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La noche anterior fue una noche tranquila se acostó a las 10 como era su costumbre, no pudo presagiar, ni imaginar que al día siguiente seria su ultimo día.

Era un 11 de Agosto una mañana tranquila Juan despertó a las 7 de la mañana como era habitual, pero tuvo una sensación única, presentía que esa mañana iba a ser la ultima, recordó un sueño de la noche anterior en el que una luz le señalaba el camino , el cual el siguió y que en el encontró a una mujer a la cual no había visto antes, una mujer muy bella , quizás la mujer más bella que había visto en toda su vida, ella al verlo echo a correr y el la siguió , corrió tan rápido por alcanzarla que de pronto vio que la luz que le guiaba el camino desapareció y el se vio en un abismo infinito, en una caída infinita, que no sabia donde había empezado ni donde iba a terminar.

Juan vio el reloj y se dio cuenta que ya era tarde se levanto de su cama despacio para no despertar a Valeria, quien era el amor de su vida, tenían planeado casarse al año siguiente, ella lo miro mientras el se cambiaba y le noto algo raro , algo había en el nuevo, algo que a ella la preocupaba, sabia que algo le sucedía , le pregunto y el le contesto que nada ocurría su respuesta sonó falsa, pero a la vez sincera, el no se sentía mal, ni tenia ningún problema, pero presentía que algo ocurriría, la miro a Valeria y le pidió que hicieran algo en la tarde que dejaría el trabajo para poder almorzar con ella e ir al parque a pasar una tarde como nunca antes la habían pasado.

Juan se preparo para salir, y de pronto sonó el teléfono era para el, era su primo Federico hijo de Roberto un capo de la mafia de los años 70. Federico era quien iba a continuar con los negocios turbios de su padre, Federico era quizás también el primo mas cercano que tenia Juan, Juan no tenia hermanos pero consideraba a Federico como su hermano y a su tío Roberto como su segundo padre.

El llamo para advertirle que un grupo de la mafia colombiana para los que Juan había hecho un trabajo hace años, lo estaban buscando, porque creían que el los había engañado y que tuviera mucho cuidado que el trataría de arreglar las cosas para mañana. Juan comprendió en ese momento que quizás el sueño que había tenido y el presentimiento que tenía eran verdaderos y que tendría que cuidarse pero a la vez disfrutar el día como nunca antes lo había hecho.

Juan se fue yendo, se despidió a la distancia de Valeria, ella lo llamo, le dijo que por favor se sentara a conversar con ella un rato, presentía que algo le sucedía a Juan, el le contesto.- No te preocupes Vale, no me ocurre nada, tengo que ir a trabajar.-. Ella le pregunto quien lo había llamado, el dijo que lo había llamado Federico. Valeria se disgusto conocía muy bien a Federico, también conocía los negocios de Federico y su padre y sabia que Juan había trabajado con ellos.

Juan decidió irse para evadir el interrogatorio que Valeria se preparaba a hacerle, ella lo trato de persuadir que se fuera sabia que algo pasaría, sospechaba que algo malo pasaba pero no podía hacer mas, dejo que Juan se fuera.

El salio del departamento aliviado por haber escapado al interrogatorio de Valeria, pero también preocupado por su destino, por su vida, de pronto se dio cuenta que estaba caminando sin un rumbo fijo. En realidad no sabia donde iba, ni cuanto dudaría en las calles, no sabia en que momento le llegaría su hora. Mientras caminaba pensaba lo bueno que seria saber a que hora seria su fin, a que hora moriría y no estar pensando a cada segundo que quizás al próximo dejaría de pensar en más segundos. Se decidió a dejar de pensar en su muerte, la cual se dijo “Ha de llegar, cuando ha de llegar”, como el amor en algunos casos, llega cuando uno menos se lo espera. Siguió caminando otra vez sin rumbo alguno, quería pensar que rumbo tomar, que hacer a esa hora, se dio cuenta que había olvidado su reloj y prefirió mantenerse sin saber que hora era, quería perder la noción del tiempo, el no saber la hora le aliviaba un poco su preocupación , su desesperación a saber que esta próximo a morir y no saber si será , al minuto siguiente o al año siguiente, Juan estaba muy mortificado, pero seguía caminando, cuando por fin se dio cuenta que no podría seguir así todo el día, decidió detenerse y ver en que lugar se encontraba, busco el nombre de la calle en la que estaba, decía “Av. Corrientes cdra.34” había caminado 10 cuadras, no sabia que hora era , no sabia cuanto tiempo había pasado caminando, pero no se sentía cansado.

Se sentó en un Café, para pasar el rato y poder pensar en que haría en todo el día. Se pidió un Capuchino, se lo tomo y se fue, no pregunto la hora, prefería no saberla.


Camino un par de cuadras y se detuvo, pensó que tendría que ir a dejar algunas cosas en orden en el trabajo, detuvo un Taxi y le pidió al chofer que lo llevase a la Av. Ejercito, a su oficina, debía, pensaba el, terminar unos asuntos en el trabajo , mientras viajaba en el Taxi no dejo de ver nunca por la ventana el paisaje tan subliminal de la ciudad , recordó cada calle, en cada etapa de su vida, desde niño hasta lo que fue su vida antes de ese sueño. De pronto sintió que el chofer se detenía, se dio cuenta que ya habían llegado, y se bajo. Juan estaba ahí parado en la puerta de un gran edificio, pensaba que quizás esa seria la ultima vez que podría mirar ese portón, dudo si entrar o no, decidió mejor no hacerlo y siguió caminando sin rumbo, sin horizonte.

Camino un par de cuadras y se detuvo en un teléfono publico, estaba ocupado, espero por un buen tiempo, pero la conversación de quien hablaba parece que estaba muy entretenida porque la señora paso más de 15 minutos hablando, el no podía entender como alguien podía hablar tanto, como esa señora, en realidad el no tenia noción del tiempo que llevaba esperando, ni tampoco de la hora, pero le pareció haber estado esperando una eternidad. Se desespero, lo desesperaba la idea de estar perdiendo el tiempo cuando no sabia cuanto era el que le quedaba, y le dijo a la señora que colgase que era un asunto de vida y muerte lo que el tenia que hablar y que se fuera, la mujer se enojo pero no le quedo otra que colgar.

Llamo a Valeria, quería almorzar con ella y de paso preguntarle la hora. Ella le dijo que se encontrarían en unos minutos en el Restaurante de Pietro un viejo amigo italiano de ambos, ya eran casi las 2 de la tarde, ella sentía que debía ir a estar con el, y el que no quería separarse de ella ni un instante, la necesitaba junto a el, la deseaba para toda la vida, pero su vida parecía, iba a ser muy corta.


Ya en el restaurante de “Pietro” Juan busco la mesa que siempre le gustaba ocupar, pregunto por su amigo Pietro el cual estaba vestido de negro y se le notaba confundido, un poco triste, Juan le pregunto que era lo que ocurría y Pietro le respondió que su padre acababa de morir, que estaba desecho, Juan por un momento pensó en contestarle sarcásticamente, que si quería el le llevaba un mensaje , ya que el se iba a enrumbar en ese viaje sin retorno contra su voluntad, que daría muy pronto alcance a su padre, pero de pronto solo atino a decir: Lo Siento.

Valeria llego unos minutos después, venia muy entusiasmada porque había recibido una propuesta para irse a trabajar al extranjero, la oportunidad que ella siempre había querido. La vio un poco confundida entre los tallarines que se pidió y lo que decía. A ella le preocupaba el que Juan tuviera que dejar su trabajo o una separación larga y que podría traerles problemas. El le contesto que dijera si al trabajo, que una oportunidad como esa no la podía dejar pasar.

Terminaron de comer y ella se despidió, debía de entrevistarse con su futuro jefe, el le deseo suerte y le pidió que no lo esperara despierta que llegaría tarde a casa o mejor dicho – pensó el- quizás nunca mas llegaría.

Juan no sabia que hacer ni a donde ir así que decidió regresar a casa, pero en el camino se encontró con uno de sus mejores amigos y se fueron a tomar unas cervezas y a conversar un poco sobre lo que había sido la vida de ambos estos últimos meses. La pasaron tan bien que Juan olvido por completo el sueño y todo lo que lo estaba atormentando, decidieron ir a bailar a una discoteca, para pasar un buen rato y recordar sus épocas de donjuanes.

La estaban pasando tan bien cuando Juan vio sentada en la barra a una mujer muy hermosa, ella lo miraba, el pensó que era amor a primera vista, ella se le acerco, tenia un vestido blanco y el reflejo con la luz, le hicieron recordar a Juan que ya había visto a esa mujer antes, el se asusto, pensó de nuevo en el sueño de la noche anterior, ella era la mujer de su sueño, era muy hermosa. En ese momento Juan vio que la chica se retiraba del local y decidio seguirla, ella corrió y el la persiguió, la perdió de vista, enfrente suyo había una luz muy poderosa que no lo dejaba ver, era de un auto del cual bajo uno de los capos de la mafia colombiana, Juan sintió que su vida se iba, que todo se acababa para el. Los reconoció, lo estaban apuntando, el solo cerró los ojos, prefirió no ver más. De pronto escucho disparos, pensó que eran los que iban hacia el, pero no sentía ningún dolor, se dio cuenta que era su primo quien disparo, si era Federico quien lo estaba esperando.

Juan se sintió aliviado, decidió regresar a casa para estar con Valeria, su temor a la muerte ya paso, eran cosas del destino, quizás Dios todavía no lo quería tener a su lado, Juan se sintió salvado y comenzó a hacer de nuevo sus planes a futuro.

Llego a casa eran las 11:30 de la noche Valeria ya esta durmiendo Juan se recostó a lado de ella silenciosamente para no despertarla, pensó que mañana le podría contar todo lo que vivió ese día, se durmió pensando en que todo había acabado y que al despertar mañana retomaría su vida normal.

No pudo dormir asi que decidió escribir una corta nota sobre lo que fue ese día, el cual llego a creer seria el último. La nota fue la siguiente.

“ Hoy al despertar pensé que seria la ultima vez que lo haría y te vería a mi lado, se que en mi vida cometí muchos errores pero también aciertos y uno de ellos fue haberte conocido, hoy fue un día en el que recordé toda mi vida porque pensé que seria el ultimo, pero no fue así, me siento renovado, son las 11:45, todavía quedan 15 minutos en este el día mas raro de mi vida, mañana despertare y hablaremos sobre tu trabajo y los nuevos planes para nosotros. Para terminar solo quiero decirte que me di cuenta de que LA VIDA ES COMO UNA NUBE, NO SE SABE EN QUE MOMENTO LLEGO, NI PORQUE LLEGO, NI TAMPOCO QUE TRAE, SOLO SE SABE QUE ESTA AHÍ, PERO DE UN MOMENTO A OTRO CUANDO MENOS TE LO ESPERAS DEJA DE ESTARLO. Por suerte ese no fue mi caso. Te amo Vale. Juan.”

Eran las 11: 59 con 59 segundos. Juan se recosto y por cosas de la vida, nunca mas desperto.





----- FIN -----

Texto agregado el 25-03-2005, y leído por 136 visitantes. (1 voto)


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