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Inicio / Lista de Foros / Literatura :: Crítica / írculo de lectura de cuenteros locales - [F:5:12319]


ninive,20.05.2012
El foro anterior desapareció inexplicablemente, por lo menos yo no lo encuentro.

Volvemos a empezar.
Zumm por favor envía otra vez tu cuento para que todos puedan opinar corregir, sugerir o alabar
 
zumm,20.05.2012
________________________________________


En Alemania

Estoy en Munich. Me he hartado de cerveza y de salchichas.
La última salchicha que comí fue anoche y me dijeron que estaba hecha según la receta de la mamá de Wagner, quien acostumbraba a comerlas para conseguir un estado mental varonil y marcial, igual que sus obras.
Lo extraño de esta salchicha, que es bastante grande, es su color. Es blanca. Me imagino que es por la tripa igual a la que traía el Paté-fois, antes que en la Argentina comenzaran a usar el plástico para hacer los embutidos..
En esta Cervecería en que estoy, uno pide cerveza y te traen una jarra de peltre y loza muy bonita, donde cabe por lo menos un litro.. Y si pide salchichas, te traen una bastante grande y apenas la terminás, ya te traen otra y así sucesivamente..
El dueño, un bávaro gordo y colorado, cuando se enteró que soy argentino, fue adentro y me trajo otra jarra, mas bonita aún y me la cambió por la que estaba usando.. Me explicó que la anterior estaba un poco desportillada y esta era nueva.
Como todos los argentinos terminan llevándose la jarra, ya sea afanándola o comprándola, el quería que yo me llevara la mejor que tenía.
Terminé mi cuarta cerveza, me pusieron la jarra en una bolsita y después de pagarle, el dueño se despidió de mí, besándome en ambas mejillas, a la francesa, según me dijo.
Tomé un taxi, un Mercedes Benz que rajaba la tierra, pero
Igual que en Buenos Aires, me paseó por todos lados antes de dejarme
en el Hotel.
Estoy solo en el Hotel. Terminé con Erika o mejor dicho, ella terminó conmigo. Creo que fue lo mejor. Algún día contaré los pormenores de este abrupto final. Era algo que se veía venir. Ya expliqué que soy un fatalista. Lo que tiene que suceder, sucederá.
El conserje, al verme llegar, me ofrece alguna compañía.
-¿Una rubia, jefe?
-¡No!
-¿Una morocha, jefe?
-¡No!
-¿Una negrita, jefe?
-¡No!
-¿Una pelirroja, jefe?
Ahí dude un poco, pero me repuse enseguida.
-¡No!
-¿Un muchacho, jefe?
-¡Andate a la puta que te parió!

¿Qué hago en Alemania? No tengo familiares ni amigos ni nada. Apenas entiendo el maldito idioma y de la historia y tradiciones de acá no sé un pepino.
Lo mejor que podría hacer es volver a casa, a mis lugares queridos y dedicarme a hacer algo constructivo con mi vida, porque hasta ahora no he hecho nada.
Ha pasado la vida a mi lado como un tren que lleva a excursionistas alegres y decididos, dispuestos a encontrar su destino en cualquier estación, pero yo me he quedado en el andén sin tratar de subirme a él.
Hasta mi hermana se ha casado y sé que es feliz, pero yo…¿qué?
Siempre corriendo detrás de una estrella o de un cometa que no alcanzaré jamás. Siempre junto a la persona equivocada. Siempre enamorado y amando demasiado a las que no me aman, y si alguna me amó, no la supe corresponder o el Destino me la arrebató.
¿Alcanzaré a tener otra oportunidad?
Ya lo dijo Ibsen: Vivir es luchar contra los demonios del corazón y del cerebro.
Seguiré luchando contra estos demonios con una sonrisa en los labios. Expulsaré la melancolía de mi vida. Pondré mil barreras a la tristeza. A nadie demostraré mis sentimientos, porque el silencio es un amigo que jamás traiciona.

Ya estoy volando de vuelta a Buenos Aires. Me olvidé traer un recuerdo para mi hermanita, pero creo que le regalaré la jarra de peltre que me regalaron en esa cervecería de Munich, que con su tapa y esos escudos le va a gustar.
Esta vez me tocó otra azafata. Una mujer agradable pero un poco mayor. Es raro que en esta aerolínea tengan azafatas que no parecen modelos de publicidad. Creo que es mejor así. Me siento más cómodo, porque si la aeromoza es linda, los varones tenemos la obligación de tratar de conquistarla.
Ahora que lo pienso, ¿no será que estoy equivocado?
¿Porqué tengo la obligación de tratar de conquistar a cualquier mujer linda que se me cruce?
Creo que la culpa de esta forma de pensar la tenemos los que nos juntamos en un café a macanear. A mentirnos unos a otros con los levantes que hemos hecho. Con las maravillosas mujeres que hemos ganado, nada más que con nuestra “pinta” y simpatía.
Puede ser que alguna vez haya sido así, pero eso nos da valor para probar una y otra vez e inexorablemente, alguna vez, nos enamoramos de verdad, pero la liviandad y la falsedad de nuestros sentimientos nos hace vivir la vida de un tango. Al final, la mina nos amura…

Arribamos puntualmente. Paso la Aduana en un santiamén porque hay un paro de aduaneros y no revisan a nadie. Lástima que no traje nada.
Conseguir un remise o un taxi es prácticamente imposible porque hay otro paro no sé de qué esta vez y tienen cortada la ruta. Sería inútil llamar a mi hermana para que me venga a buscar, porque no podría llegar hasta el aeropuerto.
Por los altoparlantes anuncian que todo se va a normalizar en unas tres horas. Ruegan en varios idiomas tener paciencia.
Me voy con mi maleta, igual que todos, a esperar las tres horas en la Confitería, tomando un café.
Todo está ocupado. En la Argentina no se estila compartir la mesa con otra persona desconocida, pero me voy a tratar de hacer el extranjero y me sentaré junto a esa rubia despampanante que está sentada solita en una mesa.
Voy a tratar de conquistarla, así tendré algo que contarle a los muchachos…
—¿Puedo sentarme aquí, señorita?
—¡Por supuesto!—me contestó con simpatía —Tendremos una espera de casi tres horas.
Así es que me senté y ordené un café con leche y medialunas.
Ella estaba tomando un té con tostadas. vi con asco que le agregaba unas gotas de limón al té. Odio el limón en todas sus formas, así que ya empezaba mal con esta chica. Pero tenía que hacer tiempo y no habían más asientos disponibles.
La muchacha no estaba mal. Tenía el cabello trigueño, tirando a rubio, una figura apetecible, ojos color ámbar con líneas verdosas y una sonrisa encantadora. Según me dijo, se llamaba Natalia, era argentina, vivía en Rosario y había venido a Buenos Aires para anotarse en un curso de verano de la Universidad Austral. Su sueño era hacer películas, dirigir cine, pero como para seguir esa carrera hay que tener mucho dinero, ahora iba a hacer un Curso de Enfermería y en cuanto se recibiera, comenzaría a trabajar en una Clínica de su tío y así podría comenzar su carrera de Cine y expresión Audiovisual.
Me dio un poco de vergüenza ver que una chiquilina ya tenía planeado su futuro e incluso se sacrificaría dos años siguiendo una carrera de enfermería, que después no le serviría para nada, ya que su sueño era estudiar Cine y realizarlo.
Naturalmente, no traté de conquistarla ni nada de eso.
Cuando todo se normalizó en el Aeropuerto, compartimos un taxi y la dejé en la casa de una amiga que la cobijaría mientras estudiaba.
Me dio su teléfono, pero ya en el taxi, rompí el papelito. ¡Adiós Natalia!
Yo no soy un buen tipo para ti. Te mereces algo mejor.
Llegué a mi casa y me metí en la cama. No me voy a levantar en tres días por lo menos, hasta que se me pase este bajón y vuelva a ser el cínico de siempre.
Estaba peleado con Erika a quien dejé en Munich y me preocupaba el tener que decírselo al hermano, la bestia peluda esa, quien me había advertido que me mataría si hacía sufrir a su hermana.
No me alcancé a dormir, cuando sonó el teléfono.
Refunfuñando atendí. Era Rodolfo, el hermano de Erika, dos metros de altura y cien kilos de puro músculo, con un cerebro así de chiquitito.
Me dijo que en cinco minutos estaría en mi casa. Que lo esperara.
Ni loco, ni ebrio ni mamado lo voy a esperar. No soy suicida.
Me vestí rápidamente y corrí hacia el fondo de mi casa. Crucé el pequeño jardín y traté de subir la maldita pared que levantó mi vecino, el papá de Soleil. Esta vez lo conseguí y me dejé caer del otro lado, donde el viejo estaba regando el jardín
Al reconocerme, me apuntó con la manguera y me mojó todo.
Alcancé a ver que Soleil estaba tras una ventana, riéndose a carcajadas. Traté de hacerle señas con la mano pero el viejo maldito siguió mojándome y corrí a su casa y entré en ella todo chorreando agua y barro.
—¡Salvame Solita! —le grité angustiado…
—¡Tanto miedo por un poco de agua! —me dijo riendo Soleil
—|No es por el agua! Sucede que va a venir Rodolfo, el hermano de Erika y me quiere destrozar.
—¿Qué le hiciste a Erika? —me preguntó sorprendida.
—¡Nada! Lo feo es lo que Erika me hizo a mí— le contesté, pero ¿quién le hace entender eso al bestia este?
—¡Claro! Primero te va a golpear hasta dejarte moribundo y luego te va a escuchar…
—¡Gracias por el aliento que me das! ¡Ya veo que no puedo contar contigo! —le recriminé.
—¡Pero Edy! Hace como dos años que no te veo, y te apareces hoy saltando la pared, como en los viejos tiempos, gritando por ayuda.
—¡Bien que te gustaba que saltara la pared, antes!
—¡Puede ser! Pero entonces era una adolescente y ahora soy una mujer que ha madurado…
—¡Estás más linda que nunca! —le dije zalamero, pero le estaba diciendo la verdad.
En ese momento escuchamos al papá de Soleil que gritaba algo. Nos acercamos a la ventana y me temblaron las patitas al ver que estaba insultando a Rodolfo, quien estaba trepado al muro, listo para saltar.
—¡Baja de ahí, maldito! ¡Vuelve a tu casa! ¡Ya me han roto todas Violetas de los Alpes! ¡Me las vas a tener que pagar, nazi del demonio!—gritaba el viejo enfurecido.
—¡Que mentiroso es tu viejo! —le dije a Soleil —Dice que son Violetas de los Alpes y solo son unos tristes pensamientos…
Para qué le habré dicho eso. Yo y mi bocota. Soleil se puso como loca. Abrió la ventana y le gritó a Rodolfo, que estaba indeciso sobre el muro…
—¡Vení, Rodolfo, que acá está escondido!
La bestia no lo pensó mucho y saltó cayendo justo sobre unas plantas de jazmines que ya estaban en flor.
Mientras el viejo lo corría con la manguera, yo aproveché para salir a la calle y correr como una flecha a la casa de mi hermana, a dos cuadras de ahí. Entré por el garaje, que mi cuñado ha transformado en la sala de espera de su consultorio. Por suerte solamente había dos pacientes,
que cuando me vieron entrar, todo mojado, embarrado y con la cara de un loco, se pusieron a gritar asustadísimos.
Uno de ellos salió corriendo a la calle y seguramente no lo volveremos a ver y el otro se desmayó o algo parecido, pues le agarraron una especie de convulsiones y se retorcía por al piso.
No me quise quedar y me fui antes que saliera mi cuñado o mi hermana y me culparan a mí.
Seguí corriendo una cuadra más en dirección al Club y entré rogando que no estuviera el coreano, profesor de Tae-kwon-do, que me tiene un poco de fastidio. Por fortuna nadie me vio y me fui a las duchas a arreglarme un poco. Me saqué la ropa mojada y embarrada y me metí bajo la regadera con el agua bien caliente.
¡Ahh! ¡Qué delicia! No hay nada como una ducha con el agua al máximo, para hacerlo revivir a uno.
Dentro de un rato telefonearé a mi hermanita para que me traiga un poco de ropa para cambiarme.
—¿Querés un tohallón, Edycito?—me dijo una voz conocida. La reconocí enseguida. Era la voz de Rodolfo…

Su brazo enorme me alcanzaba un tohallón con los colores del Club. Lo tomé con la punta de los dedos dándole las gracias y tratando de no demostrar temor, a pesar que me tiritaban las patitas.
Mientras me secaba, bajo la atenta mirada de él, yo reflexionaba como es la vida. Ayer estaba en Alemania, comiendo salchichas y tomando cerveza y se me ocurre volver y ahora estoy a un paso de la muerte.
Me podía haber quedado allá y disfrutar con las mujeres que me ofrecía el conserje del Hotel, ¡pero nó! El boludo tenía saudade.
Bien me merezco la paliza que me va dar la bestia esta, nada más que por pelotudo.
—¿No tenés ropita seca? —me preguntó muy cariñoso.

—¡No! El viejo maldito me mojó todo…

—A mi también. ¡Qué viejo más loco! Pero no te preocupes que yo en mi armario del Club, tengo un par de camisetas de rugby y te puedo prestar una.

Yo estaba un poquito asustado, pero no porque sea temeroso de un grandote enfurecido, sino porque estaba desnudo y eso te acobarda más. A pesar de la ducha hirviendo que había tomado, temblaba como perro chico y tenía la piel de gallina (cuero de pollo, como dice mi hermana). Me restregué con fuerza con la tohalla y Rodolfo me trajo una camiseta suya. Me la puse y me cubría hasta los pies. Rodolfo me miraba divertido. Seguramente pensaba en como iba a acabar conmigo.

—Tenés que usar ojotas cuando te duchés —me dijo— porque te podés contagiar el pie de atleta. ¡Vamos al buffet que te quiero hablar!

Así descalzo y vestido con una enorme camiseta de rugby me senté en una de las mesitas del buffet del Club.

—Tal como te adelanté por teléfono hace un rato, me quiero disculpar—comenzó diciendo un poco turbado.

—¿Disculpar? ¿Disculpar de qué?

—De la conducta de mi hermana Lo sé todo. Ella no tenía porqué hacerte sufrir. Está muy arrepentida y espera que la perdones.

—Dile que la comprendo y la perdono. No tengo resentimiento. Solo deseo que sea muy feliz.

—Eres muy noble. Ahora dime ¿Porqué te escapaste y no querías hablar conmigo?

—Porque no me gusta que me pidan perdón y yo ya me imaginaba que venías por eso —le mentí. No podía decirle que le había entendido mal y pensé que me venía a matar.

—Bueno, ya está todo aclarado, me voy. A propósito, Ché, ¡que linda está la Soleil!

—Ahora que lo dices, tienes razón. Tú y ella harían una linda pareja. Pero te advierto que con ella tendrás que ser muy, pero muy cargoso para conquistarla. No es fácil. Tendrías que acosarla a toda hora. No dejarla ni a sol ni a sombra. Cansarla con tu presencia Abrumarla con cartas y llamados telefónicos y sobre todo, ganarte primero al viejo.
Ahora podrías llevarle unas cuantas plantas de Violetas de los Alpes.
Claro. Todo esto si en realidad tienes interés en ella. Pero te advierto que Soleil vale la pena. A mí ella no me daría ni la hora, porque siempre fuimos como hermanos, pero tú seguro que le agradarías, pero ella no es de las que demuestran algo. Es de las que les gusta que las ganen por cansancio…

—¡Gracias por tus consejos! ¡Los voy a seguir! Siempre me pregunté que catzo era lo que mi hermana Erika veía en ti y ahora me doy cuenta que eres un buen tipo. Chau…Nos vemos.

Me quedé riendo solito de lo que le esperaba a Soleil. Se lo tenía merecido.
 
bolche,20.05.2012
fijáte que está lleno de "queísmos"
 
qoele,20.05.2012
¿La mamá de Wagner comía salchichas y componía música?
 
hippie80,20.05.2012

Qué más podrían hacer los alemanes ?

 
musas-muertas,20.05.2012
Oia? se perdio mi comentario en el "otro foro". Bueno, Oye Zumm... para mi esta muy bueno, ya te lo habia leido y comentado.... siempre me quede con la duda de si era una experiencia tuya o al menos veridica.... me resulta muy agradable el cuento y no solo etretiene sino divierte. me parece genial el vocabulario empleado. Lo lamento, no tengo criticas... a lo mejor desde lo estrictamente literario pero en eso paso...nopo sepe...
 
ninive,20.05.2012
El cuento es sin duda divertido y ágil. Es lineal, no nos confundes con idas y vueltas al pasado . Se lee bien. Lo leen mejor los argentinos porque el idioma usado y el carácter del protagonista son muy argentinos y sin ser lunfardo, salvo una que otra expresión dan bien el localismo.
Es vertiginoso y ese ritmo consigue mantener la atención .Si alguien encontró que el texto adolece de queísmo tiene razón
Porque no me gusta *que me pidan perdón y yo ya me imaginaba *que venías por eso —le mentí. No podía decirle *que le había entendido mal y pensé *que me venía a matar.Si bien hay muchos *que pienso en cómo lo corregiría y realmente cada *que tiene su lugar bien ganado en la frase.
Hay un *quien en la primera frase que confunde . No se sabe si te referís a Wagner o a su mamá.

"La última salchicha *que comí fue anoche y me dijeron que estaba hecha según la receta de la mamá de Wagner, *quien acostumbraba a comerlas para conseguir un estado mental varonil y marcial, igual *que sus obras. "

Como veo, bqoele/b ya detectó la ambiguedad de la frase y siendo la primera despista un poco.

No sé por qué tuvo que saltar la tapia en vez de escapar por la puerta, pero esto nos dio una pintoresca escena muy de aventuras de Don Juan y la figura del padre que recibe a los vecinos a manguerazos está muy bien lograda.

Como después se ve a Rodolfo que sigue el mismo camino de la tapia y agrega el estropicio de jazmines, llego a la conclusión de que ese era el modo usual de comunicarse entre vecinos.

Los personajes están muy bien delineados. Encuentro superflua la frase final."se lo tenía merecido"

Bravo!!!!!!! un buen cuento que divierte . Si voy a bucear profundo a lo mejor encuentro una crítica al machismo argentino.




 
pantera1,20.05.2012
Creo que si ",Wagner,"lo colocas como vocablo queda implícito que se trata del compositor.
Nínive:
¿Es aceptable desde el punto de vista literario?
Me entretuvo que al final se las diera de Celestino, ofreciendo a Soleil a su ex cuñado...
 
pantera1,20.05.2012
Lamentable la desaparición del foro anterior.No alcancé a grabar las interesantes recomendaciones de ustedes para mi cuento "La enfermera"
Ninive creo que se debe respetar tu idea de anotarse para posteriores envíos y dar cabida a por lo menos seis comentarios. No alcancé a dar el mio sobre el que envió godiva..Cariños y feliz domingo.
 
efelisa,21.05.2012
A mí me gusto el cuento de Zumm, es ágil, los dequeísmos que encontró Nínive, no los percibo porque no tengo discernimiento hacia la crítica, y lo que rescato de un cuento, es su sentido, ritmo, desenlace y que entretenga. El otro no llegue a leerlo. Entendí que la mama de Wagner, el compositor si comía salchichas, era para parecer marcial. Gracias a todos, Saludos!
 
ninive,21.05.2012
Es realmente muy ambiguo ese "quien". Conviene escribir más clara la idea
 
hippie80,21.05.2012

Si, hay algo de ambiguo en aquella frase, como dice la maestra ninive.

 
musas-muertas,21.05.2012
Si, coincido no se sabe si las salchichas las comia la mama o Wagner... convengamos que es al menos una confusion divertida, Me imagino a la Mamá de Wagner en un "estado mental varonil y marcial".... jejeje pobre Wagner...
 
pantera1,21.05.2012
“Me he hartado de cerveza. Hasta mi hermana se ha casado. Siempre corriendo detrás de una estrella. Siempre enamorado y amando. Seguiré luchanso contra esos demonios. Ya estoy volando. Ella estaba tomando. Te apareces hoy saltando…gritando por ayuda. Y tratando de no demostrar temor.”

Ahora entiendo lo del “localismo” como bien lo dice Nínive: “porque el idioma usado y el caracter del protagonista son muy argentinos”.

El reproducir todas esas frase que aparecen en el texto de zumm es para contarles esta diferencia.
En Chile asistí a un taller donde la profesora nos exigía escribir sin usar el “gerundio” ni abusar de las formas verbales compuestas, sin queismo, palabras terminadas en “mente”, evitar el constante uso de la “y” para separar ideas.

El uso de gerundios también lo veo en textos españoles y mexicanos.

 
zumm,21.05.2012
En verdad, estos comentarios me sirven de mucho. No me daba cuenta del abuso de gerundios que hago. Tampoco el queísmo. Agradezco desde ya sus constructivas críticas.
 
qoele,21.05.2012
No me quedó claro cuál era la dirección del hotel, digo por si debo viajar a Alemania, y así tendría algo que contar en el bar -porque no me gustan las salchichas ni las cervezas-, ya que zumm perdió la oportunidad.
Bromas a parte, personalmente no puedo prescindir de los gerundios, ya que existen, porque los encuentro desmesurados, y abarcan con golosidad las palabras, generalmente.
De los que y de las y, no me fijado para nada. Qizás me preocupo, a veces, de mantener unidos el sonido y el sentido de las palabras, creo que la armonía va por esos lados.
 
ninive,22.05.2012
Quien lo desee puede enviar un texto propio para recibir comentario, haré una lista según el orden de los pedidos.
1
 
martincruz,22.05.2012
me anoto con un viejo texto que de acuerdo a sus segerencias de hace algunos años ha sido mejorado. Con los comentarios de mis colegas cuenteros será aún más logrado.


 
musas-muertas,22.05.2012
Si hay lugar yo tambien me anoto... Tengo uno aun no publicado....
 
ninive,22.05.2012
adelante martincruz, poné texto que lo desmenuzamos de un bocado

LA INSCRIPCION PARA LOS PROXIMOS sigue abierta. Dejar solo el nick
 
martincruz,22.05.2012
b“Página” /b(ciudad invisible)

Al pensar un relato lo primero que acude a mi mente son imágenes, que por alguna razón se presentan plenas de significado. Cuando intento describir una ciudad recuerdo Buenos Aires. Para comparar cualidades siempre parto de ella, permanece implícita, porque las imágenes en mi memoria, una vez fijadas por las palabras se borran y conociendo otras ciudades, tal vez, las he ido perdiendo.

“Página”, a pesar de no haber sido visitada ni descripta por Marco Polo en la corte del emperador mongol Kublai Kan, es una más de esas fantásticas y fascinantes “Ciudades invisibles” que Italo Calvino jamás imaginó.
Y no sólo por tener nombre de mujer, también por ser la formulación imaginaria de un concepto y una unidad semántica independiente.
Es el lugar donde la experiencia simbólica comparte el vínculo con el absoluto de la poesía. En lo que a mi respecta, es descubrir las razones que llevan a los hombres a vivir en esta ciudad, que pueden valer más allá de todas las lógicas. De ahí que la vida urbana en "Página” intente ser un poema a las ciudades, en tiempos en los cuales vivirlas es cada vez más dificil.

“Página”, tiene la particularidad de asemejarse o confundirse con:
Despina; ciudad que representa el deseo para quienes se acercan a ella, pero de forma distinta según la intención. Hace que se desee lo contrario de lo que se tiene. Octavia; allí se plasma la angustia existencial.
Diomira: Para verla como se merece, se debe llegar en una noche de primavera.
Isidora; la ciudad de los sueños que se han convertido en recuerdo.
Zora; donde deben acudir los hombres que quieren ser considerados.
Tamara; retiene los nombres con los cuales se define a sí misma y a todas sus partes, la ciudad te dice todo lo que tienes que pensar.
Zirma; es una ciudad de gente absurda, de cosas sin sentido, llamativas, retenidas en la memoria con simbología propia.
Zoe; cada hombre ve la realidad distinta, y entonces, los hombres llevan en su memoria diferencias.
Zaira; para describirla habría que transportarse al pasado, se la olvida rápidamente.
Anastasia; el que la visita se convierte en dependiente de lo que ella ofrece.
Zenobia; inhibe las memorias y los deseos de pasearse por otras ciudades, Eusapia; propensa para gozar de la vida y alejarse de las tentaciones.
Fedora; donde todo son supusiciones. Encierra aquello que se acepta como necesario mientras todavía no lo es; aquello que se imagina como posible y después deja de serlo.

“Pagina”, es tan real que se la puede recorrer todos los días y a cualquier hora.
Si navegando por los mares virtuales de pronto nos tienta visitarla, sabemos que partiendo desde cualquier lugar del planeta en el que nos encontremos, empleamos instantes en llegar y disfrutar lo que nos propone.
Este es el camino para conocerla o internarse en otras similares. Con la diferencia que en las otras ciudades tropezamos con muros imaginarios, dentro de los cuales conviven cuenteros de antigua residencia con derechos adquiridos. Las convierten en impenetrables y esto nos provoca incomodidad.
Sin tener edificios, autopistas, parques, ni nada que la asemeje a una ciudad, posee todos los atributos de una floreciente metrópoli. En “Página” no hay escuelas, universidad, hospital, iglesias, cementerio, supermercados, ni siquiera una plaza, pero nunca está desierta; urbe entusiasta y culta siempre activa, no descansa y como toda gran Capital vive en plenitud las veinticuatro horas del día.

Las personas que hurgamos por sus arterias nos leemos e imaginamos mil cosas los unos de los otros, fantasías proyectadas de nuestra por forma de escribir. Algunos de nosotros se conocen personalmente; intuimos relaciones, encuentros, seducciones, amores prohibidos a veces consumados o sólo intercambio de mensajes sin rozarse ni siquiera con un dedo.

Nuestra biografía se asemeja a un pasaporte. Nos identifica una foto que no siempre es actual ni la nuestra...diría, es un símbolo que nos personaliza.
Este ícono, aunque no en todos los casos, es acompañado de frases, carta de presentación que intenta delinear nuestro perfil de manera similar a como creemos ser, pero en general resulta frívola y no llega a ser representativa.

En “Página” leemos los poemas o los cuentos de un “chaval” con un sombrero de paja, de una mujer madura que muestra abundantes curvas, de una “piba” vestida de bailarina clásica, de una señora que comenta con compromiso, de un señor mayor con el cabello teñido, de una “gallega” que emerge de un mar de girasoles o de un musculoso mulato caribeño adornado con tatuajes.

Siempre ocurre algo, las palabras escritas nos unen, nos ligan con hilos invisibles los unos con los otros. Saludamos a aquellos que nos leen y comentan. Y a su vez leemos y comentamos. Pero no nos detenemos, escapamos a sumergimos en el anonimato que nos protege en búsqueda de otros cuenteros: un mapuche con la cara de un perro, un “chavo” besando un mono, un ojo color azul que le falta la cara, un gauchito parecido a Inodoro Pereyra, una “botija” oriental que en sus comentarios refleja amistad y dulzura o con una nueva escritora erótica, que sospechamos haberla ya leído con otros nicks.

Como entre quienes por casualidad se encuentran bajo un toldo callejero para guarecerse de un inesperado chaparrón, nos relacionamos charlando hasta que la lluvia se detiene.
Aunque pensemos que esta apasionante virtualidad está muy cerca de la locura, la realidad siempre prevalece, y a veces, la amistad que nos aproxima por similitud de sueños, suele transformarse en verdadera.


En esta ciudad mítica y paradojal en la que vivimos, sobrevolamos y a veces somos, nada es casual. Todos miramos la pantalla hipnotizados, ebrios de ansiedad, esperando que algún lector haya pasado por nuestra bibliografía, leído nuestros escritos y dejado un comentario positivo.

Es entonces cuando imagino a “Página” a orillas de un gran lago, construida como lo fue en la antigüedad Valdrada, otra de “Las ciudades invisibles”. Al llegar vemos dos ciudades, una directa y una reflejada en sus aguas. Este inmenso espejo deforma, acrecentando algunas veces el valor de las letras y disminuyéndolo otras. Siempre es gratificante leer un comentario satisfactorio a nuestros textos, porque esperamos reconocimiento y no siempre lo retribuimos.

Todos los seres humanos necesitamos afecto y la admiración que creemos suscitar; ser protagonistas por algunos instantes, figuras estelares, niños mimados, más allá de sabernos o no poseedores de carisma. ¡Y porque no!; recoger el fruto de las semillas que sembramos con amor, trasmitiendo las emociones que nos desbordaban acariciando con los ojos humedecidos las teclas de la computadora, cuando componíamos las palabras que nuestro corazón nos susurraba.

No todos los escritos que a nosotros resultan hermosos y deseamos que trasciendan, persisten cuando se reflejan en nuestros lectores. Estas dos “Pagina” que crecen mirándose a los ojos y viven la una para la otra, no siempre nos dan satisfacciones.
Revisando los “Libros de visita” observe en su interior residen los verdaderos puntos neurálgicos de esta ciudad invisible. ¿Cuantas palabras pasarán por estos? ¿Serán las almas de “Página”? ¿Será la alfombra donde debajo ocultamos la basura? Estas dudas dan vueltas en mí cabeza y se manifiestan sujetas a numerosas interpretaciones, posibles de enumerar, imposibles de calificar.


En “Página”, lo que leemos en los “Libros de visitas” es abstracto, irreal. Si cada circunstancial fantasma se convierte en una persona con quien confrontar competencia, discusiones o agresiones, o presentimos que “Página”, que nos había parecido la suma de todas las maravillas del mundo, comienza a derrumbarse, incluso hasta considerar que visitarla ya carece de sentido, es por que no poseemos una terapia eficaz para evitarlo.
Ha llegado el momento de meditar fuera de sus murallas, lejos de sus torres imaginarias asediadas con ferocidad por hordas de clones. Necesitamos razonar.

Debemos convencernos que siempre somos nosotros los responsables del vivero donde se cultivan estos pimpollos y como buenos jardineros, saber que a las flores, algunas, las que regamos crecerán y otras, las que no atendemos, se marchitarán hasta secarse. Si logramos encontrar el punto de equilibrio, podremos ver esta magnífica ciudad con los ojos del amor, tal cual es: una mujer seductora, satisfecha de imponer sus caprichos a nuestra voluntad y de persuadirnos a transitarla compartiendo la alegría de vivir nuestras fantasías de escritores ignotos.

La felicidad consiste en transcurrir la vida tomados de la mano de nuestras verdades relativas, tolerando y aceptando las verdades relativas de nuestros semejantes. Así deberíamos interpretar la convivencia en “Página”, cuando inmersos entre las circunstancias inesperadas que surgen de nuestra relación, nuestros propósitos se satisfacen sólo a medias; la virtualidad siempre padece de males que nos dejan secuelas. Únicamente aquello que conservamos de la realidad no sufre mutaciones. En esta apasionante ficción si no vivimos nuestros sueños, en algún momento dejaran de serlo.

¿Porque entonces, alguna vez se nos ocurrió pensar en emigrar de esta fascinante ciudad? ¿Existe alguna razón poderosa que nos condicione?
Abandonarla sería privarnos de un mundo diferente que nos atrae con la fuerza de un imán, de un paraíso literario, en el que perviven los genuinos apasionados de las letras. El resto de los visitantes la pululará siempre en forma transitoria, hasta el momento que descubran no pertenecer a ella. Sería equivalente a privarnos de la felicidad que ”Página” nos brinda, sin pedirnos nada a cambio.
Y aun así, vacía de nosotros; este carrusel de fantasías no se detendría
 
musas-muertas,22.05.2012
Oye Martin.... no quisiera empezar con criticas porque el texto me ha parecido sublime y atrapante. En realidad yo calificaria al mismo quizas de Ensayo o Reflexion, no Cuento (estoy seguro de que ya lo sabías).
Como tal (y lo encasillo arbitrariamente de Reflexion), me parece estupendo. La alegoria de Ciudad virtual me ha atrapado, si hubieras escrito otras 5.000 palabras estableciendo paralelismos las hubiera leido y disfrutado inmensamente.
Creo que has usado una genial herramienta para expresar tus ideas (y que en lo íntimo comparto en gran medida)
Como es una Reflexion (para mi) y no un cuento te has puesto en la posición de que cuestionemos "tus verdades". Intuyo que las criticas iran por ese lado, yo no voy a caer en la tentación (quizas porque comparto demasiado tus ideas) y no me gustaria que tu texto sirva para polemizar o peor polarizar posiciones.
Si puedo decirte que me ha encantado tu Alegoria Pagina-Ciudad... me parece un recurso muy inteligente y muy bien utilizado. Es mas, el tema daría para un cuento fantastico (tratare de no robarte la idea...jeje). Esta muy bien escrito y muy agradable de leer. Felicitaciones amigo!!!

 
martincruz,22.05.2012
Gracias musas, si en realidad es un ensayo-relato. Tiene unos 4 años. Pero cada vez que lo releo, no resito la tentación de actualizarlo. Hace siete años que participo en la página, y... mis progresos han sido fantásticos, gracias a las críticas de Ivette y anónimos y desinteresados profesionales que la rodean. Creo que la labor de Ivette y su equipo merece más allá de la admiración y el respeto, un apoyo incondicional de nuestra parte por esta obra casi ignorada en la "Pagina"...............Saludos
 
musas-muertas,22.05.2012
no podria estar mas de acuerdo!!!
 
ninive,23.05.2012
Bueno tu ensayo y si estás en ánimo de revisar y corregir, te sugiero sacar toda la parte relativa a la enumeración de las ciudades invisibles de Calvino.
Sacado ese párrafo lo que decís es muy interesante y hará Eco en muchos. Y si hablamos de ECO, Umberto Eco escribió que los lectores se dividen en pragmáticos y experimentales . En la lectura de este ensayo somos todos experimentales ya que nos identificamos con lo que escribes.¿ Quien no ha tenido entusiasmos , satisfacciones, desilusiones amores y odios en la página? Tuve la experiencia con Islero ¿lo recuerdas?, falleció hace poco. Estuve muy ligada a su escritura y él a la mia, éramos buenos amigos ,un dia nos peleamos no sé por qué. Sufrí horrores. Cuando fui a Bs As de visita él vino a conocerme y nos matamos de la risa rememorando nuestra PELEA. encontré en el ser real una persona completamente diferente al ser virtual.
En esta página se nos permite la libertad de crear nuestros propios héroes, nuestros personajes. Comprendo a los que duplican su identidad por más que sea molesto a veces. Los que lo hacen tienen la necesidad de expander su yo de ser de otra forma y la página se lo permite

Ciudades imaginarias hay muchas en literatura, la Santa María de Onetti, Jefferson de Faulkner, Macondo, Comala de Rulfoy tantas otras. Me encanta la idea de pensar en La Página como en una ciudad invisible donde nos movemos cada día.

Muy bueno tu texto. Aparte esa parte que señalé se pueden obviar algunas repeticiones y abreviar la extensión del ensayo.
BRAVO!!!!!!!!!!
 
qoele,23.05.2012
¿Falleció Islero?
Lamentable noticia. Un cuentero simpático y auténtico. Una de las buenas plumas de esta azul página.
 
bolche,24.05.2012
Yo quiero subir un cuento mío, no para que me lo corrijan, sino para que aprendan como se debe hacer.


Gracias.
 
rhcastro,24.05.2012
Como que fallecio islero? Uy, uy... Que lamentable. Por que tanta mortandad en la page? NO somos una comunidad tan grande como para que cada año caigan dos tres.

 
bolche,24.05.2012
Es increíble. Encima gente que no se ha muerto nunca.
 
pantera1,24.05.2012
Me interesa saber de:
Alicia Cometa(ecuatoriana) Por favor.
 
pantera1,24.05.2012
Margoth Proaño Miranda. aliciacometa.
 
ninive,24.05.2012
según los últimos posteos me parece que están desviando el tema del foro.
Quien tenga un texto para revisión y comentario puede proponerlo.
 
pantera1,24.05.2012
Me declaro culpable.Disculpa Nínive.
Te parece "AÑO NUEVO"?
Lo coloqué ayer en Cuenteros Locales, Para no entorpecer la posible inscripción.Gracias
 
rhcastro,24.05.2012
De mujeres.
Habia una vez, otra vez de tantas veces... una mujer. Histérica, caucásica, mujer como tantas. Conoces de mujeres?
En realidad no necesitan ser caucásicas, locas siempre lo están.

Ernestina como le decía su madre, Tina como comunmente el marido cuando andaba enmuinado o Tetina la pequeña nieta que siendo mujer tambien contaba con sus 'Detallitos' En fin... El caso es que Ernestina tenía la costumbre de juntar cuanto animal encontraba tirado. Patos, gallinas, mapaches, gatos, conejos, caballos, chivos, perros y etceteras. Extraña obsesión que enojaba al marido, sacaba de sus cabales a la madre con diversas alergias e infectaba la piel de la nieta que siempre andaba con espantosas ronchas. Al ser tantos... Les era imposible mantenerlos limpios de la famosa garrapata que al igual que todos estos seres vagabundos posesionaron el lugar.
Un dia de tantos... al ir a comprar los comestibles, Tina encontró una perrita negra muy lastimada, al parecer violada por algun chamaco degenerado. La llevó a casa para curarla, alimentarla, salvarla. Cosa que no logro. A los diez dias aquel pobre animal murio y Ernestina lloró tanto como lloraba a diario por uno o por el otro de sus animalitos, porque mas bien creían los vecinos que buscaba cualquier circunstancia que provocara eso. Llorar.

Una de tantas noches, Ernestina fue despertada por gritos aterradores, uno de los animales pedía auxilio y eran tantos que no sabía de donde provenía el lamentero aullar. Se levanta y busca en el patio, corre por toda la casa y vuelve a salir siguiendo aquel doloroso, aterrador aullido de alquien que seguramente esta siendo ultrajado como la perrita negra(Piensa) Cruza la calle y allí, tras esa puerta esta sucediendo algo, en la casa del vecino de enfrente que tiene años solo, que no se desahoga sexualmente y que el mismo diablo le ha invadido la mente para perpetrar tal crueldad.
Le toca, le grita, no responde... Patea la puerta, corre de un lado a otro despertando a todo el barrio que se asoma asustado mientras aquel animal no deja de quejarse !Lo esta matando! (Piensa) Golpea la ventana, el individuo tiene maldad, no responde.
Regresa a su casa y levanta al marido que está en sueño profundo(Para entonces cuatro de la mañana) Lo lleva a rastras casi dormido, le grita, le insulta le pide que salve al animal que esta siendo ultrajado por el vecino de enfrente.
El hombre toca la puerta y el vecino abre, tan dormido como el marido de Ernestina... 'Que pasa?' Pregunta. Con aquella inocencia de quien nada debe y mucho menos teme. Ernestina lo empuja, se mete a su casa, levanta la ropa, mueve los sillones, menea los trastos, busca debajo de la cama y encuentra al animal !Dios! Un cachorro de mes y medio asoma la cabeza de entre unos cojines y mueve la cola. Tiene hambre, frio... Quizas solo quiere jugar.
Al otro dia... El vecino toca la puerta, Ernestina sale y le mira con verguenza, la madre de Ernestina le saluda y la pequeña nieta le pregunta las mil y una cosas sobre su nueva mascota. Dos largas y tristes lagrimas corren por las mejillas del vecino que impiden hablar, las limpia y dice:
'Te, te... tengo dinero para pagarle a una mujer'
Ernestina lo ve de arriba abajo y le contesta:
'Aun no me queda claro quien mato a mi perra negra'

'Qué?'


RHCastro.-

 
rhcastro,24.05.2012
Se están inscribiendo? Ups! Lo siento.-
 
rhcastro,24.05.2012
A veces tanto orden me crean desórdenes. No lo hago de manera conciente. Me disculpo en verdad. Borra el texto ninive por favor.
 
ninive,24.05.2012
Aceptado tu cuento rh. Adelante con los comentarios
 
rhcastro,24.05.2012
Gracias ninive.
 
pantera1,24.05.2012
Entretenida manera de narrar lo que se produce con tanto animal de especies disímiles.El pobre vecino tenía espiritu paternal,pero ni idea de los cuidados que se deben prodigar a las mascotas. Tina obsesionada por descubrir al culpable del daño a la perrita, encuentra con quien desquitarse. . Si bien es corto, al leerlo ,se le van agregando condimentos de factura propia lo que lo hace más entretenido.Felicitaciones.
 
pantera1,24.05.2012
Tiene comienzo de cuento infantil, usa frases y palabras a modo de muletilla como se hace para mantener la atención de los niños. Me gustó
 
rhcastro,24.05.2012
Gracias pantera!! Me motivas a seguir intentándolo.
 
musas-muertas,25.05.2012
Gran cuento rhcastro!!! me gusta como escribes, tienes una tecnica que deja espacios vacios para que la imaginacion del lector lo llene. El final inesperado, como a mi me gusta... me sorprendió...
Reitero mis aportes... desde lo que siento me gusto mucho, desde lo literario me declaro incompetente...
Felicitaciones
 
godiva,25.05.2012
Menos mal que eras una papa, para los cuentos rhcastro. Jaja!! A mí también me gustó mucho
 
rhcastro,25.05.2012
Gracias musas, godiva. Se siente bien que les guste. La papa aun la traigo atorá godiva je je.
 
ninive,26.05.2012
El cuento es una delicia, confieso que entendí poco el final.
estilo de grande papa cocida. Muy bueno ese "alegre discurrir" . Ernestina vive en tus palabras.
No me queda claro lo de la nietita. ¿es la hija de Ernestina¿¿ Así como lo pones parece ser la nieta de Ernestina que de ende pasaría a ser abuela y la abuela, bis.
En un texto tan breve logras una ambientación muy buena. el pueblo y los vecinos son el contorno de la narración.
Lo de la mujer caucásica no lo entendí ¿querías decir cáustica. A lo mejor era del Cáucaso o es un cantinflismo que no aferro¿?
Me encantó el "lamentero aullar."
Muy acertado estilísticamente ese pasar al presente verbal cuando Ernestina irrumpe en la casa del vecino. Da gran agilidad a la acción.
Espero que aclares mis dudas y recibas mi"alborozado felicitar"

 
rhcastro,26.05.2012
Hola ninive!! Bueno mira... jejejejeje sobre tus preguntas. La nietita efectivamente es eso, la nieta de Ernestina, la hija de Ernestina no aparece en la historia, solo la madre y la nieta.
Emm... caucásica, es un modismo del noroeste de México para decir mujer vieja, achacosa, amargada y loca. El final creo que ese 'Qué?' Ultimo del vecino acusado debí omitirlo. Con lo de la sospecha o acusación de Ernestina respeto a la violación de la perra sería suficiente. En la mente de Ernestina, fuese o no fuese culpable el pobre hombre para ella lo era, por el simple hecho de estar solo sin desahogo sexual.

Es la idea. Gracias ninive por ese alborozo
 
ninive,28.05.2012
¿Alguien quiere subir un texto? Adelante
 
zumm,28.05.2012
Felicitaciones rhcastro. Me gustó mucho tu cuento y creo que ese lamentero aullar y el alborozado felicitar
de Yvette, pertenecen a un escritor argentino, mendocino por más señas, llamado Juan Draghi Lucero.
En un tiempo traté de escribir con su estilo, pero no me salía natural. Acá les mando un cuento escrito copiando su estilo.
 
zumm,28.05.2012
Se llama Déjà vu y está en mi biblio por si les interesa
 
rhcastro,28.05.2012
Gracis zumm. Claro que ire a leerlo a ver si le aprendo algo jejejjeje. Gracias.
 
musas-muertas,29.05.2012
Gente.... subo un cuento mio, acepto y espero criticas....


- Buen fin de semana! - dice don Carlos a sus empleadas.
- Igualmente don Carlos - Dice Mariela - Ya le dejé sobre su escritorio el cierre de la caja… mejor mírelo el lunes.
- Que descanse don Carlos - Dice Daniela - los pedidos de reposición a las editoriales están también sobre su escritorio.
- Gracias chicas - Dice don Carlos con una sonrisa de aprecio - Descansen!... a lo mejor la semana que viene las ventas mejoran.
Carlos Martini se queda solo. La vieja librería, propiedad por generaciones de la familia Martini, queda ahora en silencio.
Don Carlos esta cansado, los años, la irrespetuosa competencia de el cine, la TV, y ahora la Internet están desangrando poco a poco su negocio. Ya nadie lee, todos se adormecen frente a pantallas de cine, televisión o computadoras, reemplazando la imaginación por verdades premasticadas y recocidas para el consumo masivo de imágenes. Los pocos lectores que quedan, “bajan” inmoralmente de Internet “libros” en pdf, y los leen de las computadoras.
El problema de don Carlos no es “el negocio”, la propiedad de la librería, ubicada estratégicamente, tiene un alto atractivo para el mercado inmobiliario. Ya ha recibido ofertas por la vieja casona, que le permitirían un holgado pasar por el resto de su vida. Su misma esposa e hijos lo instan a vender, “con lo que te ofrecen nos quedarían tres lujosos departamentos, no tendrías que trabajar mas y viviríamos con mas dinero”. La lógica es inapelable, pero la respuesta de Carlos no es lógica. El ama a los libros. El sabe que el alma de los personajes y sus autores habitan entre las hojas y las tapas de cuero. El, igual que sus antepasados, aprendieron a olerlos e identificarlos entremezclados con el perfume a tinta y papel de imprenta.
- En breve estaré en bancarrota - Suspira don Carlos, hablando consigo mismo - pronto tendré que tomar una decisión.
Lentamente se dirige a su escritorio, son las ocho y treinta de la noche, los negocios vecinos ya han cerrado, el escritorio esta lleno de papeles, se apresta a sentarse pero el cansancio lo vence.
- Ya los veré el lunes - dice con tristeza.
Apaga poco a poco las luces en silencio, arrastrando sus pies por el entablonado de madera, algunas tablas crujen lastimeramente a su paso. En la puerta de entrada mira con nostalgia al salón principal de la librería, apaga la luz del candelabro y con un susurro dice en principio a nadie.
- Hasta el lunes...
La puerta se cierra con un chillido agudo de bisagras sin aceite y el ruido de los cerrojos deja a la casona en silencio.

El tiempo transcurre lentamente, de pronto el viejo reloj del salón da diez campanadas.

Un olor a tabaco de pipa inunda el ambiente.
- ¿Sherlock?, ¿Escuchasteis lo que dijo don Carlos?
- Claro Watson - Dice el señor Holmes dando una bocanada a su pipa - Tenemos un caso de realmente difícil solución mi querido Watson.
Sir Arthur Conan Doyle se acerca a ambos y estrecha ceremoniosamente sus manos. Ha escuchado el final de la conversación y se sienta junto a ambos meditando en silencio.
Poco a poco la sala se va llenando, Shakespeare discute en un rincón con Hamlet en términos lúgubres, “es la muerte, el fin de la vida”. Ray Bradbury conversa animadamente con su amigo Edgar Allan Poe. Mas allá caminando lentamente con su bastón Jorge Luis Borges recorre los pasillos meditando en silencio. Están todos, Don Miguel de Cervantes Saavedra, George Orwell, Ernest Hemingway con su sombrero, George Bernard Shaw observa courioso a una florista de nombre Eliza, Ruiz Zafon, Tolkien hablando con Gandalf, rodeado de elfos y hobbits, J.K. Rowling con Harry Potter, Ron y Hermione. Robin Hood caminando junto a un desconocido vestido con ropas medievales. Herman Mellville, discute animadamente con un lúgubre señor armado con un arpón, a su lado Aldous Huxley parece intentar convencer a un joven indígena. En la cacofonía de susurros todos se entienden y todos hablan de una sola cosa. Su hogar.
Solo un joven de nombre Daniel Sempere parece ser el único sereno en la sala.
- Oye! - Le dice Sócrates – ¿No te preocupa la situación?
- No - replica Sempere con una sonrisa - Ya he pasado por esto.
- Aha! - Dice Sherlock levantándose de su sillón - Aquí tenemos a un joven que parece saber mas de lo que dice, ¿por que no nos ilumina con sus conocimientos?.
El joven Sempere sonríe enigmáticamente y responde.
- Estimado Sr. Holmes, esta situación, no la resolverá ni su capacidad deductiva ni la de la señora Aghata Crhistie aquí presente, tampoco lo logrará la magia de Gandalf o la del joven Potter, ni la fuerza de Aquiles, ni el arpón del Capitán Ahab, ni la ciencia de Arthur Clark. La filosofía de Platón, el entusiasmo de Bradbury, el tesón de Hemingway o la imaginación de Isaac Asimov, tampoco lograran nada. La respuesta está en otro lado.
Solo Carlos Zafon sonríe misteriosamente, Santo Tomas de Aquino eleva su vista al cielo en un presentimiento. Todos quedan en silencio meditando.
Impulsivamente John Long Silver, arrastrando ágilmente su pata de palo arremete amenazadoramente contra Sempere blandiendo un trabuco.
- ¡Bien jovencito!, ¿tendrá la amabilidad de decirnos como se resuelve el dilema o tendré que arrojarlo por la borda a los tiburones?
En el fondo del salón Ian Fleming, tose para llamar la atención mientras el agente 007 vestido con un impecable smoking y una Walter ppk en su mano apunta a la cabeza del pirata diciéndole:
- Estimado Mr. Silver, le aconsejo por su salud no aproximarse más al muchacho…
- ¡En esta gesta noble y justiciera pelearé a su lado Señor Bond! - Dice don Quijote con su lanza en la mano.
Legolas y Robin Hood silenciosamente han sacado velozmente sendas flechas de sus carcaj y apuntan a Long John con sus arcos tensos. Encaramados sobre las estanterías de libros una docena de elfos del bosque y otros tantos arqueros de Sherwood apuntan serenos con sus arcos tensos.
El bucanero retrocede temeroso unos pasos.
Daniel les sonríe a todos y mirando al hombre con la pata de palo le dice:
- Espere y ya lo verá.
Todos miran unos minutos fijamente a Sempere que se levanta de su silla y comienza mecánicamente a quitar el polvo a los libros de las estanterías.
Un conejo con levita y un reloj de bolsillo en la mano corre por los pasillos gritando “ya es tarde, ya es tarde”. Alicia lo mira sorprendida.
La noche y el fin de semana transcurren tristes y lluviosos. En el interior de la librería todos hablan o meditan, escudriñando cada tanto con la mirada al joven Daniel.
Gabriel Garcia Marquez mira caer la lluvia por la ventana junto al Coronel Aureliano Buendía.
Dave Bowman consulta a la supercomputadora Hal 9000 a bordo de la Discovery. La misma le replica “lo lamento Dave, no tengo respuesta a su pregunta…”.
Robert Langdon y Dan Brown recorren febrilmente la biblioteca buscando información.
El domingo llega lentamente a su fin, los nervios finalmente se apoderan de todos, Luego de reunirse toman una decisión y salen a buscar al joven.
Daniel esta con su padre acomodando libros desde un carrito. Sube las escaleras, baja unos viejos tomos de la Enciclopedia Británica, los limpia y los vuelve a acomodar.
Es el griego Esopo en nombre de todos, quien carraspea y dice:
- ¿Joven Daniel, cual es el secreto de tu tranquilidad ante esta grave amenaza?
Daniel mira a su padre y este le sonríe asintiendo.
Daniel, mira lentamente a todos, guiña a su padre y a su mentor, Carlos Zafón y les dice.
- Simplemente fe.
- ¿Fe? - Exclaman Carl Marx y Carl Sagan al unísono.
Tolstoy, y Neruda se miran inquietos.
- Si, Fe. Créanme, mientras existan libros habrá lectores. La lectura es el alimento del alma, es como el aire que respiramos para nuestras vidas. ¡Tengan fe!. Los libros nunca desaparecerán… y mi fe me dice que nuestro hogar tampoco.
Santo Tomas sonríe emocionado, unas lágrimas corren por sus mejillas.

El lunes por la mañana don Carlos abre la librería como todos los días a las siete y media. Mariela y Daniela ya esperan frente a la puerta. El fin de semana ha sido particularmente difícil. Su familia ha embestido nuevamente. Carlos les ha prometido que para la noche tendrá una respuesta definitiva sobre el destino de la librería.
Un niño parado frente a la vidriera llama la atención del dueño.
El jovencito espera pacientemente que don Carlos abra el negocio y entra en silencio respetuoso a la librería.
Carlos Martini lo mira con curiosidad, no debe tener más de doce años, delgado, cabello castaño y gafas.
- ¿En que lo puedo ayudar joven?
El niño aclara su voz y con temor dice:
- Quiero empezar a leer y me hablaron de su librería. ¿Me podría recomendar algún libro?
- ¡Claro Joven!, por favor sígame…
El joven de mirada inquieta e inteligente balbucea siguiendo unos pasos por detrás al dueño “…con unos amigos queremos formar un club de lectores…”
Carlos camina adelante con la vista al frente, no quiere demostrarle al niño que esta llorando. “Nunca, nunca dejaré esta librería” murmura para si. Sin volver su rostro le pregunta.
- ¿Y porque quieres leer?
El niño demora su respuesta y bajando la vista con timidez confiesa.
- Porque creo firmemente que los libros son el alimento del alma.

En un rincón del salón Daniel Sempere, solo visible a los ojos del alma, sonríe emocionado junto a su padre.
Atrás de ellos, Saint Exupery suspira conmovido mirando al jovencito y exclama “¿no se parece a mi Principito…?”

 
musas-muertas,29.05.2012
perdon... se llama "la Libreria"...
 
zumm,29.05.2012
!Genial! Es una lectura emocionante, con un final muy gratificador, al menos para quienes amamos los libros. Felicitaciones amigo. Es un orgullo para la Página tener escritores como tú.
 
leobrizuela,29.05.2012
Impecable la estructura, con una enumeración acaso superpoblada de nombres que, no obstante, no molestan ni distancian al lector del asunto. La idea la juzgo feliz y sentimental, máxime para quienes amamos los libros; no se niega una identificación temática y emotiva con el objeto del relato. Creo que el estilo -simple y preciso- acompaña adecuadamente la narración; tal vez haya que revisar un par de frases ("arcos tensos", reiterado en breve espacio, "alma", a poco del párrafo final.
Respecto justamente al final, creo que hallaste el climax perfecto para cerrar la historia. No creo que haya otro personaje que reúna las condiciones del Principito para encarnar a ese niño que la ventura trae a las puertas de "La librería".
 
leobrizuela,29.05.2012
Cubro un olvido de mi parte; la acertadísima elección de Daniel Sempere como portavoz de la esperanza en aquel Cementerio de los Libros Olvidados, con Ruiz Zafón a sus espaldas. Salú.
 
musas-muertas,29.05.2012
Muchas Gracias Zumm y Leo, aprecio mucho sus comentarios. efectivamente, tomo nota de las frases marcadas y palabras repetidas para corregirlas (eso me pasa por no releer y revisar mas mis cuentos). Me alegra que fuera de su agrado.
 
rhcastro,29.05.2012
Vengo en un rato.-
 
godiva,29.05.2012
Un relato que alimenta el alma, Gustavo. Gracias
 
rhcastro,29.05.2012
Què bello musas... Es un texto lleno de imàgenes e incentivos.
Acà en mi rancho, la gente no lee, pero el gobierno ha implementado la lectura obligatoria en los niños de primaria. Lectura que hacen junto a los padres una vez a la semana en la escuela. Ayer mi hija me hablaba al respecto. Mi nieta sacò el primer lugar. Cosa que me hace sentir realmente satisfecha.
Imaginè un mundo donde las madres solo hablaban de pañales y conflictos conyugales y los padres de bebida y futbol, pero mire... Aun hay esperanza!

Gracias musas. Me encantan este tipo de textos.
 
musas-muertas,29.05.2012
Gracias rhcastro y Godiva!! me encanta que les haya gustado...
 
pantera1,29.05.2012
Lo leí con la misma emoción de la primera vez.Me hizo rememorar la "Librerías de Viejo" en la calle San Diego de mi inolvidable Santiago de Chile.Si bien la computadora acompaña, nada iguala el continuo deslizar de las páginas de papel por nuestros dedos.Son las ideas que nos acarician al pasar.
 
musas-muertas,30.05.2012
muchas gracias amiga pantera, gracias a todos, es un honor y placer que me lean y me den sus opiniones y sensaciones.
un gran abrazo
 
ninive,30.05.2012
Renunciaré a la siesta y lo leeré estoy hasta la cabeza de trabajo, pero espeeerenme llego....
 
ninive,30.05.2012
Querido Gustavo. Valió la pena la renuncia a la siesta . Estuve en una verdadera fiesta.
No me sorprendió el nivel literario, porque desde hace tiempo que te exhorto a hacerte conocer fuera de la página. Aquí te luces con este cuento que habla de lo que nos une a todos: el amor por los libros y la necesidad de las manos de sostener siempre ese objeto de tapas y contratapas de hojas numeradas, de olor a libro nuevo o viejo.
La mezcla de los autores con sus criaturas es conmovedora, el final es el que tenía que ser . ¿Peca de sensibilería? Debe ser así, ya que los libros mueven nuestros sentidos y provocan emociones.
Carlos LUis Zafón estaría muy orgulloso de que su hijo Daniel llevara el hilo de la historia. Te felicito
 
musas-muertas,30.05.2012
Querida Yvette, es un honor tener un comentario tuyo y mucho mas en estos términos... me siento profundamente halagado. Tener tu "bendición" en un cuento es como que Messi te diga que juegas bien al fútbol...jeje. Muchísimas gracias amiga... Prometo seguir escribiendo.
un gran abrazo a ti y a todos los que me leyeron.
Gustavo
 
efelisa,02.06.2012
Acabo de leerlo, y aunque no soy crítica literaria, me atrapó desde el principio hasta el fin. Yo amo los libros que me acompañaron desde mi más tierna infancia, y los personajes de los libros también. El fin no peca de sensiblero, porque yo he iniciado a varios en las lecturas y me lo han agradecido. Uno de ellos es mi hijo, que luego de leer un libro, que le he sugerido, se ha recibido de profesor de literatura y lengua,después de haber abandonado varias carreras, y ha conocido a la mujer de su vida. Y me han dado a mi primera nieta. Mi nuera es ya casi licenciada en Letras. La casa de mi hijo tiene vastas bibliotecas y ella acepta, donaciones de libros viejos, así como yo. Mientras haya quien escriba como musas-muertas, habrá lectores que disfrutarán serlo.
 
musas-muertas,02.06.2012
Wow efelisa.... que Hermosa historia!!! me encantó y emocionó... Gracias por el elogio final. Yo también busque en este cuento agradecer a todos los autores y personajes que alimentaron mi imaginación y fantasía desde la niñez hasta hoy (leyendo vuelvo a ser niño...jeje... el libro es la eterna fuente de juventud y conocimiento) un abrazo amiga
Gustavo
 
rhcastro,02.06.2012




Amor de Padre.


Si hubiera sabido el pago por esos ojos, por Dios que me está mirando que no me enredo, entre las faldas y escote de tu cuerpo, entre las piernas mojadas de éxtasis en tu cielo.Pero si hubiera sabido de lo bien que se sentía, mejor me hubiera matado, antes de hacerte tan mía.Porque un embrujo maldito son tus ojos y tu risa, son tus manos en mis hombros, con tus susurros de niña.Me hiciste probar la boca de un placer que me dolía, de un altar que profanarlo… me llena de cobardía.Te amé, pequeña hermosa… con esos ojos de estrellas, que se prenden por las noches, con ese sutil encanto infantilezco demonio,que me robas, que me pierdes, que me inyectas tantos odios. Porque así como te quiero y me vacío en tu cuerpo, así también he pagado por tus caricias desprecios, humillaciones, corajes, insultos y tantos celos, al ver que a todos te entregas… en las puertas de tus templos.Te amé… imagen pura, culpables son estos diablos, que se me meten al cuerpo, cuando penetro tu encanto, túnel de naturalezas que se apoderan del árbol, olvidando sus raíces, sus promesas y sus santos. Es cuando te miro niña, extendida en este manto, y entre mis ropas tirados la palabra y el rosario, y este animal que se templa con ganas de mil caballos, que te monta, que te doma, que te siembra sus pecados. Un día cuando las fuerzas, de la voluntad me vengan, cuando suban hasta el cielo, las plegarias me defiendan, he de matar tu mirada, mis pasiones y tus besos, voy a matar tu sonrisa, con la gloria del desprecio. Pero ahora, no te vayas, no escondas lo que deseo, deja tocar tus cabellos con la punta de mis dedos, acariciar tus rincones, meterme entre tu cobija, deja que me lleve el diablo por amar así a mi hija.

RHCastro.-
 
musas-muertas,02.06.2012
Huy... que fuerte!!!.... Esta fantásticamente bien escrito. las imágenes... tremendas. No lo identifico como cuento. Impresionante los párrafos, las metáforas... La selección de palabras y adjetivos es exquisita. Me gusto mucho el texto. felicitaciones.
 
rhcastro,02.06.2012
Gracias musas.
 
leobrizuela,02.06.2012
El mensaje está pletórico de poesía, con figuras bien construídas y una continuidad en la pasión y fuerza pareja y sostenida. Como crítica señalo el ritmo de verso y rima que campea, lo que hace sospechar de un poema volcado a la prosa. Impecable el estilo vigoroso y las originales figuras retóricas empleadas.
 
rhcastro,02.06.2012
Gracias leobrizuela. No recuerdo cuando lo escribí, hace quizás siete u ocho años en este lugar. Siento que es de lo mejor que he hecho. Es la música que tengo incrustada en el cuerpo lo que me impide escribir prosa a secas. Lo intento, constantemente, pero no es fácil cuando te canta el alma y todo el cuerpo.

Te reconozco como uno de los mejores poetas en este lugar. Son un placer las palabras de quien vienen.

Leticia.-
 
ninive,02.06.2012
UYYYYYYYYYYYY que buen texto RHcastro. Cuánto dolor en tanta locura prohibida.nunca creí que se pudiera escribir sobre un tema tan difícil en marco de poesía. no te empeñes en querer llamarlo prosa, nació poesía y lo es en toda la breve e intensa extensión del texto.
Voy acomprarme u sombrero para volver aquí y decirte !!Chapeau!!!
 
rhcastro,03.06.2012
Gracias ninive. No tengo mucho que agragar. Gracias a los tres por estar pendientes de lo que aqui se trabaja.
 
pantera1,14.06.2012
S a l v a c I o n . c u e n t o.

Ese año se transtornó la señora de Mercedito un hombre afable y trabajador que siempre andaba con la sonrisa a flor de labios; la pobre mujer en su demencia creyéndose millonaria, iba a caminar por la Alameda para regalar a los transeuntes el dinero que el esforzado marido le entregaba a diario para la manutención del hogar.
Sonia y Lucía caminaban sin prisa detrás de su madre, para explicarles a los favorecidos que sucedía con la caritativa señora. Los adultos, compresnsivos les devolvían los billetes o monedas, pero los niños se les arrancaban, sin antes inundarlas a grocerias. A veces Sonia se impacientaba; los cogía de un brazo y hablándoles en el mismo tono los obligaba a la devolución.


Cuando don Mercedes, recibió a su mujercita, sana y salva del hospital la abrazó con cariño y ambos lloraron de emoción.
Él ya no tuvo que cocinar, lavar y planchar para sus chiquillos, ahora con Gracielita en sus cabales era otra cosa, y hasta se daba el lujo de llevar a la construcción la provista vianda que todos los días le preparaba.
Los aires de bonanza duraron como cuatro años, Mercedito sufrió un infarto y dejó este mundo. La Chelita tendría que arreglárselas sóla con sus cuatro hijos. La Sonia que siempre encontraba soluciones, la convenció para que la dejara trabajar en el emporio de la señora Martita y continuar los estudios en el vespertino del liceo de hombres, donde por suerte empezaron con los cursos mixtos.

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La señora Clarita vivía en la misma calle, pero por la acera de enfrente, mas o menos a la mitad de cuadra después de la calle principal que pasaba en perpendicular. Era la única casa que tenía abrevadero, porque en sus inicios fue establo y luego herrería.Su blancura sobresalía de las demás viviendas, al lado de la puerta de entrada tenía un amplio portón por donde ingresaba Lara con carretela y todo de vuelta de trabajar en su campo.
-¿Cómo se portaron estos vagos? Era el saludo que Lara le hacía a su mujer con la huasca aún en la mano, por si la respuesta ameritara su uso.
Los vagos(que no eran tales) se llamaban Luis y Bernardo, el padre no soportaba que estudiaran las humanidades en el Liceo de Hombres, en lugar de trabajar codo a codo con él en su predio.
(Clarira, muerta de miedo, expuso la situación al director de la escuela, quien era hermano del sargento Montoya con su casa enfrentando la ella, pero como el padre pasaba todo el día afuera ni idea tenía).
Quiso la casualidad que en una de las visitas del director al carabinero, se encontraran con ella tomando el fresco en su puerta a la espera de su marido. Cuando éste vio a un futre y a un uniformado hablando con su mujer frenó en seco a su pareja de caballos y saltó por encima del pescante como un chiquillo a enfrentarles. El director ya en sobreaviso le hizo notar el derecho de los muchachos a seguir sus estudios. Lara con tal que se fueran luego les dio su palabra.
El severo padre notó que sus hijos crecieron y que ya no los podría colgar de las muñecas “por quítame estas pajas” de las ramas del palto; suplicio en que se deleitaba cual sádico inquisidor.
Lo que ignoraba era que Luchín y Bernardo se las ingeniaban balanceándose hasta apoyar los pies en el abrevadero y aunque tenían que esperar horas de horas con los brazos agarrotados a que el padre llegara a descolgarlos, ya no era tan terrible.
Nadie se pudo explicar nunca, como fue que dejara que la Licha, su única hija se casara,y mucho menos que despues de cenar se psusiera a jugar en cuatro patas como un niño más con sus dos nietecitos.
Se ganó la fama de malvado, porque cuando al Luchín le daban los ataques lo hacía volver a puros charchazos(cachetadas en el rostro).
-El hospital es pa’ que vayan a parir la mujeres.No pa’ que lleguen a llorar los maricas.

El Floripondio, único hermano de Clarita, se cansó de salir a las poblaciones a soldar ollas y bacinica o arreglar paraguas destartalados con el Segundo Manuel, porque de vuelta de los agotadores recorridos, apenas le daba un par de monedas …y hasta mañana.
Independiente comenzó a comprar flores en la Vega y apenas Lara se iba colocaba un par de bancas largas y bajas a la entrada del portón con su mercancía. Aunque era un vecindario humilde no faltaba la casera buen corazón que le compraba sus “Ilusiones” o sus juncos. Si hasta la Rosa del Barrio, cuando estaba buena y sana adquiría su ramito de Reinas Luisas.

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Segundo Manuel, el maestro ojalatero tenía un crimillón de chiquillos, el mayor de como quince años era el Julio, un retardado que se lo pasaba chutea y chutea los tarros vacíos de la calle además de hablar y reirse solo.
Negras y escalofriantes anécdotas se contaban sobre él con gatas y gallinas, de las que todos se daban cuenta cuando su madre lo correteaba a la calle a punta de escobazos con las mangas arremangadas y los brazos y manos con espuma por lavar ropa ajena.
En sus días de cordura, que eran los menos, el Julio se iba a la Vega a ganar cortesitos en el acarreo de canastos, bolsos de compras o barriendo los puestos después de las ventas. Al atardecer volvía cargado de hortalizas para la casa y frutas para sus hermanos menores.

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De repente a la Sonia se le empezó a ver mas arregladita en el almacén de la señora Martita. Se peinaba con cuidado su mata de pelo ondulado, se colocaba labial de mantequilla cacao para que le brillara la boca y hasta se pintaba las uñas con barníz natural. Siempre hablaba con voz estridente al atender a las compradoras, y estas no se atrevían a rechazar lo que les ofrecía. La muy astuta apretaba las paltas y golpeaba con un mazo los melones tunas, para que las clientas los encontraran a punto.
-Señorita Sonia. ¿Me prepara una hallullita con queso, por favor?
He ahí, “La madre del cordero”… Bernardo Lara había hechizado a la Sonia con sus ojazos verdes y tratándola de señorita, cada vez que pasaba a comprarle el “sanguche” que se iba comiendo camino al liceo.

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El Julio, para el día de difuntos acompañó hasta el cementerio a una casera que le compró muchas flores al Floripondio. Le ayudó a limpiar la sepultura del difunto marido, y le acarreó toda el agua que se le antojó, por ese nuevo servicio recibió la fortuna de veinte pesos. No había pisado nunca el necrosomio, así que se dedicó a recorrerlo de arriba para abajo, lo que le sirvió para seguir recibiendo monedas por su oportuno acarreo de tarros con agua.
-¡Gracias, mi tontito pillo!, le dijo su madre cuando le entregó casi todo.
-Voy a llevar a los chiquillos a la matinée del teatro Apolo, le dijjo a la mujer ese domingo. Ella pensó que por fin sentaba cabeza y se hacía responsible de sus hermanos ya que a Segundo Manuel, lo único que le importaba era soldar algún trasto en las poblaciones, para tener con qué pagar su par de cañas de vino.

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Contaban que la señora Clarita murió después que Lara le dio una golpiza por defender a Luchín, cuando le volvió a dar el ataque. Pero ninguno de sus tres hijos se atrevió a denunciarlo. Después de los funerales de su madre, la Licha tomó las riendas de la casa.
De seguro que agobiada de pena por la pérdiada de la Clarita, ese día se le olvidó tenerle el portón abierto al padre, y como Lara era un viejo cascarrabias orgulloso, le dio la revuelta a sus caballos y se fue a su campo de donde no salió mas.


El Floripondio escogió las flores más lidas para su hermana, y toda la familia lo acompañó en el primer aniversario de su muerte. La Licha con sus niños y su esposo, el Luchín, y el Bernardo con la señorita Sonia que ya eran novios.
De pasada divisaron al Julio metido en una tumba como si descansara de un gran esfuerzo, reposando su espalda sobre la cruz de granito.
De vuelta de cumplir con el rito de limpiar bien el mausoleo, colocar las flores y rezar por el eterno descanso del alma de la finada, se fijaron que el retardado, esta vez, trataba de colocar un ataud en su nicho. Todos alabaron el buen corazón del tontito.
-Sigan no más, voy a ayudarle.Luego los alcanzo, les dijo el Luchín.
Cuando estuvo a su lado reparó en el cinturón suelto y en ese olor tan peculiar en el entorno…
-¿Qué hiciste, hombre por Dios?
-¡Esto poh! Se apretó ambos lados del bajo vientre e hizo un par de contorciones de ida y vuelta. Es que esta pobre niña se murió de necesidad y yo la salvé…

 
pantera1,14.06.2012
Fe de erratas:
Debí escribir camposanto o necrópolis en lugar de necrosomio(necrocomio).Disculpen.
 
musas-muertas,14.06.2012
Bueh.... voy por partes....
Tu estilo narrativo me encanta, realmente no escribes sino "pintas".... "veo" a los personajes, parecen un cuadro del mas puro realismo.
La historia es tan humana y tan "normal" (como "normales" son los humanos) que parece que la estuvieras contando con un café de por medio. Y alli, cuando se acabó el "cafe", te despachas con un final que te deja atontado de estupor....
no se si los inventas o son cuentos de tu niñez pero son tan vividos que impresionan....
Panterita... insisto, me encantan estos cuentos tipo memorias, para mi gusto son tu fuerte!!
Felicitaciones ... un abrazo
 
pantera1,14.06.2012
Gracias musitas:
Tu sabes que soy provinciana, y hace sesenta años todo estaba cerca de una, porque el urbanismo todavía no se expandía. De ahí que las noticias corrían de un barrio al otro y los chicos nos hacíamos que jugábamos pero estábamos pendientes de las conversas de los grandes. Por eso mi estilo es criollo; tomo pinceladas de todos lados e intercalo oficios costumbristas de mi época, para que los jóvenes los conozcan y los como yo ja/ja/ja, no los olviden.
Un abrazo.
 
rhcastro,18.06.2012
Mujeres nuevas.

Acá en el pueblo no hay oportunidades, dice doña Macrina que no tiene trabajo quien no quiere trabajar, pero todos te cierran la puerta, dicen que no hay turismo, que no les salen las cuentas para pagar empleados y cosas así. Por las noches no duermo pensando en los niños, siempre con hambre, con ganas de cosas que tienen los otros niños. Soy incapaz aun de consolarles. Pobres criaturas que llegan al mundo con padres como yo. así quedito seco este llanto para que no me escuchen, pero la verdá que si... Estoy desesperada. Pienso que las cosas malas siempre tienen alguna relación conmigo.
Doña Macrina cuenta muchas historias, le ayudo a extender las tortillas para ganarme el desayuno esta mañana, mientras escucho hablar sobre los tiempos de su juventud. Dice que trabajó duro en la cosecha, que fue una mujer de 8 hijos y que a todos les dió lo necesario. Que las mujeres nuevas somos unas inútiles. Nomás pensamos en pantalones y queremos todo fácil.
Cuando habla de pantalones recuerdo a Eustaquio, ese hombre me trae loca, pero es el rico del pueblo y ni caso me hace, ni a verme voltea, mientras en su troca colorada y reluciente acelera el motor. Ahi me quedo yo como idiota mirando que se pierde a lo lejos. Tan altivo, tan señor.
Recorriendo los negocios pa' ver si alguien me da trabajo, encuentro a un viejo amigo que pasa en una carreta bien bonita, con rinsitos cromados y una vitrina donde multitud de frutas de colores aparecen frescas y aromáticas. Me cuenta que gana como ochocientos en un solo día, que desde que es vendedor ambulante todo le sale bien, hasta novia tiene.
Voy a casa con un nuevo fracaso en mis múltiples solicitudes, a nadie parece importarle lo que me pasa. Estudié poquito, le sé a las máquinas de escribir y bien me podrían emplear como mecanógrafa, pero en este pueblo se necesitan manos para pelar papas, nada que ver con oficinas, así que no hay problema si me dan un trapo para limpiar las mesas. Cualquier cosa es buena cuando hay necesidá.
Por la noche mis hijos vuelven al sueño, imagino que tienen un mundo bonito allá donde duermen, que ángeles fantásticos suplen las carencias del día. Es cuando las palabras me aparecen repetitivas, doña Macrina tiene razón, si mi amigo logra juntar ochocientos en un día, yo con trecientos me conformo. Venderé fruta, armaré mi carreta y mis hijos por fin tendrán zapatos para la escuela. El vestido rojo que tanto gusta a mi hija en el aparador.
Por la mañana le pregunto al esposo de Macrina como es que se hace una carreta, me explica lo del eje y .--..-. Yo podría, claro que podría.
Me prestó Macrina lo de la inversión, dijo que cualquier trabajo es bueno, que lo importante siempre será desempeñarlo con honradez y así fue como me subí en aquella bicicleta con caja de vidrio, algunas garrafas de agua de sabores y todo tipo de frutas.
Necesitaba el dinero, le pedía a la virgen de los milagros que Eustaquio no me viera en mi nuevo vehículo. Sometí la verguenza y me dije... ¡Ah pues! ¡De aquí saldrá para un carrito de motor!
Ay, ay... No era una experta en bicicletas, en la primer subida me fallaron las fuerzas, como a la mitad de la cuesta rumbo a los campos turísticos las sandías y melones comenzaron a rodar, las garrafas, la vitrina hizo un ruido espantoso cuando se estrelló en el suelo y yo quedé sentada sobre toda esa fruta.
Las señoras salieron de sus casas llamadas por el escándalo, los chiquillos corrían tras las sandías, mangos, jícamas y melones y yo hice como que no era yo y comencé a caminar muy despistadita rumbo a donde fuera menos donde Estaquio pudiera verme.
Unos niños fueron tras de mi con las garrafas rotas en las manos, gritaban: !Señora! ¿va usted a dejar todo tirado? ¿Quiere que le ayudemos con la bicicleta?
Alcancé a mover la cabeza de forma negativa y decir: Quédatela... Mientras a paso veloz me desaparecía del escenario.
Macrina... !Eran otros tiempos los tuyos mujer! Lloraba, mientras pensaba de dónde sacar dinero para pagar aquel préstamo y la zarta de cosas que me diría al llegar ¡A Eustaquio ni mencionarlo!

 
musas-muertas,18.06.2012
Huy!!! que bien escrito. Tremendamente desconsolador. Cuanta triste realidad!!!
se me cerraba la garganta mientras leía...
Felicitaciones!!! excelente cuento realista...

 
pantera1,18.06.2012
Por supuesto que por los hijos se hace cualquier sacrificio. ¿Pero avergonzarse de lo que pueda pensar un hombre que te gusta?...
Dignidad ante todo.
 
rhcastro,18.06.2012
Interesante tu historia de provincia pantera1. Un final realmente sorprendente ha?
Respecto a 'Dignidad ante todo' jejeje pretendía un cuento cómico, pero me encontré con comentarios como 'triste realidad' que me hicieron pensar. En fin. Creo que no soy tan cómica como pretendi.

Gracias a ambos por leerlo.
 
musas-muertas,18.06.2012
Oye Amiga (rhcastro), efectivamente la caída en bicicleta seria desopilante en si misma, realmente la imagine primero despatarrada con las frutas rodando por todos lados y después haciéndose la "yo no fui" y alejándose. lo que pasa es que encierra mucha tristeza y frustración humana, ¿me entiendes? da mucha tristeza la sensacion de lucha, lucha y lucha y luego una lucecita de esperanza para que, en un instante todo vuelva mas atrás de cuando empezó.
Querida amiga, todos leemos desde la vista de nuestras realidades, experiencias y humor. inevitablemente tu texto es tan humano que tiene de todo y para todos los gustos... Lo mas importante es que tenes que seguir escribiendo!!!, la habilidad de provocar emociones en el lector es un don que no todos tienen. yo te felicito...
 
rhcastro,18.06.2012
Gracias amigo. Entiendo tu punto de vista claro. Agradezco la lectura y algún día con más tiempo corregiré errores de puntuación que me señalan en privado y que como siempre son muy acertados.

En espera del próximo texto.
 
pantera1,18.06.2012
A lo mejor es cuestión de idiosincracia. En mi país las mujeres "solas" aperran; o sea le hacen frente a todos los obstáculos y salen adelante. Y si les gusta un hombre...también que lo consiguen, con coquetería y astucia, sin perder el orgullo de mujer.
 
rhcastro,18.06.2012
Bueno amiga, te diré... No trata de eso el cuento, pero ya que acentuas el tema.

Creo que en todos los paises(Y más en estos tiempos)Las mujeres salen adelante con hijos, padres y demás parientes. Conozco algunas que sostienen la carrera universitaria del marido aunado a los demás gastos que ya tienen. La mujer es luchadora por naturaleza, Dios le ha dado el don de saberse desenvolver en cualquier situación ya sea afortunada o crítica.
Con eso de que la mujer se da sus mañas, imagino que sí, algunas se dan sus mañas, pero generalizar no es bueno, conozco otras que no tienen mañas y son en verdad personas tan inocentes y limpias de alma, que no tengo más que respeto para ellas. Las mañas siempre serán eso, mañas. No todas las niñas en el mundo fueron criadas por ambientes de mañosos.
Respecto a la dignidad. Creo que la dignidad se maneja con la verdad. Mientras existe la verdad hay dignidad, pero si de lo que usted habla es de orgullo, bueno... Eso ya es otro cuento. El orgullo es la simiente de las mil y un tragedias tanto conyugales como sociales. En lo personal prefiero a la mujer torpe, no mañosa y honesta, fiel a su verguenza natural, aquella que si trae una mancha en el vestido trata de esconderla porque pasará el chavito que le gusta y podrá ver que está sucia de mostaza? Jejejeje. Como usted dice. Conceptos. Idiosincracia.
En mi país, Mëxico... La mujer es tan o igual de luchadora que en cualquier otro, aun cuando las estadísticas señalan que la mujer mexicana trabaja el doble que en otros países y su suelto es mucho muy mínimo. Sus relaciones emocionales y de pareja no parecen ser mucho más diferentes que en otras partes. Yo lo más que puedo es inventar historias y tratar de plasmarlas. No es lo mío, ya lo dije antes. Hago mis pininos.

Qué esté bien compañera.
 
Yvette27,02.07.2012
El guardían del faro
Cuando acepté el trabajo en el Faro de Punta Sirenas pensé que era la ocasión ideal para preparar mis últimos exámenes porque la llegada a casa de mi hermana con sus tres adorables vikingos, me impedía toda concentración. En la biblioteca de la universidad encontré a Alfredo a quien no había visto desde el Liceo. Fuimos a tomar un café. Él estaba preocupado, se acababa de comprometer y no quería separarse de su pareja durante el verano.
- ¿Qué te impide estar con ella?
-Un trabajo que tomo todas las vacaciones.
-¿De qué se trata?
-¿De qué se trata, qué?
-El trabajo...
-Reemplazo al guardián del faro de Punta Sirenas durante dos meses.
-¿Y...?
-Y esta vez, no puedo dejar sola a Rita.
-¿Celoso?
-No, responsable. Está embarazada, lo supe hace poco. Tengo que encontrar a alguien que me reemplace.
2
Llegué al faro. El prefecto marítimo me dio las instrucciones. Dijo que el guardián estaba enfermo y que durante mi permanencia buscarían a otra persona para el cargo. Alfredo, que estudiaba pricología, me había comentado que el hombre presentaba los síntomas de una alienación llamada "síndrome del faro".
El encuentro con Alfredo parecía haber sido programado para que yo solucionara mi problema y él el suyo. No sólo encontraría el tiempo para estudiar y escuchar música, sino que podría terminar de escribir mi novela.
Pagaban bien, si se tomaba en cuenta que me ofrecían alojamiento y comida gratis. Después de los primeros días, en los tuve que acostumbrarme a un nuevo ritmo biológico (dormir de día y trabajar de noche) me ambienté sin problemas.
El trabajo era mínimo. Las comunicaciones con los barcos pocas. Casi todos poseían equipos para orientarse y acercarse a la costa sin las referencias del faro. Las embarcaciones pequeñas y las barcas de pescadores son las únicas que, aún hoy en día, se guían por las luces. Mi trabajo era estar atento a esas embarcaciones y mantenerme en contacto con la gendarmería marítima para comunicar el movimiento o pedir auxilio en caso de necesidad. Ninguno de esos casos se presentó en los dos primeros meses.
Se acercaba el momento de volver a casa y me di cuenta de haber desaprovechado el tiempo. Había estudiaba poco y sin ganas, mantenía innumerables contactos por internet., jugaba al ajedrez y sobretodo, escribía mi novela con pasión. Antes, en la ciudad la prioridad iba al estudio. Hice examen de conciencia y comprendí que la carrera que había elegido no me gustaba..
Estaba en plena crisis cuando me llamaron de la capitanería del puerto para ofrecerme el trabajo en forma estable. Sentí que una vez más el destino decidía por mí y acepté sin reflexionar.
Los sábados por la noche los tenía libres y trabé algunas amistades en el pueblo. Esas noches se ocupaba del faro un muchacho de mi edad, que creo que lo que más le atraía del trabajo era la posibilidad de pasar la noche con su chica. Los reemplazantes que le sucedieron hacían casi todos lo mismo. Muchas veces encontré huellas del paso de una mujer. Señales de rouge en los vasos, hebillas para el cabello en el diván...un perfume barato que flotaba en el ambiente...
Recobré la serenidad; no me sentía culpable por haber interrumpido mi carrera, al contrario.; me deleitaba el ulular del viento y el choque de las olas contra los acantilados. Cuando el mar estaba en calma el silencio era absoluto. Escuchaba música, escribía frenéticamente y sentía aumentar mi creatividad.
Pasaron los años. Terminé mi novela y ya empezaba a esbozar la trama de otra. Mandé mi escrito a una editorial y después de un tiempo dejé de esperar respuesta.
4
Hace ya más de veinte años que trabajo en el faro. Me hace reír esa palabra, me pagan para distrutar de una vida que nunca imaginé que podría permitirme. Vivo como un anacoreta, medito mucho, hasta creo que pienso menos. Estoy cada día más cerca del Nirvana; el vacío de la mente.
Me nutro de música, de lecturas, de silencio y del mar, que es el marco de mi vida. Soy feliz, no necesito emborracharme para sentir un continuo y creciente estado de embriaguez.
Cada noche es una nueva aventura para mí.

Ayer, estaba escribiendo cuando escuché rumor de pasos. ¿Sería la sirena? Parecía que quien subía hacía largas pausas entre escalón y escalón. Luego vi aparecer a una desconocida en el pequeño vano de la entrada. A veces recibía visitas del pueblo, pero a esta mujer nunca la había visto. Su respiración era agitada. Lo primero que hizo fue pedirme agua. Se la di de inmediato. Sentada en el sofá bebió con avidez. Se recostó sin decir palabra.
Parecía exhausta, sus ropas de extraños colores estaban laceradas y sucias de barro, los cabellos eran un alboroto rojizo en el que asomaban cintas y peinetas. Viendo los pendientes rojos que colgaban de sus lóbulos, pensé que debía ser una gitana de la caravana que había acampado cerca del pueblo. Cuando la primera impresión se debilitó, comencé a sospechar que la había visto en otra oportunidad, pero no recordaba cuándo.
La dejé descansar, pero al rato empezó a agitarse nuevamente y de pronto, vomitó un líquido verde.
Asustado llamé a la prefectura marítima. La mujer , parecía estar poseída de una fuerza renovada, se levantó, me tomó con firmeza de los brazos y caímos juntos en el sofá. Las náuseas del olor que despedía me hicieron vomitar también a mí. La vinieron a buscar y me obligaron a acompañarla al hospital.

Aquí, en el hospital, me repiten que no había ninguna mujer en la ambulancia y que yo debo permanecer en observación porque ya tuve otra vez una alucinación.
¿Alucinación? Pero si tengo uno de sus aros en mi mano...protestaba.
Dijeron que no es la primera vez que llego al hospital en gran estado de agitación que hablo de sirenas y gitanas inexistentes. Vendrá a visitarme un psicólogo.
Me dieron calmantes y por un momento surgió claro el recuerdo de esa conversación sostenida con Alfredo, hace más de veinte años, cuando aludió al" síndrome del faro", causado por el silencio y la prolongada soledad
 
leobrizuela,02.07.2012
Buen relato, Ninive. Con una dosis de misterio y un fluir que permite una lectura ágil. En lo estructural me permito una objeción que juzgo conveniente: no hablaría de "alucinación"; dejaría que la palabra y la sensación las pusiera el lector, haciendo que la presencia de un aro de la enigmática mujer le imprimiera el toque fantástico que se persigue.
Perdón por el atrevimiento. Salú.
 
musas-muertas,02.07.2012
Ahhh los faros!!! que fuente inagotable de creatividad e imaginación... Hermoso Relato Ninive... transporta...
en cuanto a la "locura del faro" me pregunto quienes son los locos... excelente final!!
Felicitaciones!!
 
ninive,02.07.2012
gracias amigos. Cambiaré la alucinación, estoy de acuerdo ¿confusión va mejor?

leobrizuela ya que andas por aquí ¿por qué no participas de vez en cuando en cuentos compartidos. Espero de ti la propuesta de un inicio de cuento con mucha madera.
 
rhcastro,02.07.2012
Qué interesante relato ninive. Alucinación... Ésta se da por un líquido que entra de manera abrupta al cerebelo, puede ser causada por una emoción fuerte(no exclusivamente por alguna droga) . Alguna impresión o sorpresa que cause un dolor inesperado. También te puedes poner bien loco claro jejejjeje. Existen alucinaciones provocadas por situaciones de estres extremas.
La soledad no causa alucinaciones, pero la tristeza sí que te puede aventar de cualquier faro.

Muy buen texto.

 
leobrizuela,03.07.2012
Nínive, me sentiría halagado de participar, solo que aún no fui invitado y desconozco el mecanismo. Si alguien se apiada, lo agradeceré. Pero tengan presente que después tendrán que soportame, eh? Salú.
 
musas-muertas,04.07.2012
bFrancotirador/b

¡¡Thump!!...la figura humana dibujada en la retícula de mi mira telescópica, se arquea y cae para atrás. Busco a la otra persona, giro suavemente mi rifle a la izquierda, su cara mira a su compañero todavía asombrada; conozco la expresión, la he visto decenas de veces, faltan algunos segundos hasta que el miedo supere la sorpresa y el hombre busque refugio. La nueva bala ya está en la recámara, aprieto lentamente el gatillo, suelto el aire de mis pulmones, la cruz de la mira se centra en la nariz. ¡¡Thump!!. No necesito ver el resultado, recojo los dos casquillos, desarmo el rifle, primero el cortafuego y silenciador, luego desenrosco el caño y la culata, acomodo todo en el portafolios Samsonite que está sobre la mesa.
- Por Fabián - digo en voz baja.
Me ajusto la corbata, me calzo los lentes Ray Ban para sol. Y salgo del cuarto abandonado.
Ya en la calle, saco mi móvil, y llamo al trabajo.
- ¿Hola?, ¿Florencia?
- Sí doctor, buen día.
- Buen día Florencia, voy un poco demorado con los trámites del crédito del banco, podrá decirle a mi primer paciente que me espere unos diez minutos?
- Sí doctor, aún no ha llegado, cuando llegue le digo.
- Gracias Florencia, nos vemos en un rato.
- Hasta luego doctor.
Cuelgo sonriendo, y camino por Florida, en dirección sur, la mañana es espléndida, dejo unas monedas al ciego de siempre que pide limosnas.
- Gracias, señor.
- Por nada, buen hombre.
A lo lejos se escuchan varias sirenas. Mi mente viaja al pasado.

i- Despacio hijo, despacio.
- Sí papá.
Hablamos en susurros, la aguada está a trescientos metros, caminamos agazapados, en contra del viento, la media luna apenas nos permite imaginar los bultos, y piedras en el sendero. Papá se detiene, levanta la mano. Me quedo quieto y agachado, me duelen las rodillas por caminar flexionado cargando con mi rifle 22. Los minutos pasan, papá parece una estatua en la oscuridad. De pronto señala un montículo medio cubierto por unos arbustos. Nos movemos lentamente cuerpo a tierra, mis rodillas y codos ahora duelen por las pequeñas piedras y ramas que se me incrustan en todo mi cuerpo. A mi lado papá no emite el menor sonido. Finalmente llegamos al lugar elegido.
Tumbado sobre el montículo y cubierto por el arbusto, fuerzo la vista y veo la aguada, todo parece quieto y en silencio. Miro a papá, me devuelve una mirada asintiendo y llevándose el índice a los labios. Esta es la tercera vez que venimos; por uno u otro motivo he arruinado las oportunidades anteriores, esta vez no sucederá.
Pasan los minutos, quizás horas, empieza a clarear, fuerzo la vista cada vez mas hasta que me arden los ojos, empiezo a imaginar cosas, ¿una piedra que se mueve?, ¿un arbusto que se desplaza?, de pronto una sombra desconfiada aparece husmeando alternativamente el suelo y el aire. Sacudo la cabeza para despejar la modorra. Es el jabalí macho, se mueve sospechando de todo, atrás la piara espera una señal de él. Está a ciento cincuenta metros, trato de localizarlo en la mira telescópica. La voz de papá en un susurro me dice:
- Tómate tu tiempo, apúntale a la cabeza, suelta todo el aire y aprieta lentamente el gatillo, que el disparo te sorprenda.
Lo he escuchado miles de veces, aún así, trato de no agitarme y que la ansiedad no me venza, esta vez no puedo fallar. Sigo con la mira la cabeza del macho, de pronto se detiene y mira en mi dirección. Los pulmones me arden, necesito respirar, jalo lentamente el gatillo… ¡Thump!. El jabalí cae abatido, la piara se aleja gritando asustada. El macho da unos últimos estertores. Me quedo mirándolo por la mira unos segundos, de pronto mi papá me toca el hombro.
- ¡Bien hijo!
Me levanto todavía aturdido y feliz. Acabo de cobrar mi primer presa, me doy cuenta de que acabo de matar por primera vez.
- Qué queda por hacer? – me dice papá
Me quedo mirándolo sin saber qué contestar. Papá me mira ceñudo.
Entonces recuerdo sus enseñanzas. “Nunca, jamás, se quita una vida sin razón”.
- Tenemos que faenarlo y llevarlo para comer, además esperamos que esta piara de jabalíes no destruya más nuestros sembrados.
- ¡Muy bien hijo, nunca se quita una vida sin razón!./i

- Buenos días Florencia, alguna novedad?
- No doctor, Fabián lo aguarda en su consultorio.
- Gracias Florencia, después alcánceme el diario y una taza de té.
Entro en mi consultorio y reconozco al enfermero de la sala dos.
- Hola Jorge; buen día.
Jorge me mira con su malhumor habitual, me extiende una carpeta y murmura un “buenos días”. Me siento en mi escritorio, y saludo a mi paciente:
- Hola Fabián.
- ¿Cómo está doctor?
- Yo muy bien ¿y tú?.
- Mucho mejor, gracias a usted.
Le sonrío, y abro la carpeta, Fabián Rodríguez, diecisiete años, ingresado al centro privado de rehabilitación de adicciones hace dos meses. Paso las hojas, muchas escritas con mi letra, resultados de análisis, radiografías, ecografías, electrocardiogramas, finalmente, los resultados de los últimos estudios, concluyo que Fabián está físicamente recuperado.
Me cuesta reconocer al jovencito que conocí en ese mismo consultorio hace sesenta días. Entonces sus ojos estaban enrojecidos, sus pupilas dilatadas, su mirada huidiza, flaco, sus brazos cruzados y sus manos cubriendo el interior de sus codos (la típica forma en que el adicto intenta ocultar los pinchazos).
Como muchos otros jóvenes que llegan aquí, Fabián libró una batalla feroz por su vida, y como muchos de ellos, la ganó, pero fue sólo una batalla. Fabián está a punto de reinsertarse en la sociedad. Aquí es donde se libra la guerra. Aquí es donde muchos “Fabianes”, terminan volviendo luego de un tiempo. Los más afortunados a una nueva rehabilitación, los menos a la morgue.
- Fabián, voy a darte de alta. ¿Sabes lo que significa no?
- Sí doctor, lo hemos hablado muchas veces, le prometo…
- Fabián, no quiero de ti otra promesa de que me llamarás si estas en problemas ¿eh?
- Sí doctor. Tengo su teléfono.
Fabián se levanta y me estira formalmente la mano. Se la estrecho con afecto, y le deseo buena suerte...
Fabián sale de mi consultorio, y mira a Jorge de reojo. El enfermero lo mira salir y por primera vez veo tristeza en sus ojos, luego de unos segundos me mira otra vez malhumorado y me dice:
- Usted sabe que va a volver… doctor, ¿Qué, mierda estamos haciendo aquí?.
- Jorge, usted sabe mejor que yo qué hacemos aquí, lleva más tiempo en la clínica que yo, ¿por qué no se ha ido?
Jorge baja la cabeza y me mira.
- ¿No podemos hacer algo más?
- Jorge, estamos haciendo todo lo que podemos.
Jorge se retira refunfuñando y yo vuelvo a mi asiento en mi escritorio. La carpeta de Fabián todavía está abierta sobre la mesa. Leo distraídamente. "Diecisiete años". Mi vista se posa en un estante detrás de mi escritorio, sobre ella un trofeo de mi juventud.

iEs la última serie del nacional de tiro. Sólo quedamos el rosarino y yo. Él tiene diecinueve años yo diecisiete, él acaba de realizar nueve de diez blancos, es casi perfecto, yo tengo encima toda la presión.
Llevo siete dianas, sólo faltan tres, las manos me transpiran, la vista se me nubla. ¡Bang!, ocho, una gota de sudor me hace arder la vista, salgo de posición, me froto los ojos con el dorso de mi mano y vuelvo a mi rutina, respiro, expiro ¡Bang!, ya estamos iguales: me permito un instante para mirar al rosarino de reojo, parece que esta mas nervioso que yo, sonrío suficiente pero entonces veo a papá que me mira ceñudo, definitivamente no aprueba lo que acabo de hacer.
Vuelvo a ponerme serio, cargo otra bala en recámara, y comienzo mi rutina, respiro, expiro, la vista se me nubla, el blanco se desenfoca, el gatillo ya está a mitad del recorrido, trato de serenarme, pero necesito volver a respirar, me concentro en el blanco y de pronto éste se vuelve nítido y claro. ¡Bang!./i

El trofeo dice, Campeón Nacional Juvenil 1978.
Florencia entra con el té y el periódico del día. Parece que hoy mi secretaria está particularmente comunicativa.
- Vio doctor, otros dos muertos, en pleno centro y hace menos de una hora. Lo acaban de anunciar en la radio.
- ¿Ah sí? - Digo desinteresadamente.
Florencia me mira reprochando mi falta de interés en sus comentarios, y agrega un:
- El reportero dijo que se parece a los otros casos de ajustes de cuenta entre grupos de la mafia.
Sigo mirando el diario, ante mi indiferencia, se retira molesta sin agregar más comentarios, pero antes de que llegue a la puerta le digo:
- Florencia, me encanta como le queda ese vestido.
Me mira sorprendida y me pregunta tímidamente.
- ¿En serio, cree que me queda bien?
- Sí Florencia, está muy linda así.
Mi secretaria me devuelve una cálida sonrisa de agradecimiento y sale feliz cerrando la puerta.
El diario tiene las noticias de siempre, no es que busque nada en particular, mis ojos pasan por los títulos con velocidad. Hay uno que me llama la atención. “Inglaterra rechaza nuevo pedido de soberanía sobre las Islas Malvinas”. Leo el artículo con cierto interés, yo estuve allí.

i El viento azota despiadadamente la pista de Puerto Argentino (Stanley) en la tarde del 8 de Abril de 1982. Nuestra unidad el BIM5 (Batallón 5 de infantería de Marina), con base en Río Grande, es uno de los mejor pertrechados y preparados.
Rápidamente nos asignan la defensa sur de Puerto Argentino, y nos ubicamos ligeramente al oeste del Monte Tumbledown. Yo pertenezco a la unidad médica del batallón, ya que la conscripción me sorprendió en el segundo año de mi carrera médica. A pesar de ello recibí un entrenamiento tan duro como el de los otros conscriptos, y mi conocimiento sobre armas y mi propia capacidad me llevó a solicitarle al Capitán de fragata Robacio mi paso a una de las tres compañías de tiradores.
La mañana del 12 de Junio de 1982 me encuentra en una loma similar a aquella de la aguada con mi padre, he logrado que me asignen un arma de francotirador con una buena mira telescópica. Estoy en el extremo oeste del monte Tumbledown, ligeramente alejado de mi unidad. Con una tela de arpillera he cubierto el caño y la boca de mi rifle, no tengo intenciones de delatar mi posición.
A las diez de la mañana comenzó el bombardeo británico desde tierra y mar. No había mucho que hacer salvo rogar que las bombas erraran sus objetivos, cosa que no hicieron. Para la noche estábamos diezmados, entonces los británicos lanzaron su ataque. Primero fue el regimiento galés, prácticamente puedo ver de noche, apunto sin pensar a piernas y caderas, acierto más de la mitad de las veces. Por horas nos atacan y por horas los rechazamos, no tengo la menor idea de cómo va la batalla, sólo alcanzo a cubrir con mi vista una parte de la misma.
Por la madrugada del día 13 se retiran los galeses y un regimiento de escoceses toma su lugar, esta vez llegan prácticamente hasta nuestras líneas, se producen enfrentamientos cuerpo a cuerpo y yo sigo seleccionando con precisión matemática caderas, piernas y cuando los veo más cerca disparo a sus cuellos. Por la tarde empiezo a preocuparme por las municiones.
Finalmente el regimiento escocés se ha retirado. Cuento mis municiones mientras nos avisan por radio que el regimiento nepalés de ghurkas se aproxima desde el suroeste.
Cae la noche, hambre, sed y sueño, todo junto a más caderas, piernas, y cuellos. Al mediodía mis compañeros me avisan que están sin municiones. La radio nos indica que la guarnición ha caído, debemos rendirnos, todavía me quedan cinco balas, elijo otras cinco caderas nepalesas, ¡Thump!, ¡Thump!, ¡Thump!, ¡Thump!, ¡Thump!, cinco soldados ghurkas caen inmovilizados al piso. Todo ha terminado. Lloro desconsoladamente./i

- ¿Doctor?
Miro sorprendido al intercomunicador…
- Sí Florencia?
- Ha llamado su primo, dice que no tiene crédito en el móvil que si puede llamarlo usted.
- Ok, ya lo llamo.
- Ah… y otra cosa, ha llegado un nuevo paciente anoche a la clínica, dice el médico de guardia si se pude acercar.
- Ok, Florencia, dígale que voy para allá.
- Sí doctor.

iNo tengo ningún primo. En realidad ya no tengo parientes en este mundo.
Cuando terminé mi carrera me casé con mi novia de años de estudiante y tuvimos una hija, Mercedes. Pero ella hace cinco años murió.
Era la mejor alumna de la secundaria hasta que conoció a Olga. No me pasó inadvertido que mi hija había cambiado de comportamiento, traté por todos los medios de entenderla y hablar con ella, todo fue inútil. Tarde me enteré que el padre de Olga era traficante de cocaína, tarde descubrí que Mercedes aspiraba droga, tarde, sí, fue una noche tarde que tuve que ir a identificarla a la morgue.
Mi matrimonio se destruyó en el acto, mi mujer me abandonó. Y una tarde, esperé al padre de Olga en el estacionamiento. Todavía estaba sentado en el volante de su automóvil cuando me vio. Seis rápidos tiros en la cabeza. Guardé mi revolver en el bolsillo, y me retiré sin que nadie me viera.
Me acosté en mi cama a esperar, no sabía qué, no sabía cómo seguir, de pronto me dormí abrazado a la foto de mi hija. No salí del departamento por tres días, hasta que sonó el timbre. No tenía la menor intención de atender a nadie, pero el timbre insistió una y otra vez. Dejé la foto de Mercedes sobre mi almohada y me dirigí a la puerta.
Mirando por el visillo vi la figura de un hombrecito de finos bigotes, una importante calva contrastaba con unas tupidas cejas negras.
- ¿Quién es?
- Detective Romano, ¿puedo hablar con usted?
Todo ha terminado- me digo- mejor así. Abro la puerta y el detective me pregunta- ¿puedo pasar?.
Le indico con mi mano el camino, el hombre se sienta en el sillón y me espera.
- Usted es el doctor…
Asiento con la cabeza. El hombre me mira estudiándome de arriba abajo.
- Hace tres días en el estacionamiento de la calle…
Lo interrumpo con un gesto.
- Inspector Romano, soy la persona que busca, si me permite busco un abrigo y…
Esta vez es el hombrecito el que me interrumpe.
- Efectivamente usted es quien busco, pero no por lo que usted cree...- el hombre mira alrededor y viendo un cenicero me pregunta. - ¿puedo fumar?.
Asiento intrigado, el inspector enciende un cigarrillo y me dice:
- Usted y yo tenemos mucho en común, permítame que le cuente una historia.

Una semana después me reintegro al trabajo. A fin de mes me postulo para una vacante en el centro privado de rehabilitación de adicciones y para fin de año ya estoy trabajando en dicha clínica.
En enero le digo a Florencia, mi flamante secretaria que me alquile un departamento frente a Playa Grande en Mar del Plata.
Tenía todos los datos del narcotraficante que fue el causante de la muerte, entre tantas otras, del hijo de Romano e indirectamente del posterior suicidio de su esposa. Somos almas gemelas. Lejos de arrestarme, ese día sellamos un pacto simbiótico. Él investiga, yo mato.
Tres días después de llegar a Mar del Plata me traslado vestido de plomero al departamento elegido. Los inquilinos están en la playa, no tardo en abrir la puerta con una ganzúa, y busco el balcón que da al mar.
Tengo identificada la carpa del “narco”, es solo cuestión de esperar. A la hora una figura rechoncha se dirige al mar, asocio la figura con la foto, la bermuda color rojo lo hace más fácil de seguir entre la gente. Unos pocos minutos y esta metido en el agua hasta la cintura, moviéndose como un elefante marino.
Tengo el arma preparada, espero el momento entre ola y ola, inspiro, expiro, ¡Thump!, una flor roja aparece en el centro de su pecho. El hombre mira sorprendido su propia sangre y cae hacia atrás, el mar a su alrededor se tiñe de rojo. Una señora próxima lo mira con sorpresa. Mientras guardo mis herramientas digo:
- Por Roberto Romano.
Desde ese día el Detective Romano es mi “primo”, pobre Florencia, si supiera que lo más parecido que tengo a un pariente es ella misma./i

Cuando entro a la guardia el médico me saluda y me indica que lo siga.
Una niña de doce años, yace en terapia intensiva, los ojos cerrados, el pulso apenas se percibe.
El médico de guardia comenta:
- Sobredosis de heroína, aparentemente en la casa de una amiga.
Pregunto mirando a la niña.
- ¿Familiares?
- La madre, está afuera en la sala de espera.
- ¿Pronóstico?
- Tendremos suerte si pasa la noche…
Me retiro a hablar con la madre.
Ella llorando me da todos los datos que necesito. Al despedirme me toma la mano y me ruega:
- Doctor, por favor haga algo.
- Se lo prometo señora, haré todo lo que esté a mi alcance.

Mientras salgo de la guardia y vuelvo a mi consultorio llamo al numero que sé de memoria.
- ¿Primo, qué se dice?
- Nada, se sigue hablando de ajustes de cuentas entre bandas narcotraficantes, la policía mira para otro lado.
- Aha, ¿y tú tienes algo para mi?
- Sí, te tengo la información.
- Ok, yo también te tengo un nuevo caso ¿dónde nos vemos?
- En el barcito de San Telmo, ¿te acuerdas?
- Claro, ¿a qué hora?
- A las once.
- Ok, nos vemos

Tres semanas después estoy listo frente a la ventana. El blanco que busco aún no aparece, la mira de mi rifle la busca en la habitación del hotel al frente. Un zumbido silba en mi oído izquierdo y un golpe en la pared suena a mi espalda, en el acto sé de que se trata. Busco afanosamente con la mira, dos pisos arriba de mi blanco veo el cañón de un rifle y la óptica de una mira telescópica.
Esta vez yo soy el blanco, detrás de la boca del cañón veo una figura conocida, su calva, sus cejas y su fino bigote lo hacen fácilmente reconocible. Es mi primo, parece que ya no le hago falta ni a él ni a la policía. Una chispa brota de la boca del rifle. Por acto reflejo jalo el gatillo y cierro instintivamente los ojos esperando el impacto. Mientras un relámpago estalla en mi cabeza, siento la voz de mi padre que también decía.
- El que a hierro mata...
A setenta metros en una oscura habitación el inspector Romano caía muerto con un negro orificio de bala entre sus pobladas cejas.
 
ninive,05.07.2012
No pensaba leerlo tan temprano pero me decuidé y leí el primer párrafo. Desde allí fui devorando las idas y venidas de un cuento que hace pensar. Me pareció excelente en el modo de llevar la narración. Pienso en muchas cosas después de leer. La importancia de la educación en la vida de una persona.pienso en la venganza, pienso en las amistades peligrosas y en la traición.
Sin querer uno se pone del lado del justiciero .
Este cuento es una joya. Lo único que podría sugerir es que pienses en si se dice "Carrera médica" yo escuché siempre"carrera de medicina. Un granito de arena sobre una montaña de aciertos.
Si un día seré famosa será por haber "descubierto" a un gran talento.GRACIAS
 
musas-muertas,05.07.2012
muchas gracias Ninive...sabes lo mucho que valoro tu opinión.
 



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