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Inicio / Lista de Foros / Literatura :: Retos y Concursos / Reto 2 - [F:16:12366]


ninive,06.07.2012
El reto pide :

un texto no superior a 1000 palabras
Los textos se enviarán al nick EL_RETO_GANADORES en Privado

Los textos se publicarán de a dos o tres a medida que vayan
llegando.

La votación y su modalidad será publicada llegado el
momento.
Se vota en VOTARETO en Privado
Se aceptan votos de cuenteros participantes y no participantes. Los votos
de los no participantes serán indicativos del gusto de los lectores
pero no modificarán la clasificación

Todo comentario ofensivo o que obstaculice el normal proseguimiento del
reto será rechazado

El reto va desde el 7 de julio hasta el 17 de julio
 
EL_RETO_GANADORES,06.07.2012
El reto va desde el 7 al 17 de julio

Tema: no más de 1000 palabras
COMTINUACIÓN DE ESTE INICIO COMÚN A TODOS Y USO EN EL DASARROLLO DE LAS PALABRAS OBLIGATORIAS(en negrita, por favor)

Claudia dejó la copia del mail sobre la mesa de entrada como acostumbraba hacer cuando recibían algo importante. Su esposo al regresar de la fábrica estaba siempre extenuado y habían concordado que así harían con los mensajespara evitar que él se sentara frente a la computadora. En casa no quería ocuparse de nada más que de comer y dormir.
Este era un mensaje importante; la familia de su tía les informaba el fallecimiento de Dana en Chicago.
Claudia salió a caminar por el bosque que lindaba la casa. Había leído en alguna novela que la protagonista salía todas las tardes de la casa con la intención de suicidarse. Ella acariciaba ese pensamiento desde hacía tiempo pero sabía que nunca tendría el coraje para hacerlo. Esa tarde se propuso volver muy tarde. No quería presenciar el dolor de Alberto cuando se enterara de la muerte de su prima.
Alberto la había amado, seguramente mucho más que a ella.
...................
palabras obligatorias: familia, arte, hijo,interés,riqueza.

Suerte!!!

 
EL_RETO_GANADORES,17.07.2012
Ultimo dia para la recepción de textos en mi nick libro de vivitas en privado
 
EL_RETO_GANADORES,18.07.2012
Estos son los textos recibidos para el Reto 2

Cuatro dias para lectura y reflexión. Cominicaremos cuando comienzarán las votaciones
 
EL_RETO_GANADORES,18.07.2012
“Opciones Peligrosas: La Novela”

Claudia dejó la copia del mail sobre la mesa de entrada como acostumbraba hacer cuando recibían algo importante. Su esposo al regresar de la fábrica estaba siempre extenuado y habían concordado que así harían con los mensajes para evitar que él se sentara frente a la computadora. En casa no quería ocuparse de nada más que de comer y dormir.
Este era un mensaje importante; la familia de su tía les informaba el fallecimiento de Dana en Chicago.
Claudia salió a caminar por el bosque que lindaba la casa. Había leído en alguna novela que la protagonista salía todas las tardes de la casa con la intención de suicidarse. Ella acariciaba ese pensamiento desde hacía tiempo pero sabía que nunca tendría el coraje para hacerlo. Esa tarde se propuso volver muy tarde. No quería presenciar el dolor de Alberto cuando se enterara de la muerte de su prima.
Alberto la había amado, seguramente mucho más que a ella.
Esa duda siempre fue una espina dolorosa en su corazón.
Más de una vez pensó en abandonar a Alberto. Se dijo que nunca volvería a tener relaciones con quien no fuera total y exclusivamente suyo. Ella concluyó que sólo tenía tres opciones; a saber: Opción uno: Sería infeliz el resto de su vida, y para ello era más que suficiente dejar las cosas como estaban. Opción dos: Debía salir a buscar la felicidad sea como fuere. Opción tres: Debía matarse y acabar este drama de una vez por todas.
Esta última opción le creaba conflictos morales por su hijo y su familia.
Un silbido alegre le llegó desde el otro lado del bosquecito. Allí vivía un joven cartero que más de una vez le sonrió al cruzarse en su camino. Pensó en él y se turbó. En una ocasión lo había observado con gran interés, cortando leña desde el camino. Había observado ese cuerpo dorado y fuerte moviéndose bajo el sol, sudoroso y brillante; todo músculo, fuerza y voluptuosidad. Su cabeza se había llenado de locas fantasías; de las habidas y por haber. Aquel carterito trató de acercarse en más de una oportunidad a ella. Sin embargo, Claudia evitó siempre cualquier actitud que pudiera ser malinterpretada por el joven. Ella, en lo íntimo de su ser, lo deseaba más que a nada en el mundo. Pero eso era sólo para ella. Ese era su secreto. Su sueño imposible. Alberto había dejado de hacerle el amor hacía mucho tiempo. Se había hundido en un estado depresivo que ya no le permitía siquiera besarla en la boca. Acabaron los tiempos en que no pasaba un solo día sin que se amaran como dos adolescentes apasionados. En la novela que estaba leyendo, titulada “El arte de amar”, además de tener ideas suicidas, la protagonista consideró la opción de tener un amante que le diera la dicha que le faltaba. Esas riquezas de fantasías sexuales bien podrían ser las suyas, haciéndolas una realidad con solo estirar la mano y tomarlas, si tan sólo pudiera vencer ese temor que la obligaba a pensar en el fruto prohibido y en sus dolorosas consecuencias.
No supo bien por qué ni cómo había llegado hasta allí, pero se sorprendió al verse frente a la casona del joven cartero con un ramito de violetas en las manos. Él estaba absorto cortando el pasto del jardín, de pronto levantó la cabeza, la vio y la miró a los ojos con una sonrisa solar. Ella se turbó un instante e inclinó su mirada buscando un pretexto, pero él le extendió un cálido saludo, invitándola con cierta insolencia a acercarse. Claudia tembló y trató de explicarse a sí misma la situación; intentó despertar, culpando a las presiones que últimamente estaba sufriendo; pensó en la protagonista de la novela, pero nada sirvió. Sin ningún recurso moral válido a su alcance que lograra disuadirla, respondió al saludo con la misma libertad e insolencia que irradiaba aquel joven, y caminó hacia él. Definitivamente libre y subyugada.

Por la noche, al regresar, encontró a Alberto dormido en el sofá, y al mail de la familia, doblado aún, sobre la mesa.
 
EL_RETO_GANADORES,18.07.2012
res vidas y un destino

Claudia dejó la copia del mail sobre la mesa de entrada como
acostumbraba hacer cuando recibían algo importante. Su esposo al regresar de la fábrica estaba siempre extenuado y habían concordado que así harían con los mensajespara evitar que él se sentara frente a
la computadora. En casa no quería ocuparse de nada más que de comer y
dormir.
Este era un mensaje importante; la familia de su tía les informaba el fallecimiento de Dana en Chicago.
Claudia salió a caminar por el bosque que lindaba la casa. Había leído en alguna novela que la protagonista salía todas las tardes de la casa con la intención de suicidarse. Ella acariciaba ese pensamiento desde hacía tiempo pero sabía que nunca tendría el coraje para hacerlo. Esa tarde se propuso volver muy tarde. No quería presenciar el dolor de
Alberto cuando se enterara de la muerte de su prima.
Alberto la había amado, seguramente mucho más que a ella.
En ese momento como tantas veces los recuerdos de aquel verano trece años atràs volvieron a su cabeza como tantas veces pero ahora tomaban un sentido diferente y màs real que nunca.
Era una adolescente entonces,recièn habia terminado sus estudios secundarios y pasaba sus vacaciones en
una casa de playa de su familia materna.
Allì fuè donde ella y su prima Dana habìan conocido a
Alberto.
Su prima y ella tenìan la misma edad pero Dana era más hermosa y extrovertida,siempre captaba la atenciòn de los chicos cuando salìan juntas y Alberto no fuè la excepciòn.
Ese verano los tres compartieron paseos,playa y discotecas.
Mientras que para Dana Alberto era uno màs de sus amigos, Claudia se estaba enamorando de
èl sin darse cuenta y fuè en el momento que lo vio desde lejos besando a su prima cuando comprendiô la realidad de sus sentimientos.
Recordaba como habìa llorado ese dìa y hasta habìa pensado en
apartarse y olvidarlo pero algo en ella le hizo cambiar de opiniòn y entonces decidiò que Alberto serìa suyo a toda costa,lo apartarìa de su prima y lograrìa conquistarlo para siempre.
Al dìa siguiente comenzò con su estrategìa de enredos y mentiras bajo
el argumento de que en el amor y la guerra se vale todo.
A los pocos dìas logrò que su prima regresarà a la capital y esa misma
noche en la playa simplemente se
arrojò sobre Alberto,lo besò,lo abrazò y lo provocò
hasta que finalmente èl la hizo suya, por pura pasiòn,
por puro deseo,por el instinto que se despertò esa noche de verano.
Luego fuè facil seguir con la relaciòn,imponerse y transformarla en noviazgo.
Al tiempo se casaron y sintiò que tenìa todo cuanto habia deseado;el
amor y el comienzo de una familia.
Alberto entrò a trabajar en una fabrica y ella en una boutique.Asì
pasaron los años y la rutina se apoderò de sus vidas.
Su prima habìa seguido un camino muy diferente,despuès de haber
estudiado arte y decoraciòn en pocos años era una reconocida y joven
diseñadora y artista plàstica .Con solo 30 años
habìa viajado a Europa exponiendo en diversos lugares
vivìa con comodidad sin privarse de nada y seguramente en poco tiempo
tendrìa fama y riqueza.

Este ùltimo verano despuès de tres años, Claudia y Alberto fueron a
pasar la Navidad a la tan recordada
casa de playa de la familia.
Allì estaban sentados en el jardìn cuando una voz muy familiar se
adueño del lugar;era Dana,hacia mucho que no la veìan, estaba
bellìsima con su cuerpo
perfecto, su risa contagiosa y con esa espontaneidad tan suya.
Claudia mirò a su marido y sintiò miedo,los ojos de Alberto brillaban
y no se apartaban de su prima parecìa que lo hacia inconcientemente
pero se lo veia feliz.
Claudia sabia que despuès que pasara la Navidad volverìan a su casa y
todo seguirìa siendo como siempre allì lograrìa recuperar el interès de su marido solo debìa apartarlos como tantas
veces y callar como tantas otras.
Dos dìas de comidas en familìa,playa idas y venidas,salidas a la noche
y fuè entonces cuando pudo ver una mirada de complicidad y de culpa
entre su prima y su marido, una mirada que lo decia todo pero que no
aclaraba nada, pensò en reclamar, hacer un escandalo pero se limitò a
callar,ese fuè su error y ahora lo estaba pagando.
Volvieron a su casa pero nada volviò a ser igual.
Alberto estaba cada vez màs distante,tomò màs horas en el trabajo y
casi no estaba en la casa.
Entonces ella sintiò pànico y comenzò con sus crisis nerviosas,Alberto
la contenìa a su modo por compañerismo pero con frialdad.
Cuando cuatro semanas atràs supo que su prima viajaba a Estados Unidos
se sintiò màs segura solo esperaba que no regresarà jamàs.
Dana apartò sus recuerdos se sentò sobre un tronco
allì sola entre los arboles, el sol ya se habìa ocultado sintiò un
friò inmenso y un dolor profundo,su deseo se habìa cumplido, Dana
nunca regresarìa,llorò y gritò todos los gritos que antes habìa
callado.

Alberto llegò a su casa,ya era de noche,vio el mail y lo leyò,el papel
resbalò de sus manos, no podìa creerlo,la mujer a quièn habia amado
tanto en secreto estaba muerta.Tomò el telefono y desesperado llamò a
la madre de Dana,solo querìa escuchar que era un error pero lo que oyò
lo destrozò completamente;Dana habìa muerto en un accidente y con ella
el bebè que llevaba en su vientre.
Alberto recordò aquel dìa un mes atràs en que saliò de la fabrica para
encontrarse con ella,aquel fuè su ùltimo encuentro,ese dìa ella
intentò decir algo pero nunca llegò a decirlo, èl no podia abandonar a
su mujer,no podìa cargar con la culpa, ella era debil y estaba
enferma,era su deber cuidarla.
Otra vez el destino los estaba separando y unos dìas despuès Dana
viajò a Chicago.
Albertò sintiò que un enorme peso habìa caìdo sobre èl,si solo pudiera
regresar el tiempo,regresar a ese momento,Dana estarìa viva y entonces
ella le contarìa que estaba embarazada,èl la abrazarìa y le dirìa que
iba a ser el mejor padre del mundo para el hijo de su amor,ese amor
que habìa nacido una tarde de verano trece años atràs,pero que el
destino habìa postergado.
Pero no es posible,nadie puede volver atràs.

Claudia y Alberto ya no estàn juntos,cada uno intenta
olvidar sus errores y sus penas,esperando encontrar algùn dìa la paz y
la felicidad.
 
EL_RETO_GANADORES,18.07.2012
El túnel

Claudia dejó la copia del mail sobre la mesa de entrada como acostumbraba hacer cuando recibían algo importante. Su esposo al regresar de la fábrica estaba siempre extenuado y habían concordado que así harían con los mensajes para evitar que él se sentara frente a la computadora. En casa no quería ocuparse de nada más que de comer y dormir.

Este era un mensaje importante; la familia de su tía les informaba el fallecimiento de Dana en Chicago.

Claudia salió a caminar por el bosque que lindaba la casa. Había leído en alguna novela que la protagonista salía todas las tardes de la casa con la intención de suicidarse. Ella acariciaba ese pensamiento desde hacía tiempo pero sabía que nunca tendría el coraje para hacerlo. Esa tarde se propuso volver muy tarde. No quería presenciar el dolor de Alberto cuando se enterara de la muerte de su prima.

Alberto la había amado, seguramente mucho más que a ella, Dana había sido una hermosa mujer y destacada profesional, su únicohijo Isaías ya exponía sus pinturas en importantes galerías de arte, desde muy niño recorría con ella esos bosques frondosos que bordeaban el lago Michigan que luego plasmaba en sus cartulinas escolares con habilidad y talento, su esposo había fallecido muy joven, no tuvo la oportunidad de disfrutar a su hijo, ni formarlo y educarlo, Dana siempre pensó que Isaías no habría desarrollado su vocación con el tiempo y la dedicación que necesitó para llegar a ser el artista reconocido que había logrado, desde que nació el niño, su padre había determinado su futuro, un ingeniero más para la empresa que ocupó el interés de la familia hacía tres generaciones. Dana nunca discutió con su esposo los planes y proyectos que albergaba para Isaías, solo era un niño y el tiempo, que siempre pone todo en su lugar, determinaría su destino.
El patrimonio heredado al enviudar era importante, el niño creció con el apoyo permanente de su madre, ella solo aspiraba a la felicidad de su hijo y finalizada su educación secundaria lo envió a París a estudiar las técnicas y movimientos artísticos en talleres y escuelas que guiaron el talento innato de Isaías. La mirada de Dana transparentaba la riqueza de su alma, sus ojos de color indefinido, pardos, dorados, verdes transmitían paz y bondad, pero también fuerza y determinación, al separarse de su hijo su interés y dedicación fueron su trabajo, la lectura, la música, y los talleres de historia del arte en el Palacio de Bellas artes, sería el modo de mantener una comunicación fluída con Isaías, nunca volvió a casarse.

Claudia la recordaba con cariño y admiración, inmersa en el entorno acogedor y misterioso de la frondosidad y la diversidad del colorido del follaje, el vuelo de pequeñas aves cantoras y en ocasiones el lejano aullido de un lobo, Dana nunca se enteró del amor que sintió por ella su esposo, Claudia asumió su desventaja y contrajo matrimonio con Alberto con la esperanza que con su amor lograría apartar a Dana del corazón de quien ella amó profundamente. Paso a paso entre la hojarasca y la brisa fresca y aromática recordaba la frialdad, el desamor y los reiterados acosos sicológicos de Alberto, no habían logrado formar una familia y el diario vivir era monótono y de una frialdad que la empequeñecía, hasta podía sentir que le tenía miedo, su quehacer era mantener la limpieza de la casa, cocinar para Alberto, lavar su ropa, ordenar el desorden que lo caracterizaba y los fines de semana las compras del supermercado mientras Alberto se evadía con los programas de televisión, foot ball, cow boys, guerras, farándula. No quería seguir viviendo, desarrollaba enfermedades que nunca tuvo, su caminar siempre cansado, lento como si llevara sobre sus hombros el peso del universo entero, sus manos vacías, su mirada triste, quería morir allí, en ese bosque de Houghton que tanto conocía, acompañada del trinar de aves de hermoso y colorido plumaje, ya lo había intentado hacía unos meses pero la dosis de somníferos no había sido suficiente, no estaba preparada para lograr su objetivo, temía morir, Alberto se encontraba de viaje y jamás se enteró que su mujer había estado toda una noche fuera de casa, en esa oportunidad Claudia vivió una experiencia maravillosa, había experimentado en un sueño profundo la sensación de salir de su cuerpo que yacía entre añosas raíces de un roble e ingresaba a un túnel luminoso, en donde la invadió una paz inmensa, plena de energía, placer y ansias de llegar hasta el final, pero inesperadamente la imagen de su padre, de su madre, de toda su familia la detuvo y despertó entre el trinar de los pajaritos y la brisa que la acariciaba.
Pero hoy, Dana había fallecido, estaba segura que ella la esperaría al final del túnel, de jovencitas habían sido muy cercanas, ansiaba vivir la experiencia nuevamente y en forma definitiva, buscó el lugar del bosque que siempre visitaba, se había asegurado de llevar el frasco de somníferos completo y una botella con agua, Dana la recibiría, le transmitiría el coraje que siempre fue parte de ella misma, se liberaría de Alberto, de sus miedos, de sus frustraciones y sería libre como siempre lo fue Dana, como ella lo sería desde ahora que sonreía mientras sentía que sus ojos aunque ya cerrados por el sueño que la invadió, siempre le permitirían volver a disfrutar del bosque y su fantasía y la acompañarían en su viaje con Dana el canto de las avecillas y la fresca brisa que jugueteaba entre el ramaje de la arboleda.
 
EL_RETO_GANADORES,18.07.2012
Cicatrices

Claudia dejó la copia del mail sobre la mesa de entrada como acostumbraba hacer cuando recibían algo importante. Su esposo al regresar de la fábrica estaba siempre extenuado y habían concordado que así harían con los mensajes para evitar que él se sentara frente a la computadora. En casa no quería ocuparse de nada más que de comer y dormir.
Este era un mensaje importante; la familia de su tía les informaba el fallecimiento de Dana en Chicago.
Claudia salió a caminar por el bosque que lindaba la casa. Había leído en alguna novela que la protagonista salía todas las tardes de la casa con la intención de suicidarse. Ella acariciaba ese pensamiento desde hacía tiempo pero sabía que nunca tendría el coraje para hacerlo. Esa tarde se propuso volver muy tarde. No quería presenciar el dolor de Alberto cuando se enterara de la muerte de su prima.
Alberto la había amado, seguramente mucho más que a ella. Cuando se adentraba en el bosque, un sentimiento dual daba vueltas dentro de Claudia; en parte, sentía tristeza porque sabía cuanto le afectaría a Alberto la noticia de la muerte de su prima pero, al mismo tiempo, sentía alivio de saber que el motivo que llevó a su matrimonio a ser un simulacro donde cada uno entendía bien que rol debía cumplir, al fin había desaparecido, al menos físicamente. Cuando la prima de Alberto vino a pasar unas semanas a su casa, Claudia jamás imaginó lo que sucedía entre su esposo y Dana, pero durante su estadía, Alberto dirigió todo su interés a su prima, lo cual parecía en cierto modo lógico hasta ese día que los encontró juntos en la misma cama que ella compartía con aquel hombre a quien amaba con todo su corazón, con quien decidió formar una familia; el padre de su hijo. Aquel hombre olvidó todas las promesas que hizo ante Dios y el cura del pueblo. "Yo te puedo explicar" le dijo Alberto mientras abotonaba su camisa, Claudia se quedó petrificada, con los ojos vidriosos y sin pronunciar palabra dejó la habitación. A partir de esa fecha, 16 de Julio, las cosas entre Claudia y Alberto jamás volvieron a ser iguales. Si bien el episodio parecía olvidado, era como la basura debajo de una alfombra nueva. Llevaban tantos años juntos y el amor que los unió ya no los unía, pero quedaba en su hijo la prueba fehaciente de que alguna vez se amaron; y fue, más que nada, por él que Claudia decidió quedarse al lado de Alberto. Ella venía de una familia high-class, él era un pibe de barrio, de una familia de clase media; se conocieron en un recital de Soda Stereo cuando esa obra de arte llamada "Lo que sangra" sonaba fuerte en las radios. Ella se enamoró ciegamente, con ese amor estúpido que sólo se siente una vez en la vida y soportó que sus padres la forzaran a elegir entre una vida de riquezas o Alberto.
A veces llegaban a su mente, como hilos de luz que logran infiltrarse dentro de una oscura cueva, los recuerdos felices junto a él , imágenes de una época feliz que no regresaría, ahora tan sólo le quedaba un rostro avejentado, una cicatriz profunda y la recurrente idea del suicidio.
 
EL_RETO_GANADORES,18.07.2012
El mail

Claudia dejó la copia del mail sobre la mesa de entrada como acostumbraba hacer cuando recibían algo importante. Su esposo al regresar de la fábrica estaba siempre extenuado y habían concordado que así harían con los mensajes para evitar que él se sentara frente a la computadora. En casa no quería ocuparse de nada más que de comer y dormir.
Este era un mensaje importante; la familia de su tía les informaba el fallecimiento de Dana en Chicago.
Claudia salió a caminar por el bosque que lindaba la casa. Había leído en alguna novela que la protagonista salía todas las tardes de la casa con la intención de suicidarse. Ella acariciaba ese pensamiento desde hacía tiempo pero sabía que nunca tendría el coraje para hacerlo. Esa tarde se propuso volver muy tarde. No quería presenciar el dolor de Alberto cuando se enterara de la muerte de su prima.
Alberto la había amado, seguramente mucho más que a ella.
Ese amor prohibido, nunca fue un secreto para ella, el mismo Alberto se lo había confesado poco antes de proponerle matrimonio.
Recordaba el cúmulo de emociones que la habían embargado, y su decisión de seguir adelante... ¡Lo había amado tanto! -Creía que con su sólo amor, sería suficiente- ¡Qué equivocada había estado!, - pensaba que armar su familia con él sería la mayor riqueza.
En ese momento veía como un desafío lograr que él pudiese llegar a amarla más que a Dana. Utilizaría en este empeño todo su arte.
Pensaba que al tener su primer hijo todo resultaría más sencillo. Que las obligaciones lo distraerían y sólo tendría ojos para ella. Sin embargo estas ocupaciones nuevas, e incluso la hija de ambos, nunca parecieron ser suficientes, y varias noches encontró a su marido viendo las fotos del álbum familiar con esa mirada que muy pocas veces le había obsequiado a ella.
Recordaba esa mirada cuando le anunció que serían padres, y el día que ella le dijo que la niñita de ambos había dado los primeros pasos.
Sabía que él hacía todo lo posible, y también sabía que no podía obligarlo a sentir.
La idea del suicidio había surgido en ella más de una vez, pero pensar en que su niña la necesitaba siempre la detenía. Ser madre se había transformado en su mayor interés.
Tantas ideas y recuerdos rondaban su cabeza… y el temor. Ese temor que nacía con la muerte de Dana, esto la convertía en mártir y la situación nueva generaría que él la amase más, que la adorase libremente, sin culpas. Y la distancia entre Claudia y Alberto se agigantaría.
Con estos pensamientos se encontró perdida en las calles, hasta que logró ubicarse dónde se hallaba, -aunque no le importaba tanto esto, sólo necesitaba hallar su paz, su niña, Belén estaba en casa de sus padres, y por lo tanto este era “su tiempo”-. Todo estaba sincronizado para que decidiese.
En este instante de libertad, sabía que las cartas de su destino estaban siendo dadas una vez más. Ya tenía la jugada desplegada, y debía realizar su próximo juego, o bién abandonarlo.
Pero era su vida, era ella misma la que se jugaba, y sabía que esta vez sabía un par de cosas más.
Alberto y ella habían establecido un gran vínculo, y aunque la pasión se había retirado hacía unos años, no podía negar que tenían un lazo muy fuerte entre ellos, el lazo del acostumbramiento.
Pero era esto lo que ella quería? ¿Y ese vivir intenso dónde estaba?.
Dispuesta a hablar con él llegó a su casa. Ya había decidido que no aceptaría más medias tintas en su vida. Y esta misma noche hablaría con Alberto.
Llegó a su casa, lo encontró con el mail en sus manos y vió como las lágrimas caían por su rostro. Sin pensarlo lo abrazó, y él la abrazó de una forma que hacía años no lo hacía. Se estaba entregando entero a ella, era inexplicable. Por primera vez lo sintió suyo.
Y allí se dio cuenta que después de tanto, había ganado.
Casi por inercia se tomaron de las manos y sin decirse nada ambos se dirigieron a ver el álbum familiar de Alberto, dónde él con mucho cariño le mostró la foto de Dana y le dijo: ” – Sabés…¡la amaba tanto!... Casi tanto como a vos y a Belén. ¡Qué bueno es que estés conmigo en este momento!”
En ese instante Claudia se llenó de lágrimas y algunas de ellas fueron por Dana, sabía que había sido muy importante para Alberto, y eso provocó que sintiese cariño hacia ella. Sus celos habían desaparecido. Y su presente asomaba intenso.

 
EL_RETO_GANADORES,18.07.2012
Secretos y desenlaces .

Claudia dejó la copia del mail sobre la mesa de entrada como acostumbraba hacer cuando recibían algo importante. Su esposo al regresar de la fábrica estaba siempre extenuado y habían concordado que así harían con los mensajes para evitar que él se sentara frente a la computadora. En casa no quería ocuparse de nada más que de comer y dormir.
Este era un mensaje importante; la familia de su tía les informaba el fallecimiento de Dana en Chicago.
Claudia salió a caminar por el bosque que lindaba la casa. Había leído en alguna novela que la protagonista salía todas las tardes de la casa con la intención de suicidarse. Ella acariciaba ese pensamiento desde hacía tiempo pero sabía que nunca tendría el coraje para hacerlo. Esa tarde se propuso volver muy tarde. No quería presenciar el dolor de Alberto cuando se enterara de la muerte de su prima.
Alberto la había amado, seguramente mucho más que a ella.

Dana, Alberto y Claudia habían crecido en el seno de una reconocida familia dónde la riqueza fue su característica principal y hoy sólo permanecían intactos la soberbia y el reproche constante.

Alberto era hijo, según lo que supieron, de un tío político lejano, desconocido por ellos, que fue abandonado por su esposa, Dana hija adoptiva de la hermana de la madre de Claudia. Los pocos integrantes que quedaron en esa casa inmensa eran fríos, nada los conmovía ni aún la crianza de esos niños, la cual recayó en Carmen. la antigua ama de llaves.

Los tres se mantuvieron unidos y participaron juntos en todas las actividades adecuadas a su edad, ajenos a las oscuras situaciones que mostraban los mayores.

Vivieron milagrosamente una niñez muy feliz, amparados en el cariño profundo que sentían uno por el otro y bajo la mirada amorosa de Carmen.
Al tiempo que crecían, la atracción entre Alberto y Dana se hacía más evidente, lo que provocó peleas interminables y sin motivo entre las adolescentes.
Alberto era muy cordial con ambas, se entristecía por esas riñas y se empeñaba en evitarlas.
Claudia amaba a Alberto pero también a Dana y luchaba por aceptar serenamente la decisión que tomara él.

Pasada la conflictiva adolescencia, Dana inesperadamente manifestó su interés en el arte y viajó a otra ciudad a instruirse.
Fue entonces cuando tanto cariño entre Alberto y Claudia fue acercándolos más y terminaron un día comprometidos.
Dana avanzaba en sus estudios, según las notas que les enviaba o las llamadas telefónicas que les contaba de su alegría ya que estaba siendo reconocida como muy buena pintora.
Afianzado en su propia empresa, Alberto sugirió a Claudia formalizar e instalarse cerca de la fábrica que regentaba ,en un lugar muy bello y tranquilo, para gozar su intimidad, lo que no era posible en la casa grande, la cual perduraba llena de secretos y conflictos y vacía de respuestas y confesiones.
La boda fue íntima, contó con Carmen, algunos amigos y la presencia de Dana, más bella que nunca pero con una gran tristeza reflejada en sus ojos. De todos modos
demostró mucha alegría por la nueva pareja y los llenó de buenos augurios a la vez que les obsequió un cuadro inmenso pintado por ella, que colocaron en la sala principal de la flamante casa.
Luego desapareció sin mayores comentarios sobre su vida.
Los días de Alberto y Claudia continuaron amorosamente sin altibajos hasta que él comenzó a estar raro.
Claudia atribuyó eso a problemas de trabajo y luego de no lograr ninguna respuesta concreta decidió no abrumarlo más con sus preguntas y desde entonces se adjudicó la causa del malestar de de su marido.

“Tal vez era con Dana con quien debió casarse, quizás ella sí era capaz de hacerlo feliz…”, ese pensamiento calaba en su cabeza día a día.
Realmente Alberto sufría por un secreto que le había confiado un amigo de la familia, historia que conoció antes Dana por lo que se alejó de la casa grande.
Aquello lo tenía inquieto porque se avergonzaba por los sentimientos que supo atesorar en su corazón y por la obligación de callar para no desenterrar un pasado escandaloso de la familia..
Se había tornado taciturno e intolerante y siempre se arrepentía de volcar su mal humor en Claudia a quien amaba profundamente, pero no se sentía aún preparado para contarle la verdad.
Por lo mismo ya no constituían una pareja amante, sólo se trataban respetuosamente mientras el dolor anidaba con más fuerza en sus vidas.

Fue entonces que aconteció el hallazgo de Alberto del mail sobre la mesa. Luego de leerlo, apesadumbrado hizo una llamada…
Como si un rayo lo hubiera alcanzado cayó al suelo inconsciente sosteniendo en su mano el celular Así lo halló Claudia.
Desesperada intentó reanimarlo, al no lograrlo pidió ayuda. Una ambulancia llegó rápidamente y sus médicos lo atendieron y trasladaron a un policlínico cercano.
Claudia no lo abandonó ni un segundo y supo que el estaba bajo un estado de shock emocional y no había ningún pronostico al respecto –
Horas y horas a su lado, le permitieron escucharle un balbuceo repetido-- “hermanos”, “hermanos” hasta que quedó inmóvil en el lecho.
Mientras, la mente de Alberto revivía constantemente los últimos momentos: un mensaje anunciando la muerte de Dana, un número telefónico dónde obtener más detalles... el deceso por suicidio y la peor noticia: Claudia era su hermana de sangre, no Dana.


 
EL_RETO_GANADORES,18.07.2012
La prima

Claudia dejó la copia del mail sobre la mesa de entrada como acostumbraba hacer cuando recibían algo importante. Su esposo al regresar de la fábrica estaba siempre extenuado y habían concordado que así harían con los mensajespara evitar que él se sentara frente a la computadora. En casa no quería ocuparse de nada más que de comer y dormir.
Este era un mensaje importante; la familia de su tía les informaba el fallecimiento de Dana en Chicago.
Claudia salió a caminar por el bosque que lindaba la casa. Había leído en alguna novela que la protagonista salía todas las tardes de la casa con la intención de suicidarse. Ella acariciaba ese pensamiento desde hacía tiempo pero sabía que nunca tendría el coraje para hacerlo. Esa tarde se propuso volver muy tarde. No quería presenciar el dolor de Alberto cuando se enterara de la muerte de su prima.
Alberto la había amado, seguramente mucho más que a ella.

Cuando Claudia reentró a casa, Alberto ya dormía. Con cuidado tomó el inalámbrico y sin importarle lo avanzado de la hora, hizo la llamada. La mujer que contestó en Chicago la reconoció enseguida y soltó el llanto. Con palabras entrecortadas le contó la tragedia.

Dana siempre se había distinguido por su excepcional belleza, a tal punto que despertó el interés del hijo del Capo de una familia, traficantes de arte falsificado y de todo lo que pudiera generarles riqueza abundante e inmediata.

Dana, también interesada en incrementar su cuenta bancaria le correspondió. Todo iba bien hasta que Antonello, el artista italiano encargado de las falsificaciones, le pidió que posara para él. El cuadro sería una Venus, supuestamente pintada por un reconocido pintor renacentista. Las dos primeras sesiones transcurrieron sin incidentes, pero el último día, cuando se suponía que el artista finalizaría los últimos detalles del cuadro, pintor y musa fueron sorprendidos por el mafioso.

Ella murió inmediatamente con un pincel clavado en el corazón. El pintor fue calzado con bloques de cemento y lanzado al Río Chicago.

Claudia dio las condolencias y colgó. Ahora se encontraba en un dilema, no sabía cuál dolor sería más grande, si el de su marido al conocer la muerte de su prima o el de ella al confirmar las sospechas de que el cuadro que le había comprado a Dana, con todos los ahorros de su vida, no fuera auténtico.

Nuevamente pensó en el suicidio.
*****
 
EL_RETO_GANADORES,18.07.2012
Empujón.



Claudia dejó la copia del mail sobre la mesa de entrada como acostumbraba hacer cuando recibían algo importante. Su esposo al regresar de la fábrica estaba siempre extenuado y habían concordado que así harían con los mensajes para evitar que él se sentara frente a la computadora. En casa no quería ocuparse de nada más que de comer y dormir.
Este era un mensaje importante; la familia de su tía les informaba el fallecimiento de Dana en Chicago.
Claudia salió a caminar por el bosque que lindaba la casa. Había leído en alguna novela que la protagonista salía todas las tardes de la casa con la intención de suicidarse. Ella acariciaba ese pensamiento desde hacía tiempo pero sabía que nunca tendría el coraje para hacerlo. Esa tarde se propuso volver muy tarde. No quería presenciar el dolor de Alberto cuando se enterara de la muerte de su prima.
Alberto la había amado, seguramente mucho más que a ella.

Y no sólo a Dana; varias mujeres, antes y después del matrimonio, fueron sus amadas. Un matrimonio concertado por la familia, movida por el interés en la fortuna de Alberto y fundamentado en la decadencia de la riqueza que adorna el abolengo del apellido desde unos doscientos años atrás. Alberto es rico y, para los meros conocidos, amante del arte pictórico; en la casa no hubo pared que no albergara un lienzo de valía. Los amigos más cercanos, en cambio, comparten en secreto su condición de también amante ocasional de cuanta mujer atrayente se le cruze.
En los últimos tiempos, en la búsqueda de cambios formales, había abandonado en parte su afición por las obras artísticas y se volcaría a la industria. Su poder económico, al servicio de la empresa, lo catapultó en poco tiempo como líder en el mercado. La actividad lo absorbe totalmente . Sus múltiples compromisos motivan su ausencia permanente durante el día y, en ocasiones, durante horas de la noche.
Pero Claudia sospecha una posibilidad muy distinta; afirma en su interior la idea de una doble vida de Alberto, protegida por su presunta ocupación de tiempo completo en la fábrica. Largas noches en vela, procurando una frase, una palabra, un nombre escapado durante el sueño, para hallar un cabo del que tironear esa verdad incompleta.
Una vez más repasó la situación. Alberto era un hombre de temple, frio y de tomar decisiones. Sus aventuras amorosas son
índice elocuente de que, si una vez la amó, ya no lo siente así. ¿Enfrentarlo? Él la vencería con su dialéctica en pocos instantes. ¿Irse? ¿Adónde? Cierto es que no había un hijo que la atara a ese matrimonio, pero… Acaso pudiera tomar la decisión de abandonarlo todo, no obstante su propia familia jamás perdonaría la traición. Porque para ellos sería una traición imperdonable privarlos del bienestar que, a la sombra de su marido, calienta el caldero de aquellos antiguos apellidos hoy en la bancarrota.
No.
Irse a la aventura significaría, además de la expulsión de los suyos, un futuro de soledad… y de hambre.
Por eso, mientras transitaba por el sendero observaba los enormes árboles y, como jugando, elegía aquél más apropiado para asilo de su propio cuerpo pendiente por el cuello de una soga..
Y ello, una vez consumado, debía significar un merecido castigo, puntual y sostenido, para el futuro de Alberto. Sin duda, una culpa que no lavaría por el resto de sus días.
Cierto es que debía juntar un valor especial para llevarlo a cabo, pero un detalle particular detenía su mano a la hora de actuar: la eventual falta de oportunidad de ver la cara de Alberto al conocer la noticia. Dabapor seguro que su muerte, por sorpresiva y brutal, golpearía a todos, pero en especial al hombre con el cual compartía la vida. Pero ¿cómo gozarlo?

Cuando llegó Alberto ya estaba en la casa. Tenía en la mano la hoja que ella dejara sobre la mesa y leía ensimismado el texto. Permaneció en la actitud varios minutos, largos minutos en que Claudia lo observó con atención, tratando de auscultar en su cara un atisbo de sentimiento.
El gesto de Alberto fue impasible; cuando terminó la lectura hizo un bollo con el papel.
-Ya lo sabía; me llamaron desde Chicago hace una hora. Lo que no dice el mail es que Dana se mató. Tomó unas pastillas la noche anterior y por la mañana la hallaron muerta. Parece que por motivos sentimentales, algún novio o algo así… ¡Estúpida! ¿Cómo es posible? Una persona se quita la vida; todo se termina…¡ para ella! Su potencial humano, su condición, su ego, su historia… ¡todo a la basura! Y –irónicamente- para los demás, todo seguirá como siempre lo fue. Primero un escándalo, un dolor más o menos intenso, … luego una resignación, …más tarde un acto de compasión por la actitud insana del difunto y, finalmente, el olvido. ¡Creéme que mi prima fue una estúpida y me cuesta entenderlo! ¿No lo piensas así, querida?
Los pasos apresurados, los ojos muy abiertos, el gesto resuelto. Claudia en la senda que lleva al bosque lindero.
“¡Es toda una gran mentira! ¡Miente para inclinar la balanza en su favor! Gran actor, ¡conmigo no te será posible!” Claudia piensa en voz alta cuando, esa misma noche, la luna la descubre encaminada hacia la arboleda con una gruesa cuerda bajo el brazo.

 
EL_RETO_GANADORES,18.07.2012
El laberinto


Claudia dejó la copia del mail sobre la mesa de entrada como acostumbraba hacer cuando recibían algo importante. Su esposo al regresar de la fábrica estaba siempre extenuado y habían concordado que así harían con los mensajes para evitar que él se sentara frente a la computadora. En casa no quería ocuparse de nada más que de comer y dormir. Este era un mensaje importante; la familia de su tía les informaba el fallecimiento de Dana en Chicago.

Claudia salió a caminar por el bosque que lindaba la finca.
Había leído en alguna novela que la protagonista salía todas las tardes de la casa con la intención de suicidarse. Ella acariciaba ese pensamiento desde hacía tiempo pero sabía que nunca tendría el coraje para hacerlo.

Se propuso volver muy tarde. No quería presenciar el dolor de Alberto cuando se enterara de la muerte de su prima. Alberto la había amado, seguramente mucho más que a ella.

Sus recuerdos viajan en el tiempo. Las escenas se suceden como en un film.
La primera vez que vio a Alberto en una conocida galería de ARTE donde exponía Dana, ya reconocida artista. La segunda, cuando el destino los enfrento en la oficina de compras del laboratorio farmacéutico donde se desempeñaba como asistente y el ingeniero Alberto Zeitlín, titular de “Robótica”, acalorado, reclama el de pago de una factura. Las visitas posteriores de Alberto a la oficina sin pretextos válidos… solo para cortejarla y comer juntos en la pausa de mediodía. La cena en “Los años locos” y el primer beso en la costanera. El primer paseo en velero. La primera noche que pasaron juntos en una isla del Tigre. Los años de convivencia. El viaje a Europa y Tierra Santa. El casamiento en la pintoresca Sinagoga de Moctezuma. La estadía de seis meses de Alberto en Detroit donde proyectó, construyó, montó y ajustó su primer proyecto importante que cambió el destino de “Robótica”
Y la risa… la risa desprejuiciada de Dana, a la que vio por única vez en la galería.

Cuando entró en la casa era casi medianoche. Alberto estaba sentado en un sillón del hall con la mirada fija en algún punto del ventanal. Pasaba para la cocina tratando de no ser advertida cuando lo escuchó decir:

—Tenía que suceder.

—¿Estaba enferma? ¿Lo sabías? —preguntó Claudia.

—Si lo sabía, conozco los pormenores por intermedio de tía Sara. Dana estaba internada en una clínica para recuperarse de la adicción a las drogas. Se descuidaron y sucedió lo inevitable… una sobredosis de heroína acabó con su vida.

Después de interminables instantes de silencio, Alberto dijo:

—Vení, sentate, es necesario que conozcas la relación enfermiza que me unía a Dana. Aunque nunca lo mencionaste, sé lo que significaba ella en nuestra relación. Te amo tanto que por miedo a perderte, he cometido el error de no confesarlo —apretando fuerte las manos de Claudia, Alberto continuó diciendo —Creímos ser el uno para el otro, pero no fue así. Dana era un volcán incontenible. Si bien nunca vivimos juntos, fuimos amantes. Su talento y dedicación la llevaron a vivir dentro de un laberinto del cual nunca intento escapar, ella lo llamaba “autorrealización”. Toleré sus desprecios, sus excesos de droga y alcohol, sus infidelidades. Me sometí a sus caprichos… a su lado no era dueño de mi voluntad.

Pero algo aconteció cuando decidió radicarse en Estados Unidos, para estudiar y trabajar en la “Pop Art”. Me descubrí libre y locamente enamorado de vos.

Ingresó como colaboradora en “La fábrica” de Andy Wharol en Nueva York. Allí estudió, trabajó e hizo amistad con personajes al momento desconocidos como Basquiat y Haring, que como ella, murieron jóvenes, victimas del SIDA y la droga. Cuando completo su aprendizaje, se radicó en Paris, para estudiar “Art Brut”, con el maestro Jean Dubuffet. Su popularidad y RIQUEZA, crecieron en forma exponencial, y su salud a deteriorarse. Volvió a Chicago… creo que a morir.

Sus obras se exponen con la firma Dana Bialík. Muchas pertenecen a colecciones privadas y otras son propiedad de museos como el Instituto de Arte de Chicago, el de Arte Moderno de Nueva York, y el centro Georges Pompiduo de París.

Alberto continuó hablando por horas y Claudia escuchaba acurrucada a su lado.
El sol ya iluminaba el hall cuando dijo:

—Dana tuvo un HIJO que hoy tiene doce años. Debido a su vida irregular y gracias a las estrictas leyes Americanas, no fue difícil para Sara obtener la tenencia de su nieto y traerlo a vivir con ella a Buenos Aires —ante la mirada atónita de Claudia, Alberto continuó con su relato —fue por su INTERÉS, Dana le había asegurado mi paternidad, que me sometí a un examen de DNA.

—No puede ser, ustedes son primos hermanos… imposible determinarlo con seguridad —dijo Claudia con palabras que le brotaron inmediatas… su inconsciente lo negaba.

—No Claudia, no es como tú crees. A principios del novecientos, en una de las últimas travesías, el vapor Pampa trajo a nuestros abuelos a esta tierra prometida. Originales de las estepas a orillas del río Dnepro, en el corazón de Ucrania, llegaron a la Argentina escapando del exterminio. Nuestros padres, nacieron y se criaron en Colonia Mauricio, también Dana y yo vivimos allí hasta adolescentes y casi simultáneamente nos trasladamos a la Capital para estudiar en la Universidad. Siempre fuimos considerados una FAMILIA, pero no lo somos, aunque nos une una férrea amistad de tres generaciones —Mirándola a los ojos, con seguridad afirmó —Keith, es mi HIJO.

Claudia no pronunció una palabra, se levanto del sillón y se fue al escritorio. Volvió unos minutos después y de pie, mirándolo fijo le dijo:

—Acabo de hablar con tu secretaria para informarle que hoy no vas a la oficina. Necesitamos dormir un poco por que a la tarde vamos a casa de Sara a buscar a nuestro hijo.

Alberto solo atinó a abrazarla y besarla.

—¿Se llama Keith como Haring? — preguntó Claudia mientras le secaba las lágrimas con un pañuelito.

 
EL_RETO_GANADORES,18.07.2012
Dana y la dama

Claudia dejó la copia del mail sobre la mesa de entrada como acostumbraba hacer cuando recibían algo importante. Su esposo al regresar de la fábrica estaba siempre extenuado y habían concordado que así harían con los mensajespara evitar que él se sentara frente a la computadora. En casa no quería ocuparse de nada más que de comer y dormir.
Este era un mensaje importante; la familia de su tía les informaba el fallecimiento de Dana en Chicago.
Claudia salió a caminar por el bosque que lindaba la casa. Había leído en alguna novela que la protagonista salía todas las tardes de la casa con la intención de suicidarse. Ella acariciaba ese pensamiento desde hacía tiempo pero sabía que nunca tendría el coraje para hacerlo. Esa tarde se propuso volver muy tarde. No quería presenciar el dolor de Alberto cuando se enterara de la muerte de su prima.
Alberto la había amado, seguramente mucho más que a ella.

Y ya en el funeral y el cadáver expuesto en un cajón, nadie que estuviera allí presente imaginaría que la poseedora de ese diminuto cuerpo había sido una de las mujeres más codiciadas de su tiempo. En su teatro con las amigas haciendo escenas lésbicas al desnudo lograron en poco tiempo el interés de mucha gente que gustaba del arte que rompía las ataduras y los corsés de la vida social. Cosecharon mucha riqueza y algunas tuvieron familia y esposo, otras fueron devoradas tempranamente por el vicio y Dana nunca pudo encontrar a su hijo quien la dejó al no estar de acuerdo con su actividad.
La poetisa, la actriz, la gran mujer se había recostado sobre una piedra, ya no tenía interés por la vida y percibió claramente la desesperada guerra que la vejez sostiene con el pasado. Dana escribió allí su último poema y con el se lanzo al vació………….El poema estaba dedicado a su amado Alberto.
 
annasayago,19.07.2012
Felicito a los creadores de este concurso y a los participantes. Puedo notar que en la gran mayoría de los trabajos hay 'coincidencias' y 'elaboración' de caracteres y personajes que parecieran haber surgido de una misma pluma. Por ejemplo: La pintura en Dana. La riqueza o clase adinerada. El limbo que los ausenta a todos de la realidad circundante. Y, la pobre disposición argumental, unida a un lenguaje poco atractivo. Espero que este comentario desinteresado sea de alguna utilidad para todos. Un abrazo.
 
leobrizuela,19.07.2012
¿Y qué tal si participas, amiga annasayago, de convite? Tal vez se pueda levantar el nivel general...
 
EL_RETO_GANADORES,20.07.2012
Comienza la votación para el reto 2

Se vota con la modalidad 3 al mejor 2 al siguiente 1 al que sigue.3-2-1
Los cuenteros participantes votan quien no lo hace recibe -3 de sanción.
No se puede votar el propio texto ni dejar incompleta la votación.

SE vota en VOTARETO en PRIVADO 22y 23 de julio
 
EL_RETO_GANADORES,20.07.2012
SE vota 21,22 y23 de julio
 
VOTARETO,20.07.2012
Abierta la votación
 
martincruz,21.07.2012
Gracias por tu comentario annasayago. Debes saber que estas es una primera experiencia y me parecio de alta calidad literaria. Si leyeras las "clausulas" entenderias el porque de tanta similitud entre los cuentos. Ah... son todas excelentes y distintas plumas. Te esperamos.

Salù
 
votareto,22.07.2012
La votación comenzó -Votar en VOTARETO en privado 3-2-1 según las preferencias.
Quien no vota recibe -3 puntos de penalidad
 
Votareto,24.07.2012
bRESULTADOS RETO 2 2012/b

* bGanador con 12 votos:
martincruz con " El laberinto"

Viceganadora con 9 votos:
dulce-quimera con " Secretos y desenlaces"/b

8 andrurdna con "El mail"

7 votos:
prosenium con "Cicatrices"

7 zepol con "La prima" 10 votos recibidos – 3 = sanción por no votar-

5 votos:
leobrizuela con "Empujón"

4 votos:
_equus_ con "El túnel"

4 marisas con "Tres vidas y un destino"

4 votos:
Jorgeluthen con "Opciones peligrosas: La novela"


Sin votación:
Julianga con "Dana y la dama"


La votación incluye los votos de un externo
Felicitaciones a todos. Fue un buen ejercicio que probablemente repetiremos
 
julianga,24.07.2012
Reconozco mi aplastante derrota y prometo no volver a meter la pata en cosas que yo no sé.
Para mí, es duro ser poeta
Y no hablar de futbol
Y preocuparse de que nadie se entere
de que uno lee farándula
o que adora la música vallenata.
Es dura esa vaina de ser poeta:
Y no sufrir tratando de evitar cacofonías.
Encontrar un buen epígrafe
no es tema fácil para aprendices:
Es duro ser poeta
aunque era más difícil antes
Cuando los versos tenían rima
Y no había estado LUCY THE SKY WITH DIAMONDS


Muy justos los ganadores "felicitaciones"
 
dulce-quimera,24.07.2012
Uauuu, que sorpresa grata!!!!!!! Gracias por los votos y Felicitaciones a todos¡¡¡¡
 
andrurdna,24.07.2012
Felicitaciones a todos!!! Me encantó leer cuántas historias pueden salir de una misma base. Gracias por los votos y por jugar juntos este juego.
 
leobrizuela,24.07.2012
Muy bueno, que se repita. Salú.
 
_equus_,24.07.2012
Excelente votación, precisa, todos los textos me parecieron muy buenos, los ganadores merecían la premiación. ¡Felicitaciones a martincruz y dulce-quimera! y agradezco los votos recibidos.

También agradecido y mis felicitaciones a Ninive que nos motiva con desafíos muy entretenidos.

Como bien dice leobrizuela:- que se repita-
 
martincruz,25.07.2012
Agradezco los votos. Como primera experiencia la presencia de cuenteros es aceptable y los cuentos ... muy buenos. Espero -que se repita. Saludos
 
EL_RETO_GANADORES,26.07.2012
Los textos ganadores figuran en mi Home

Dada la buena acogida del reto se repite la fórmula de la continuación del inicio dado en el reto 3.

bNo olviden participar al Concurso del Aniversario de la página en COPACAMPEON en Privado./b
 



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