban allí estaban en su misma situación, probablemente no ya que en ese laboratorio de la avenida 52- dos cuadras al norte de el centro comercial “bulevar”-las pruebas que hacían no solo eran de embarazo, además pocas serían capaces de cometer ese mismo gran error.
La fila alcanzaba para todo, para revisar el pasado y revivir la incambiable historia; su vida sexual empezó temprano pero siempre muy responsable, durante su adolescencia tuvo innumerables parejas no todas con compromiso, era fácil para ella una mujer atractiva, que en aquel tiempo parecía mucho mayor de lo que realmente era. Su madre vivía en otra ciudad y ella estaba al cuidado de una tía desde que tenia doce años, su tía era bastante liberal y así mismo fue su ritmo de vida hasta que cumplió los diecisiete años, increíble pero en todo ese tiempo cuando se supone que las hormonas mandan la cabeza, nunca tuvo una situación ni parecida a la que esta viviendo ahora.
Este hombre era diferente a los de esa época, muy atractivo moreno, alto, fornido y de ojos claros, se adoraban pero también tenia un problema, era militar eso le implicaba estar lejos de ella. Hacia mas o menos nueve meses en un diciembre exactamente tuvieron una pelea fuerte, para no entrar en detalles quedaron en no volver a verse nunca; ella estaba enamorada pero aun así su orgullo no la dejó detenerlo y el sin mas ni mas el se marchó. Después vino una temporada trágica para ella no tuvo nada con nadie y se repetía una y otra vez en la cabeza que, al próximo que llegara le iba a costar bastante, que ya no lo iba a dar así de fácil; sin ni siquiera imaginarse que ese próximo iba a ser el mismo. Como cuatro meses después un fin de semana que el tuvo licencia la invitó a salir y la hizo sentir bien, de nuevo, la historia se repitió durante todas las salidas del individuo, todo pasaba tan rápido en esos innumerables fines de semana que ella ni se percató que en ese diciembre por primera vez desde que tenia quince años, era la primera vez, que había dejado de planificar.
La situación continuó, más o menos hasta julio y el hasta ahora no había vuelto. La primera prueba que se hizo fue una de esas caseras que supuestamente te dan el resultado real en un minuto y dio negativo ella esperó casi un mes mas pero nada y ya se sentía al borde del abismo, pensó en su familia, ella ahora vivía con su mama, su padrastro, y el hijo de ellos dos, también pensó en su carrera hasta ahora estaba en segundo semestre y con un hijo a los veintiún años… mientras lo pensaba su vida se le desmoronaba en la cabeza. El no se encargaría de un hijo suyo. “No esto es imposible, Dios mío, sálvame de esta y te juro que me vuelvo juiciosa, por favor que esta prueba sea igual que la otra” se repetía una y otra vez tratando de remediar los hechos, de decir una mentira que ni ella misma se creía y de tranquilizarse por unos instantes. ¿Como iba a hacer? si ni siquiera tenia trabajo y no se podía mantener sola.
A lo lejos escucho su nombre y fue la joven de uniforme blanco la que le entregó, sin saberlo, el pasaporte a la desgracia, un papel que abrió apresuradamente, estaba doblado como en ocho, y todo lleno códigos médicos aparentemente indescifrables, solo en la esquina inferior derecha sin ningún tipo de resaltamiento visual decía: positivo.
Entró en un shock no lloraba, no gritaba, nada, solo pensaba ¿que opciones tenia?
Después de coger un bus en la av. 127 y bajarse en la autopista norte, iba en el tan concurrido transmilenio que la llevaría a la universidad, cuando se bajó vio dentro de la multitud, una cara conocida, se acercó y lo saludó era un compañero de la U, cuando lo miró a los ojos fue como volver al mundo real las lagrimas eran incontenibles y sin pronunciar palabra le pasó el papel que nunca había dejado sus manos.
La siguiente semana fue traumática, mareos, nauseas vómitos de todo, fue insoportable y tenia una idea dándole vueltas en la cabeza: un aborto. Le contó a autor material del caso y el le dijo todo lo contrario a lo que ella quería escuchar, el la incitó a tenerlo y le advirtió que si abortaba nunca lo volvería a ver, ella colgó pero ahora no lo estaba considerando ya lo había decidido.
A pesar de ser ilegal, en el directorio de páginas amarillas, justo al lado de la sección de ginecología existen avisos publicados con mensajes de: ¿embarazada? ¿Desorientada? Total discreción. No lo dudó mas fue a dos sitios, en ambos le hicieron una ecografía pero en el segundo aunque era 50,000 pesos mas caro le daban una consulta después de, por si acaso y también las medicinas. Allí fue.
La cita fue para el siguiente martes a las siete de la mañana, fue con el único enterado de la situación, su amigo quien se hizo pasar por su hermano para poder entrar, el tiempo en la sala de espera fue eterno pero mas eternos fueron los diez minutos del procedimiento, recuerda la camilla donde se acostó con las piernas abiertas en posición de visita al ginecólogo y la aspiradora, mínima a comparación del tamaño de un pene, al penetrarla le causó mas dolor que aquel día de sus quince años en que perdió la virginidad, este sitio esta ubicado en la cra. 57 entre trece y caracas y resulta muy irónico que a unas pocas cuadras de allí esta ubicado un centro de pro familia.
Mientras la desgarraban por dentro el alma ella mantenía los ojos cerrados en un intento fallido por no derramar esas lágrimas amargas que se habría podido evitar fácilmente, cuando ya tenia el pulso acelerado, los oídos sordos y todo el cuerpo tensionado, terminó. Vio la cara del tipo que pronunció unas palabras tan simples pero tan significativas: si ve, por eso es mejor planificar. Palabras sencillas, concisas pero inolvidables.
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