Club de lectores que no leen. Comunidad de intelectuales mediocres, (peludos antipáticos de una falsa imitación de felpa). Asociación de idiotas que no piensan. ¿Por qué rayos los números no avanzan? Si cuando uno contribuye, ¿qué diablos pasa?

¿Tan importantes se creen para sentir el fuego de la inútil disolución egoísta? ¿Cómo y qué se piensa acerca del crecimiento? En un mundo personalista e indiferente, en que a todos les da lo mismo lo grandioso que sea el otro lugar. Así, entonces, ¿cómo se disfrutará de las opiniones, si nadie opina? Pocos lo hacen, pero… sólo un clic y “dale atrás que esto no sirve para nada” (molesta la flojera con su estúpido susurro).

Creo yo que sí hago lo que hace falta. Pero a quién rayos le importa si ni siquiera opiniones acerca de ellos les importa. Eso es que ni siquiera hay opinión sobre sus mismas opiniones. Es impotante hacer cuando nadie hace, por lo menos la actitud personalista se disipa aunque sea un insignificante milímetro.

Sea lo que sea, es impreciso. Y si es impreciso, es porque esto tiene que hacerse por medio de todos. ¿Entonces para qué existen oportunidades como esta de expresarse deslizándose por el aire, con libertad, y surcando horizontes llenos de sonidos interpretados en paisajes profundos de la meditación? Supongo que es por algo, y ese algo tiene razones, por más que la flojera sumerja el cerebro en un estado caótico. Sólo lo pueden responder los que sí cumplen el propósito de todo el orden de las cosas que se rigen por la lógica, ¿o no?