quisimos refugiarnos, 
ser transparentes, 
pulir nuestros huesos, 
aquellos que tanto daño nos hicieron, 
quisimos ser comidos por aquellos peces pavorosos 
que un dia tuvieron memoria, 
creimos en el dulce y crepitante olor de nuestros pechos, y nuestras comisuras, 
pero solo llegamos a eso, a creer, 
nos esra imposible poseer el olor ajeno, 
lloramos y pensamos en destruirnos, 
pero aun nos quedaban las manos, 
kilometros de cuerpo flotante, 
trabajamos como obreros casados y con hijos, 
amamos con lo poco que teniamos, con nuestras manos, y creamos surcos de tierra, 
descubriste en mi el blancor mas absoluto y me diste medidas, 
fuimos dos grandes creadores de una triste carencia, 
nada mas que dos cuerpos con un unico olor.  |