Hola a todos, amigas y amigos, muy bienvenidos al rincón de mis historias.








Pues esas islas que ves ahora y
aparecen de cuando en cuando no son
tierra firme ni residencia cierta sino
vagabundos solares que van y vienen
por el ancho océano
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Quien allí pose el pie no lo afirmará
nunca y vagará para siempre incierto
e inseguro.
HERMAN MELVILLE

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De esa manera, querido lector, estos poemas son
incursiones
Robinsoncruceanas
el viaje en el mar por la ruta azarosa de Moby Dick,
por las selvas del texto que contiene la codicia de
Hernán Cortés ante los tesoros del oro,
en suma
una expedición encabezada por un cazador de
especies exóticas
que le han sido encargadas para un museo de las
mutaciones,
para un circo de animales naturales en el laboratorio
de la imaginación
con algunas ciencias y cartas personales.

ALFREDO VEIRAVÉ (De "ARTE POÉTICA COMO CIENCIA DE LA NATURALEZA").

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ARTE POÉTICA

Eres la amanecida especie derramada
sobre la carne de mi instinto
en los jardines de oro del crepúsculo
donde te inclinas generosa como el vino
y enardeces mis glándulas de olfato
de estudiante de lunas libertino.

Eres aquella isla hecha de piedra inextinguible
en las mutaciones del sueño;
en las floraciones de otoño presurosas
que asoman trás la niebla del océano;
en el relumbre de los peces
que llegan a mi mesa cada noche,
esos que en vano intento conjurar
con el candor colegial
de tus hoyuelos.

Eres la amanecida voz de las mareas;
la sístole y la diástole del mar,
el agua subterránea
que amanece en mis ojos cada noche
con su luz de cenizas.

Eres la suave voz de aquel que pisa temeroso
la calle del misterio.
El callado susurro hecho presencia
de quienes se despiden de su sombra
a través de los túneles del viento.

Solarium (De "Los Túneles Del Viento").