TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Lista de Foros / General :: Ensayos y Comentarios / ¿Cuándo un cuento es cuento? - [F:4:420]


mariog,11.09.2003
La idea es que reflexionemos sobre las formas, los elementos del género, esos aspectos técnicos que se vuelven indispensables a la hora de definir lo que hacemos.
 
Ysobelt,12.09.2003
Un cuento: piensa en una pared en blanco donde poco a poco vas abriendo agujeros y por supuesto colgando diversos objetos, es importante que ninguno quede vacio, aunque poco importa si estan o no torcidos.....bueno ya me enrrolle mucho...un cueno para mi es tanto que no se como explicar las cuestiones técnicas, es muy importante obtener un elemento repetitivo, y algunos elementos de unión....
 
santacannabis,13.09.2003
Un cuento es aquel que contiene anécdota, historia.
Ya se contaron todas las historias, así que ahora hay que reinventarlas con nuevos elementos.
 
Gabrielly,14.09.2003
Breve historia del relato breve
Venezuela
Lubio Cardozo


------------------------------------------------------------------------------- -


EL CUENTO CORTO, CONTEMPORÁNEO, en Venezuela nace en Mérida, y es en Mérida donde ha alcanzado su más vital y acabada expresión narrativa. Hubo sí en Caracas, Maracaibo y Cumaná algunos intentos anteriores a 1973 pero disolviéronse por sí solos en el olvido, carecían de fuerza literaria. Hoy en día, fuera de Mérida, Britto García es un buen exponente solitario del género.
Ha soslayado, tal vez de manera inconsciente pero por la permanente alerta del estado creativo, dos errores del relato breve en Mérida: el seguir una moda parroquiana de algún «gran» maestro (es célebre la recomendación de Wagner a su disciplina, «no imitar a nadie, y menos a mí», y el del retoricismo, una pálida anecdota envuelta en un ropaje inútilmente obscuro.

Por el contrario: fuerza creativa, espontaneidad, vigor de lenguaje, vocación de sacerdocio literario, dignificación lírica de la prosa, han sido los relieves de los escritores del cuento breve en Mérida

Descubrió el talento de narrador de Ednodio Quintero quien esto escribe. En 1973, si no falla la memoria, llegó al Centro de Investigaciones Literarias de la ULA un joven, magro de pelo indio y faz manchega, con un legajo de cuartillas en la mano. Quería saber mi opinión sobre su libro de poemas manuscritos. Su poesía me desplació, tanta espontaneidad no acepta la poesía lírica. Al día siguiente regresó con otro manojo de papeles. ¡Allí sí había un escritor! Eran cuentos muy breves, escritos con increíble robustez, cargados de un humor no exento de sarcasmo, y en grata prosa joven. En el Centro de Investigaciones Literarias todos leímos sus breves cuentos y en común criterio dímosle un positivo asentimiento crítico. Integraron la mayoría de esos cuentos el primer libro de Ednodio Quintero, La muerte viaja a caballo.

En esas narraciones había algo nuevo desprovisto de todo retoricismo. Eran las vivencias de su infancia y adolescencia, andina y campesina, en Trujillo, reflejadas con un lenguaje fresco, acendrado, actualista. El mundo de Las Mesitas (Boconó donde Ednodio Quintero había nacido en 1947, estaba allí plasmado.

He aquí tres típicos relatos quinterianos:


LA VACA
Mi abuelo tenía una vaca que se alimentaba de morocotas. Un día la vaca amaneció muerta a la orilla del río y los zamuros se la comieron. Mi abuelo agarró la escopeta y pasó el resto de su vida cazando zamuros.
JINETE
En mi pueblo había un loco inofensivo que montaba un caballo de palo. Una noche pasó una bruja montada en su escoba. El loco clavó las espuelas a su caballo. Nunca más supimos del jinete.

COLECCIONISTAS
Un hombre coleccionaba alacranes y un alacrán coleccionaba hombres. Una tarde los dos coleccionistas se encontraron. Hablaron de sus respectivos pasatiempos. Comprendieron la importancia de la nueva pieza a cobrar. Y se pusieron de acuerdo: cara o sello.


A Gabriel Jiménez Emán lo de escribir viénele de herencia. Hijo del fino poeta larense Elisio Jiménez Sierra, es la Escuela de Letras de la ULA la plataforma de su despegue como escritor, allí comienza a editar en forma, es decir, a dar ese juego estético para placer y conocimiento de mundo que es la obra literaria. Hay menos espontaneidad en Gabriel Jiménez y más creación intelectual, más erudición. La rebusca de lo absurdo, de lo irreal, para la defensa de la libertad de fantasía forma en el entresijo de sus argumentos. Directa y diáfana prosa -en la cual se ensamblan fino humor, ironía y sorpresa- la carne de sus cuentos breves recogidos en Los dientes de Raquel:

CENA
La mesa estaba preparada. Dentro de unos instantes comenzaría la cena. Sólo debían sentarse los invitados, que en cualquier momento llegarían.
Efectivamente poco después llegaron los invitados, y aquel par de enormes leones, agazapados debajo de la mesa, esperaron a que los invitados se sentaran para comenzar la gran cena.
INDECISIÓN
Maragarita me decía que nunca iba a morir. Siempre, desde niña, me repetía lo mismo, y yo, muy respetuosa de sus maravillosos caprichos, no me atrvía a copntrariarla. por eso cuando murió no lo pude creer. Nunca se sabe en esos casos.


En 1948 nació en El Tigre Julio César Sánchez. Pero atracó la nave de su aventura en Mérida para seguir estudios de Letras en la ULA. Acá se casó y acá levantó bajo el neblinoso azul de Los Andes su tienda de profesor de Literatura y Escritor.
La elegancia expresiva lograda mediante un evidente cuidado del cendal de la prosa, y una dosis de humor negro, son el apoyo de las fábulas de sus narraciones. En libro aún no han sido recogidos sus cuentos, si publicados parcialmente en las revistas Falso Cuaderno y Génesis:


LA MUERTE
Vestido de negro con sombrero de copa y bastón salgo a la calle donde todos se inclinan a mi paso.
Nadie sabe que soy la muerte.
Enamoro a una mujer. La llevo a mi habitación y hacemos el amor.
Al día siguiente me visita. Coloca flores sobre mi tumba y llora laragamente.
LA PARTIDA
Un día de stos arrancaré de cuajo la cabeza de mi mujer. A golpe blanco de machete le volaré las orejas, los brazos, los senos. Después comernzaré de abajo hacia arriba, uno a uno los dedos, las piernas, la cintura, el cuerpo todo. Como aparece en la página roja de los diarios de mi país. Y cuando la cabeza esté a ras del suelo le daré con los pies hasta el campo de foot-ball donde me espera el equipo para iniciar la partida.


En el mundo de la narrativa de José Gregorio Lobo Albarrán se siente el aroma del profesor de Literatura Norteamericana. Indio serrano, nacido en San rafel de Mucuchíes en 1945, baja de sus páramos a Mérida a estudiar en la Escuela de Letras de la ULA. Luego viaja a E.U.A. a continuar sus estudios en Literatura Inglesa y Norteamericana en la Universidad de Eastern, Michigan. Actualmente es profesor en dichas asignaturas en la facultad de Humanidades y Educación.
La vida de los campesinos andinos de la sierra no está bien captada en los relatos de Lobo, cuando él ha aboradado esa temática. Mas en sus cuentos señaladores de manera dramática -y a linderos con la «ciencia ficción»- de la destrucción del paisaje, de la ecocrisis, manifiéstase entonces la mano firme del buen narrador. No obstante, en estos últimos relatos percíbese una lejana influencia de Bradbury.


DESDE Y HACIA MARTE
Hace varios millones de años la tierra no estaba habitada por seres inteligentes. Pero sí por animales y plantas cuya tarea era la de mantener el equilibrio ecológico necesario para la vida misma del planeta. Pra ese entonces, en aquel Paraíso Terrenal convivían: el león con el cordero, el lobo con la oveja, el dinosaurio con la hormiga, el perro con el gato.
El agua de todos los ríos era potable, cristalina, incontaminada. Todos los bosques se conservaban completos, sin talas ni quemas que los destruyeran.
Los animales se alimentaban con los frutos de la tierra y ésta, se nutría con la pureza de la lluvia caída del cielo. La vida de aquel inmenso paraíso era de una fragancia envidiable y de un discurrir pausado y armónuico. El azul del firmamento y el de los mares se confundían en la distancia. Esta daba paso al verde de las selvas y de las llanuras interminables.
El planeta Marte, a trescientos cuarenta millones de Kilómetros de distancia, sí estaba poblado por seres inteligentes: los hombres. Estos, dueños de la más avanzada tecnología construyeron canales de riego para la agricultura, los cuales se extendían por casi todo el suelo marciano.

Lamentablemente, también su gran progreso tecnológico les permitió minar el planeta con bombas nucleares de todo tipo. Un día pues, sucedió lo inevitable: la guerra total. Esas armas rugieron inclementes por todo el planeta y éste, sumido en la más absoluta inermidad, se quedó solo y sin la presencia humana para siempre.

Sin embargo, no todo fue ofuscación en los últimos días. Los habitantes del hemisferio norte, quienes siempre se distinguieron por ser precavidos en extremo, enviaron a la tierra una nave espacial, la «Viking 0», provista de alimentos, mapas estelares, un grueso libro y una pareja de enamorados, Adán y Eva.


Bibliografía consultada:
Ednodio Quintero, La muerte viaja a caballo. Mérida, La Draga y el Dragón, 1974. pp. 9, 10, 31.
Gabriel Jiménez Emán, Los dientes de Raquel. Mérida, La Draga y el Dragón, 1973. pp. 11, 51.
José Gregorio Lobo A., Una lágrima sobre la hierba. Mérida, Puertas Abiertas, 1977. pp. 15 y 16.
Julio César Sánchez. En: Falso Cuaderno, Nº 3, Caracas. Génesis, Nº 4, Mérida.

------------------------------------------------------------------- -------------

Tomado del Suplemento Cultural Ultimas Noticias
1977.
 
uno,15.09.2003
Sabe cuándo un cuento es un cuento?
Siempre.
3,8 siempre es 3,8
 
juanramon,15.09.2003
(Buen aporte, Gabrielly, lo he tomado para incorporarlo a la seccion EL TIGRE DE LA LITERATURA) Gracias.
 
Potrilla_Tracia,15.09.2003
Gabrielly como siempre tan exacta.... jeje
 
Potrilla_Tracia,15.09.2003
Gabrielly como siempre tan exacta.... jeje
 
mariog,16.09.2003
No esperaba transcripciones bibliográficas sino visiones personales, experiencias, aprendizajes individuales.
En lo personal, un cuento es contundente, es tajante, genera suspenso, empieza en cualquier parte, no narra en exceso, es económico y compacto, deja pensando y compromete al lector. Lo sorprende. Lo sobresalta con síntesis y con efectos...
 
samidare,20.09.2003
Se me ocurre que es como un chisme contado en la iglesia. O como una bofetada. Es mantenerse en un hilo caminando para finalmente caer o tal vez, llegar al otro lado. Es como que si tienes las palabras compradas y ya no tienes dinero para mas.
 
Martin2,22.09.2003
Peco de critico pero no puedo evitarlo:
Uno: esto de la literatura no es una formula magica!!!, no todo es siempre lo mismo, esto no es una ecuacion!!
Ademas, espero no equivocarme pero la idea es colocar nuestras propias opiniones al respecto, bucear en nuestro pensamiento, no buscar en un libro los pasos para hacer un cuentito!!!!Si,vos!!
Y me rehuso a creer que todas las historias ya fueron escritas como dice Santa!!! Que te puedo motivar si no es hacer algo minimamente original!!!
 
mariog,22.09.2003
Criticar no es pecar... ¡Abajo los prejuicios! Criticar es analizar y eso es una virtud. Y es lo que dices, se trata de colocar nuestras propias opiniones, no de copiar lo dicho por otros que tal vez nunca escribieron literatura y ganaron fama por sus recetas. No creo que "todas las historias se hayan escrito": eso es imposible porque cada uno de nosotros tiene su propia, original y única e irrepetible visión del mundo. Luego, somos tan diferentes como distintos nuestros escritos. Pero vuelvo al principio, que muy pocos contestaron. Y gracias, Samidare, que como siempre te las ingenias para responder con poesía...
 
juanramon,22.09.2003
Tomado de "tapondecorcho, 07.01.2003

¿Qué necesita un texto para ser considerado cuento?

Situación inicial: Había una vez, un niño que...
Un disparador: Mostrando su peluda cabezota, el oso...
Conflicto: Al enfrentarse, ambos...
Resolución: El niño se sirvió un digestivo, el pelo de oso le provocaba acidez...

De Atreverse a escribir Editorial Sudamericana 2002 p. 111 y s.s.

Desde Caperucita Roja, hasta Noches Blancas, cumplen con este requisito: la estructura.
Como ejemplo, me permito sugerir la lectura de A la deriva de Horacio Quiroga. Lo considero uno de los cuentistas más exquisitos y ejemplificadores.

Ahora, palabras (un fragmento del ensayo) del señor Juan Bosch:

A pesar de la familiaridad de los géneros, una novela no puede ser escrita con forma de cuento o de historia, ni un cuento con forma de novela o de, relato histórico, ni una historia como si fuera novela o cuento.

Un eminente crítico chileno escribió hace algunos años que “junto al cuento tradicional” al cuento “que puede contarse”, con principio, medio y fin, el conocido y clásico, existen otros que flotan elásticos, vagos, sin contornos definidos ni organización rigurosa. Son interesantísimos y, a veces, de una extremada delicadeza; superan a menudo a sus parientes de antigua prosapia; pero ¿cómo negarlo, cómo discutirlo? Ocurre que no son cuentos; son otra cosa: divagaciones, relatos, cuadros, escenas, retratos imaginarios, estampas, trozos o momentos de vida; son y pueden ser mil cosas más; pero, insistimos, no son cuentos, no deben llamarse cuentos. Las palabras, los nombres, los títulos, calificaciones y clasificaciones tienen por objeto aclarar y distinguir, no obscurecer o confundir las cosas. Por eso al pan conviene llamarlo pan. Y al cuento, cuento.” (Bosch, se refiere al comentario de Hernán Díaz Arrieta, “ Crónica Literaria”, en “El Mercurio”, Santiago de Chile, 21 de agosto de 1955)"

 
mariog,25.09.2003
Y sigo leyendo transcripciones... ¿dónde están las opiniones personales? ¿dónde las tomas de posición? ¿dónde las experiencias?...
 
PotroCiclico,27.09.2003
Lo primero que debe vigilar un cuento es a su verdugo.
 
mariog,27.09.2003
¡Bueno! Esto sí vale la pena... Gracias.
 
Evalix,15.10.2003
Aqui les quiero dejar algo sobre el minicuento como la trasformaciòn del cuento moderno o contemporàneo, tomado de un web muy visitado por mi y me disculpa mariog que dijo: "preferiblemente personal", pero sigo con la tònica de Gabrielly.

La investigadora venezolana Violeta Rojo propone llamar minicuento a la narrativa que tiene las siguientes características: a) brevedad extrema; b) economía de lenguaje y juegos de palabras; c) representación de situaciones estereotipadas que exigen la participación del lector, y d) carácter proteico. Esto último puede presentarse en dos modalidades: ya sea la hibridación de la narrativa con otros géneros literarios o extraliterarios, en cuyo caso la dimensión narrativa es la dominante; o bien la hibridación con géneros arcaicos o desaparecidos (fábula, aforismo, alegoría, parábola, proverbios y mitos), con los cuales se establece una relación paródica

En el estudio de estos minicuentos es necesario considerar, además de la brevedad extrema, los siguientes elementos característicos:
• a) Diversas estrategias de intertextualidad (hibridación genérica, silepsis, alusión, citación y parodia)
• b) Diversas clases de metaficción (en el plano narrativo: construcción en abismo, metalepsis, diálogo con el lector) (en el plano lingüístico: juegos de lenguaje como lipogramas, tautogramas o repeticiones lúdicas)
• c) Diversas clases de ambigüedad semántica (final sorpresivo o enigmático)
• d) Diversas formas de humor (intertextual) y de ironía (necesariamente inestable)
Todos los estudiosos del cuento ultracorto señalan que el elemento básico y dominante debe ser la naturaleza narrativa del relato. De otra manera, nos encontramos ante lo que algunos autores han llamado un minitexto pero no ante un minicuento; es decir un texto ultracorto, pero no un cuento ultracorto.
Sin embargo, el elemento propiamente literario --tanto en los minitextos como en los minicuentos-- es la ambigüedad semántica, producida, fundamentalmente, por la presencia de un final sorpresivo o enigmático, que exige la participación activa del lector para completar el sentido del texto desde su propio contexto de lectura.

De la misma forma Dolores M. Koch. Quien estudia desde hace más de 20 años las minificciones, hace una disertación en 1986 donde hace una identificación entre lo que denomina Minicuento y el minirelato.

El minicuento
Hay varias minificciones que carecen de carnet de identidad. Es necesaria una taxonomía que revalide su existencia y sus méritos, y haga posible realizar su estudio sistemático. "Minicuento" no debe ser un nombre genérico para cualquier minificción. En mis trabajos anteriores sólo me dediqué a estudiar una variedad, la que quería distinguir del minicuento. Creí innecesario ahondar en la definición del minicuento, pues parecía obvia la diferencia primordial, su extensión, entre cuento y minicuento o cuento, cuento corto y cuento ultracorto, si seguimos la nomenclatura de Lauro Zavala (1996). Estas estructuras abreviadas parecen responder a las definidas ya para el cuento que nos han provisto, hace ya mucho tiempo, maestros del género como Edgar Allan Poe, y para nuestras literaturas, Horacio Quiroga y Julio Cortázar. A través de la historia, el cuento ha sido la narrativa más elemental, cuyo origen oral tradicional le permite saltar idiomas, culturas, siglos. Cada época lo colorea según su visión del mundo y lo arma de los recursos literarios en boga. Pero su estructura básica no ha cambiado.
Pudiera considerarse un asunto a resolver comprobar si efectivamente el minicuento sigue las pautas establecidas para el cuento. Otro asunto a discutir son las diferencias entre minicuento y micro-relato que, como ya hemos anotado, es el propósito de este trabajo.
Por breve que sea, el minicuento consta, al igual que el cuento, de una exposición o introducción, un nudo o situación conflictiva, y una acción o suceso concreto que constituye el desenlace. Debido a los recursos estilísticos empleados para lograr la brevedad, algunas de estas etapas sólo se sugieren. La exposición nos dará una idea de la ubicación del narrador o del personaje, esto es, su identidad, localidad y tiempo histórico. El nudo o conflicto apuntará a su situación o disyuntiva, y el desenlace resolverá esa situación por medio de un suceso o acción concreta. Esto es, el minicuento depende de la trama. Como ejemplo podríamos mencionar "El juicio", de Gabriel Jiménez Emán:

Se encontraba en medio del tribunal, todas las miradas de los jueces clavadas negramente en él. Esperaba la sentencia. Lo condeno a vivir para siempre dijo uno de los esqueletos (1993:27).

Veamos otro minicuento, titulado "Premio", de Reinaldo Arenas.

A aquel hombre (de alguna forma hay que llamarlo) que no tuvo hijos, ni mujer, ni amigos, ni madre amantísima, ni paciente abuela, un día el cielo le concedió la gracia de un enemigo poderoso. Desde entonces no está solo. Se rumorea que secretamente sueña, y hasta posee ya algunos amigos. (Escrito en Cuba en 1971. 1989:23)

Es esencial subrayar que este desenlace se efectúa por medio de un evento o acción concreta. El narrador, con frecuencia omnisciente, nos cuenta algo concreto que sucede y que resuelve la situación. Otro ejemplo es "Bailarina", de René Avilés Fabila:

Estoy profundamente enamorado de una bailarina. Su tez es blanca, pálida, piel suave y tersa, piernas hermosas y senos pequeños, labios rojos y los ojos oscuros, como sus cabellos largos y sedosos. Su cuerpo esbelto gira y danza vestido con mallas negras, lo mismo música de Tchaikovsky que rock and roll. Ignoro si me corresponde, si ella siente algún afecto por mí. Parece un enigma desentrañable. Me mira tristemente y nunca ríe, en ocasiones me dedica una sonrisa apenas esbozada, cuando en la soledad de mi casa se le termina la cuerda y vuelvo a guardarla en su caja de cristal (1986:55).

El micro-relato
Tanto el minicuento como el micro-relato son minificciones y en consecuencia su característica más notable, la brevedad, no nos sirve para diferenciarlos. Y está bien que así sea, según Gabriel Jiménez Emán, frecuente autor de micro-relatos:

"Es su intensidad, no la poca extensión de su desarrollo: es por ello que prescindo siempre del término corto para aludir a su precisión. Lo que importa, entonces, no es su carácter escueto sino la eficacia de su síntesis"(1980/81:26).

La brevedad es superficial comparada con la intensidad necesaria. Cristina Peri-Rossi comenta: "La función de un relato es agotar, por intensidad, una situación" (1997:76). Es la intensidad la que se distingue en el micro-relato. Algunos de los recursos estilísticos empleados para lograr la brevedad, al confundirse con sus temas, también dificultan la definición.
Veamos otra minificción de René Avilés Fabila, esta vez un micro-relato cuyo final bisémico se presta a interpretación por parte del lector, aunque la intención del autor es evidente.

Hambre
Desperté con un apetito atroz e inaplazable; me dirigí a la cocina: el refrigerador estaba vacío; de una alacena obtuve un libro con docenas y docenas de sabrosísimas recetas; de inmediato lo herví en la olla de presión y luego puse la mesa dispuesto a darme un suculento banquete con sus páginas (1983:45).

¿Qué distingue pues al micro-relato del cuento? Para Edmundo Valadés, quien utiliza el término minificción sin distinguir entre minicuento y micro-relato, "lo importante es la acción", aunque más adelante casi se desdice: "lo que opera en las minificciones certeras o afortunadas es un golpe final de genio" (1993:286). Las dos apreciaciones no discreparían si aplicara la primera al minicuento y la segunda al micro-relato, cambiando "genio" por "ingenio" para mayor precisión. Porque en el desenlace del minicuento hay acción, hay un suceso que se narra. Mientras que en el desenlace del micro-relato no sucede nada en el mundo, sino en la mente del escritor (y afortunadamente, también en la del lector cómplice). Por eso, el desenlace del micro-relato es sólo una entelequia. Dicho de otra manera, el minicuento resulta en lo que le ocurre a alguien, mientras que el micro-relato resulta en lo que se le ocurre a alguien.
Veamos un micro-relato de Poli Délano:

A primera vista
Verse y amarse locamente fue una sola cosa. Ella tenía los colmillos largos y afilados. Él tenía la piel blanda y suave: estaban hechos el uno para el otro (1975:54).

Sugerido al lector o dejado a su interpretación, el desenlace será el resultado de un proceso mental. Descansa en una paradoja, una desproporción, una epifanía, narrada con un humor ingenioso o satírico. Estas distinciones me parece aplican igualmente al micro-relato en México (1981), en Argentina (1985) en Cuba (1987), y en Venezuela (1996).

 
Evalix,15.10.2003
Excusadme el error de dedo, aqui va la errata: Transformaciòn...se comiò la N...perdòn...
 
mariog,19.10.2003
¿Por qué disculparlo si sólo cita de otro? ¿O esa es una estrategia frecuente por esta página? Citar, transcribir, copiar... En suma, no arriesgar. No descubrir lo que se asume, lo que se piensa desde uno mismo, lo que se ha reflexionado. ¿Se asume? ¿Se piensa? ¿Se reflexiona?
 
Evalix,20.10.2003
Se ve que no lo has leido y no sabes diferenciar què parte fue escrita por mi, y como es mìo el dedazo, pido disculpas. Y ESPECIFIQUé que el texto NO ES MìO. El plagio no es, ni serà una de mis costumbres.
Pienso, reflexiono y asumo.
Para mi lo importante cuando escribo un texto con categorìa de cuento corto, cuento breve o minicuento/ microficciòn o microcuento, sin duda alguna es tener el final, sin ello no construyo la columna vertebral de la historia.
Soy de las que piensa que un texto necesita no solo de un autor, sino de un lector...que participe con su experiencia (intelectual, cognoscitiva), excluyendo lo suficiente aquella vivencial, por ser màs subjetiva y se peca entonces de estar caminando en nuestro propio jardìn. Que construya significados. Se debe lograr ser un lector modelo para estar a la altura de un autor modelo, es un juego a viceversa.

En cuanto a la temàtica o argumento. No es necesariamente un tema fuera de lo comùn o sacado por lo pelos para ser original, lo importante es el tratamiento, el enfoque que se le da, he ahì su novedad. No es necesario extraerse de la vida para inventar historias, lo màs importante es saber reinventarlas.
Siento que he logrado algo con pegar el texto de un taller de cuentos, pues le puse sal al tema para continuar màs adelante la sazòn.
Respetuosamente me despido, y me gustarìa que algùn visitante leyese el texto encolado y mis apreciaciones personales para seguir con el foro.
Saludos desde Italia a todos
 
evaristo,20.10.2003
te das cuenta mi querido Mariog, nadie ha contestado tu pregunta, todo es cita, técnica y nadie realmente tiene opinión y talento, para no ser menos voy a citar a tu coterraneo Ingenieros, en un ensayo sobre la mediocridad decía : que hay gente que tiene eco y hay los que tiene voz,
Con relación a que debe tener un cuento para ser bueno, en primer lugar debe ser entretenido, para no abusar del lector. En segundo lugar, la sorpresa es fundamental y no está relacionada con un final elocuente, sino, de rozar, en alguna medida, el alma del lector. Me explico: ya sea una visión, un recuerdo, una situación, algo que te haga seguir leyendo.
Por último, creo que ser particular en la prosa es fundamental, y no me refiero ha crear un estilo, sino dejarse llevar por los mundos que uno tiene, las formas de escribir son absolutamente dispares en cada uno, reflexionar, pensary lo mas importante:
aquel que escribe un cuento debe ser muy valiente y sacar lo mejor de su talento, hasta que duela
 
juanramon,20.10.2003

"1.- todo es cita, técnica y nadie realmente tiene opinión y talento"
2.- "Ingenieros: hay gente que tiene eco y hay los que tiene voz"
3.- "un cuento para ser bueno, en primer lugar debe ser entretenido, para no abusar del lector.
4.- "En segundo lugar, la sorpresa es fundamental y no está relacionada con un final elocuente, sino, de rozar, en alguna medida, el alma del lector"
5.- "Por último, creo que ser particular en la prosa es fundamental"
6.- "aquel que escribe un cuento debe ser muy valiente y sacar lo mejor de su talento, hasta que duela"

FIN DEL FORO.
 
juanramon,20.10.2003
Todo lo anteror es citado de EVARISTO. ¿Vale la pena seguir?
 
Evalix,21.10.2003
Si vale la pena, porque hay algo en lo que no estoy de acuerdo, y se que EVARISTO no ha leìdo antes de dar opiniòn. Hemos sido 2 (dos)que hemos pegado textos, no con la intenciòn de ser "copionas" o pecar en el plagio. Ambas hemos aclarado que los textos no son nuestros pero vimos(sentimos) una "Necesidad" de compartir crìtica literaria o investigaciòn literaria que han hecho otros a quienes admiramos (y en mi caso conozco) y por ùltimo, luego de ver la opiniòn de MARIOG, me he dignado a responder como ella lo exigiò, con mi APRECICIòN PERSONAL sobre el cuento corto o llamado con tantos nombres en nuestro tiempo. No se puede o se debe generalizar en decir que "TODOS" en absoluto hemos pegados texto, hemos sido 2 (dos).
Por otro lado, NO estoy de acuerdo en su totalidad con la premisa expuesta por Evaristo y luego transcrita por Juan Ramòn: "la sorpresa es fundamental y no está relacionada con un final elocuente, sino, de rozar, en alguna medida, el alma del lector".
Es fundamental que haya sorpresa, pero no tiene NADA que ver con el "alma" del lector. Se cae en lo dije anteriormente, crees que caminas o paseas por tu propio jardìn y en literatura no siempre o mejor dicho NO se debe caer en estos sentimentalismos, subjetivismos o como se le quiera llamar. Es decir, siguiendo esto, significa que uno solo debe leer aquello que le llega al corazòn? o alma ?...No estoy de acuerdo, hay cosas que te llegan a la razòn, a la parte objetiva que refleja el texto en si, al tejido del texto o quizàs al estilo de autor...y un cùmulo de cosas que no terminarìa jamàs de expresar, pues no podemos hacer un tratado de teorìa literaria y crìtica literaria.
Y otra cosa: Pregùntale a alguno de nosotros aspirantes a escritores si no hemos intentado sacar lo mejor de nosotros mismos...Te responderìan Si o al menos que lo intentaron...Y sino que tiene hemorragias de extraer de si cada uno de sus textos. A veces juega màs el enfoque que se da a un texto que el tema del cual trata. Es la mirada de quien escribe que salta y se pierde y se encuentra en los caminos, en los cuales llega a coincidir con su brillante trabajo o talentosos escritos. Es una cosa mucho, mucho màs compleja, de lo que yo o cualquiera intentase explicar. Bueno, lo dejo asì...quien quiera puede responder para continuar con el foro. respetuosos saludos a todos.


 
evaristo,21.10.2003
Lo importante es la opinión, me hago cargo de lo que digo, puesto que es lo que opino.
 
evaristo,21.10.2003
Juanramón:
Siempre vale la pena seguir, siempre. En todo caso, insisto, es una opinión, no pretendo ofender a nadie, creo que uno esta en constante evolución, por lo que los enfoques pueden ir variando, el asunto fundamental radica, en que despues de planteda la pregunta por Mariog, nadie respondió mediante su propio juicio y "citamos" a miles, apropiandonos de juicios de otros, lo que tarde o temprano termina por contaminarlo todo. Es por ello, que me refiero a la voz, en contraposición al eco. Pero como dice el tango: En el mismo lodo, todos manoseados...Saludos para todos.
 
juanramon,24.10.2003
¿Cuando un cuento es un cuento? Esa es la pregunta inicial y tiene tantas respuestas como escritores haya. Podría decir que algunos cuentos de Cortazar son una asquerosidad y siempre seguirá siendo mi punto de vista. Es la brújula personal (la brújula lectora y la brújula escritora) la que marca los rumbos. Eso es lo que hace que nos guste o no un cuento o que escribamos bien o mal un cuento.
 
evaristo,27.10.2003
Que nos guste, o no nos guste un cuento, estoy de acuerdo, con relación a escribir mal, no. Ya que un cuento puede no gustarte, pero si está mal escrito, por mucho que cumpla los requisitos personales que cada uno tiene, esta condenado al tarro de la basura, mis saludos y respetos.
 
mariog,29.10.2003
"Hombre de poca fe..." ¿Viste, Evaristo, que a la postre la consigna fue cumplida...? Se jugaron opiniones personales, se pelearon un poco pero si lees el conjunto, aprendes muchísimo del debate. Gracias a todos los que aportaron. Y no, no creo que transcribir sea plagio: simplemente buscaba opinión personal, voz de experiencia, posiciones tomadas. Es decir, lo que acabaron ofreciendo con entusiasmo y una poca de pasión, que siempre resulta bueno. Un saludo.
 
sendero,03.02.2004
Cuándo un cuento es un cuento. Cuando el lecor al terminarlo se sonrié, medita, cuestiona,responde y la esencia del mensaje se ha quedado en su vida.
Un abrazo a todos.
Ruben García
 
albertoccarles,03.02.2004
¿Cuándo un escrito o un texto determinado es un cuento?
Aquí se espera que uno diga algo breve e inteligente, redondo y cerrado, un pensamiento lúcido, simple, pero al mismo tiempo que sorprenda, que impacte y provoque ganas de contestarlo. En definitiva, que te obligue escribir un cuento
 
mariog,05.02.2004
Logras un cuento desde la síntesis de una situación, con suspenso y con economía. Enganchas al lector. Lo aprehendes y no lo sueltas. Y todo eso no lo logras tanto con lo que dices sino más bien con lo que omites... Ah, y en el final, lo sorprendes. Si es posible, con unas poquísimas palabras y los silencios exactos.
 
vlado,05.02.2004
No puedo estar de acuerdo en que el cuento precise necesariamente de un desenlace sorpresivo. Hay muchas formas de gustar al lector: lo puedes embriagar, hacerle reflexionar, irritarlo, enternecerlo, etc. Y todo eso sin recurrir al efectismo de la sorpresa (que, por otra parte, me parece un recurso válido).

Salu2...
 
mariog,07.02.2004
Está bien. Me referí a la sorpresa para caracterizar al desenlace. O sea, para darle un rasgo propio del género. Puedes prevenir al lector sobre el final pero... ¿no se te cae el relato cuando quitas el impacto final?
 
vlado,08.02.2004
No necesariamente. Incluso existen relatos magníficos rematados en anticlímax, como puede ser "La escritura de Dios" de Borges. Hay otros en que el final es el único posible, por ejemplo la muerte de Johnny en "El perseguidor" de Cortázar, lo que no quita que sea de sus mejores trabajos (para mí. Todo depende. El final puede impactar o no, lo importante es que cierre de la forma adecuada, esa que deja al lector con un cosquilleo en el paladar.

Salu2...
 
Daniel_Drago,09.02.2004
¡Erudita discusión ésta! casi me de vergüenza opinar, como lego y simple "dilettante" en la materia. Creo que a un cuento le debe ser inherente la posibilidad de "ser contado" es decir, no depender de prosas o ritmos, o incluso de la distribución gráfica de las letras y palabras en la superficie, como los poemas. Debe ser breve como para poider ser leído de una vez, sin marcar el punto donde quedaste para volver luego. Debe atraparte, como para que no acudas inmediatamente así suene el teléfono o te griten "la cena está servida". Ojalá dotado de un final impactante. Son impresiones netamente personales, no poseo formación ortodoxa en el ámbito de la literatura, simplemnte gusto por la lectura y la escritura.
 
mariog,09.02.2004
Agradece a los dioses ( o a uno solo, depende de sus creencias), porque la "formación ortodoxa" generalmente solo aporta "deformaciones crónicas"... De los finales de Borges mejor no hablemos y de algunas "flojeras" de Cortázar, tampoco. En don Jorge Luis son más que frecuentes los desenlaces previsibles. Tal vez porque la sorpresa reside más en el desarrollo y en los artilugios expresivos que en los cierres (modernista, al fin y demasiado alumno de Lugones, al cabo). El buen Julio tuvo el tino de concluir casi siempre con sorpresas. Salvo algunas excepciones. Como la que citas. Pero podemos revisar a Poe, a Conti, a Maupassant, a Gogol y encontraremos lo contrario. Un saludo.
 
Vlado,09.02.2004
Bien, por mi parte cierro esta discusión dejando claro que yo no estoy en contra del final impactante (es el que más suelo utilizar). Únicamente quería indicar que no es condición sine qua non para que un cuento sea bueno.

Salu2.
 
vato,09.02.2004
Considero importantísimo lo que menciona mario respecto a los espacios, en un cuento por su naturaleza debe contar tanto lo que no se dice como lo que se dice. el final debe ser si no necesariamente sorpresivo, si con la posibilidad de que el lector juegue, participe de alguna manera. no importa donde empiece siempre que te lleve (obligue a continuar), la brevedad es oro (para dar espacios a lo que no se dice) y sobre cualquier cosa debe estar bien escrito (con todo lo que implica)... bueno, yo creo ¿que no?
 
yihad,04.06.2004
Esto es una prueba para ver si, al no tener los foros estúpidos creados recientemente a la vista, se olvidan un poquito...
 
DARRELL,27.02.2006
ES EL FORO MAS ESTUPIDO QUE EH VISTO EN TODA MI VIDA
QUE PORQUERIA JAJAJAJAJA
 
pedropensador,09.03.2006
Este foro puede volver hay mucho que clarificar, algunas preguntas que aportan son por ejemplo:
¿Qué diferencia a un cuento de una reflexión?
¿De una narración?
De una novela?
De un comentario?

De verdad creo que sería interesante leer la opinión de algunos cuenteros y como se ha dicho, lo más valioso es crear argumentos y redactar conceptos.

Yo no tengo por ahora una buena definición de lo que es un cuento, pero improvisaré una y en 3 días pondré otra más elaborada.
Un cuento es la narración que trata de un tema, su exposición, conflicto, desarrollo y resolución.
(recuerdo que daré otra mejor más adelante, esta parece de un vieja profe, pero de verdad la acabo de improvisar)
 



Para escribir comentarios debes ingresar al sitio: Ingresar


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]