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Inicio / Lista de Foros / Literatura :: Retos y Concursos / Reto 10 años de walas en la página (hasta el 12 de junio) - [F:16:13116]


walas,28.05.2019
El 12 de junio se cumplen 10 años de mi primer texto subido a la página, así que he pensado en organizar un reto conmemorativo. El plazo para presentar los textos comienza hoy y terminará el 12 de junio.

Las reglas serán muy simples: un texto en prosa de tema libre con una extensión entre 300 y 1.200 palabras. Sólo habrá un requisito obligatorio: en el texto o en el título tendrá que incluirse una de las tres frases que propondré (y que pertenecen a la película Pulp Fiction, que me impactó tanto en su estreno que la primera vez que entré a chatear en internet usé el nick walas en honor al gran Marsellus Wallace, y he sido walas desde entonces, hace 25 años).

Las frases son las siguientes (es obligatorio usar al menos una, pero son libres de usar dos o las tres si se atreven):

- "Estoy a veinte minutos de allí. Llegaré en diez".

- "Silencios incómodos. ¿Por qué sentimos que es necesario romperlos con el fin de estar cómodos?"

- "La araña ha cazado a un par de moscas".

Los textos se enviarán a mi libro de visitas en privado walas. Las reglas de votación se determinarán dependiendo de los textos presentados.

¡Así que adelante, un buen cuarto de libra con queso y a escribir!
 
jdp,28.05.2019
Me parece genial la propuesta, me encantó, las frases muy buenas también, abren la mente y lo mejor es para celebrar esos 10 años wow como pasa el tiempo en este planeta. Gracias Walas por el nuevo desafío, lo intentaré.
 
IGnus,30.05.2019
Me gustó la idea. Allá voy...
 
steve,31.05.2019
Estupenda idea, estupenda película, estupendas frases.

Adoro a Mía Wallace

Felicidades por los diez años hermano

Trabajo ya en el texto

Steve, antes yar
 
elclubdelapaginaazul,31.05.2019
¿se aceptan textos de menos de 200 letras?
 
elclubdelapaginaazul,31.05.2019
200 palabras
 
walas,31.05.2019
Esta vez no, el requisito del reto es un texto entre 300 y 1200 palabras.
 
cafeina,01.06.2019

299 palabras?

 
walas,04.06.2019
Ya estoy recibiendo textos participantes en el reto. ¡Ojalá participe mucha más gente!
 
SrButterfly,04.06.2019
A mi también me gusto esa pela. Soy fan de tarantino.
 
Marthalicia,05.06.2019
Acepto el desafío de WALLAS. un fuerte abrazo y besos.
 
walas,12.06.2019
Se aumenta un día el plazo de recepción de los textos, o sea que hasta el 13 de junio tienen tiempo de participar. ¡Ánimo!
 
walas,13.06.2019
Ahora sí, ¡último día para recibir participaciones en el reto!
 
walas,14.06.2019
Queda cerrada la recepción de textos. En breve se publicarán así como las reglas de votación.
 
walas,14.06.2019
A continuación los textos participantes en el reto:
 
walas,14.06.2019
La herencia

Aquella tarde, Elcira se sorprendió gratamente al recibir un llamado de Julia Montiel, de la que no había tenido más noticias desde que, dos años atrás, ella la había recibido en su propio hogar, aún sin conocerla, ante la inesperada internación de su esposo en un hospital de la ciudad de Buenos Aires.

El hecho de haber trabajado en un colegio religioso de su propia ciudad como “Maestra de labores” le había permitido a Elcira relacionarse telefónicamente con una monja llamada Rina, que pertenecía a un colegio de la misma congregación, ubicado en la ciudad de Buenos Aires.
En aquella oportunidad, Rina pudo convencer a su hermana Julia de que hospedara a Elcira en su casa capitalina, ante la emergencia de la situación que atravesaba la familia de su amiga.

Ahora, a dos años del suceso que terminó trágicamente con la muerte de su esposo, Elcira se alegró de escuchar la voz de su eventual amiga. Se disculpó por su silencio de dos años, después de aquel inesperado trance que le tocó vivir: el repentino corte de energía eléctrica que había conducido a un fatal desenlace la intervención coronaria a la que fuera sometido su esposo.

–Elcira, me encantaría que viajaras a visitarme a Buenos Aires. Me siento muy sola. ¡Tengo tanto para contarte! No son todas buenas pero la vida sigue…
Elcira se sintió casi feliz con la propuesta. Ella también necesitaba una confidente, y aunque no podía ni siquiera sospechar la verdadera situación que atravesaba Julia, le prometió una visita.
El micro llegó con algún atraso, pero con alivio pudo divisar a Julia que la estaba esperando. Cada una por su parte lloró con lágrimas contenidas desde hacía un tiempo y ya en el domicilio, café de por medio, las dos mujeres se dispusieron a conversar largo y tendido sobre su propia vida.

– ¿Y Ernesto?– se atrevió a preguntarle Elcira.
–Se ha ido. Julia estaba a punto de llorar.
Elcira no lo podía creer. Jamás había visto a alguien más enamorado que aquel hombre de su mujer. Ernesto Rivas no hacía otra cosa que llenarla de regalos y atenciones. La trataba como a una reina y había puesto a su nombre aquella regia casa en donde vivían, amoblada y decorada con impecable estilo y suntuosidad.
–La falta de hijos deterioró nuestra relación– se lamentaba Julia. Él estaba obsesionado por conseguirlo, tanto que llegué a enfermarme. Tengo una severa deficiencia cardíaca y dependo de medicación para controlarla.

Así la fue poniendo al tanto de su pesadilla:

–Ernesto había comenzado a ausentarse de casa los fines de semana con distintos pretextos, la mayoría relacionados con su trabajo hasta que, después de un tiempo, decidí contratar los servicios de un detective para que siguiera sus pasos. Sospechaba una infidelidad, aún cuando en miles de detalles, él seguía tratando de demostrarme su amor.
El detective no tardó en llamarme una noche en la que yo me encontraba dando vueltas en mi auto tratando también de encontrar su paradero.
“Estoy a veinte minutos de allí. Llegaré en diez”, le dije, y poco después estacioné mi automóvil en el lugar indicado. Estaba frente a un lujoso hotel ubicado en un conocido barrio de Buenos Aires.
Un rato más tarde los vi salir. Iban abrazados y parecían felices. La mujer acusaba una incipiente gravidez.
“La araña ha cazado un par de moscas“, pensé con despecho. No recordaba dónde había escuchado antes esa frase, pero no dudé de que alguien la había elaborado para mostrar una situación como la de los tres que nos encontrábamos en la escalinata de la amoblada.
Ellos me vieron y callaron. “Silencios incómodos. ¿Por qué sentimos la necesidad de romperlos con el fin de estar cómodos?”. No, no había nada para decir porque ya todo estaba dicho. Mi castillo de cristal se había hecho trizas en medio de un silencio sepulcral.
Volví a casa agobiada. Llamé al hospital porque casi no podía respirar. Entonces me medicaron con unas gotitas sublinguales para los momentos de crisis. Al otro día le pedí el divorcio a mi marido.
Lo vi desesperado. No sabía cómo explicarme lo inexplicable. Así y todo no quiso concederme el divorcio. Decía amarme.

De repente, en medio de esta evocación, Julia cayó desplomada al suelo. En un desesperado intento y levantando dificultosamente la cabeza logró hacerle señas desesperadas a Elcira indicando su boca. Necesita la medicación.
Después de unos breves minutos de atropellada búsqueda Elcira pudo encontrar en unos cajones la medicina, pero al tratar de administrársela comprobó horrorizada que Julia yacía sin signos vitales.

En medio de este duro trance, Elcira atinó a pedir ayuda a una vecina, quien acudió de inmediato, aunque ya nada pudieron hacer por Julia.
Ante la evidencia de la muerte la vecina le pidió a Elcira que le ayude a llevar a su propia casa todos los artículos de valor que la dueña de casa poseía, entre ellos dinero, joyas y elementos del hogar. Parecía enloquecida y Elcira no sabía qué hacer.
–Es un pacto que las dos hicimos –le explicó la vecina– para que, en caso de muerte y puesto que ella estaba muy enferma, sus pertenencias más valiosas no pasen a manos de Rina, su hermana monja y lo que es peor, a toda la congregación religiosa.

Sin pensarlo dos veces ambas decidieron pasar por encima de un paredón del patio los objetos más valiosos a la casa vecina y únicamente después Elcira atinó a llamar por teléfono a las religiosas contándoles lo sucedido, sin mencionar, por supuesto, el secuestro de los bienes materiales.

Las monjas no tardaron en aparecer: algunas en ropa de dormir o vestidas a medias, despeinadas, nerviosas, impresentables; todas miraban hacia el interior de las habitaciones buscando objetos de valor.
Se sorprendieron al ver que faltaban gran parte de las cosas que sabían eran propiedad de Julia, y Elcira no supo explicarles el paradero de tales tesoros. Prefirió callar. ¿Por qué contarles lo de la vecina?
De nuevo recordó aquello de los silencios incómodos.

Sobrevinieron momentos eternos. Luego el médico, la funeraria, la policía, las indagaciones. Elvira pudo fundamentar su presencia en ese lugar y poco más tarde regresó a su ciudad.

Mucho tiempo después se supo que la hermosa residencia, propiedad de la malograda Julia, había pasado a manos de la hija de Ernesto y su nueva pareja, quien figuraba en el Registro Civil como hija legítima del matrimonio formado por Julia Montiel y Ernesto Rivas.
 
walas,14.06.2019
El Beso de los Amantes

Joaquín, sentado en la gran roca que bordea el cauce del río, espera paciente en la oscuridad de la noche. En su sonrisa es posible leer el secreto que regocija su alma; está enamorado.

Mientras espera, tararea una canción, luego queda en silencio. En la copa de un árbol la araña ha cazado a un par de moscas que dormitaban desprevenidas. Es la naturaleza que se abre paso. Joaquín observa. Disfruta el canto de los grillos y el sonido de la brisa que juega entre el follaje. El viento es como una ola invisible que agita las ramas.

Piensa en ella. Sabe bien que no es la más hermosa. En realidad – reconoce - no es una mujer agradable a la vista. Su rostro y manos sufrieron profundas quemaduras de las que nunca habla. A él no le importan. Él se enamoró de la hermosura de su alma y es que cuando ella ríe, algo en su interior se agita con gozo y cuando ella está cerca, todo su cuerpo reacciona con la fuerza de un vendaval que lo arrastra directo al paraíso.

¡Al fin llega!

-¡Hola desconocido!. ¡Hola extraña! – se saludan y abrazan. Sus sombras se hacen una bajo el amparo de un beso.

Cada año disponen apenas de unas noches de encuentro, sólo para ellos. Es un breve respiro tras el cual, él vuelve tristemente a la ciudad, su rutina y su familia. Ella es su escape, un refugio y cuando la extraña… ah cuánto la extraña...

Se conocieron 10 años atrás, en una calurosa noche en que él paseaba buscando el frescor del aíre junto a la corriente del río. La encontró ahí, llorando. Su rostro y manos pegados a la roca como si quisiera fundirse a ella. Joaquín siempre ha creído que aquella noche la salvó de terminar con su vida, aunque nunca lo ha confirmado. Recuerda su sentir, la impresión que le produjo ver aquella mujer tan dañada, sumida en una mezcla de dolor y desesperanza. Él se acercó cauteloso, con la intención de brindarle ayuda y consuelo. A partir de ese momento nació entre ellos una amistad que fue creciendo cada verano hasta que sin darse cuenta surgió el amor.

Él se sentía plenamente enamorado, ya no le bastaban unas noches de felicidad tras tanto tiempo de espera. No quería separarse más, lo había decidido, no habría adioses, ni sufrimiento. Lo dejaría todo. Se quedaría con ella para siempre.

Creyó que la noticia causaría inmensa dicha en su amada, mas por respuesta sólo obtuvo una mirada de desaliento. Ella entendió que debía explicarse…

Mi verdad, mis quemaduras, mis tiempos. Verás; Fue justo antes de conocerte. En esos años el bosque era aún más extenso de lo que es ahora. Había pocos, muy pocos moradores. En ese entonces, con quien era mi marido, teníamos una cabaña. En una ocasión, tras una cena romántica de velas, vino y rosas, quisimos experimentar nuevas formas de amarnos. La idea era que cada uno cumpliese las fantasías del otro. Lanzamos una moneda al aire, fue su turno de iniciar. Para mi sorpresa me ató de pies y manos a la cama. Cuando estaba listo para poseerme, exaltado por los efectos del alcohol me rodeo agitándose eufórico, cual si de una danza tribal se tratase, con tan mala suerte que perdió el equilibrio y cayó, llevando consigo las velas al piso, lo que provocó un incendio. Al ver que el fuego se propagaba y no se movía le grité incansable, pero el golpe...

- ¿Fue muy grave?
Murió

-Pero entonces, ¿Cómo te soltaste? ¿Cómo lograste escapar de las llamas?
No escapé

La lividez en el rostro de Joaquín primero fue incredulidad, luego impacto, finalmente dolor. Un fatal ataque cardíaco lo dejó inerte entre la gran roca y el espíritu de su amada.

Desde entonces nadie se acerca de noche a ese lugar. Murmullos, risas y una extraña silueta de dos amantes unidos en un beso, se encargan de alejar cualquier intruso, y la roca, la gran roca, es el hogar de los enamorados hoy, mañana… siempre.
 
walas,14.06.2019
Ojos color de mar

Don Valentín había llegado al anochecer a “Las Galeras”, un hermoso paraje cercano al mar ubicado al norte de la isla. Su intención era adelantar el material de un libro que escribía, lejos del ruido de la ciudad, y buscar inspiración en la belleza natural del lugar.
Cuando entró al hotel estaba oscuro. En la recepción le confirmaron la reservación de su habitación. Cuando se identificó, recibió la llave y un maletero lo condujo por un amplio corredor.
—Es aquí –dijo el hombre ante la puerta del cuarto, y colocó la maleta donde él le indicó. Cuando salió, Valentín revisó el espacio: la habitación tenía una amplia cama, su baño y un balcón desde donde se oía el ir y venir de las olas del cercano mar.
El viaje había sido largo y el cansancio lo venció casi en seguida. Despertó al día siguiente con la tenue luz del sol, y pudo observar a través de los cristales un hermoso paisaje con caminos empedrados, cocoteros, mar tropical y las gaviotas que parecían puntos blancos sobre el cielo. Desayunó en el balcón disfrutando del panorama.
Cuando se vestía para salir timbró su celular; era Carmen, su esposa, quien luego de saludarlo le explicó la razón de su llamada. Valentín la escuchó asintiendo con la cabeza a la solicitud de la mujer. Finalmente le dijo:
–Estoy a veinte minutos de allí. Llegaré en diez.
Y salió hacia la playa, poco concurrida a esa hora. Caminó por la arena sin rumbo fijo, observando con atención cada niña que veía. Había pocos bañistas. La mayor parte de los presentes se agrupaban frente a los kioscos donde vendían alimentos cocidos, y pescados y mariscos crudos recién sacados del mar.
De repente vio una niña con las características que buscaba. Tenía unos ocho años y tenía el pelo dorado y ensortijado; el rostro poco aseado y ajado su vestido. Estaba sentada sobre un cartón y sostenía en sus manos un trozo de pan. Se le acercó y quedó fascinado por sus ojos, que tenían el mismo color del mar.
–¡Hola, bella! –la saludó-. ¿Cómo te llamas?
–Mari Luz.
–¿Qué haces tan solita en este lugar? ¿Dónde están tus papás?
Ella lo miró desesperanzada.
–Los dos murieron. Vivo con mi abuelita.
De repente, a don Valentín se le ocurrió una idea y le propuso:
–Me gustaría que me llevaras a tu casa y conocer a tu abuela; así, después podría visitarlas. ¿Quieres?
La niña dijo que sí y minutos después llegaron a la una vivienda muy modesta que retrataba la mala situación económica que tenían.
La abuela abrió la puerta y él se presentó.
–Hola, soy Valentín Ortega. Conocí a su nieta en la playa; me pareció una niña muy dulce y simpática, y le pedí que me la presentara. Estoy hospedado en el hotel por unos días y quisiera compartir con ustedes.
Mirtha, (ese era su nombre), sonrió sin decir nada. Mientras estudiaba las facciones del hombre, dudaba de sus intenciones. Él insistió:
–Puede confiar en mí, doña. No piense que tengo malas intenciones. Solo busco ser amistoso.
–No es que crea que sea mala persona; solo pienso que debo ser previsora. En estos tiempos hay que tener los ojos bien abiertos con los desconocidos.
–La entiendo, señora. También creo que es natural desconfiar de quienes no conocemos.
Ella cambió su actitud porque aquél hombre le daba la impresión de ser una persona confiable; por eso lo invitó a pasar y sostuvieron una agradable conversación. Él quiso saber más sobre los padres de la Mari Luz y le preguntó por qué iba sola en la playa. Mirtha le explicó que habían fallecido y que ella era su único familiar y que allá le daban comida para aliviar la estrecha situación económica. Valentín le manifestó su inquietud por la niña: “No es bueno que ande sola por esa playa frecuentada todo tipo de gente”, preocupación que agradeció la abuela. Se despidieron hasta una próxima ocasión.
De regreso al hotel, don Valentín llamó a su esposa y le contó lo ocurrido. Ella decidió viajar al día siguiente para acompañar a su marido.
Llegó en el primer autobús, a las 10 de la mañana, con unos regalitos para ambas, y juntos visitaron la casa de doña Mirtha, pues Carmen tenía la curiosidad por conocerlas y también quería aliviar su situación.

El encuentro fue muy ameno. Con sendas tazas de café, los adultos conversaron muy animadas, mientras Mari Luz, complacida, observaba y escuchaba a la distancia. También se citaron para comer fuera de casa, en un típico restaurante situado frente al mar.
Al otro día, a la hora acordada se reunieron para almorzar. Ya sin dudas ni resquemores compartieron alegremente, y don Valentín aprovechó para hacerles una propuesta:
– ¿Qué les parece si se van a vivir con nosotros para la capital? Vivimos en una casa con suficiente espacio para todos, y desde que Erick desapareció estamos muy solos. Podríamos darle a la niña vestido y alimento e inscribirla en un buen colegio.
Doña Mirtha y a Mari Luz se miraron discretamente, agradecidas con la idea, aunque se sentían tímidas de aceptarlas. A la última le llamó la atención que el hijo de la pareja se llamara como su fallecido padre.
–¡Se llamaba Erick, como mi papá! –dijo la niña, y los esposos se miraron sin decir nada: Silencios incómodos. ¿Por qué sentimos que es necesario romperlos con el fin de estar cómodos?
Finalmente, doña Carmen decidió contestarle.
–Sí, nuestro hijo se llamaba Erick. Aún no me acostumbro a la idea de que no está con nosotros. Por su memoria le rogamos que acepten nuestra propuesta: ¡ya verán qué bien nos llevaremos!
Mari Luz pareció entristecerse, evocando un pasado no tan lejano y pensando en lo que le esperaba al lado de su abuela, anciana y enferma. Si ella aceptaba la propuesta, todo sería diferente.
Doña Mirtha asintió con la condición de que le permitieran conservar su casa para volver de vez en cuando, a pasar algunos fines de semana.
Programaron el viaje de regreso para el sábado siguiente y a la hora acordada, abordaron el autobús. Cuando éste emprendió la marcha, Mari Luz miró a través de la ventanilla con sus ojos color de mar, la playa en la que tanto disfrutó en su corta existencia... hasta el día que llegó el generoso don Valentín (y luego su esposa) para cambiar para siempre su condición de huérfana por la de una niña amada y protegida por una razón que aún tardaría en comprender.
 
walas,14.06.2019
Los mensajeros

En teoría no se trata de una cacería pero hay quienes se sienten presas del mensajero, quien les hizo un disparo mortal o se sienten confinados en una telaraña donde "La araña ha cazado a un par de moscas".

Solo somos los mensajeros, tal como recibimos el encargo debemos decir las líneas acordadas. Este rito no es sencillo, aunque casi todos crean lo contrario, para nada lo es. En todo momento hay que tener muy claro el norte, mantener la postura, ser neutros en nuestros gestos de manos, mirada y como no, nuestra voz.

Se trata de confortarlos sin involucrarse más allá de lo necesario, sobre todo cuando se trata de su primera vez, pues al instante se delatan con sus ojos y el acompañado rictus de su boca, que no saben de qué se trata; quizá lo hayan escuchado pero no tienen ni la más mínima idea, ahí es cuando toca explicarles que está sucediendo de la manera más amable y directa posible, sin dar lugar a confusiones.

En cambio para quienes tienen experiencia, es diferente, pueden estar curtidos y que más de una vez hayan participado del rito, eso se suele percibir en su mirada, en el tono de su voz, en el intento de querer pechar al mensajero. Pero para nosotros no hay marcha atrás y tratamos sea lo menos doloroso, debemos estar preparados para darles aliento, escuchar y responder a sus preguntas, en suma, desvincularlos de su rutina laboral, así de simple.

Está permitido hacer una pausa, un silencio corto para procesar la situación y marcar el siguiente paso sin perder más tiempo. Se debe esperar que recuperen su mirada, voz, postura, que caminen hacia la puerta luego la cierren al salir. Después hacer el reporte con los detalles resaltantes, acomodar el escritorio y cerrar el archivo reciente.
 
walas,14.06.2019
Desvaríos

A veces suele sucederme, como a muchos, ni en eso soy original, que hay momentos en que me choco contra las cuatro paredes de mi habitación buscando una idea, algo distinto, demás está decir que no lo logro, algo que no debería aclarar porque ustedes ya lo deben haber advertido en mis miserables escritos.

Momentos plenos de silencios incómodos. ¿Por qué sentimos que es necesario romperlos con el fin de estar cómodos? aunque esos silencios se produzcan durante una conversación con nuestro propio yo interior.

Buscar soluciones dentro de una caja de cemento con techo de yeso no sirve, buscar en Google tampoco. Apelo a mi memoria, ¿qué memoria? no a la diaria, la que utilizo todos los días para manejarme con la vida ¿qué vida?, bueno, para manejarme con el mundo ¿qué mundo?, bueno, ¡basta! para manejarme, y descubro que mi memoria de lo que sea, está dormida.

En algunas oportunidades se me prende una lucecita y comprendo que hay algo en la memoria, algo intangible, algo que cuando pasamos vista a la tropa de recuerdos se nos pasa por alto, pero que está allí, cual araña tormentosa que en cualquier momento aparece, nos pica y nos mueve los dedos hacia una historia. Y digo los dedos, sí esos apéndices que le prestamos a quien quiera que sea que ocupa nuestra mente para que escribamos en nuestro nombre algo que él pergeñó y que nos dicta en el silencio de nuestra sesera, ese silencio que de pronto se colma de palabras y de voces que ni sabemos cómo hicieron para entrar.

Lo que más bronca me da, es que ese recuerdo, ese aroma, ese instante que nos pasó tan desapercibido en su momento, se presenta como algo insultantemente invasor y nos exige que lo saquemos a la luz sin ningún tipo de consideración con nuestra imagen, la que tanto nos costó elaborar y vender al resto del mundo ¿qué mundo? Y vuelvo otra vez a las preguntas tontas, que este molesto invasor que se apodera de mi pensamiento ¿qué pensamiento si no tengo ninguno? bueno, que se apodera de ese lugar dónde deberían ir los pensamientos, ese molesto Dictador me dice qué escribir, como por ejemplo, esto que salió así, de su propio peculio, no del mío, en un momento y con la molesta imposición de firmarlo con mi nombre para que se rían de mí y no de él, que en definitiva es el único culpable de mis desvaríos.
 
walas,14.06.2019
C28

Era joven, muy joven, estaba enojado con todos y con todo lo que me rodeaba. Mi agresividad no encontraba un cauce hasta que conocí a un hombre fuerte, seguro de sí, dominante, que me llevó al C28.
Durante tres años me enseñaron a usar las armas, a usar mi cuerpo, a defenderme, a correr, a no pensar, a concentrar toda mi rabia en un solo objetivo. Al finalizar el entrenamiento firmé un compromiso de fidelidad por diez años.
Ahora no me reconozco más en ese muchacho cargado de odio.
Cuando me casé y nacieron mis dos hijas mi vida cambió y olvidé mi juramento.
El C28 no me exigió nada durante ocho años
De vez en cuando alguna llamada misteriosa verificaba mi dirección . No le di importancia. Por los diarios me enteraba de que alguno del grupo había muerto en una acción. Yo era otro, amaba a mi familia y había tomado la mala costumbre de pensar por mi cuenta.
Una noche recibí una advertencia en el celular, habían dejado un bulto en el jardín. Según las instrucciones debía llevarlo al lugar indicado.
Recién entonces me di cuenta que aún estaba ligado a un juramento y a lo que había prometido hacía años.
Tenía que sacarlo de allí antes de que estallara en mi jardín .
Tuve miedo pero debía alejarlo de mi familia.
No podía eludir la orden, la muerte estaba en mi jardín, cerca de los rosales. Pensé en reunir a todos y huir pero sabía que me encontrarían de cualquier manera, eran implacables. Más tarde otro mensaje advertía que tenía media hora. ¿Media hora de camino o de tiempo antes de la explosión? Me asusté. Estoy a veinte minutos de allí. Reflexioné. Estaba a veinte minutos pero podía ser menos si tomaba el camino nuevo. Escribí: estoy a veinte minutos de allí, llegaré en diez. Me acerqué al bulto y lo llevé temblando al coche.
Sabía que probablemente estaba por emprender mi último viaje.
 
walas,14.06.2019
El asado

Festejábamos un cumpleaños. Un encuentro festivo, familiar y a veces divertido.
La familia de los Gaggioli no habla de sentimientos. Sus comentarios son acerca de cuánto te ha salido el último auto que te compraste, y cuanto el último viaje a las Islas Filipinas. Las comidas son pantagruélicas, todas regadas con vinos finos tinto y cervezas marcas extranjeras. A veces hay silencios incómodos ¿Por qué sentimos que es necesario romperlos con el fin de estar cómodos?
Pienso que, porque el sujeto es un ser social, y solo se construye la identidad con la mirada del otro, porque es agradable y satisfactorio sentirse queridos y admirados, vertiendo las palabras justas en el momento apropiado.
Carolina la esposa del piloto, hijo de Raúl Gaggioli, acababa de decir algunos comentarios, los cuales provocaron la franca risa de los padres de Ezequiel Gaggioli. Don Raúl, su padre, no pudo esquivar una sonrisa burlona, con la comisura de sus labios, pero aceptando, sin aceptar el muy impertinente comentario de su nuera.
Carolina, vivaz, joven y moderna había expresado, “La araña ha cazado un par de moscas”, y después siguió con su comentario acerca de que había en las redes de su hijo, y que se sintió atrapada en esa red, que el hábilmente había construido.
Claro follabamos como conejos, dijo sin perturbarse. Y eso es muy saludable, se escucho por atrás de la parrilla.
El asado, que estuvo riquísimo, duro hasta que Raúl le aviso a su hermano que cortaríamos la torta del cumpleaños, y que viniera lo más pronto posible.
Al poner el celular en alta voz, se escucho la voz de su hermano diciendo “Estoy a veinte minutos de allí. Llegaré en diez".
A partir de la llegada del hermano de Raúl, no afloraron más comentarios, sino que las disquisiciones continuaron con las cirugías, anestesias y otros melodramas médicos, ya que el hermano es médico.
Los Gaggioli siguen reuniéndose para comer asado. Yo acudo regularmente, y son riquísimos…
 
walas,14.06.2019
Perfect day

El baño de sol hace asfixiante el clima en el altiplano azteca, casi a treinta grados centígrados. Algo inusual a 2600 metros sobre el nivel del mar.

Gabriel Rentería detiene su auto frente al puesto de periódicos; lee un encabezado.

¨Empresa importadora Altos hornos de México acusada de fraude multimillonario”

Abajo;
Las autoridades investigan posibles ramificaciones. Se considera la posibilidad de que políticos encumbrados estén implicados.

Quizás hasta el presid… murmura Rentería.

Sin orillarse adecuadamente pide un diario al expendedor. El hombre sale presuroso de su local, introduce el periódico por la ventanilla del Nissan Versa. Rentería paga con un billete de cincuenta pesos, arranca presuroso sin esperar el cambio.

Hace una llamada por su teléfono celular. Da instrucciones. Llego el momento.

Enciende el GPS de su móvil, busca la ruta más directa para llegar a las oficinas corporativas de “Altos hornos de México” hace otra llamada para verificar que el presidente del consorcio este ahí.

Claudio Meyer fuma tenso su quinto cigarrillo seguido. A él no le han contestado las llamadas. Se suponía que estaba “protegido”, y los negocios turbios serian tolerados. La garantía venia del más alto nivel. En su momento financio con millones de pesos la campaña del candidato oficial. Todo ello por abajo del agua como suele decirse.

Por una sospechosa coincidencia el jefe del ejecutivo esta tomando unos días de descanso en su lujosa casa de campo. Por supuesto que está enterado -piensa Meyer- Todos los medios difunden la noticia.

Rentería, investigador tenaz e incorruptible a dado seguimiento por mucho tiempo el entramado de suciedad de la compañía de Meyer. Sospecha, aunque no ha podido comprobar del vinculo con el alto círculo político. Hace una llamada más, en este caso a un amigo periodista, Alberto Garcia.

- ¿En cuanto tiempo llegas Alberto? Esto urge, puede volar la paloma

- Estoy a veinte minutos de allí, llegare en diez.

Rentería corta la llamada, ve su reloj de pulsera, 13:50 horas. Saca un pañuelo de la bolsa del pantalón, seca el sudor de la frente. Toma un recipiente de agua y da un largo sorbo.

- ¿Estás seguro? ¿No necesitamos refuerzos o algo así?

- No te preocupes, tenemos el factor sorpresa de nuestro lado – contesta Rentería

Con la suerte de que un guardia nuevo no lo conoce, penetran al lujoso edificio de la compañía. Solo ellos dos. Rentería pide que Alberto grabe todo a partir de ahora.

Parados frente a la secretaria de Meyer, Rentería saca una credencial y se la muestra. La chica duda. Recibió ordenes expresas de no permitir el acceso a nadie.

- Sé que Meyer esta adentro – señala la puerta de la oficina- anúncienos o…

Sin esperar respuesta camina decidido y abre la puerta. Meyer sentado tras su escritorio de madera fina pareciera tratar de ocultar algo en el cajón.

Los dos hombres se miran a los ojos. Rentería desde la puerta, Meyer tras su escritorio.

Silencios incomodos ¿Por qué sentimos que es necesario romperlos con el fin de estar cómodos? – piensa Rentería- recordando la línea de la genial película Pulp Fiction

Meyer rompe el silencio.

- ¿Cómo se atreve? - Se incorpora

Él sí reconoce a Rentería.

- Tranquilícese – contesta con calma Gabriel. Le tengo una propuesta que no podrá rechazar

Cuarenta minutos después salen de las oficinas corporativas. Rentería se acomoda el nudo de la corbata. Sonríe a la hermosa secretaria.

- ¿Crees que creyó todo lo que dijiste? – pregunta el periodista

- ¿Y qué importa? Lo relevante es que lo tienes grabado, ¿verdad?

Alberto sonríe, toca la mini grabadora oculta en su saco.

Ambos saben que la araña ha casado un par de moscas.
 
walas,14.06.2019
D.I.O.S.

Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac.
El reloj sobre la repisa de mi celda rompe el silencio y por el momento acapara toda mi atención.
Silencios incómodos. ¿Por qué sentimos que es necesario romperlos con el fin de estar cómodos?
Quisiera que éste no se rompiera jamás. Tal vez en mi caso es preferible estar incómodo. No lo sé.
Lo cierto e inexorable es que el reloj con su intromisión apura mi sentencia. Quizá ya lo adivinaron: Soy un delincuente. Maté a un hombre y en estos momentos me encuentro purgando mi pena.
Tal vez se pregunten por qué alguien que se encuentra en prisión no quiere que el tiempo pase. Como aún tengo algo de tiempo, les contaré de qué se trata:
Hace sólo unos meses que se abolió la pena de muerte. Ahora hay algo nuevo:
Me tocó ingresar al plan paradójicamente llamado DIOS : (D)onante (I)mperativo de (Órganos en (S)ecuencia.
Aproximadamente una vez por semana me toca. Alguien necesita un riñón, por ejemplo, y el grupo DIOS lo provee. Alguien necesita una mano, y un presidiario será manco de ahí en más. Nos van literalmente “desarmando” de a poco, para que devolvamos de alguna manera lo que le quitamos a la sociedad.
Estoy ansioso. Esta noche me quitarán el corazón. Para no desperdiciar, también me extraerán lo poco útil que le queda a mi cuerpo, ya que indudablemente moriré en la operación. Hace mucho que no tengo ninguno de los dos brazos. Ando con sólo una pierna, y me falta un riñón así como buena parte del hígado. Mi ojo derecho lo tiene ahora un futbolista, y el izquierdo un contador.
Sólo debo esperar a oír el reloj, para que mi condena termine. Me pregunto: ¿Qué sucederá con mi alma una vez muera? Digo, mi cuerpo anda desperdigado por ahí…
El ring del reloj finalmente detiene mis cavilaciones. Es el llamado de la justicia de D.I.O.S.
 
walas,14.06.2019
REGLAS DE VOTACIÓN

El periodo de votación se abre en este momento y durará hasta el jueves 20 de junio. Hay nueve textos participantes, de los cuales cada participante debe elegir 3 para emitir sus votos de este modo:

-4 puntos para el texto que más les haya gustado
-2 puntos para el segundo texto preferido
-1 punto para el tercer texto preferido

Los votos se dejarán en mi libro de visitas en privado walas.

La votación es obligatoria para los participantes (quedará excluido el que no vote) y puede votar todo aquel cuentero que lo desee.

¡A leer y a votar!
 
walas,14.06.2019
Quiero aclarar que no está prohibido votar por uno mismo. A mí personalmente no me parece muy ético, y luego los votos se van a hacer públicos, pero allá cada uno...
 
steve,15.06.2019
Oki

I understand

Voy a leer !!!
 
walas,21.06.2019
Finaliza el periodo de votación. En breve se publicarán los resultados.
 
walas,21.06.2019
Estos son los resultados del reto (siendo un reto que nace de una película, películas serán los premios):

GANADOR

"El Beso de los Amantes" de sheisan con 26 votos.

Le corresponde la película "Somewhere in time" con Christopher Reeve y Jane Saymour, porque el amor no tiene barreras...


SEGUNDO

"Desvaríos" de gmmagdalena con 10 votos.

Se lleva la película "Stranger than fiction" con Will Ferrell y Dustin Hoffman, porque las voces en la cabeza de un escritor producen desvaríos...


TERCERO

"C28" de Yvette27 con 9 votos.

Obtiene la película "The bag man" con John Cusack y Robert de Niro, porque cuando el jefe te ordena que transportes algo, lo haces...


El resto de textos queda como sigue:

"D.I.O.S" de ignus con 8 votos.
"Perfect Day" de steve con 7 votos.
"Los mensajeros" de paulasol con 5 votos.
"El asado" de martilu con 4 votos.
"La herencia" de clorinda con 4 votos.
"Ojos color de mar" de rubalva con 4 votos.

Todos los participantes obtienen por supuesto la película "Pulp Fiction".

Cabe aclarar que el texto "D.I.O.S" ya había sido publicado en la página, pero como en las reglas del reto no se especificaba que el texto debía ser original, pues no pasa nada.
 
walas,21.06.2019
A continuación los votos recibidos:


vicenterreramarquez

Votación para concurso: Reto 10 años de Walas.

—El beso de los amantes..... 4 puntos

—La herencia.................... 2 puntos

—Ojos color de mar ........... 1 punto


steve

Hi Eduardo !!

Van mis votos;

4 votos para "El asado"
2 votos para "El beso de los amantes"
1 voto para "C28"


felicidades Wally !!!


sheisan

Hola Walas, espero estés muy bien. Leídos los relatos va mi votación:

- Desvaríos 4
- Perfect Day 2
- Los Mensajeros 1


rubalva

Mi votación:

El beso de los amantes............4
C28.......................................2
La herencia............................1

¡Buena suerte!


Clorinda

Mis votos:

D.I.O.S. 4 puntos
Perfect day 2 puntos
C28 1 punto

Saludos!


Yvette27

mis votos.

4 votos a desvarios
2 a DIOS
1 A OJOS COLOR DE MAR


gmmagdalena

Perdón y gracias Walas, ahora lo pongo bien.

4 . El Beso de los amantes.
2 . C28
1 . Perfect Day

Besitos


Martilu

Votación del reto de los 10 años de Walas en la bendita pagina azul:

4 puntos Los mensajeros
2 puntos Desvarios
1 punto C28

¡Gracias por tu ccompromiso!



Niccy

Hola Walas, ¡vengo a dejar mi votación!

1. El beso de los amantes: 4 puntos.
2. D.I.O.S: 2 puntos
3. Perfect day: 1 punto


paulasol

Votación
4 p El Beso de los Amantes
2 p C28
1 p Perfect day


IGnus

¡Hola Walas!
Vengo a dejarte mis votos.

4 puntos para "El Beso de los Amantes"
2 puntos para "Ojos color de mar"
1 punto para "La herencia"


¡Saludos!

 
walas,21.06.2019
Muchas gracias a todos los que participaron, con sus textos y sus votos.

¡Nos vemos en el reto 20 años de walas en la página jaja!
 
IGnus,21.06.2019
¡Felicitaciones a los ganadores! Especialmente a Sheisan, a quien voté como mejor cuento y me alegro de que haya ganado. Miles de gracias a quienes votaron por mi cuentito. Fue un placer y un privilegio participar.
¡Walas! A ver si organizas otro. Recuerdo en la página épocas de torneos multitudinarios...
¡Saludos a todos!
 
steve,21.06.2019
Congratulations sheis !!!

Y un abrazo a todos

Espero con ansia el siguiente evento
 
glori,21.06.2019
El beso de los amantes: excelente cuento. Felicitaiones, sheisan.
 
Yvette27,21.06.2019
felicitaciones a sheishan y a gmmagdalena . Contenta con mi tercer puesto pero sobre todo por ver el entusiasmo de los participantes . Gracias walas
 
gmmagdalena,21.06.2019
Felicitaciones Shei! hermoso tu cuento y Felicitaciones Yvette. Felicitaciones a todos porque fue muy difícil votar, todos eran buenos. Gracias a los que me votaron y mis felicitaciones a Walas, nos vemos en 20?. Magda
 
Clorinda,22.06.2019
Muy buenos cuentos! Felicitaciones al organizador y a los ganadores!
Particularmente me encantó "D.I.O.S", de IGnus. Una genialidad el argumento y excelente la redacción.
Muchos saludos a todos!
 
rubalva,22.06.2019
¡A las distinguidas damas ganadoras: sheisan, gmmagdalena e Yvette 27,mis felicitaciones por sus formidables textos!
 
sheisan,22.06.2019

Muchísimas gracias a quienes votaron como favorito por mi cuento y felicitaciones a nuestro estimado Walas, por sus 10 años en la página. Agradezco infinitamente su constante preocupación al generar instancias de creación de nuevos relatos.

¡Sigamos compartiendo en nuestro mundo de letras!

Cariños, Sheisan
 
sheisan,22.06.2019

Muchísimas gracias a quienes votaron como favorito por mi cuento y felicitaciones a nuestro estimado Walas, por sus 10 años en la página. Agradezco infinitamente su constante preocupación al generar instancias de creación de nuevos relatos.

¡Sigamos compartiendo en nuestro mundo de letras!

Cariños, Sheisan
 



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