Jamás estoy solo...
En mi mente te escondes,
duermes en mi alma,
te nutres en mi corazón...
Son mis ojos las ventanas
de tu casa en mi cabeza;
son mis manos herramientas
para hacer según tus ganas.

Este cuerpo mío no es mío ya;
me lo robas cuando quieres,
lo utilizas a tu antojo;
con él libras tus batallas,
mis labios hablan tu verdad
y encierran mi mentira,
y son estas manos constructoras
de tu mundo, tu realidad...

Soy ahora mero espectador,
observando, mas no viviendo,
mi propia vida;
veo a mis ojos mirar,
a mis manos abrazar
y a mis piernas andar...
escucho mi voz hablar...
¿es mi voz o es la tuya? Mis palabras,
¿Mi verdad o la tuya? Mi amor...
¿Es este amor mío, o tuyo...?

Rodrigo Bolaños