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Inicio / Lista de Foros / Literatura :: Crítica / Círculo de lectura: Chist! de Anton Chéjov - [F:5:12272]


ninive,20.03.2012
Sugerencia de sara_eliana, gracias.
Algo más liviano después del agobio de La Seca.

bChist! de Anton Chejov/b

Iván Krasnukin, periodista de no mucha importancia, vuelve muy tarde a su hogar, con talante desapacible, desaliñado y totalmente absorto. Tiene el aspecto de alguien a quien se espera para hacer una pesquisa o que medita suicidarse. Da unos paseos por su despacho, se detiene, se despeina de un manotazo y dice con tono de Laertes disponiéndose a vengar a su hermana:

-¡Estás molido, moralmente agotado, te entregas a la melancolía, y, a pesar de todo, enciérrate en tu despacho y escribe! ¿Y a esto se llama vida? ¿Por qué no ha descrito nadie la disonancia dolorosa que se produce en el alma de un escritor que está triste y debe hacer reír a la gente o que está alegre y debe verter lágrimas de encargo? Yo debo ser festivo, matarlas callando, e ingenioso, pero imagínese que me entrego a la melancolía o, una suposición, ¡que estoy enfermo, que ha muerto mi niño, que mi mujer está de parto!...

Dice todo esto agitando los brazos y moviendo los ojos desesperadamente... Luego entra en el dormitorio y despierta a su mujer.

-Nadia -le dice-, voy a escribir... Te ruego que no me molesten, me es imposible escribir si los niños chillan, si las cocineras roncan... Procura que tenga té y... un bistec, ¿eh?... Ya lo sabes, no puedo escribir sin té... El té es lo que me sostiene cuando trabajo.

Aquí nada es resultado del azar, del hábito, sino que todo, hasta la cosa más insignificante, denota una madura reflexión y un programa estricto. Unos pequeños bustos y retratos de grandes escritores, una montaña de borradores, un volumen de Belinski con una página doblada, una página de periódico, plegada negligentemente, pero de manera que se ve un pasaje encuadrado en lápiz azul, y al margen, con grandes letras, la palabra: "¡Vil!" También hay una docena de lápices con la punta recién sacada y unos cortaplumas con plumas nuevas, para que causas externas y accidentes del género de una pluma que se rompe no puedan interrumpir, ni siquiera un segundo, el libre impulso creador... Krasnukin se recuesta contra el respaldo del sillón y, cerrando los ojos, se abisma en la meditación del tema. Oye a su mujer que anda arrastrando las zapatillas y parte unas astillas para calentar el samovar. Que no está aún despierta del todo se adivina por el ruido de la tapadera del samovar y del cuchillo que se le caen a cada instante de las manos. No se tarda en oír el ruido del agua hirviendo y el chirriar de la carne. La mujer no cesa de partir astillas y de hacer sonar las tapas redondas y las puertecillas de la estufa. De pronto, Krasnukin se estremece, abre unos ojos asustados y olfatea el aire.

-¡Dios mío, el óxido de carbono! -gime con una mueca de mártir-. ¡El óxido de carbono! ¡Esta mujer insoportable se empeña en envenenarme! ¡Dime, en el nombre de Dios, si puedo escribir en semejantes condiciones!

Corre a la cocina y se extiende en lamentaciones caseras. Cuando, unos instantes después, su mujer le lleva, caminando con precaución sobre la punta de los pies, una taza de té, él se halla, como antes, sentado en su sillón, con los ojos cerrados, abismado en su tema. Está inmóvil, tamborilea ligeramente en su frente con dos dedos y finge no advertir la presencia de su mujer... Su rostro tiene la expresión de inocencia ultrajada de hace un momento. Igual que una jovencita a quien se le ofrece un hermoso abanico, antes de escribir el título coquetea un buen rato ante sí mismo, se pavonea, hace carantoñas... Se aprieta las sienes o bien se crispa y mete los pies bajo el sillón, como si se sintiese mal o entrecierra los ojos con aire lánguido, como un gato tumbado sobre un sofá... Por último, y no sin vacilaciones, adelanta la mano hacia el tintero y, como quien firma una sentencia de muerte, escribe el título...

-¡Mamá, agua! -grita la voz de su hijo.

-¡Chist! -dice la madre-. Papá escribe. Chist...

Papá escribe a toda velocidad, sin tachones ni pausas, sin tiempo apenas para volver las hojas. Los bustos y los retratos de los escritores famosos contemplan el correr de su pluma, inmóviles, y parecen pensar: "¡Muy bien, amigo mío! ¡Qué marcha!"

-¡Chist! -rasguea la pluma.

-¡Chist! -dicen los escritores cuando un rodillazo los sobresalta, al mismo tiempo que la mesa. Bruscamente, Krasnukin se endereza, deja la pluma y aguza el oído... Oye un cuchicheo monótono... Es el inquilino de la habitación contigua, Tomás Nicolaievich, que está rezando sus oraciones.

-¡Oiga! -grita Krasnukin-. ¿Es que no puede rezar más bajo? No me deja escribir.

-Perdóneme -responde tímidamente Nicolaievich.

-¡Chist!

Cuando ha escrito cinco páginas, Krasnukin se estira de piernas y brazos, bosteza y mira el reloj.

-¡Dios mío, ya son las tres! -gime-. La gente duerme y yo... ¡sólo yo estoy obligado a trabajar!

Roto, agotado, con la cabeza caída hacia a un lado, se va al dormitorio, despierta a su mujer y le dice con voz lánguida:

-Nadia, dame más té. Estoy sin fuerzas...

Escribe hasta las cuatro y escribiría gustosamente hasta las seis, si el asunto no se hubiese agotado. Coquetear, hacer zalamerías ante sí mismo, delante de los objetos inanimados, al abrigo de cualquier mirada indiscreta que le atisbe, ejercer su despotismo y su tiranía sobre el pequeño hormiguero que el destino ha puesto por azar bajo su autoridad, he ahí la sal y la miel de su existencia. ¡De qué manera este tirano doméstico se parece un poco al hombre insignificante, oscuro, mudo y sin talento que solemos ver en las salas de redacción!

-Estoy tan agotado que me costará trabajo dormirme... -dijo al acostarse-. Nuestro trabajo, un trabajo maldito, ingrato, un trabajo de forzado, agota menos el cuerpo que el alma... Debería tomar bromuro... ¡Ay, Dios es testigo de que si no fuera por mi familia dejaría este trabajo!... ¡Escribir de encargo! ¡Esto es horrible!

Duerme hasta las doce o la una, con un sueño profundo y tranquilo... ¡Ay, cuánto más dormiría aún, qué hermosos sueños tendría, cómo florecería si fuese un escritor o un editorialista famoso o al menos un editor conocido!...

-¡Ha escrito toda la noche! -cuchichea su mujer con gesto apurado-. ¡Chist!

Nadie se atreve a hablar ni andar, ni a hacer el menor ruido. Su sueño es una cosa sagrada que costaría caro profanar.

-¡Chist! -se oye a través de la casa-. ¡Chist!

FIN


 
ninive,20.03.2012
La necesidad de dinero impuso a Chéjov la tarea literaria como deber cotidiano.

En este texto como en gran parte de su obra predomina la pintura de la vida cotidiana de personas mediocres, sujetas a un destino opaco. En Chéjov el humor está casi siempre presente.

 
loretopaz,20.03.2012
Un gusto leer un cuento de Chéjov, éste no lo conocía. En primer lugar decir que en general me encanta la suave ironía con que Chéjov relata hechos de la vida diaria, cosas de la vida de la gente común. Ver cómo va entregando poco a poco indicios aparentemente neutros, y que en realidad revelan los defectos, deficiencias de sus personajes. Interesante este tirano doméstico que tiene en vilo a toda su familia, e incluso a vecinos, suspendidos a sus menores deseos porque "necesita" silencio para "escribir".
 
leobrizuela,20.03.2012
¿Es que existe otro método para escribir que la instropección? Algunos autores han descripto la tarea de escribir como una catarsis orgánica: debe hacerse en soledad y con el ánimo tranquilo.
Y Chéjov, cuya especialidad era la de mostrar el alma humana en sus detalles esenciales, apela a la ironía y al humor para señalar lo que a quienes deben escribir por encargo les sucede: "fabricar" la inspiración. Por más que el oficio ayude es un cometido arduo, sin duda.
Relato poco difundido, pero no carente del virtuosismo que el maestro puso en toda su obra.
 
ninive,20.03.2012
Colgué este cuento propuesto poe S-Eliana porque tratándose del oficio de escribir pienso que muchos pueden volcar sus experiencias, sus necesidades, sus deseos. . Escribir con el dictado de la inspiración es lo ideal, ,es el placer de lo que surge espontáneamente pero muchas veces pienso en lo agobiador de quien escribe en un periódico. Articulos cada día para justificar el empleo. Trabajo forzado, Sísifo se asoma.
Subir con la piedra un dia tras otro.
 
musas-muertas,20.03.2012
Totalmente Ninive!!! creo que si tuviera que escribir como trabajo, destestaria escribir mucho mas de lo que detesto mi trabajo actual y eso que me apasiona escribir!!!...jejeje.
El hombre es por naturaleza INSATISFECHO. Siempre decimos, que lindo seria trabajar de.... que facil que gana la guita tal... en cambio mi trabajo.... Los que escribimos por pasion y gusto (creo que todos aqui) alguna vez lo hemos pensado, ¿ y si pudiera vivir de las letras?, pero seguro que opinariamos distinto si tuvieramos que "fabricar" tantas palabras para tal columna de un diario de mala muerte todos los dias...Que horror!!
Otro concepto que parece interesante del cuento es la necesidad del personaje de victimizarse sacralizando su trabajo. El hombre de la casa sosteniendo a su familia angustiado por el duro trabajo diario.... jejeje.
Y toda la familia en puntas de pie para que el Sr. trabaje o descanse.... muy bueno!!!
Que importante parece ser importante ¿no?...
Abrazos amigos!!
 
ninive,20.03.2012

Nulla dies sine linea - Nigún día sin una línea dijo Plinio el Viejo - Sin embargo ese es el tormento del señor
Ivan Krasnukin
 
justine,21.03.2012
Yo creo que Chejov era el médico de la esposa. La pobre mujer malvive con el sueldo de su marido y tiene que cuidar a los niños y al tirano, La mujer está harta de que cuando llega, sea la hora que sea, la despierte, la levante, le haga cocinar y poner a disposición del astro estrellado todo su esfuerzo y sacrificio ¡Chist! para que él calle y apacigüe su cólera.

Yo lo veo así:

La mujer llega a la consulta con el abrigo sobre su delantal y un gorro de pelo ralo que apenas le cubre de la nieve, todavía lleva impregnado el humo del samovar. Su escritorcito acaba de quedarse dormido. Después de repetir un ¡Chist! para que no escuche el infatigable trabajador nocturno los goznes de la puerta, atusa su pelo bajo el gorro de zorro y con el reborde de la manga seca las lágrimas que surgen de sus ojos como el agua cautiva al romperse la presa. Con paso rápido llega al portal de la casa donde el Doctor tiene su consulta. Sin quitarse la ropa y haciendo caso omiso del gesto de la enfermera que se apresta a recibirla, burla su espacio y como poseída se planta de pie en el aposento encarando al pobre Chejov que acaba de despedir a un paciente al que le quedan pocos meses de vida. Sin darle tiempo para reponerse escucha a la infeliz que suelta una retahíla de palabras, mezcladas con hipidos y gemidos.

— ¡Cálmese, Saira Krasnukina, coja aliento y siéntese en el diván!

— ¿Qué me calme Don Antón? A eso vengo a su casa, que no tengo con qué —dice mostrándole las palmas vacías de sus manos, con restos de carbón del samovar— Algún polvo calmante o si no un veneno me ha de dar, porque si no duermo a mi marido la próxima noche para que yo pueda descansar, lo enveneno y si no, le mato a él o me mato yo.

El paciente doctor se dirige hacia a ella extendiendo la mano sobre su hombro con el fin de calmarla. ¡Chist! Saira Krasnukina, ¡Chist! que todo se arreglará. Y ante la estupefacción del doctor la oprimida esposa que está hasta los mismísimos de la onomatopeya, le espeta:

—Y no me rechiste más, Doctor.
 
ninive,21.03.2012
Una bomba de idea Justine. Yo creo que podemos utililar este cuento que no se prestará a grandes elucubraciones ni a interpretaciones metafísicas para que usemos el oficio de escribir un intertexto sobre esa idea. 'están de acuerdo? Nada de desafíos, solo algo espontáneo

¿qué recuerdan de grandes los niños del protagonista?
aqué clase de artículos escribe el señor Krasnukina
?qué necesitas tú para escribir?
Balzac se vestía con una túnica blanca para escribir.
Hay quienes se hacen atar a la silla.
Otro sacó una libretita de apuntes y un lápiz en medio de su propio casamiento.

Gracias Justine . Dejemos hablar a "la loca de la casa"

 
Gadeira,21.03.2012
La idea es muy interesante.
Aporto un enlace por si algún compañero le quiere echar un vistazo a lo que se dice en él, sobre el concepto de intertextualidad, y que curiosamente guardé en favoritos hace unos días, tras leer: "Intertexto Desayuno de Prévert" que editó ninive en su página.

http://es.scribd....



 
musas-muertas,22.03.2012
Va mi humilde aporte.. espero les guste.

Y un buen dia tomo coraje….
- Papá que haces?
Ivan molesto, miro al niño frunciendo el entrecejo. El niño aunque temeroso no retrocedió
Pasaron unos segundos e Ivan volvió al papel y siguió garrapateando.
El niño insitió – Papá, que haces?
Esta vez Ivan sin levantar la vista murmuro entre dientes
- Trabajo… ¿es que no lo ves?
- ¿Puedo ayudarte?
Ivan solto el lápiz sobre el papel y mirándolo ceñudo le replicó molesto – ¿como podrías, que sabes tu de esto?
El niño se quedo pensando y acercándose a su padre le dijo…. - Yo puedo hacer dibujitos
Ivan explotó
- ¡Mujer!, ¡Llevate al niño que no puedo trabajar!
La esposa entro turbada, y temerosa, cogió al niño en brazos y lo llevo fuera.
Ivan alcanzo a escuchar mientras cerraban la puerta
- ¿No ves que el trabajo de tu padre es muy importante? Y el niño que decía – yo solo quería ayudarlo….
Ivan suspiró aliviado, tomo el lápiz y medito largamente, después continuó escribiendo
“Virgo: numero favorable el 34, época propicia para el amor, evite confrontaciones……”

 
ninive,22.03.2012
Exactamente esto es lo que proponía, musas-muertas . Justine nos señaló el camino para ejercitar nuestra lectura con la redacción de un texto satélite.

Un párrafo del link que señala Gadeira:

... la intertextualidad no es un privilegio de la buena memoria o de la educación sino algo necesario para la decodificación del texto. Dos conceptos, el del intertexto e intertextualidad, considerando al primero como un corpus de textos que vienen a la mente del lector cuando estáleyendo y que varían con el tiempo, mientras que la intertextualidad no depende de esa cultura previa y tiene lugar entanto el texto es una secuencia de presuposiciones, un encadenamiento de pistas a las que el lector debe dar respuesta y que dependen únicamente de la competencia lingüsítica.
 
ninive,22.03.2012
Intertexto de Chist!! de Chéjov

La señora K. estaba sentada en la sala de espera. Pronto les tocaría el turno. Los chicos estaban agitados y ella más que cansada, deshecha por los últimos acontecimientos.
Una multitud de curiosos y periodista se introducían en la casa sin tener en cuenta su derecho al silencio y a la intimidad después del horror vivido.
Había pasado una semana desde entonces y recién ahora los hechos comenazaban a concatenarse en su mente confundida, con un cierto orden cronológico.
En la casa del vecino estaban renovando las cañerías de la cocina y los golpes del martillo contra las baldosas retumbaba en la casa. Saira Krasnikiva, como poseída por una premonición trató de evitar el regreso de su marido a casa. No lo consiguió.
Si le molestaba el rumor de sus pantuflas y el sonido del samovar, ¿qué diría del barullo que se había apoderado de todas los cuartos de la casa?
Desesperada le rogó al vecino que interrumpiera los trabajos.

Ivan Krasnukiva volvió muy malhumorado del trabajo. Su última crónica había sido definida poco creíble, mal redactada, sin color y sin fuerza.

El guardia llamó con voz estentórea.
- Saira Krasnukina, es su turno, tiene sólo un cuarto de hora para hablar con el detenido.

La crónica del asesinato del vecino había sido cubierta por un joven periodista, que había puesto todo su empeño para que lo confirmaran redactor de la sección homicidios, hasta ahora a cargo del señor Krasnukina.

 
justine,22.03.2012
Sin duda el joven periodista comenzó con buen pie y consiguió la deseada primera plana del periódico local, mientras el infeliz Krasnukin se retorcía de rabia sobre los grilletes. Pobre K, estoy empezando a sentir compasión.
 
ninive,22.03.2012
Es culpa tuya justine, tú empezaste con el delirio K.

 
ninive,22.03.2012
Notaron que todo o casi todo el texto está escrito en presente.¿¿
 
filiberto,22.03.2012
Corre a la cocina y se extiende en lamentaciones caseras. Cuando, unos
instantes después, su mujer le lleva, caminando con
precaución sobre la punta de los pies, una taza de té,
él se halla, como antes, sentado en su sillón, con los ojos
cerrados, abismado en su tema. Está inmóvil, tamborilea
ligeramente en su frente con dos dedos y finge no advertir la presencia de
su mujer... Su rostro tiene la expresión de inocencia ultrajada de
hace un momento. Igual que una jovencita a quien se le ofrece un hermoso
abanico, antes de escribir el título coquetea un buen rato ante
sí mismo, se pavonea, hace carantoñas... Se aprieta las
sienes o bien se crispa y mete los pies bajo el sillón, como si se
sintiese mal o entrecierra los ojos con aire lánguido, como un gato
tumbado sobre un sofá... Por último, y no sin vacilaciones,
adelanta la mano hacia el tintero y, como quien firma una sentencia de
muerte, escribe el título...

-¡Mamá, agua! -grita la voz de su hijo.

-¡Chist! -dice la madre-. Papá escribe. Chist...

Papá escribe a toda velocidad, sin tachones ni pausas, sin tiempo
apenas para volver las hojas. Los bustos y los retratos de los escritores
famosos contemplan el correr de su pluma, inmóviles, y parecen
pensar: "¡Muy bien, amigo mío! ¡Qué
marcha!"

-¡Chist! -rasguea la pluma.

-¡Chist! -dicen los escritores cuando un rodillazo los sobresalta, al
mismo tiempo que la mesa. Bruscamente, Krasnukin se endereza, deja la pluma
y aguza el oído... Oye un cuchicheo monótono... Es el
inquilino de la habitación contigua, Tomás Nicolaievich, que
está rezando sus oraciones.

-¡Oiga! -grita Krasnukin-. ¿Es que no puede rezar más
bajo? No me deja escribir.

-Perdóneme -responde tímidamente Nicolaievich.

-¡Chist!

Cuando ha escrito cinco páginas, Krasnukin se estira de piernas y
brazos, bosteza y mira el reloj.

-¡Dios mío, ya son las tres! -gime-. La gente duerme y yo...
¡sólo yo estoy obligado a trabajar!

Roto, agotado, con la cabeza caída hacia a un lado, se va al
dormitorio, despierta a su mujer y le dice con voz lánguida:

-Nadia, dame más té. Estoy sin fuerzas...

La mujer abre los ojos cosa le significa un esfuerzo sobrehumano, se levanta a reanimar el carbón del samovar para calentar el agua.
-Apúrate mujer, apúrate ¿No ves que pierdo la inspiración?
Nadia se apura.
-¡Apúrate mujer que tengo frío!
De pronto:
¡¡¡¡BASTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA, BASTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA, BASTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA….!!!!grita Nadia, mesándose los cabellos y zapateando sobre el piso lustroso.
El hombre abre los ojos desmesuradamente y se levanta de la silla volteándola al hacerlo:
-¡PARÁ LOCA, PARÁ! NO ROMPAS LOS FOLIOSSSS….MI TRABAJO DE TODA LA NOCHE…PARAÁÁÁÁÁÁÁÁ´&acu te;AÁ….AAAAAAAAA.
La mujer destruye todo lo que ve sobre el escritorio, patea las sillas, tira por la ventana las plumas y los tinteros…
¡DET´ÉNTE MUJER, DETENTE MALDITA! ¿DE QUÉ VAMOS A COMEERRRR?
La mujer ya no oye ni sus gritos, ni el llanto de los niños y sigue destruyendo cuanto tiene que ver con el trabajo de su esposo. Por último toma un hacha y le da al escritorio hasta que lo hace astillas, golpea dos tapas de ollas y lanza por el aire los tenedores produciendo un estruendo insoportable. Luego ríe hasta llorar y vuelve a su cama.
Al otro día todo vuelve a la normalidad, el hombre consigue otro escritorio y nunca más exige silencio ni que le preparen té.
Fin.


Me gustó el cuento y la idea del trabajo. Lo resolví en el ámbito doméstico donde, seguramente, suelen desencadenarse situaciones similares ( si bien no tan extremas) en casos como el expuesto.

 
ninive,22.03.2012
Un poco histérica la señora pero es que realmente estaba hasta la coronilla. Tú también escribes todo en presente. ¿qué da el presente que no da el pasado?
 
musas-muertas,22.03.2012
Juaaaaa,jua,jua,jua!!!! Excelente Filiberto!!!! me encanto tu final!!! faltó que al dia siguiente Ivan se acercara a la cocina en puntas de pie y le dijera a la esposa, "amor, no te apetece un tecito?"....jejeje
Fantastico el ejercicio, una invitacion al delirio...jejeje
Es verdad Ninive, no lo habia notado, todo en presente,parece un relato en tiempo real...
Abrazos!!
 
musas-muertas,22.03.2012
Ninive, creo que da una sensacion de protagonismo en primera fila que logra involucrar al lector aun mas en la historia....
 
leobrizuela,23.03.2012
Andrea (Filiberto) se revela como ocurrente narradora amén de su vena poética. Original y reidera la variante. Hay que ver que diría Chejov de todo esto. Creo que tardaría en entender una reacción propia de nuestro tiempo, pero luego saltaría del asiento en una carcajada.
 
justine,23.03.2012
El presente ninive da credulidad, posibilidades, caminos abiertos, todo es posible. El pasado es cerrado y equívoco y da lugar a falsas interpretaciones. El presente es la vida, el continum.
 
sara_eliana,23.03.2012
Me van a perdonar, pero yo voy a romper la ola de creatividad para traer una lectura personal del cuento. Después voy a seguir con las producciones que veo no tienen desperdicios.

¡Chist!

Desde el comienzo, el narrador ridiculiza al personaje utilizando todo tipo de recursos retóricos: la desvalorización, la comparación desmedida, la descripción de sus absurdas consideraciones que llevan a la propia victimización. Dicha ridiculización no surge con sutileza, sino que irrumpe en el relato de manera extravagante –hasta el título es ridículo-, como para que, de entrada, quede muy claramente establecida la calaña del “pobre escritor”. Asimismo, la descripción del ambiente de trabajo, sus requisitorias, los reclamos a su mujer, la actitud de ésta, todo está dispuesto de tal modo que resalta lo ridículo de la situación. Esto se acentúa cuando, en oposición, describe irónicamente la inconmensurable eficacia con la que el escritor realiza su trabajo: hasta las estatuas están asombradas.

Este cuento me parece bueno para analizarlo dentro del marco del surgimiento del oficio de escritor y su relación con el periodismo. La posibilidad de trabajar como escritor rentado comienza con la revolución industrial. Previo a esto, los autores se sostenían por sus propios medios –cuando los tenían, obviamente, y esto no era tan frecuente- o estaban bajo la protección de los mecenas.
La maquinación dio un impulso importante a la imprenta y la alfabetización general por parte del estado hizo otro tanto con la cantidad de potenciales lectores. Se inicia la época del periódico, del diario, que es una publicación de bajo costo y llegada a todos los sectores sociales.
En estas publicaciones se incluían escritos literarios de diversas formas: en el interior del diario o dentro de suplementos dominicales como los que hoy conocemos. Los escritores comenzaron a ver la posibilidad de ganar dinero con la publicación de sus obras, sin tener que estar al amparo de un protector. Este proceso ocurrió en diferentes épocas ya se trate de Inglaterra y Estados Unidos, Francia, Alemania, los países del Este europeo, Rusia o América Latina, pero siempre estamos hablando de principios, mitad o fines del Siglo XIX o principios del XX. A esta forma de producción se la conoce como literatura por encargo, literatura de folletín, etc.
El relato de Chejov no especifica –o mucho me equivoco- qué tipo de literatura escribe el escritor; no se sabe si es información o si es ficción. Aparentemente se trata de textos expresivos destinados a impactar estéticamente al lector, por lo que se puede suponer que se trata de ficción, aunque, dadas las circunstancias, pareciera que poco importa, las actitudes y los efectos son los mismos.

Son muchos los autores conocidos que participaron de todo este sistema de producción y llegada al lector, en Francia por ejemplo, Dumas, Balzac; Stevenson y Dickens en Inglaterra, en América tenemos el caso de José Martí, quien escribió una novela titulada LUCÍA JEREZ –tiene también otro nombre pero no lo recuerdo en este momento-; en Argentina, Ricardo Gutiérrez, en torno a la figura de Juan Moreira, aprovechando la ola de criollismo presente en la narrativa, el teatro, representado hasta en los circos, etc. Sarmiento publicó FACUNDO por entregas en el diario El Mercurio de Chile, cuando estaba allí exiliado por sus enfrentamiento con Rosas. No obstante, es oportuno aclarar que paralelamente continuaba la producción literaria de obras que NO SEGUÍAN este sistema por encargo y distribución secuenciada.

Ahora bien, ¿qué tipo de obras se publicaban de este modo? Si bien todo el mundo está de acuerdo en que hubo que apreciar diferentes talentos literarios, nadie desconoce que, como punto de partida, tenían en vista un público heterogéneo, con grados de formación y cultura variable y variado, por lo tanto la escritura debía atender a esa realidad. Por otro lado, el diario pagaba para que los capítulos fueran captando cada vez más la atención y el seguimiento de los lectores, lo que orientaba el devenir de la narración dentro de determinados carriles. En síntesis, en la literatura folletinesca se valora su condición popular, el haber interesado y llegado a un público numeroso y seguramente haber iniciado a muchos en el hábito de la lectura, pero no es el talento literario lo que prima. La novela de José Martí, por ejemplo, no arrima en nada a su obra lírica o ensayística, y todo el mundo lo toma como que fue un trabajo que él tuvo que hacer para ganar unos pesos.

A todo esto ¿cómo juega toda esta lata con nuestro cuento? Yo creo que por un lado Chejov se burla de una postura que, a no dudarlo, asumirían muchos escritores –por fin iban a cobrar por su trabajo-, quienes quizás asumirían tener un aura de distinción que los diferenciaba de los practicantes de otros oficios; y por otro lado realiza una crítica corrosiva, en pleno furor del sistema, tanto a los escritos como a los escritores. No es lo mismo analizar un siglo después que haber vivido en ese momento. Con seguridad, no serían demasiados los lectores capaces de diferenciar entre la calidad literaria de la novela de Martí y la de su lírica o ensayística. Chejov cuestiona la calidad de las obras realizadas por encargo y el talento puesto de manifiesto en ese trabajo.

Esa situación se sigue produciendo hoy en día, e impacta más que en ningún otro sector, en la llamada literatura infantil. Por lo tanto, el cuento de Chejov viene a tener rigurosa actualidad.

Un abrazo, y nos vamos acercando al finde ...


 
ninive,23.03.2012
Tomo de los muchos estímulos de la exposición de saraeliana
el "escribir por encargo". Lo quiero actualizar y compararlo con
la telenovela.
Tuve ocasión de hablar con un escritor de telenovelas y me
enteré que no es uno el escritor, sino que es un equipo de escritores, que día a
dia debe tener listo el material para seguir con un relato que a veces deben modificar en la marcha y puede suceder que veas reaparecer a un personaje que había muerto unos años antes, o que se imponga sustituir de pronto a un personaje
porque el actor está enfermo o no puede actuar. Así vemos en
su lugar a otro malamente parececido que tendrán apartado de la escena
por unas cuantas veces y luego vuelve generalmente de un viaje, muy cambiado, muy
cambiado de verdad...
La tortura de la escritura diaria en grupo parece que es extenuante.
Recuerdo la novela " La tia Julia y el escribidor" de Vargas
Llosa. Leemos que el protagonista debía escribir para
radionovelas y tal comenzó a ser la fuerza de la tensión
diaria, que comenzó a mezclar personajes de versiones de años anteriores con la presente y
todo termina en un hilarante desbarajuste.

Sara eliana, vuelves a encantar a los indisciplinados concurrentes del foro que tomaron
este Chist por chiste, pero me parece muy relajante la idea de ver
otros aspectos de casa Krasnukin . !Viva la Alegría!

 
filiberto,23.03.2012


La observación de Saraeli, como siempre oportuna y esclarecedora. En cuanto a "mi" final, debo decir que, bromas aparte, el ambiente que se forma alrededor de un artista suele ser tirano por eso de la necesidad de concentración y, si bien aquí mostrado con exageración, también suele dar como resultado molestia e impaciencia a las personas que conviven en su círculo íntimo.

Además, es una respuesta al machismo pues el protagonista exige que su esposa lo atienda permanentemente como si fuera personal de servicio o su esclava y todo camuflado bajo el "tengo que trabajar"( no distante a relaciones de pareja actuales, las cuales, afortunadamente ya parecen ser las menos)

Finalmente la mujer reacciona de acuerdo a su hartazgo y consigue con eso ubicar en su sitio al abusivo. El tiempo presente utilizado en la narración contribuye a la identificación del lector con el argumento no tan lejano a algunas realidades.
 
filiberto,23.03.2012
Alguna vez escuché algo pareccido le sucedía a un dibujante de tiras cómicas para lo diarios. Su casa se tornaba un "infierno" cada vez que no lograba inspiración para su trabajo que, ineludiblemente, debía ser entregado en fecha. Por otro lado su subsistencia dependía, en gran parte, de los dinerillos que esa creación le aportaba.
 
sara_eliana,23.03.2012
¡¡¡VIVA LA ALEGRÍA, NÍNIVE!!!

¡¡¡ QUE VIVA!!!

Ya vemos como empiezan a aparecer más ejemplos sobre la situación que plantea Chejov, que como ya se dijo más arriba, debe ser muy estresante, dado que la obra tiene que salir, y no es simplemente una cuestión de trabajo manual sino que implica todo un acto de creatividad, en el que debiera predominar la función estética.

 
musas-muertas,23.03.2012
yo insisto en la imagen que tengo de el hombre haciendo el horoscopo.... para buscar el numero de la suerte tiene un par de dados que rueda para cada signo....jeje
 
leobrizuela,23.03.2012
Una vez me contaron que, en la redacción de un diario, encargaban hacer el horóscopo a aquel que llegaba tarde al trabajo. Y hay quien compra el diario para leer que le auguran.
 
loretopaz,23.03.2012
Para Saraeliana:
tienes mucha razón, Chéjov ridiculiza desde un comienzo al personaje, describiéndolo en términos despectivos. Y aun así, al leerlo tengo la impresión de leer una descripción “neutra”, es decir, sin tratar de influenciar emotivamente al lector, sin enjuiciar ni condenar a Krasnukin, como si su intención fuera la de dejar al lector la tarea de sacar las conclusiones (como por ejemplo, condenarlo moralmente). Chéjov no denuncia, por lo menos no lo hace en la forma en que se entiende generalmente el término “denuncia”, es decir, colcándose en el lugar de un juez que emite un juicio moral. Por otro lado, en ningún momento se explicitan las emociones de los que lo rodean, nuevamente el lector debe tratar de imaginarse lo que deben estar sintiendo, pensando, y tal vez condenarlos por cobardes, por ejemplo. A ese tipo de sutileza me refería anteriormente, a la de mostrar, sólo mostrar, nada más. Y eso lo encuentro genial.
 
loretopaz,23.03.2012
Y justamente es por eso que surgen tantas interprtaciones diversas, como las que acabamos de leer aqui mismo. Chéjov es un escritor de gran talento.
 
ninive,23.03.2012
Esta frase del texto se aplica sin también a actores de teatro y seguramente a payasos.
Los payasos me dan una tristeza infinita...

" ¿Y a esto se llama vida? ¿Por qué no ha
descrito nadie la disonancia dolorosa que se produce en el alma de un
escritor que está triste y debe hacer reír a la gente o que
está alegre y debe verter lágrimas de encargo? "
 
SOFIAMA,23.03.2012
Los he ido leyendo de a poquitin. Me he desternillado de la risa con las locuras de Filiberto, jajajaj. Es que ella, no tiene remedio, es genial.

Mis respetos para todos los comentarios que como siempre, son de altura. Sinceramente, es un FORO así con mayúscula, excelso. Se nutre el intelecto, se regocija el alma y se siente respeto por cada idea plasmada. Cada uno en su estilo y en su pensar, pero todos, sin excepción, son admirables. Los abrazo y los seguiré.
 
ladanny,23.03.2012

- Estoy harto de todo y quiero vengarme como Laertes, de la muerte de su hermana. El director del diario me exige cada vez más y me paga cada vez menos, Sabe muy bien que necesito esa plata para mantener a mi familia y al final soy un esclavo, sí un esclavo de todos ellos.
Iván Krasnukin ni se dio cuenta de que estaba hablando en vos alta, casi gritando, pero continuó sin parar con su perorata.
- No utilizaré una espada con la punta envenenada como Laertes, en el próximo artículo serán mis palabras, las venenosas. Que los lectores sepan cuán miserable es ese pasquín y no me importa…
- ¡Chist! –exclamó Nadia, su mujer -vas a despertar a la niña-
- No tanto Chist. Más vale que me traigas de inmediato un té a mi escritorio. Ustedes duermen, pero yo tengo que trabajar y sabes muy bien que sin té no me inspiro.
Krasnukin entró a su escritorio y sin la menor consideración, cerró la puerta con toda la furia, que llevaba adentro. Creía que iba explotar y todos se sobresaltaron, hasta su vecino, porque eran las doce de la noche y reinaba un apacible silencio.
Nadia le llevó el té y lo dejó sobre el escritorio, sin decir una palabra.
“ Estoy harta de ese mandón esta misma noche me voy con la pequeña a la casa de mamá”
Dicho y hecho; juntó algo de ropa, entró despacito en la habitación de Irina y la sacudió suavemente.
- No te asustes, pero vamos a ir a la casa de la abuela.
- ¿Ahora? Quiero seguir durmiendo.
-¡Chist! No lo molestes a papá. Está de muy mal humor.
Irina se negó a levantarse:
- Pobre papá,no quiero dejarlo solo.
- ¡Está bien, entonces me voy yo sola! – gritó Nadia, fuera de sí, pero cuando llegó a la puerta, revoleó el bolso por el aire y se tiró sobre la cama.Con voz ronca repitió una y otra y otra vez:
-¡Chist! ¡Chist! No lo molesten a Iván, no lo molesten a Iván…
 
ninive,23.03.2012
Este foro debía haberse llamado VARiaciones sobre el chist de Chéjov. Ahora me voy a dormir Chist que nadie haga ruido. Un beso a todos, Yvette
 
filiberto,23.03.2012
Genial. Probablemente nadie escribió desde el punto de vista sugerido por
 
filiberto,23.03.2012
Ninive porque en el fondo todos nos sentimos el "escritor". ¿A quién no le molesta el bullicio a la hora de la creatividad? Imagínense si encima tuviésemos que escribir, rigiéndonos por ciertos márgenes.
La vida normal de una casa se altera y puede llegar a ser muy molesta para la gente que rodea al trabajador y eso es lo que plantea Chejov en su historia. Una realidad que sucede tambie´n en nuestro tiempo.

 
musas-muertas,23.03.2012
...Nadia circula en silencio por la casa esperando a su marido.una pluma haria ruido si cayera, el mas minimo sonido se escucha con claridad de un extremo al otro....
Ivan abre la puerta, entra a la casa, escucha con atencion y dictamina hablando consigo mismo.... - parece que no hay nadie
inmediatamente aparece su esposa y dice, - ¿me llamaste?... -no dice Ivan
ella insiste -escuché Nadia... - no - dijo Ivan - no dije Nadia dije nadie!!!
- esta bien - dice Nadia y se retira murmurando.... - todos los dias lo mismo, y van...
- Que? - pregunto el marido....
- nada - dijo la mujer
- no - dijo el- escuche Ivan....
- no , dije y Van....
- Bueno eso!!
- nada olvidate - dijo ella incomoda.
se retira en silencio, se sienta en la cocina, inmovil, la ventana abierta da al jardin, a lo lejos una lechuza emite un sonoro "Chist!!!"
Nadia Desesperada murmura -¿y ahora que mierda quiere?....
 
sara_eliana,24.03.2012

Musas ... está buenísimo, me hiciste reír con tu final. Yo venía haciendo el análisis entre Nadia/nadie, Ivan/ y van ... y me salís con eso!

 
filiberto,24.03.2012
ES-PEC-TA-CU-LAR , ná que hacer Musas.
 
ladanny,24.03.2012
Musas: me encantó tu juego de palabras y el final.
Por algo queremos tanto a Chejov.
Un cuento, que a primera vista parece intrascendente y después van surgiendo más y más ideas...
 
sara_eliana,24.03.2012
ladanny, tu cuento también está muy bueno, sólo que no me resultó tan cómico como el de musas; en realidad, me dio más una sensación de impotencia dada por los personajes que están atrapados en un círculo del que no pueden salir. Lo peor de todo es reconocerlo -a quién no le ha pasado algo así- y saber lo difícil que es vencer la inercia que imponen muchas veces la cultura, la educación, el hábito, la rutina ... etc.



 
musas-muertas,24.03.2012
Oia!! me sorprende que les gustara, me alegro mucho amigos, yo pense que me iban a responder con un Chist!! jejeje.... a mi me divirtieron y entretuvieron todos (intertextos y comentarios), es fantastico, es como conocerlos a cada uno por la forma en que se manifiestan, Disfruto como loco (esto claro no literalmente ¿no? ...jeje) de este Foro. Confieso que al principio entre a el como Nadia.... tratando de no interrumpir, tratando de no hacer ruido. Ahora entro a la pagina a cada rato para ver si el contador de "entradas" a nuestro foro sumo uno...jejeje
Gracias por hacerme sentir de la casa!!!
un abrazo Gustavo
PD:Sorry Saraeli por robarte la idea, es que era muy tentadora ¿no?
 
blueyes,24.03.2012
Me encanto!!!
No conocia este cuento!
 
elclubdelapaginaazul,24.03.2012
!!Bienvenida a Blueyes, nueva lectora del círculo.!!

Si quieres ver los cuentos que hemos leído y comentado hasta ahora ven a mi página y los encontrarás todos ordenaditos en los estantes
 
sara_eliana,24.03.2012
¡¡musas!! este foro se pone cada vez más lindo !!

bienvenida, bluyes

 
ninive,24.03.2012
Es notable¿ hay algún psicoanalista por aquí?
Todas las mujeres escribieron su intertexto poniéndose en las pantuflas de la señora Nadia.

 
hippie80,24.03.2012

Yo diría que el doctor es psicoanalista.-

 
musas-muertas,24.03.2012
Siiii Sara!! Cada vez mas lindo!!! Yo la paso genial!!... El grupo es barbaro....welcome ojos azules!!...
Ninive (ofendido)... No tenias por que contarle mi secreto a las chicas de que me pongo pantuflas de mujer para escribir!! Jejeje.
Un gran abrazo a todos... Buen finde!!






 
musas-muertas,24.03.2012
ahhh aprovecho y le dejo al pobre "Ivan" una cita que siempre me ilumino...
"Es mejor escribir para uno y no tener público que escribir para el público y no tenerte a ti".
Cyril Connolly
 
musas-muertas,24.03.2012
en realidad esta mal traducida...perdon, seria...
"Es mejor escribir para ti y no tener público, que escribir
para el público y no tenerte a ti".
Cyril Connolly
 
ladanny,24.03.2012
Tenés razón Ninive, tod@s nos centramos en Nadia...Da para pensar.
Gracias Saraelian por tu comentario sobre mi cuento.
Me prestaron el libro de Sergio Pitol, "Icaro". El autor es mejicano y dedica un capítulo a Chejov. Escribe muy bien. Se los recomiendo
 
sara_eliana,25.03.2012
He leído el cuento de Filiberto: me encantó. Ella tiene esa habilidad magistral para conjugar lo cómico y lo dramático. "Hace carantoñas" cómo me he reído, hacía tanto que no leía esa expresión ... gracias fili.

 
sara_eliana,25.03.2012
Está muy bueno el cuento del astrólogo "virgo ... " jajajajaj resaltando la ironía.

Con el cuento de justine me pasa lo mismo que con el de ladanny, no me causa mucha gracias la pobre mujer, anda de mal en peor y sale de una para caer en otra.

 
sara_eliana,25.03.2012
Muy bueno, nínive, un cuento policial !!!

La verdad es que han estado muy buenas las producciones: me he reído mucho con algunas y me he preocupado otro tanto con otras, pensando en la naturaleza humana.

Que todos tengamos buen domingo.

 
ninive,25.03.2012
Otro aspecto de Chéjov, aquí no hay humorismo . Ustedes dirán qué encuentran

Vanka

Anton Chejov

Vanka Chukov, un muchacho de nueve años, a quien habían colocado hacía tres meses en casa del zapatero Alojin para que aprendiese el oficio, no se acostó la noche de Navidad.

Cuando los amos y los oficiales se fueron, cerca de las doce, a la iglesia para asistir a la misa del Gallo, cogió del armario un frasco de tinta y un portaplumas con una pluma enrobinada, y, colocando ante él una hoja muy arrugada de papel, se dispuso a escribir.

Antes de empezar dirigió a la puerta una mirada en la que se pintaba el temor de ser sorprendido, miró el icono oscuro del rincón y exhaló un largo suspiro.

El papel se hallaba sobre un banco, ante el cual estaba él de rodillas.

«Querido abuelo Constantino Makarich -escribió-: Soy yo quien te escribe. Te felicito con motivo de las Navidades y le pido a Dios que te colme de venturas. No tengo papá ni mamá; sólo te tengo a ti...

Vanka miró a la oscura ventana, en cuyos cristales se reflejaba la bujía, y se imaginó a su abuelo Constantino Makarich, empleado a la sazón como guardia nocturno en casa de los señores Chivarev. Era un viejecito enjuto y vivo, siempre risueño y con ojos de bebedor. Tenía sesenta y cinco años. Durante el día dormía en la cocina o bromeaba con los cocineros, y por la noche se paseaba, envuelto en una amplia pelliza, en torno de la finca, y golpeaba de vez en cuando con un bastoncillo una pequeña plancha cuadrada, para dar fe de que no dormía y atemorizar a los ladrones. Lo acompañaban dos perros: Canelo y Serpiente. Este último se merecía su nombre: era largo de cuerpo y muy astuto, y siempre parecía ocultar malas intenciones; aunque miraba a todo el mundo con ojos acariciadores, no le inspiraba a nadie confianza. Se adivinaba, bajo aquella máscara de cariño, una perfidia jesuítica.

Le gustaba acercarse a la gente con suavidad, sin ser notado, y morderla en las pantorrillas. Con frecuencia robaba pollos de casa de los campesinos. Le pegaban grandes palizas; dos veces había estado a punto de morir ahorcado; pero siempre salía con vida de los más apurados trances y resucitaba cuando lo tenían ya por muerto.

En aquel momento, el abuelo de Vanka estaría, de fijo, a la puerta, y mirando las ventanas iluminadas de la iglesia, embromaría a los cocineros y a las criadas, frotándose las manos para calentarse. Riendo con risita senil les daría vaya a las mujeres.

-¿Quiere usted un polvito? -les preguntaría, acercándoles la tabaquera a la nariz.

Las mujeres estornudarían. El viejo, regocijadísimo, prorrumpiría en carcajadas y se apretaría con ambas manos los ijares.

Luego les ofrecería un polvito a los perros. El Canelo estornudaría, sacudiría la cabeza, y, con el gesto huraño de un señor ofendido en su dignidad, se marcharía. El Serpiente, hipócrita, ocultando siempre sus verdaderos sentimientos, no estornudaría y menearía el rabo.

El tiempo sería soberbio. Habría una gran calma en la atmósfera, límpida y fresca. A pesar de la oscuridad de la noche, se vería toda la aldea con sus tejados blancos, el humo de las chimeneas, los árboles plateados por la escarcha, los montones de nieve. En el cielo, miles de estrellas parecerían hacerle alegres guiños a la Tierra. La Vía Láctea se distinguiría muy bien, como si, con motivo de la fiesta, la hubieran lavado y frotado con nieve...

Vanka, imaginándose todo esto, suspiraba.

Tomó de nuevo la pluma y continuó escribiendo:

«Ayer me pegaron. El maestro me cogió por los pelos y me dio unos cuantos correazos por haberme dormido arrullando a su nene. El otro día la maestra me mandó destripar una sardina, y yo, en vez de empezar por la cabeza, empecé por la cola; entonces la maestra cogió la sardina y me dio en la cara con ella. Los otros aprendices, como son mayores que yo, me mortifican, me mandan por vodka a la taberna y me hacen robarle pepinos a la maestra, que, cuando se entera, me sacude el polvo. Casi siempre tengo hambre. Por la mañana me dan un mendrugo de pan; para comer, unas gachas de alforfón; para cenar, otro mendrugo de pan. Nunca me dan otra cosa, ni siquiera una taza de té. Duermo en el portal y paso mucho frío; además, tengo que arrullar al nene, que no me deja dormir con sus gritos... Abuelito: sé bueno, sácame de aquí, que no puedo soportar esta vida. Te saludo con mucho respeto y te prometo pedirle siempre a Dios por ti. Si no me sacas de aquí me moriré.»

Vanka hizo un puchero, se frotó los ojos con el puño y no pudo reprimir un sollozo.

«Te seré todo lo útil que pueda -continuó momentos después-. Rogaré por ti, y si no estás contento conmigo puedes pegarme todo lo que quieras. Buscaré trabajo, guardaré el rebaño. Abuelito: te ruego que me saques de aquí si no quieres que me muera. Yo escaparía y me iría a la aldea contigo; pero no tengo botas, y hace demasiado frío para ir descalzo. Cuando sea mayor te mantendré con mi trabajo y no permitiré que nadie te ofenda. Y cuando te mueras, le rogaré a Dios por el descanso de tu alma, como le ruego ahora por el alma de mi madre.

«Moscú es una ciudad muy grande. Hay muchos palacios, muchos caballos, pero ni una oveja. También hay perros, pero no son como los de la aldea: no muerden y casi no ladran. He visto en una tienda una caña de pescar con un anzuelo tan hermoso que se podrían pescar con ella los peces más grandes. Se venden también en las tiendas escopetas de primer orden, como la de tu señor. Deben costar muy caras, lo menos cien rublos cada una. En las carnicerías venden perdices, liebres, conejos, y no se sabe dónde los cazan.

«Abuelito: cuando enciendan en casa de los señores el árbol de Navidad, coge para mí una nuez dorada y escóndela bien. Luego, cuando yo vaya, me la darás. Pídesela a la señorita Olga Ignatievna; dile que es para Vanka. Verás cómo te la da.»

Vanka suspira otra vez y se queda mirando a la ventana. Recuerda que todos los años, en vísperas de la fiesta, cuando había que buscar un árbol de Navidad para los señores, iba él al bosque con su abuelo. ¡Dios mío, qué encanto! El frío le ponía rojas las mejillas; pero a él no le importaba. El abuelo, antes de derribar el árbol escogido, encendía la pipa y decía algunas chirigotas acerca de la nariz helada de Vanka. Jóvenes abetos, cubiertos de escarcha, parecían, en su inmovilidad, esperar el hachazo que sobre uno de ellos debía descargar la mano del abuelo. De pronto, saltando por encima de los montones de nieve, aparecía una liebre en precipitada carrera. El abuelo, al verla, daba muestras de gran agitación y, agachándose, gritaba:

-¡Cógela, cógela! ¡Ah, diablo!

Luego el abuelo derribaba un abeto, y entre los dos lo trasladaban a la casa señorial. Allí, el árbol era preparado para la fiesta. La señorita Olga Ignatievna ponía mayor entusiasmo que nadie en este trabajo. Vanka la quería mucho. Cuando aún vivía su madre y servía en casa de los señores, Olga Ignatievna le daba bombones y le enseñaba a leer, a escribir, a contar de uno a ciento y hasta a bailar. Pero, muerta su madre, el huérfano Vanka pasó a formar parte de la servidumbre culinaria, con su abuelo, y luego fue enviado a Moscú, a casa del zapatero Alajin, para que aprendiese el oficio...

«¡Ven, abuelito, ven! -continuó escribiendo, tras una corta reflexión, el muchacho-. En nombre de Nuestro Señor te suplico que me saques de aquí. Ten piedad del pobrecito huérfano. Todo el mundo me pega, se burla de mí, me insulta. Y, además, siempre tengo hambre. Y, además, me aburro atrozmente y no hago más que llorar. Anteayer, el ama me dio un pescozón tan fuerte que me caí y estuve un rato sin poder levantarme. Esto no es vivir; los perros viven mejor que yo... Recuerdos a la cocinera Alena, al cochero Egorka y a todos nuestros amigos de la aldea. Mi acordeón guárdalo bien y no se lo dejes a nadie. Sin más, sabes que te quiere tu nieto

VANKA CHUKOV

Ven en seguida, abuelito.»

Vanka plegó en cuatro dobleces la hoja de papel y la metió en un sobre que había comprado el día anterior. Luego, meditó un poco y escribió en el sobre la siguiente dirección:

«En la aldea, a mi abuelo.»

Tras una nueva meditación, añadió:

«Constantino Makarich.»

Congratulándose de haber escrito la carta sin que nadie lo estorbase, se puso la gorra, y, sin otro abrigo, corrió a la calle.

El dependiente de la carnicería, a quien aquella tarde le había preguntado, le había dicho que las cartas debían echarse a los buzones, de donde las recogían para llevarlas en troika a través del mundo entero.

Vanka echó su preciosa epístola en el buzón más próximo...

Una hora después dormía, mecido por dulces esperanzas.

Vio en sueños la cálida estufa aldeana. Sentado en ella, su abuelo les leía a las cocineras la carta de Vanka. El perro Serpiente se paseaba en torno de la estufa y meneaba el rabo...



 
sara_eliana,25.03.2012
Lo primero que se me ocurre observar es la valoración de la escritura que Chejov registra en ambos textos: en Chist, para dar cuenta de un oficio que contaba con prestigio y valoración social, y en Vanka, para reconstruir un universo a partir de la carta de un niño.

Son muchos los elementos que surgen de ese universo. El maltrato al niño no se interrumpe ni siquiera en las navidades, y el perro bajo la máscara de cariño se le adivinaba "una perfidia jesuítica". No parece Chejov haberse llevado muy bien con la iglesia.

Es un cuento desgarrador, ya que, como con el de Renee, uno sabe que estas cosas pasan.

 
filiberto,25.03.2012
UNa se da cuenta, luego de leer estos trabajos, por qué a un autor se lo considera magistral. Son historias que hacen temblar y eso es la suma de la buena escritura y del talento.(No es que el anterior no fuera dramático, también lo es y mucho)
Volveré a leer la propuesta ( lo hice demasiado rápido) pero me alcanzó para ver que en sextina tengo un error ortográfico: ijar (¡qué vergûencita)Iré a salvarlo.

Este es un rincón, para mí, de una riqueza muy importante para los que menos sabemos.

Afectos y bonito domingo para todos.

 
SOFIAMA,25.03.2012
Siempre, me llamó la atención la sencillez que usaba Chejov para plasmar su creatividad literaria. Esta cualidad de Chejov, lejos de desmotivar a los grandes lectores, lo que hace es atraerlos, ya que como dijo alguien, una vez: las grandes pinceladas están en la simpleza, no en la complejidad. Obviamente, entendiéndose por simpleza, la claridad que hace del texto escrito algo subliminal porque llega a todos y, claro, cada quien lo interpreta de acuerdo a la sensibilidad y a la capacidad de analizarlo, pero el b corazón del mensaje, /b sí que alcanza a cualquier lector, sea éste quien sea.


En este cuento, b Vanka, /b Chejov, hace gala de esa cualidad de escritor que tan conocido y tan admirado lo hizo. Chejov logra plasmar en este texto a un personaje del cual se sirve para hacer una crítica, yo diría, que muy objetiva a la sociedad de aquella época, tal vez. No obstante, esta crítica aún tiene vigencia porque ¿qué nación del mundo escapa a la realidad que Chejov muestra en esta singular historia?


Hay realismo dramático en la historia, hay magia en los recursos usados para plasmarlo y hay, para mí, una reflexión de fondo que nos invita a comprometernos con nuestro entorno.


Gracias Nínive. Tu invitación a seguir en este Foro, me emociona y compromete. Escritores importantes por su profundidad, han vuelto a estremecerme. Gracias a todos los miembros de este FORO, admiro cada aporte hecho, ya que nos enriquece el intelecto y nos estremece el corazón. Un abrazo a todos.
 
ninive,25.03.2012
Vanka emociona por su sencillez y por el sufrimiento del niño y a mí me llegó mucho su ingenuidad; la falta de dirección en el sobre de la carta convierte todo el contenido en una plegaria
 
musas-muertas,25.03.2012
Si Ninive... a mi me impresiono lo mismo, casi como una carta escrita por un niño a Papa Noel....
 
SOFIAMA,25.03.2012
Sí, es cierto lo que dices Musas Muertas, a mí, también, me pareció una carta de esas que nunca le llegan al Niño Jesús. Me gustó tu comentario.
 
divinaluna,25.03.2012
Me ha gustado el cuento, lleno e ironía y humor, sobr todo esta frase:

"Coquetear, hacer zalamerías ante sí mismo, delante de los objetos inanimados, al abrigo de cualquier mirada indiscreta que le atisbe, ejercer su despotismo y su tiranía sobre el pequeño hormiguero que el destino ha puesto por azar bajo
su autoridad, he ahí la sal y la miel de su existencia."

Me hace ver que el hogar de un escritor, siempre es el reino de un tirano, ejerciendo su poder sobre el entorno familiar, al menos eso pienso después de leer CHIST! y... no me molesten más ...jajajaja
 
justine,25.03.2012
Veo la crueldad, la lucha de clases, la indignidad de tratar a los pobres como bultos que pueden ser zarandeados por cualquiera,
Vivir de sirviente da más seguridad sobre todo en aquella Rusia en que los sirvientes eran familias enteras, pero que una vez asumida su condición gozaban de cierta libertad y dignidad aunque carecieran de linaje.

Luego veo la otra Rusia, la capitalina en la que la familia no existe y el individuo vive en soledad, pero además no se le considera un ser digno como lo es cualquiera, y la brutalidad aparece sin piedad sobre la figura infantil.

Me imagino al niño queriendo regresar, lleno de nostalgia en esa noche tan familiar que es la primera que pasa solo, pero también el abuelo ha tomado una decisión, quiere que sea libre, que salga de la saga de los sirvientes y aprenda un oficio. Y a pesar de la ternura y la piedad que nos produce el niño, creo que el abuelo se mantendrá firme aunque pase frío, hambre y carencia de amor, porque solo luchando tienes la posibilidad de crecer.

Magistral Chejov, en un cuento de apariencia simplista , que uno se lo bebe sin enterarse como la primera taza de café del desayuno, en qué forma retrata su sociedad y la dificultad de la existencia del día a día.
 
ninive,25.03.2012
Lo que a mi me impactó en este cuento es el deseo de ser amado que Vanka expresa hasta cuando dice al abuelo que si quiere él le podrá pegar. Recuerda el cariño que le tenía la señorita Olga, recuerda los perros tan distintos a los de la ciudad.
El niño pide una mirada cariñosa una mano que acaricie. Tiene hambre y no sólo de comida.
 
filiberto,26.03.2012

Este cuento me hace doler el estómago especialmente porque me recuerda mis días de trabajo en un hogar de niños abandonados. Los niños abandonados se parecen a los perros vagabundos. Buscan continuamente una mano que los acaricie y -aunque hayan comido lo suficiente y estén abrigados- siempre tienen hambre y frío. Es frío y hambre diferente porque es implorativo.
El final de la historia es tan trágica que produce desgarro al ánimo. El abuelo jamás recibirá la carta pues ha sido ingresada al buzón sin estampilla.
Las descripciones y las imágenes son grandiosas. Es un trabajo donde la crueldad y el desamparo toman protagonismo. Donde se pone de manifiesto el empecinamiento que la vida suele tener con algunos de sus hijos. Impresionante, digno de un genio de las letras. Otra de las pruebas que demuestran que lo breve si bueno...

También deseo destacar que suele suceder, que detrás del humorismo se oculten grandes tragedias. Un ejemplo, el cuento anterior. Si bien al lector, de algún modo, ha causado risa, en el fondo, es una situación dolorosísima el que un artista deba, obligatoriamente, por ganar el sustento postergar su arte o, como en ese caso, inmolarlo.
También es agobiante estar inmerso en una ambiente poco adecuado para la creatividad, tanto para el creativo como para los que lo rodean.
 
filiberto,26.03.2012
Olvidé decir que aunque el abuelo haya tomado la iniciativa de sacarlo del medio para que progrese y eso está muy bien, el niño jamás podrá borrar el sentimiento de desamparo. Esa es una de las grandes cuestiones que se plantean ante la disyuntiva de conservar a la persona en su ámbito o desarrigarlo para que mejore su futuro.
 
filiberto,26.03.2012
Lo mejor de Chéjov indudablemente es su capacidad de elegir situaciones cotidianas en todos los tiempos y por supuesto el añadido de saber contarlas.
 
El_RETO_GANADORES,26.03.2012
Muy interesante tu aporte, filiberto porque estás hablando desde una experiencia propia en el hogar de niños abandonados. Poco a poco nos vamos conociendo más a través de la lectura.

Hablas de lo que viste y así apreciaste m[as el cuento. Esto me da la ocasión de recordar la clasificación de los lectores que da Umberto Ecco.
Dice que los lectores son de dos tipos: bel lector pragmático y el lector modelo./b
El lector pragmático aprecia en la lectura lo que hace parte de su propia experiencia de vida.
El lector modelo es el que gusta más de la experiencia de la lectura sin relacionarlo con lo vivido.

Si no quedó claro busco el libro y lo cito textualmente
 
El_RETO_GANADORES,26.03.2012
Disculpen que no cambié el nick
 
filiberto,26.03.2012

Dicen que el verdadero oficio de escritor es aquél en que el autor es capaz de no escribir permanentemente su autobiografía y en el caso del lector lo mismo. El buen lector es aquél que es capaz de salir de la identificación de su yo para poder apreciar de verdad la lectura y olvidarse de pensar que todo lo que escribe el escritor es narración de su propia vida. Nada fácil pero no imposible y si no ¿cómo hubiesen hecho los grandes?
 
filiberto,26.03.2012
El lector modelo es el que gusta más de la experiencia de la lectura
sin relacionarlo con lo vivido.

Creo que este es el ideal pero a veces...
 
SOFIAMA,27.03.2012
b Filito querida. /b

Eres aguda en tu planteamiento. Me gusta la inteligencia empleada en tus razonamientos, y como el gran Chejov, lo haces con una sencillez que toca, amiga.


b Justine: /B

Comparto tu análisis. No tiene desperdicio.
Excelente FORO. No cabe dudas. Feliz Noche a todos.
 
sara_eliana,27.03.2012
También existe el lector como escritor.

Es el que va re-creando la obra a medida que desarrolla la lectura, de tal modo que al finalizarla, solo queda del texto original una base sobre la que se ha proyectado una ideología, una historia, una experiencia de vida, una emoción, una etnia ... en fin ... tantas cosas, que hacen de cada lectura un hecho único.

Desde este punto de vista, cada lector re-escribe la obra. Y como diría Irma Cuña, dos veces doctora en letras, docente de la Universidad Nacional del Comahue entre otras, "cada vez que leo, me leo".

Y no es porque se proyecte lo autobiográfico, sino porque ante una obra tan magnífica como es un texto literario -o no literario a veces, si es que fuera posible hacer esta distinción tan alegremente, un cuadro, una música, un bello tejido en telar, un espectáculo de danza, el arte rupestre ... el arte en general ... no es tan sencillo dejar fuera todo lo que el receptor ES, para convertirse en mero observador y analista. Y si lo lograra, ¿de qué serviría?

Es una forma de entender la lectura. Obviamente no es la única, es una opinión.

 
sara_eliana,27.03.2012
De Chejov me impresiona soberanamente su universalidad y su rigurosa actualidad. Considero que esto se debe a una sola condición: el haber podido describir y analizar la condición humana en su esencia, más allá de fronteras e ideologías.

Los Vanka existen en todos lados y los vemos todos los días, vendiendo objetos en los subterráneos, lavando vidrios en los semáforos, bolseándose en las plazas ... Y los que rodean a Vanka también existen en todos lados. Son como las dos caras de una misma moneda: no podrían existir unos sin el otro y viceversa. Y pareciera ser que con el transcurrir del tiempo y el consecuente cambio de los actores sociales, los Vanka no desaparecen ni mejoran su condición.

A mí, esta realidad me atraviesa. Y durante toda mi vida la literatura, lejos de ser un goce, ha sido una herramienta para revolver esa herida.

 
filiberto,27.03.2012
Otro punto de vista:
El receptor del hecho artístico, de algún modo, siempre se “lee”. El arte tiene la particularidad de entrar en ciertas sensibilidades humanas de modo intenso. También sucede con los cultores de las ciencias exactas-otro arte- .
Está quien se lee observando la naturaleza, hilvanando un tejido o resolviendo una fórmula matemática. Son distintos modos pero todos tienen el común denominador de la lectura y de la satisfacción interior y en eso, seguramente, en los que se leen y en los que no tanto, está la clave del progreso de una civilización.

En cuanto a la lectura. Tanto como la música, también a mí me ha ayudado a atravesar mis abismos, casi diría con soltura.
La realidad es difícil de transitar y cada uno encuentra su amarra. Algunos en las religiones, otros en las pitonisas, muchos en la lectura y todas las formas están bien si es que al que las elige, les son útiles para ayudarse a franquear la incógnita de la vida.

Para mí lo que tiene que ver con la literatura es un lugar de conocimiento y de lucha contra estas cuestiones que plantea Chejov por ejemplo, pero también de goce, de diversión absoluta, aunque haya quienes desacuerden esta posición. La vida es hoy, la posteridad no importa. Estoy segura de que los grandes autores decantaron sus inquietudes a través de las letras en pleno acto de disfrute y luego, bueno, trabajaron, ellos o sus correctores, en el pulido y ...bien, así les fue.

Creo, finalmente, que todo lo que tiene que ver con la creatividad acepta diferentes opciones por el simple hecho de que el espíritu humano, es un terreno tan fértil y versátil que sería imposible intentar limitarlo entre las paredes de una postura rígida e inamovible.

 
ninive,27.03.2012
CHAPPEAU Filiberto y Sara eliana
 
musas-muertas,27.03.2012
Adhiero a Ninive...Genias del foro!!!
 
SOFIAMA,27.03.2012
Creo que fue b Magda /b quien dijo en una oportunidad que lo mejor de este FORO era el aporte que hace cada lector que deja su comentario. Leyendo lo que dicen b Sara y Filito, /b no me queda más que decir que reafirmo lo dicho por ella. Excelente.
 
Gadeira,27.03.2012
Me incorporo para deciros que me habéis dejado impresionada. Vuestras aportaciones magistrales no tienen desperdicio. Yo esta vez, no he sido capaz de aportar nada en absoluto.
Tras leer el cuento se me ocurrió la vaga o tal vez estúpida idea de asociar a Iván Krasnukin con otro "padre padrone" de la literatura, el señor Grandet. No supe darle cuerpo a mi argumento y ahí lo dejé compañero.

Qué oportunidad más grande me habéis brindado para aprender desde mi silencio.

Besos chicos.
 
ninive,28.03.2012
A todos los amigos de esté foro maravilloso que estamos creando piedra a piedra, cuento a cuento les agradezco la ola de cariño que me envolvió en el día de mis primeros 80 años.

Seguimos trabajando y leyendo. bDentro de pocos días una nueva propuesta con una coordinadora de lujo. /b
Están todos en mi corazón , es grande y se sentirán cómodos. Yvette
 
sara_eliana,29.03.2012
Gracias Ivette, es lo que te has ganado con todos estos años de trabajo, compañerismo, docencia y amistad.

Quedamos a la espera.

Un gran abrazo, Sara

 
filiberto,29.03.2012
Y los más importante desinterés y HUMILDAD....mire que ponerse a estudiar GRIEGO...genia.
 
ladanny,29.03.2012
¿Qué más puedo agregar a todo lo dicho sobre los dos cuentos?
Lo que más admiro en Chejov es que jamás utiliza la grandilocuencia. Su lenguaje sencillo, pero jamás "lugar común" describe las situaciones más variadas de la existencia humana con ironía, humor y una gran compasión.
Sin lugar a duda, Dostyevski y Tolstoi son grandes escritores, pero especialmente el primero me abruma; para mí ninguno de los dos alcanza la grandeza de Chejov,porque nos hae sentir parte de la triste comedia humana.
...y murió tan joven.
 
filiberto,05.04.2012
¿Has leído:

La muerte de Iván Ilich

León Tolstoi ?
 
rhcastro,26.07.2013
Muy real.
 



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