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Inicio / Lista de Foros / Literatura :: Cuentos *SUPER* cortos / ¿Patio interior? - [F:2:208]


darken,25.03.2003
Hola, que tal?:
Esta idea la saqué de un foro de cuentos en un programa radiofónico: ¿Qué detiene a mucha gente a comenzar a escribir?...Sencillamente tener un tema del que hablar!...Con temas aparentemente tan vacíos como por ejemplo, un patio interior de un edificio o una casa, podemos demostrar que la belleza de lo que se escribe está en qué se escribe, pero sobre todo en cómo...Que comience el juego, si a alguien le apetece jugar! Gracias, y hasta luego!
 
darken,25.03.2003
¡Oooh!...Este es uno de los mejores momentos de la semana...Poder asomarme un rato al patio...Ya sé que no da directamente el Sol, pero, ¿A quién le gusta realmente eso?...A mi no, desde luego, mi piel no podría soportarlo, es muy delicada. Después de un buen baño, no se me ocurre nada mejor que estar aquí, en el patio interior de mi edificio, con la luz del Sol rebotando en las paredes blancas (aunque algo agrietadas) y cargándome las pilas...Además, de vez en cuando, la brisa consigue colarse entre estas cuatro paredes y me cuenta lo que pasa ahí arriba, fuera de este lugar...Me trae olores (algunos mejores que otros, vecina...¡No me gustan sus cocidos!) y me produce escalofríos...agradables, desde luego...Y mira el cielo, ni una nube!...Bueno, la Primavera es eso, aunque de vez en cuando puede caer un chaparrón...Tampoco es que siempre me moleste la lluvia...Sencillamente es que a veces se mezcla con el polvo que se levanta del camino por culpa del viento... Es entonces cuando, además de refrescarme, me ensucio...Y eso no le gusta nada a mi compañera de piso...De hecho, si ella está en casa, me quita las pinzas de encima y me vuelve a meter a la lavadora...En fin, una sábana tiene que estar perfectamente limpia, ¡pero me parece que ella exagera un poco!
 
lagania,26.03.2003
Ahora entiendo el suicidio por casi nada, la muerte sin sentido, el agotamiento del alma, el vaciamiento de persona. No consigo soltarme de este enredo de ideas y palabras que me asfixia, y le estoy perdiendo el rastro a la vida.

Siguen las patadas y hago de cuenta que no las siento o que no me importan, y a lo mejor por un rato me lo creo, aunque mis vísceras saben recordarme que estoy mintiendo.

Lo doloroso de morir es el trámite.

Tengo que irme, tengo que irme, tengo que irme, tengo que encontrar la forma de hacer algo con este dolor, mucho dolor, esto duele mucho, yo no aguanto más, no aguanto más, yo ya no doy más…

Que me digan cobarde los que no saben de este sufrimiento.
Que me perdonen los míos.

Voy a encerrarme en este patio interior.
 
cabronflaco,02.04.2003
bDetrás de la casa/b

Abrió la puerta posterior de la casa para salir al traspatio. Desde ahí escuchó el ruido de las sirenas como un canto ahogado. Pasaba de la media noche y el cielo brillaba intermitente y triste; a pesar de todo él estaba distraído. Se sentó sobre el suelo y el viento le pegó en la cara.

Nasif supo que la guerra había comenzado la noche anterior porque escuchó un estruendo, entonces, se asomó al cielo y vio luces rojas detrás de las nubes. Se estremeció.

Desde el patio de atrás, en su pequeña
casa, podía ver el horizonte que cambiaba poco a poco de un azul oscuro pero limpio a un gris triste y, luego, al negro.

-Parece que llora en silencio -dijo para sí mismo-, igual a las sirenas que, insistentes, inundan la ciudad.

Pasaron algunos minutos y las luces seguían lastimando su espacio. Se acostó y sintió la tierra tibia a sus espaldas. Un estruendo le retumbó en los oídos, una luz roja, intensa, deslumbró su mirada.

-Esa explosión estuvo cerca -pensó resignado.

A sus treinta y cuatro años los días corrían iguales unos de otros. Su cuerpo delgado y su cara demacrada se dibujaban a medias bajo el diluvio de explosiones que se sucedían en el cielo. Sus ojos estaban secos y no transmitían un solo sentimiento. Los rayos de luz saturaban su mirada e iban seguidos de chillidos agudos y explosiones. Él permanecía estoico. Se sentó otra vez y su mirada se clavó en el horizonte. Sacó el último cigarrillo que tenía y lo encendió. Aspiró profundo y mantuvo la respiración unos segundos, después sacó el humo de a poco y se embelesó viendo cómo se desvanecía en el aire. Pensó que eso era la vida. Sonrió.

Una nueva explosión se escuchó más cerca y él se aferró a la tierra como si alguien intentara robarla. Después cerró los ojos y oró. Con suerte, dijo al terminar su plegaria, la próxima bomba caerá en mi casa. No quiero ver el amanecer ni ser testigo de mi cuidad destruida.

Nasif, se quedó sentado con la vista clavada en el cielo, esperando que su oración fuese escuchada, anhelando que la muerte llegara al traspatio de su casa.
 
rnahimla,10.04.2003
La hermana Federica era una anciana diminuta y hacendosa, no podía parar quieta ni un minuto, por eso la nombraron la hermana cocinera. Revoloteaba por la cocina con tanta agilidad como cualquier chiquilla, apenas se notaba en sus piernas el paso del tiempo. De cuando en cuando, le gustaba sentarse en el pollo de la ventana de la cocina, y dejar llevar su mirada. En esos pequeños momentos de asueto, el alma se le escapaba lejos, muy lejos. Recorría los bosques cercanos, plagados de hallas altas y frondosas, tanto, que no dejaban pasar los rayos del sol y casi le parecía sentir el olor a carbón del pequeño pueblo donde se crió. De eso hacía ya tantos años..., a veces se preguntaba si quedaría alguien allí que aún la recordara. A la hermana Amelia no le gustaban esa suerte de viajes astrales y hacía sentir su oposición con algún ruido estrepitoso de cacerolas golpeando el metal de las encimeras. -No entiendo lo que miras, al fin y al cabo es sólo un patio interior, añadía refunfuñando.
 
Gabrielly,10.04.2003
b
Patio Interior/b

Su nariz se arrastró deleitosa por el valle de mi ombligo, y con firmeza atrapó mis nudillos. Como un Eros, sus besitos se me arrodillaron entre el vientre y mi patio interior. Su lengua danzó ceremoniosa una balada tormentosa en medio de mi contracción. Las enredaderas de mi patio supo loarlas, y elogió mi ritmo interestelar. Todo ello para dejar arremolinados fragmentos de su epidermis en mis destrozos labiales.

Unos orgasmos más tarde caminó hasta ese, mi traspatio, dejando huellas de barro por toda la maleza, y granitos de mármol.


® Gabriela Soyna

 
Gabrielly,10.04.2003
le hice unos arreglitos y lo subí a la principal, darken. hasta me sirvió de continuidad a mi historia, chipi-besitos
 
yihad,11.04.2003
Me asomé al patio interior y vi:

- Dos calcetines exactamente iguales, los dos desaparejados.
- Un documento que fué importante hace una semana, justo cuando cayó por la ventana mientras alguien lo estaba buscando.
- Un llavero con la llave de entrada al patio
- Un niño buscando tesoros, y encontrandolos
- Un montón de ideales, nuevitos por no haber sido utilizados y viejos por la experiencia
- Bin Laden debajo de un ... no, espera... no es Bin Laden.
- Una escoba acumulando polvo
- Una bicicleta a la que le faltan las dos ruedas, el cuadro, los pedales y el manillar.
- Un diccionario para traducir palabras de un idioma que se olvidó a otro que está por inventar.
- Una lápida con tu nombre y una fecha que no acierto a leer desde aquí.
- Un gamusino.
- Los planos de la Estrella de la Muerte
- Un sonido que al tacto olía sabrosísismo. Os juro que lo vi.
- Una cosa totalmente indescriptible.
- Una mota de polvo, totalmente inútil, pero en su sitio
- Un espejo en el que alguien guardó una estrella y un trozo de cielo
- Las siete musas jugando al póker desatendiendo a un mundo poco inspirado
- La justicia y la libertad que vienen a unirse al juego
- La pareja del Anillo Único.
- Una ratita apilando lingotes de oro para llegar a un trozo de queso
- Un Sodomita justo y bellísima persona, que estaba de vacaciones el dia que la mujer de Lot se convirtió en sal.
- El último ejemplar de una especie en peligro de extinc...aaaadiós!!!
- El último elemento de una lista, junto con un montón de sueño.

Todo esto me encontré, y muchas cosas más, un día que me asomé al patio interior.


 
azahar,11.04.2003
El patio de mi casa es el cordón umbilical que me ata al mundo exterior. A través de la ventana percibo el canto de los pájaros que anuncia la luz del nuevo día y espero impaciente los sonidos cotidianos que me acompañan en esta ciega soledad: Juan y María despertando el silencio del patio con sus jadeos amorosos de recién casados, el vozarrón de don Ovidio desafinando desde la ducha, la señora Paquita desgañitándose para poner en marcha a su numerosa familia, el chiquilín de doña Herminia llorando sin parar, las conversaciones a gritos de las vecinas del primero, el silencio del patio vacío cuando los hombres se van al trabajo, las mujeres a la compra y los niños a la escuela, las lecciones de piano de don Celso, las mezclas de olores de las cocciones simultáneas, las eternas discusiones matrimoniales de don Justo y doña Ramona, el traquetreo de los cacharros en los fregaderos, los juegos de los niños al volver de la escuela, las estridentes voces de los televisores en la noche, el grato silencio del descanso nocturno… Solo la lluvia, repiqueteando en los cristales apaga los sonidos cotidianos del patio de mi casa. Azahar.
 
AnaCecilia,11.04.2003
Patio interior ( del foro ).



El cielo desciende bordeando mis paredes, con el aire de las rosas tildando los aromas. Bajo una cúpula de verdes el aliento de las hojas se adentra en esta piel añeja que trepa la ancianidad. Aún conservo el bostezo de las lunas temblando en estos tallos, el rocío amaneciendo entre mis ramas o el oro de los soles flotando con mis savias, aún los brotes desbordan su memoria ascendiendo entre los hierros que devuelven tu mirada. El sonido de los pétalos quiebra su virginidad para abrirse con mi sangre, ahí estas de nuevo con lo punzante de tu amor, cautivante y extremo zumbando mi semblante, acariciando con tu brisa las heridas, hurgando los cantares. Vuelves a mí como ese soplo misterioso, bañando con tu lluvia lo desnudo de la vida, agitando y no, los límites de mi felicidad. Y aquí estoy como el patio interno de tus sueños tendido en el correr de los semblantes, plasmado en la concavidad de tu avidez, de lo eterno y lo difuso, como una plegaria que cuelga de tus manos. Nunca dejarás de ser mi amante, porque si no estoy, te mueres, pero si no estas, también me matas.

Ana Cecilia.
 
CorinTorrado,11.04.2003
La canción giraba en su cabeza con más vehemencia cada vez, intentando borrar el resto de la realidad que dolorosamente le rodeaba.


♪♪♪♪♪
El patio de mi casa
es muy particular
se moja cuando llueve
igual que los demás.

Agáchate
y vuélvete a agachar
que las agachaditas
si saben bailar.

A sus ocho años aun no comprendía por qué tanta incomodidad, por qué tenía que sufrir tanta agonía, por qué aquel dolor era tan infinitesimalmente agudo y parecía no acabar.


♪♪♪♪♪
El patio de mi casa
es particular
cuando llueve se moja
como los demás.


Subió el volumen de la tonada, todavía en su mente, mientras acomodaticiamente hacia ritmo con aquellas malditas embestidas que no paraban, que la destrozaban, que la tenían harta porque se quería ir a jugar. Quería reunirse con el resto de sus vecinitos.


♪♪♪♪♪
Agách ate
y vuélvete a agachar
que las agachaditas
se vuelven a agachar.


Se dio cuenta que sin querer había comenzado a tararear el sonsonete aquel en voz alta cuando la bofetada le cruzó la cara partiéndole el tabique y dislocándole el mentón. Abrió los ojos llenos, atiborrados de lágrimas y con una sordera traumática momentánea leyó los labios, en cámara lenta, de su interlocutor.

—Cállate mocosuela, que no me concentro. Así nunca voy a terminar mocosa…

Entonces se calló. Porque deseaba con todo su ser, con todo el corazón, con todas sus ansias que aquella bestia progenitora terminara. Apretó los ojos y se decidió a rememorar el día anterior, porque ese día había jugado con sus muñecas y sus amiguitos, y ese día, ayer, se había podido esconder del tata en el patio interior del complejo colectivo residencial. Pero hoy, el patio interior, se hallaba dentro de su cabeza, y era allí a donde debía correr.
 
frnd,12.04.2003
Siempre recuerdo el patio de casa de la abuela. Cuanto tiempo he pasado allí jugando a la pelota, y cuántas cenas he disfrutado durante los atardeceres.
Los recuerdos se me amontonan uno detrás de otro, como un torrente vienen a mi memoria, y ya sólo allí podré revivirlos.
La abuela murió el verano pasado, mis padres vendieron la casa, antigua y vieja, y unas oficinas se van alzando donde, antiguamente,besé por primera vez a mi amado Joan.
 
dulcilith,12.04.2003
Corin me dejaste helada...
 
blanquita,12.04.2003
Te vi vulnerable por primera vez
dudaste, amor, y en ese dudar entré...
temblorosa al principio por tu camino:
por el patio interior de tu ser.

¿Qué escondes en esta vida tuya y mía?
Al fin lo pude saborear, desde ti, pude ver
tu memoria recóndita, pueril, pasada...
y ahí estaba yo..., con doce años en la piel.

Había olvidado nuestro andar inconsciente
por el destino que fue tan sólo niñez...
por tu casa, tu cama, tu cuerpo, ahí:
donde yo quise un día amanecer...

Y ahora que duermes a mi lado, empezamos
a sacar de la bolsa momentos de ayer...
ya no te pierdo más, vida, todo en ti está:
en el patio interior que guardó lo que fue.
 
darken,13.04.2003
Vaya, llego hoy domingo y me encuentro esto!...Quizá todas las palabras de este mundo son inútiles, pero vaya, cuando son tan bellas, bendigo (siendo agnóstico) la comunicación. Gracias a todos los que escribieron y a los que aún tienen algo que escribir, y gracias a los que leyeron ( y a los que no).
 
gammboa,18.02.2004


Miro a través de la ventana hacia el patio interior. Me gusta saber que estás ahí, que no te has ido, que no quieres hacerlo.

Me levanto temblando porque, además, durante toda la noche, estuve acostado mucho tiempo sobre las gélidas lozas de la cocina. Extraño el café con leche que solías prepararme por las mañanas antes de acudir al trabajo. También extraño los huevos con jamón que religiosamente me preparabas los domingos y los molletes de los sábados.

¿Sabes?, durante algún tiempo llegué a pensar que nuestra vida juntos se había tornado monótona, aburrida, que recorríamos un camino circular como el de los insectos que dan vueltas y vueltas alrededor de una luz y que terminan muriendo por el placer de tocarla. Así pensé que era nuestra vida pero, hoy, esos pensamientos no cuentan; el cambio está hecho.

Los verdaderos cambios en la vida son drásticos, se hacen de tajo; sin preguntas ni permisos. Llegan de manera intempestiva, como explotando desde dentro al tiempo que le dan vuelta a la rueda de la fortuna en ciento ochenta grados. Son como un ladrón que roba a plena luz del día. Y el de nosotros no tenía que ser la excepción. Apenas anoche caminabas por esta misma cocina con la idea de marcharte para siempre, con la idea de sorprenderme por la mañana con la novedad de tu ausencia. Y mira, fuiste tú la sorprendida. Tus pies ya no podrán pisar las lozetas de la cocina a pesar de que tanto te gustaban; tú misma escogiste el color. Con todo y eso te veo alegre, estas bajo la jacaranda que tanto nos gustaba, la que era como nuestra propia hija; la sembramos juntos, ¿te acuerdas? Y la rama que te sostiene en el aire es una de las más fuertes; no te va a dejar caer.

Lo que no me gusta es la sangre que no dejó de derramarse, aunque a cuenta gotas, durante toda la noche. Algunos coágulos ya se adhirieron a tu rostro. Tendré que limpiarlo.

Me gusta mirar el patio interior y recordarte como si aún caminaras dentro de la casa. Me gusta saber que no te irás, que somos polvo y seremos tierra, tierra que nosotros mismos cuidamos que, le dimos vida, que ahora nos pide la nuestras para seguir viviendo. Porque nosotros somos esta casa y la casa es nosotros, porque no me ha permitido levantarme y mirar a otro lugar que no sea el patio en donde ahora descansas.

 
vlado,18.02.2004
Me asomé al patio. Abajo, entre las sombras, divisé a Millás. Esperaba paciente que a algún vecino se le escurriera de los labios un cuento de diez líneas, una inspiración para rellenar su columna, tan vacía, tanto...
 
natanarby,26.09.2006
Una canción que recuerdo de niña:

El patio de mi casa no es muy particular, si llueve se moja, igual que los demás
 
cramberria,26.09.2006
agáchate!
y vuelvete agachar!
que los agachaditos
no saben bailar

h, i, j, k, l, m, ñ, a
que si tú no me quieres
otro a amante me querrá

chocolateeeeeeeeeee! pepinilloooooooooooooooo!
corre correeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!
que te pillooooooooooooooooooooooooo!

a dormir, a domir
que el demonio va a salir

(así la recuerdo yo)
 



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