Buen día para todos ustedes, menos para Vogelfrei y para Aurelio. En fin, en las actividades diarias del sindicato de cuenteros damnificados y protección de los hechos y deshechos de cualquiera que escriba, abrimos foro hablando sobre un tema que a nadie le importa y todos creen tener una opinión al respecto: el amor.
Amaos los unos a los otros, dijo Jebús. ¡Porque Dios los ama! Pero si se portan mal, no olviden que les espera una eternidad de dolor y sufrimiento.
La ciencia ha comprobado que el amor no se trata de otra cosa, más que de una trampa de los genes.
Los románticos nos siguen aburriendo con sus disertaciones sobre lo sagrado de lo etéreo y otras creencias, que los mantienen de pie.
Espero que después de este tema, por lo menos piensen dos veces antes de aburrirnos con alguna de sus trilladas historias o poemas, sobre esa sagrada mujer o ese valeroso hombre, que nunca les pertenecerá o perdieron, o por quien otorgaron su insipiente vida.
iAmar es querer dar lo que uno no tiene a quien no es,/i dijo Lacan.
El amor no existiría si tuviésemos o ya hubiésemos dado lo que bnecesitamos/b dar, a una persona que tiene que ser la incorrecta, con el fin de que el deseo nunca se termine o satisfaga. Por eso, la persona adecuada no es la indicada, y todo lo que hagamos para sostener el amor tiene el fin de fracasar. Sin embargo, las relaciones ofrecen algunos fenómenos que entretienen en una historia.
· Cuando uno de los integrantes, o los dos, comienzan a ser infieles.
· Cuando la dinámica se vuelve enfermiza.
· Cuando uno de los integrantes sufre mucho, y/o el otro obtiene venganza.
· Cuando apenas y saben sus nombres, todo es flores, miradas tiernas y todavía no hay arrugas ni flatulencias. Este es el típico tema para mantener contentas a las adolescentes bobas, en una novela, película, cuento, poema y divagación de texto indefinido.
· Cuando hay mucho sexo, o asuntos de intriga o no solucionados.
El amor, así sólo, felicidad y alegría, es sumamente aburrido. ¿Podrían comprobarme lo contrario?
josejulio,03.03.2008
Garvas: este tema ya está sobre-entendido. Se le ha rebuscado mucho, pero ya la mayoría sabe que le decimos amor a muchas cosas que no lo son. Por ejemplo, muchas veces decimos: "vamos a hacer el amor", y lo único que sucede es sexo. Antiguamente se usaban tres palabras para designar al amor.
Eros: Se le llamaba así al amor carnal, pasional.
Filos: Se trataba de amor fraterno.
Agape: Es el amor más sublime, el amor divino, el amor de Dios.
Fenómenos que suceden en las relaciones de pareja y pueden ser interesantes o divertidos en una historia.
* Cuando uno de los miembros está muriendo.
* Cuando uno le roba el otro.
* Cuando existe el deseo de incluir un tercero.
* Cuando se descubre un secreto atroz.
Las grandes historias de amor son las que terminan pronto, o nunca se completan. ¿Cuándo han oído detalles en una historia sobre una vida larga y rutinaria de pareja, que no sufre algún padecer?
- ¡Dios mío, el amor de mi vida ha muerto, o está preso, o los capuleto no permiten que me le acerque, o es celoso!
Nunca es:
- Amo a mi mujer, ella todos los días me cocina, y yo voy al trabajo. Punto final
Por eso el Quijote no escogió una Dulcinea que estuviera a su alcance a la vuelta de la esquina. Es el drama, esa locura que, incluso entre tanto sufrimiento, se disfruta. Pero de que se disfrute a que sea convertida en un poema o cuento entretenido para el resto de nosotros, es algo muy diferente.
La palabra es la que encarcela a un hecho, puede ser este un sentimiento o una pasión que germina en el individuo. Sin embargo, la condición que a Wittgenstein le faltó señalar en el axioma anterior es que si bien los hechos conforman el mundo, los primeros no mantienen una característica idéntica ni tampoco aislada; es decir, los hechos son continuos y diferentes. Si se aísla un hecho como por ejemplo “la bondad” y “la justicia” o “la maldad” y “la injusticia”, estos hechos estarían sometidos a una característica incompatible con el mismo hecho, lo idéntico. Dos hechos no pueden ser idénticos ni aislados. Al aislarlos en proposiciones como; lo “bueno” o lo “malo”, o (para propósitos de este ensayo) la palabra “amor”, se esta condicionando al hecho a la similitud y a lo idéntico, a que exista otra persona que al pronunciar esta palabra (amor), simultáneamente estaría vulgarizando al hecho, haciéndolo común. Una persona “A”, estaría diciendo que su sentimiento, el cual es representado en la palabra “amor”, actúa de manera idéntica a la persona “B” que también siente amor. Es por esto que dos pasiones o hechos en sí mismos no son idénticos ni parecidos el uno con el otro, sería de más decir que absolutamente nada es idéntico. El señor “A” podrá sentir entonces una pasión muy diferente o algo similar, pero no idéntica a la del señor “B” y viceversa. El que existan hechos diferentes contribuye entonces a que cada uno entienda lo que esta a su medida entender, y más aun cuando la palabra encarcela al hecho. El amor como pasión es una palabra simbolizada, un sentimiento que confunde a muchos y que genera diversificaciones de las llamadas “verdades”. Sin embargo, la palabra es la necesidad de comunicación, de manifestarse del ser humano, no es mi intención promover que las personas dejen de hablar o decir palabra alguna, como lo hizo Gorgias, o que piensen que ya no se puede caminar en el infinito, como Zenón. La palabra ejerce un determinante en la comunicación que no debe dejarse de lado, nuestro tan mencionado nihilista Gorgias decía:
“La palabra es un poderoso tirano, capaz de realizar las obras más divinas, a pesar de ser el más pequeño e indivisible de los cuerpos. Es capaz de apaciguar el miedo y eliminar el dolor, de producir la alegría y excitar la compasión”
iEl amor es lo mejor que puede llegar a catar el hombre. /i De eso no hay duda.
Sigo esperando una historia de amor, que no tenga que ser aderezada con un elemento de infortunio.
Sugerencias de otros temas para escribir, que no sean el amor:
* La descripción exacta de una cirugía de circuncisión sin anestesia, ya sea desde el que la practica o el que la padece.
* Recuerdos de cuando maté sin querer a mi primera mascota.
* El recorrido de los renos salvajes hacia el río más cercano.
De hecho es el poder, pero se dice eso para que las masas se esfuercen en no ser sociópatas y tengan algo que afiance su romántica moral.
Y pues ya no quiero más mujeres lloronas o tipos tarados, que vengan a hablarme de la belleza y magnificencia del amor
Aristidemo,04.03.2008
El amor es una droga. El amor es la peste. El amor debilita y jode los sentidos, los músculos, las defensas. El amor es tedioso, repetitivo, imbécil. El amor es el engaño por excelencia, la mejor mentira, la única. Bueno, no la única, pero sí la más defendida. El amor es maricón y machista, es niñita chillona y mocoso pendejo. El amor enferma, nunca sana. El amor es tirano, manipulador, engañifa. El amor es "quisiera", el odio es "pudiera". La ecuación siempre se ha presentado mal: es del amor al odio en lo que hay un solo paso. Es difícil odiar gratuitamente a las personas, hace falta conocerlas. Y en al amor uno cae sin saber quién mierda es esa persona, a qué putas se dedica. En el trayecto del conocimiento el odio toma forma, primero como mucosidad, luego como costra, hasta formar un bolo piloso dentro del la garganta. El amor es mierda con sabor a uva, vómito con paletita pa que le chupes, cagada de puerco celestial. Es trágico por la misma razón de todo lo trágico: es inevitable...