Es fácil querer echar la rutina al bolsillo y
simplemente seguir mirando
los rostros grises que nos rodean.
Querer echar la montaña abismal
que nos separa de la felicidad,
que nos mantiene atados al crepúsculo,
al alba, al anochecer,
a momentos donde nadie existe y
estamos solos.
Es fácil querer creer en el amor
falso y sin vida
que nunca existió ni abrazó,
que queremos meternos
en nuestros corazones sedientos y taciturnos;
melancólicos y solitarios.
Si no es amor... ¿qué importa?
sus brazos me abrigan
y fingen que me necesitan,
sus besos me miman
y fingen que me necesitan,
sus manos me entretienen,
su lengua me busca,
sus palabras me protegen,
su cuerpo me desea,
su ser completo necesita del mío...
para mantenerlo distraído
de los cuadros rutinarios y
los problemas reales;
para mantenerlo entretenido
con un juguete que es fácil botar
cuando comience a vivir,
a hablar, a sentir,
a necesitar amor...
Prefiero creer que es cierto
que tu cuerpo me necesita.
A mi cuerpo frágil, sincero, fuerte y de mentira;
a mi cuerpo ...
limpiamente sucio,
incansablemente usado,
positivamente regenerado.
Mi cuerpo.
Quiero creer...
quiero que me quieras,
quiero que me necesites,
quiero que la rutina se hunda o evapore,
que el amor falso se pierda en mi bolsillo.
PalomaParra