El país se llamaba Desnudo y sobre sus tierras no se alzaba un solo árbol, una ley promulgada hacia siglos por el Rey Senil había prohibido todo elemento en el que se pudieran ocultar, había hecho derribar su propio castillo(que habían construido sus tatarabuelos con el trabajo de muchas generaciones) y las casas de la gente de la ciudad.

El Rey murió de un constipado unos meses mas tarde en la primera primavera, sus reales posaderas no parecían preparadas para mirar a la luna cada noche y como no había árboles no quedaba leña para hacer hogueras y protegerse así del frío.

El pueblo se lo tomo bien... todos los que llevaban en su corazón un delincuente(que resultaron ser muchos mas de los que estaban en prisión) se dieron al pillaje y a la destrucción de todas las propiedades ajenas. A las pocas semanas la desolación era patente en todas las imágenes de la ciudad y los delincuentes huyeron cargados de joyas pensando que de este modo tendrían la vida resuelta en cualquier parte del mundo.

Allí quedaron los que eran demasiado ancianos para cargar con nada, los que amaban el lugar en el que habían nacido los niños más pequeños con sus madres que se habían negado a abandonarles y el hijo del rey.

Como los funcionarios de la realeza habían sido los primeros en robar y huir no quedaba ningún escribiente que reformara la ley del Rey Senil y el joven príncipe al que habían robado la corona y que por tanto no podía ser coronado, nunca había sido instruido en la lectura y la escritura ya que había otros que podían hacer estos trabajos por él. Bueno el caso es que el joven príncipe se vio imposibilitado para cambiar esa ley.

Sin embargo todos los habitantes se volcaron hacia el para que les guiase y finalmente se convirtió en líder de su pueblo. Se hicieron nómadas dentro de sus fronteras y durante muchos años los pueblos vecinos intentaron tomar sus ciudades que no existían, robar sus riquezas que ya habían sido robadas y sus ejércitos agotados y sin el premio de todo soldado que son los bienes del pueblo conquistado se negaron a entrar nunca mas en aquella tierra de locos.

El príncipe envejeció se caso con una hermosa y sencilla chica del pueblo a la que su familia abandonó porque estaba coja y tuvieron nuevos príncipes que dieron alegría a aquella tierra. Los cronistas se olvidaron de ella y los cartógrafos no supieron ubicarla porque no había datos ya que carecia de interes militar o económico asi que hoy día es casi imposible encontrarla a no ser que tropieces con ella.