la maquina pasaba lentamente
con su maquinista
en la ventana,

mientras Juancho contemplaba
el largo convoi que con su larga cola
serpenteaba el pueblo de (San Rosendo)


Juancho veia el tren y comensaba a silbar como una vieja locomotora
tenia
18 diciembres
y se quedo en su infancia
viendo
el largo tren en su vida,

su cuerpo delgado bailaba
entre rieles
y seguia con una atencion
abismal
todos los hierros
en moviemientos
la rielas
los frenos
la campana
su numero
(1181)
para Juancho
todo hera un escultura viviente

el maquinista lo saludaba
hola Juancho.!!!
y Juancho le respondia con sus ojos,
toda la alegria del pueblo,

una jamas vista en el tren de la vida

la metalica linea que dividia su casa de los rieles
a la alegria
su anatomica exprecion la locomotora
se establecia un dialogo mutuo
entre un joven hombre
que obserbaba la maquina con ojos de poeta
y la vida le dio
la plena felicidad

que lo conprendieran

Juancho siguio viendo los trenes

un dia cuando

cambiaron

la vieja locomotora
por una diesel

Juancho
le dio un desesperado llanto
como quien perdiese un padre
una Madre,

nunca mas Juancho
miro con buenos ojos al maquinista
la mirada se perdio
en una soledad
hera Juancho el ideal maquinista.
Y la humana razon de sonreir...
entre rieles y maquina
nunca mas fue-
lo mismo para Juancho