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Inicio / Lista de Foros / Literatura :: Crítica / Sobre Bolaño y La Novela - [F:5:2096]


Andres_SM_Perez,13.01.2005
Continuando con el foro de escribidores que era indigno de literatura, pordríamos continuar aquí la interesante discución sobre la obra de Bolaño y, como decía un amigo en el foro "escribidor", el remezón de conciencia que produce leer una novela.
Al respecto puedo decir que es precisamente lo fascinante de la novela, el aspecto suicida que tienen las buenas novelas, especialmente el género hiperrealista, del que hemos sido testigos desde Miller hasta Bolaño. Y a propósito, no he conocido ser humano (digno de tal) que después de leer Nietzsche no haya sido su alma perforada aún que sea milimétrico el forado, pero lo cabrón es que a veces los desiquilibrios te los producen la más mínima fisura.
 
evaristo,13.01.2005
Es cierto podrán decir muchas cosas de Nietzsche, pero, a mi juicio, más que un buen filososfo, es un gran escritor, a nadie le puede pasar inadvertida su lectura, porque al filosofo, lo vas amando y odiando, en la medida que lo vas leyendo. Que buen parangon que haces entre Miller y Bolaño, la verdad es que no se me había ocurrido. Sobre Bolaño, me he jugado la vida. Cuando lo leí por primera vez, quedé muy impresionado, de hecho no me pasaba eso desde que descubrí a Borges o cuando leí la invención de morel de Bioy. Comencé con estrella distante, en donde el autor llega a puntos prosaicos insospechados, con una literatura nueva, con un lenguaje y una sapiencia literaria nunca antes vista, al menos en autores del siglo XX.
Luego tomé putas asesinas y me gustó bastante, el ojo silva, por ejemplo, seguí con Pista de hielo, aunque , personalmente no me gusto tanto, es una suerte de ensayo, y me refiero a la forma, de lo que posterirmente se cristalizó en los detectives salvajes; obra que me convenció, de lo que tu llamas un escritor cardinal de la literatura contemporanea, en el otro foro, luego vino la novelita lumpen, el gaucho insufrible, llamadas telefonicas, que es muy buen libro, luego nocturno de chile, donde no deja titere con cabeza; entreparentesis, donde uno le toma el gusto a los juicios de Bolaño y su forma de ver las cosas, sobre todo en el discurso que hace en austria sobre el exilio y les pega unos palos salvajes a los austriacos por haber echado del pais a su amigo mario santiago y actualmente estoy en la mitad de 2666, alprincipio me costó tomarlo, luego fue imposible dejarlo, es un libro muy entretenido, con un lenguaje cada día mejor. A Bolaño le encanta poner a sus personajes soñando y cuenta unos sueños muy entretenido y muy raros, pero con ese humor negro, que se compadece de los personajes.
En fin, son tantas cosas que te podría contar de Bolaño y de su calidad, que no me canso, al menos escribí una carta al diario cuando murió y con eso me doy por satisfecho, te la trancribo para que hagas el recuerdo, saludos y para hablar de literatura estoy presente.

Roberto Bolaño
En Barcelona, España ha muerto Roberto Bolaño, poeta y prolifico escritor.
Un coma hepatico llevó sus sueños al infinito, dejando viudas literarias, que lloran sus perdida.
Por mi parte, lo lamento mucho, por su prosa y por tratar de hacer algo diferente sobre el papel, sin miedo a fracasar.
Estaba segundo en la lista de espera de donantes, que nunca llegó; él, sí llegó, y en primer lugar.
Dios lo guarde y lo publique por siempre

Evaristo

Mira la carta no tiene ninguna gracia, pero fue muy sentida, saludos
 
Andres_SM_Perez,13.01.2005
Debo reconocer Evaristo que me este tipo de pérdidas son de las pocas cosas que me sobrecogen, y la de Bolaño fue algo tremendo, que se empezará a dimensionar con el correr de los años, su grandeza como prosista. Y a propósito de los detectives salvajes, cómo olvidar ese pasaje memorable de Ernesto San Epifanio cuando dice que todos los poetas son homosexuales de por si, y hace una clasificación MUY LUCIDA entre maricones, maricas, mariquitas, etc.
Respecto a Miller, es un gran maestro, definitivamente, y al leerlo me doy cuenta de donde salió Rayuela y a mi pesar pierde un poco de genialidad ante la escuela de Miller, que es su padre novelescamente.
 
luchochago,13.01.2005
Sin duda Roberto Bolaño es un tremendo creador. Al conocerlo personalmente, me dió la impresion de estar viendo a otro personaje, distinto al de las criticas asiduas y garrulezcas en contra de sus pares, el de su personalidad siempre molesta con los mediocres. Era un ser más bien asiduo por ver destellos de inteligencia en sus obras.(que relato en forma muy somera, en uno de mis ensayos "Bolaño el mejor de Todos").
Ahora estoy con la "Pista de Hielo", intersante y veo que su tecnica es muy elaborada,buena literatura, sin duda.
Saludos
 
maori,15.01.2005
Cuando muere Bolaño es imperativo ponerse a escribir, y entre dos o tres (o seis, nueve, doce, treinta) años de literatura desesperada, dedicarle al menos un homenaje, un reconocimiento, sangre.

Bolaño, así como la literatura chilena, tiene dos obras cumbres: Detectives Salvajes y 2666. Para empezar a leer Detectives Salvajes no se necesita mucho, casi ni se necesita instrucción literaria, pues a pesar de que este libro sea reconocido como best-seller entre consumidores escritores, la obra es por sí sola una gran obra, y sin el atributo de "en sí", una grandiosa y demoledora obra. Por otro lado, 2666 sí necesita una instrucción previa, pues, a pesar de que su primera e inocente lectura parezca llenar los ánimos, este es uno de los libros más complejos de la literatura hispánica en su cabalidad. Millones de homenajes, sentidos, enigmas, en fin... Es un tratado sobre la maldad, y siendo la maldad una estrategia y no un objeto o individuo, VAYA QUE ES COMPLEJO.

A Bolaño respeto, cariño y todo el país pasillo.
 
Pablo_Rumel,15.01.2005
Ciertamente, Bolaño es como un padre de la literatura, pero un padre comprensivo, que no dice cual es el camino que se debe tomar, sino que te muestra los distintos caminos y cual pueden ser las consecuencias.

Pìenso que Bolaño, admiraba mucho a Baudelaire porque se identificaba con la labor de constructor, de abrir espacios en la literatura, para con una subirle el peso y la calidad a ésta, y con la otra, barrer contra la mediocridad y los escribididores que ejercían (ejercen) la literatura como un medio y no como un fin.

Bolaño, si estás en algún lugar, puedes darte por satisfecho de que tu literatura goza y gozará de buena salud por mucho tiempo más.
 
maori,15.01.2005
Es muy cierto lo de Bolaño y la labor de constructor. Los personajes de Bolaño, pienso ahora, podrían apuntar a una creación acerca de la creación, lo cual dejaría en claro la idea de la escritura como fin. Pero si nos damos cuenta, hay un paralelo con Cortázar (y Borges, eso ya es otra cosa): Mientras Cortázar escribía de intelectuales, Bolaño escribe de desesperados, despedazados por la literatura, un personaje de Bolaño perfectamente podría ser un junior o un micrero, y ahí es donde reside algo muy interesante, que es la forma en la literatura de Bolaño. Porque la forma de su literatura, bien es trágica, también es freak, donde lo trágico predomina sobre lo freak (podemos observarlo en 2666, donde chistes de varias páginas, chistes para rematarse de la risa, terminan en algo perturbadoramente penoso). Bolaño es un revolucionario.
 
Andres_SM_Perez,17.01.2005
Muy cierto, aunque me parece que Cortázar sigue la línea de Miller, como influencia directa, mientras que Bolaño es mucho más prolífico en cuanto a originalidad se refiera, junto a un conocimiento cabal (alucinante) de la literatura.
 
luchochago,18.01.2005
Bolaño es un escritor creador innato. Hay un cuento en sus "putas Asesina" que se llama "el ojo silva" que es un tremendo cuento yo diría mejor que "el Perseguidor" o "el otro cielo" de Cortazar...
No concuerdo que el escritor argentino siga una línea al estilo Miller, su influencia tal vez va por la forma que es el caos... pero Cortazar supera eso con las nimiedades hechas prosas y en forma perfecta.
Bolaño es otro cuento. Bolaño es otro referente.
 
evaristo,18.01.2005
Hay algo que he leído en diarios españoles, donde dicen que Bolaño es un escritor para escritores. Que les parece esa crítica? que aunque no la comparto, está ahí, dando botes. Hay otra crítica, dice que es autocopiativo, esto es, que se copia en todos los libros, tampoco la comparto, pero me gustaría saber la opinión de gente que lo ha leído y más importante, lo ha leído bien. saludos
 
luchochago,18.01.2005
Evaristo: Si hay algún iniciado en la lectura (jovenes "ni ahí") que pretenda leer algunas de sus novelas yo no le recomendaría ni "los detectives", ni "2666". Le recomendaría sus libros de poesía como "tres" y sus libros de cuentos. No es una lectura fácil. Y es cierto, uno que escribe, gusta de Bolaño por que hay una nueva forma de contar una historia a través de una ficción hecha realidad literaria o al revés una realidad literaria hecha ficción. Depende desde el punto de vista de donde la leas. No es un escritor masivo, no es un superventas...
Yo no se si autocopia. Lo que sí hace es que sigue una linea de escritura basada netamente en la realidad literaria hecha ficción. Es como "Bouvard et Pécuchet" de Flaubert, donde estos copistas de enciclopedias, intentan describir todo el conocimiento reunido en todas las obras... Y por lo mismo es un trabajo nunca terminado.
Cada vez que vuelvo a Bolaño, releer por ejemplo "los detectives" hay nuevas interpretaciones distintas a las primigenias hechas a la razon del placer.
Saludos
 
evaristo,18.01.2005
es muy cierto, en todo caso no he leído el libro de Flaubert, sólo Madame Bobary, lo tendré en cuenta.
Fijate que yo no lo encuentro difícil de leer, lo que pasa es que muchos están esperando encontrar elocuencia, finales intrepidos y no literatura. Es por ello que algunos se latean. Me cuesta mucho creer que alguien se podría latear, al menos,con el primer tercio de los detectives salvajes, pero sobre gustos no hay nada escrito.
Creo que la elegancia al hablar de la miseria, las vidas disparadas al azar, los tipos bizarros, con una serie de conductas raras, esos sueños que tienen sus personajes, el hecho de hablar de escritores al borde la la inanición, con piojos y pulgas, durmiendo en cuevas, es lo que facina, evidentemente que la prosa es impecable, a mi juicio. Con un lenguaje universal, con un narador presente, que le gusta su propia prosa, sus palabras, con ripios, que no se notan, cuando repite las palabras, cuando es contumáz al remarcar situaciones, aunque aún no averiguo si lo hace de adrede.
En fin uno aprende de peliculas, de escritores, sobre comida, uno vive con Bolaño la novela, uno es parte de su escritura. No vemos luego, saludos
 
Andres_SM_Perez,19.01.2005
Mi abuela y mi madre disfrutan con La Pista de Hielo y Estrella Distante.

Cortázar sigue la línea de Miller y se podría decir que este último es el maestro del primero, lo digo con ambos frescos ya que lei seguidas sus obras en novela hace poco. Trópico de cáncer es una novela exquisita, con un punto cúlmine en una reflexión del narrador sobre las pretensiones qe con escribir tal libro tiene. Es hermoso.

Y Bolaño, ya hay mucho dicho, las críticas de ese español son sencillamente un disparate. Se autocopia, como no lo hace Tellado ni Vargas Llosa ni Mastretta. Sin comentarios. Bolaño no es comentable a esos niveles de bajeza, pues el es como un ave que vuela por sobre el género de la novela; sus obras suon supra-novelas que contienen mucho más que un argumento, el cuál termina por ser un aderezo más y no la substancia. Bolaño es un grande, y creo que hizo volar en pedazos la literatura; como una explosión nuclear, lentamente se ira aclarando a los ojos de los incrédulos (aunque en realidad importa tres cojones que eso ocurra) sus dimensiones.
 
mandrugo,04.02.2005
En estos días tuve la oportunidad de encontrarme con unm video de una entrevista, en Arcoiris tv, de Roberto Bolaño, y debo decir que es un personaje de grande carisma. El arquetipo del hombre-libro, de uno quemado por la pasión literaria.
Confieso que aún no leo nada suyo, porque soy uno de tiempos bíblicos y estoy muy bien con la compañía de mis lecturas actuales; pero no veo la hora de viajar y comprarme La pista de hielo.
 
luchochago,16.02.2005
Buen inicio Mandrugo: Termine de leer "la Pista de Hielo" y para ser una novela inicial es sumamente interesante con esos tres personajes contando la historia de ese palacio en "Z" la ciudad , una ciudad cerca de Barcelona, el centro de camping, la patinadora, y el crimen... Eric, Moran y Gaspar...
Buena historia.
 
luchochago,28.11.2005
Ahora con El Gaucho Insufrible: buenos relatos. Sería interesante talvez contar con su vida en Mexico, con su amigo tambien infrarrealista , Mario Santiago
 
mandrugo,18.12.2005
Henry Miller padre literario de Cortázar? En qué sentido?
 
mandrugo,18.12.2005
Qué opinan los chilenos bolañianos y emarianos de Couve?
 
luchochago,26.12.2005
Couve un gran escritor; sin duda aquí operan las palabras de Wilde y la moral en los artistas.
Esto lo escribi a proposito de Couve:

CUANDO PIENSO EN TU FALTA DE CABEZA


“Landas áridas, sinuosidades del secano costero, hierba hirsuta, como sobrepuesta, dando la impresión de que el viento pudiera cambiar a su amaño.
Abajo, a distancia, el mar, Cartagena.”

Este es un extracto de la última novela publicada por Adolfo Couve, llamada “Cuando Pienso en mi Falta de Cabeza” Seix-Barral, Santiago 1998. Ese año este escritor, poeta y pintor se suicida en su Cartagena adorable, después de una interminable depresión –tal vez la sufrio toda su vida- , curiosamente el 11 de Marzo de ese año, y ahora recordado mundialmente por el atentado de Atocha en Madrid.

Ciertamente Couve es uno de los narradores Chilenos con una prosa clara y perfecta, que sorprende por su poder innato para crear mundos y trasportarnos complacientemente por ellos. Este escritor, manifestó en vida que la objetividad se puede alcanzar en el arte, porque para él, como para muchos, el arte es una realidad que debe estar afuera del tiempo, y que por lo mismo escapa a las interpretaciones de la moral. Aseguraba que no creía en los estilos y que quizás volver al pasado en lo temático y en el lenguaje sea lo realmente vanguardista. Couve logra plasmar en su escritura esta objetividad no en lo temático, sino en la forma, en la manera de narrar, en la especial disposición del narrador que no toma partido por nada, que no asume ningún punto de vista, sólo insinúa y pasa.

En estos últimos meses se han suscitado un sinnúmero de informaciones respecto a la condición sexual de personas “notables”, jet set criollo, políticos incluidos, y por supuesto de escritores. La homosexualidad nunca asumida por José Donoso, divulgada en una serie de investigaciones recientemente dadas en algunas revistas, me dejó mucho que pensar ya que en algunas novelas y en especial su obra maestra –y media aburrida- según mi opinión “el obsceno pájaro de la noche”, nunca entendí esas alegorías de los personajes deformados y monstruosos, enfermos sicóticos, paranoicos, esquizofrénicos: Cuando supe lo mal que Donoso lo paso por simular su condición sexual, mantener una mujer y cumplirle como tal, su hija Pilar –que hoy nos dice que esas son flasfemias-, pude entonces comprender mejor su obra y apreciar su forma para escapar de esa realidad.

Ahora bien, en la última edición de Plan- B, Enrique Symns, escritor, poeta medio periodista y total borracho –y lo digo con cariño-, amigo de una de nuestras y tantas ex compañeras de Universidad y de trabajo, Marcela Alvarado, publicó su columna de opinión que titula “El Complot Couve”, señalando que éste habría sido, aparte de homosexual, pedofilo, que sometía a niños en su casa en Cartagena, y que lo peor de todo era que sus amigos intelectuales (Diamela Eltit, escritora y esposa de un senador socialista, si no me equivoco; Patricio Fernández, director de The Clinic, entre otros), conocían como Couve sometía a los púberes y sobre todo a un niño que recogió de la calle y que era conocido como “el sirviente”. Symns señala que los ciudadanos comunes y corrientes (en tanto masas) idolatran a futbolistas y cantantes, al contrario los intelectuales y pensadores entronizan a filósofos o a poetas-escritores; “tal como sucede a las masas supuestamente ignorantes, ellos –los bienpensantes- también son embaucados por ciertos personajes y se hacen cómplices en todo caso del fraude, negando aspectos despreciables –y denunciables- de su conducta”. Aparte de hablar también del fraude de Ernesto Sabato que se presenta - hasta ayer para mí era uno de los defensores de los DDHH en argentina y antigolpista, y es a pesar de todo un tremendo escritor- como un ser sinuoso que se acomodaba a los diferentes regímenes en cargos públicos sin denunciar nunca los atropellos ciudadanos cometidos por los militares y también por algunos civiles argentinos, nos habla en este articulo lo despreciable que le parece Couve.

Otro ser que por diversas entrevista ha manifestado que se enamora de las “niñitas” bonitas es el poeta y fotógrafo Claudio Bertoni. Este tremendo poeta que realizó una exposición fotográfica de culos, textual, de caras pálidas, de las mujeres que pasaron por su vida y que tuve la suerte de ver y luego conocer al personaje e intercambiar algunos poemas –mejor debiera decir que yo le di, con cierto pudor y entusiasmo-, tiene poemas a algunas “mujeres” de 3° medio, de escolares encontradas en la micro y enamoradas con la palabra, que tal vez ahora también pueda tener problemas con sus opciones.

A fines del siglo XIX, Oscar Wilde, el gran Dandy, fue encarcelado durante 4 años por demostrar su amor homosexual (con escándalo incluido) con un miembro de la realeza Británica, condenándolo sólo a él, obvio, y no al otro hombre de sangre azul que si perseguía frecuentemente a Wilde. Arthur Rimbaud, luego de escribir sus poemas, y de sus relaciones sodomiticas con otros poetas, en una de sus ultimas biografías se dice que también fue un pederasta. Gauguín, Van Gohg también se volcaron por el amor carnal de las púberes isleñas en el caso del primero, y por la sangre tierna de los varones en el de Guaguin.

Cualquiera que haya sido su actitud carnal, su condición sexual, su depravación objetal, Wilde, Rimbaud, Gauguín, Van Gohg, Donoso, son apreciados no por su vida, sino por su contribución al arte, por sus formas de vivir sus tormentos y traspasarlos a la poesía a las novelas o a las pinturas.
Yo no considero que Couve sea o vaya a ser un mal escritor por su condición sexual o por su pedófilia -si consideramos como cierto lo que dice Symns-, solo sé que tal vez por su “falta de cabeza” parafraseando al escritor, o quizá por qué otra razón tuvo conductas detestables en lo social, y lo que me llama la atención en que seres que supuestamente son muy inteligentes “defensores del pueblo” como el director de The Clinic, que tiene y ha tenido una actitud irónica, altanera y depositaria de los ideales de la izquierda humanista, jamás haya hecho algo para solucionar el problema de ese niño que Couve sometía. Pero bueno, así es Chile.

Los Eucaliptus, Julio de 2004.
 
mandrugo,26.12.2005
Pensé leer algo de la obra de este escritor que recién estoy descubriendo, pero me encuentro con una disección de la perversidad humana, de la que no se salva ni el grande Sábato.
No sé realmente qué pensar, tal vez los que difunden infundios, o verdades vergonzosas y delictivas, son de una moral intachable, pero incapaces de ser artistas?
En mi último viaje a Chile me encontré, por primera vez, con la revista The Clinic, por venir junto a un libro de Cortázar, que me interesaba. Leí algo, sin prejuicio alguno, pero me pareció un banal pasquín, que como misión de transmitir cultura y valores a la juventud chilena, está lejos de proponérselo.
En todo caso, luchochago, un gustazo leerte. Como siempre, aprecio esa capacidad de hacer interesante lo que escribes.
 
la_bohemia,26.12.2005
"misión de transmitir cultura y valores"....Las "misiones" sólo la tienen los militares.....

Igual estoy de acuerdo que el The Clinic, ya no es lo que fué en un comienzo....al principio no podía dejar de cagartme de la risa leyendolo y tb. encontrabas muy buenos artículos que ningún medio publicaba....Hoy, es otra revista más del espectáculo de la televisión, y si no ves tele o no te interesa, no lo puedes leer. Hace mucho que no compro uno, de hecho no compro nada.
 
mandrugo,26.12.2005
Misión es una palabra que pertenece a los militares? La cancelo de inmediato. Digamos entonces, objetivo, razón, fundamento, interés, propuesta, proyecto cultural, visión del mundo, weltanschauung...
 
la_bohemia,26.12.2005
tamos ; )
 
luchochago,23.02.2006
Misión no le perteneces a las organizaciones castrenses. Es más bien una promesa de caracter escatologico, amigo mndrugo.
Te doy las gracias por vuestro comentario.
Ahora bien , como Dijo MVLL en su ensayo sobre Victor Hugo y Los Miserables, creemos o tendemos a pensar que quienes defienden grandes causas tambien lo hacen con pequeñas causas en su vida cotidiana, rechazando la posibilidad humana y comun del mal, porlo que tendemos a endisarlos como seres casi perfecto, cosa que solo ocurre en las novelas. Aun los mas santos tienen su lado oscuro, como todos los mortales
saludos
 
luchochago,23.02.2006
Bueno y agregando algo más interesante sobre como escribir literatura les envio este dato de el gran Bolaño:

Consejos sobre el arte de escribir cuentos

Roberto Bolaño




Como ya tengo 44 años, voy a dar algunos consejos sobre el arte de escribir cuentos.

1) Nunca abordes los cuentos de uno en uno, honestamente, uno puede estar escribiendo el mismo cuento hasta el día de su muerte.

2) Lo mejor es escribir los cuentos de tres en tres, o de cinco en cinco. Si te ves con energía suficiente, escríbelos de nueve en nueve o de quince en quince.

3) Cuidado: la tentación de escribirlos de dos en dos es tan peligrosa como dedicarse a escribirlos de uno en uno, pero lleva en su interior el mismo juego sucio y pegajoso de los espejos amantes.

4) Hay que leer a Quiroga, hay que leer a Felisberto Hernández y hay que leer a Borges. Hay que leer a Rulfo, a Monterroso, a García Márquez. Un cuentista que tenga un poco de aprecio por su obra no leerá jamás a Cela ni a Umbral. Sí que leerá a Cortázar y a Bioy Casares, pero en modo alguno a Cela y a Umbral.

5) Lo repito una vez más por si no ha quedado claro: a Cela y a Umbral, ni en pintura.

6) Un cuentista debe ser valiente. Es triste reconocerlo, pero es así.

7) Los cuentistas suelen jactarse de haber leído a Petrus Borel. De hecho, es notorio que muchos cuentistas intentan imitar a Petrus Borel. Gran error: ¡Deberían imitar a Petrus Borel en el vestir! ¡Pero la verdad es que de Petrus Borel apenas saben nada! ¡Ni de Gautier, ni de Nerval!

8) Bueno: lleguemos a un acuerdo. Lean a Petrus Borel, vístanse como Petrus Borel, pero lean también a Jules Renard y a Marcel Schwob, sobre todo lean a Marcel Schwob y de éste pasen a Alfonso Reyes y de ahí a Borges.

9) La verdad es que con Edgar Allan Poe todos tendríamos de sobra.

10) Piensen en el punto número nueve. Uno debe pensar en el nueve. De ser posible: de rodillas.

11) Libros y autores altamente recomendables: De lo sublime, del Seudo Longino; los sonetos del desdichado y valiente Philip Sidney, cuya biografía escribió Lord Brooke; La antología de Spoon River, de Edgar Lee Masters; Suicidios ejemplares, de Enrique Vila-Matas.

12) Lean estos libros y lean también a Chéjov y a Raymond Carver, uno de los dos es el mejor cuentista que ha dado este siglo
 
luchochago,24.05.2006
...
 
luchochago,24.05.2006
2666
Preámbulo

El hecho de que no podamos anticipar los presentimientos, los juicios, las segundas intenciones de los creadores dotados de talento, o incluso genio, pertenece a la naturaleza misma del hombre. Cuando Alban Berg murió en 1934, sin completar la orquestación del acto III de "Lulú" - basada en las tragedias expresionistas El espíritu de la tierra y La caja de Pandora, del austriaco Frank Wedekind- , esa ópera, considerada por muchos como la obra maestra suprema del teatro lírico, permaneció sin representarse hasta 1979, poco después del fallecimiento de Helene Berg, viuda del compositor, quien impuso la absoluta prohibición de intervenir en la partitura. Sin embargo, en 1976, otro músico vienés, Friedrich Cerha, había cumplido, en secreto, la tarea de concluir la instrumentación del drama y si bien nunca podremos saber en qué medida y en cuáles aspectos su versión habría diferido con la de Berg, en ningún momento se tiene la sensación de una mano distinta interrumpiendo el diseño original. Otro tanto sucede con "Turandot", de Giacomo Puccini, última cumbre del romanticismo tardío, cuyas escenas finales se encomendaron a Franco Alfano (la reciente revisión de Luciano Berio ha resultado un chasco).

Desgraciadamente, o quizá por fortuna, la literatura - y también la plástica- , obedecen a leyes muy diversas. Así como a nadie se le pasaría por la mente colorear el monumental dibujo en sepia de Leonardo - "La Virgen con Santa Ana, el Niño Jesús y San Juan", de la National Gallery, en Londres- , se desconocen intentos por redondear El Castillo, de Kafka, "mejorar" las últimas novelas del ciclo En busca del tiempo perdido, de Proust - es decir, La fugitiva y El tiempo recobrado- o agregar estrofas a Kubla Khan, o: La Visión de un Sueño, de Coleridge. Los textos literarios simplemente se resisten a ser manipulados por personas ajenas a su autor y tal empeño está condenado al descalabro o acaba por perjudicar, de modo irreparable, a la misma obra.

El mastodonte

La anterior referencia a Proust viene al caso, porque ya hay estudiosos del legado de Roberto Bolaño que comparan, a favor de este último, la serie novelesca del francés con 2666, título póstumo del poeta y prosista chileno. En verdad, la celebración hiperbólica, el éxtasis sin respiro, la aclamación continua han saludado, en todos los medios hispanoamericanos y, seguramente también en los sectores académicos, la publicación de 2666. Si no fuera porque el gigantesco volumen posee valor, uno tendría legítimo derecho a deducir oscuras maniobras editoriales, extrañas semejanzas - por no decir alevosas coincidencias y unanimidades- , a modo de una conjura universal en aras de 2666, lo cual habría divertido al propio Bolaño y hasta podría haber constituido la materia prima de alguna narración suya.

Hay que decirlo con todas su letras: 2666 es un mastodonte de mil 200 páginas, centenares de ellas superfluas, prescindibles, sobrecargadas de información innecesaria, en suma, agotadoras hasta para los fanáticos de las novelas largas, como ocurre con este crítico. 2666 está a años luz de La guerra y la paz, Los hermanos Karamazov, Middlemarch u otros espaciosos trabajos novelísticos del siglo XX que, por estructura y dimensiones, pertenecen a la tradición decimonónica (La montaña mágica, de Thomas Mann, El hombre sin atributos, de Robert Musil, Los Thibault, de Martín du Gard, etc.). Y es una lástima que así sea, pues Los detectives salvajes, la anterior entrega de Bolaño de similar ambición, se vincula, bajo la forma de una gran epopeya de aventuras y misterio, con esa escuela, recuperando, en un nivel magnífico, el gran arte de contar muchas y muy buenas historias, característico del siglo XIX.

Bolaño, desde luego, no tiene la culpa de que 2666 nos llegue en un solo tomo y, según la nota a la primera edición, de Ignacio Echevarría, a él "le parecía más llevadero y más rentable, para sus editores tanto como para sus herederos, habérselas con cinco novelas independientes, de corta o mediana extensión, antes que con una sola, descomunal, vastísima, y para colmo no completamente concluida". El reseñador ignora a los lectores entre los posibles beneficiados del supuesto carácter "más llevadero y más rentable" del proyecto original de Bolaño, aunque, más adelante, se cuida de agregar que, en el futuro próximo, pueden venir impresiones independientes de cada de las secciones que componen este mamut novelesco (¿si se comprueba que ello es más accesible y lucrativo, nos atrevemos a preguntar?).

La decisión de lanzar 2666 en un único compendio parece, a simple vista, desafortunada y, peor aún, según los propios términos de Echevarría, el crítico y amigo de Bolaño, contraría expresamente los deseos del escritor. O sea, estamos lejos de la determinación de Max Brod, albacea testamentario de Kafka, quien violó las disposiciones de su camarada y libró de las llamas algunos manuscritos que después pasaron a ser piezas cumbres de la literatura universal. Es evidente que 2666 se ha publicado en un formato opuesto al que tenía in mente su creador y ello sugiere variadas conjeturas. Para evitar calificarlas diremos, de paso, que si una probable intención era lograr la deferencia crítica sin contrapesos, ella se ha conseguido de modo rotundo. 2666 ha sido y seguirá siendo, por un largo rato, una fiesta para los críticos. El tiempo dirá si estos aplausos se mantienen o si quienes hoy ovacionan, mañana cambiarán de parecer y continuarán prefiriendo la superior producción previa de Bolaño.

Un poco de historia

Como lo hemos dicho en otras oportunidades, la reputación de Bolaño fue bastante tardía y comenzó con La literatura nazi en América (1996), culto, ingenioso, divertido e inclasificable relato, consistente en una serie de treinta biografías y un apéndice, que comprende unas trescientas revistas, unidas todas por la común y vaga simpatía al ideario nacionalsocialista (conviene recordarlo, el manuscrito de este libro permaneció en el escritorio de la filial chilena de una casa editora española, sin ser siquiera leído, hasta que Bolaño entregó una copia, esta vez con más suerte, a la sede en Barcelona).

A La literatura... siguió Estrella distante, ligada a la anterior por su última referencia: un oficial de la Fuerza Aérea de Chile, infiltrado en grupos de izquierda antes del derrocamiento de Allende, deviene poeta, piloto versificador, verdugo y finalmente es asesinado por encargo en una ciudad catalana. Algunos personajes de La literatura... se conservan idénticos en Estrella... - Abel Romero, Tatiana von Beck Iraola, el propio Bolaño- , pero otros cambian sus personalidades y nombres, desarrollándose hasta ser irreconocibles, como la propia crónica, cuyo punto de partida, siendo muy parecido al de "Ramírez Heredia, el infame", postrer capítulo de La literatura..., va evolucionando y transforma a esta ficción en un ejemplar de perfecta técnica narrativa. A Estrella... se le pueden reprochar ciertos deslices idiomáticos - mezclas de chilenismos y giros peninsulares- , algunos abusos (nadie leía, en el Chile de 1973, a Elizabeth Bishop, Anne Sexton, Sylvia Plath o Alejandra Pizarnik y pocos conocen hoy a Joyce Mansour, Norman Rockwell o Wiliam Carlos Williams) y variados errores (la Guerra del Pacífico, de 1879, es confundida con el conflicto contra la Confederación Perú-boliviana). Sin embargo, estos reparos se olvidan enseguida frente a la audacia del tema y su destellante ejecución. Escoger a un tenebroso criminal como protagonista y presentarlo como un poeta, nacido en la tierra donde ha surgido un aporte sustancial a la lírica española del siglo pasado, requiere coraje y una inusitada dosis de imaginación.

Es imposible resumir la infinita variedad de atractivos y los múltiples grados de lectura presentes en Los detectives... y hacerlo es, de alguna manera, limitar el potencial de un texto que es como un torrente, un diluvio, una marea que se impone de inmediato por el puro peso de su fuerza. El estilo de Bolaño en este extenso trabajo novelístico es resultado de una labor de muchos años, pero jamás se traduce en una prosa afectada, sibarítica, efectista, sobreactuada, sino en la milagrosa naturalidad de una conversación, en un verdadero aluvión narrativo, que fluye como por un cauce, en una eclosión de historias hilvanadas sin pausa, como una exhalación. Estamos ante una vitalidad expresada mediante la sucesión de episodios in crescendo, sin aparente motivo central, aunque presididos por una invencible corriente interna, donde cada uno de ellos es más subyugante e hipnótico que el precedente y cuya estructura general no decae en ningún momento. Muy por el contrario, el interés aumenta y al dar vuelta a la última página, deseamos que la trama hubiese continuado, que se hubiera duplicado su longitud en número de carillas. De pocas novelas escritas en castellano durante los últimos lustros puede decirse lo mismo y muy escasas obras concebidas en otras lenguas pueden equipararse con la narración cimera de Bolaño. Con todo, y pese a la avasalladora espontaneidad de su estilo, el lector avisado notará que el volumen conforma, asimismo, un artificio literario. Los detectives... es una de las formulaciones novelísticas más tributarias del mundo libresco que uno pueda leer en esta época. Este rasgo se advierte, fundamentalmente, en dos perspectivas: la primera y más obvia, dice relación con la infinita cantidad de textos y artistas de la literatura de todos los tiempos a que se hace referencia, desde cantores latinos hasta poetas de vanguardia, desde novelistas y filósofos canónicos, hasta un sinnúmero de escritores menores, ignotos o inventados por Bolaño. La segunda vertiente es mucho más interesante y peculiar, puesto que el dilatado tomo conforma, además, una reflexión sobre el arte de escribir. Uno de los rasgos magníficos de esta creación es la combinación indisoluble de amenidad, pura y simple entretención, con el exorbitante bagaje cultural del cronista, quien despliega una pasmosa facilidad para ser cultivado sin descender a la pedantería, sin rebajarse nunca al engolamiento.

Las cinco novelas

¿Puede decirse algo remotamente parecido de 2666? De ninguna manera. Como ya se sabe, el libro consta de cinco novelas: "La parte de los críticos", "La parte de Amalfitano", "La parte de Fate", "La parte de los crímenes" y "La parte de Archimboldi". Al comienzo, se narra la vana cacería en pos del excéntrico escritor Benno von Archimboldi, cuyo último paradero conocido fue la urbe mexicana de Santa Teresa - en la realidad, Ciudad Juárez, fronteriza con Estados Unidos- . A continuación, el profesor Amalfitano da muestras de creciente locura, mientras vive con su hija en esa localidad. Después, un reportero de nombre Fate, arriba a Santa Teresa para describir un combate de boxeo y comienza a interesarse por los homicidios de mujeres que se suceden en el lugar. La cuarta y quinta parte son, lejos, las más vastas - casi 400 páginas cada una- y exponen, en detalles interminables, esas horrendas muertes y la trágica vida, azarosa, increíble, repleta de incidentes, de Archimboldi.

Como observación preliminar, las dos primera partes son mejores que las finales, donde muchas veces se pierde el hilo, hay demasiada truculencia, sobre todo en el matadero en que se convierte Santa Teresa y rebasan las anécdotas secundarias, las biografías a la pasada, los incontables actores de reparto. También, a modo de consideración provisoria, abundan, a lo largo de todo el libro, los chispazos brillantes, las visiones paródicas, la contemplación del pasado como presente continuo, descansando, a la manera de Tolstoi, en la memoria del lector, todo ello presidido por una mirada apocalíptica, desgarrada, visceral, fatalista, de un continente - el nuestro- sin destino y una sociedad sin rumbo.

Algún día se hará un censo de los personajes de 2666 (seguramente en una universidad norteamericana) y algún día se situará a esta novela dentro del lugar que le corresponde en la actual narrativa hispanoamericana. Los más entusiastas ya la ponen por encima de Cien Años de Soledad y contraponen el mito fundacional de Macondo, con el de la fiebre destructiva de Santa Teresa, sin duda más vigente, menos totalizador y de una singular manera, más universal. Por cierto, estamos ante una fábula devastadora, impresionante, de interpretaciones inacabables. 2666 puede resultar una narración compleja y frustrada, aunque se trate de un naufragio deslumbrante.

2666,Roberto Bolaño




por Camilo Marks
 
Quilapan,25.05.2006
Recuerden, Bolañianos... : el gran Bolaño saltó todas las vallas, pero le faltó vida para cruzar el

UMBRAL...
 
mandrugo,25.05.2006
Quiénes son, luchochago, esos estudiosos que comparan 2666 con Proust?
Lo digo, porque si tiene fundamento literario, es una buena cosa.
 
mandrugo,25.05.2006
Y tú, Quila, ya cruzaste todo el Umbral, o faltan algunas páginas? Cuál es el balance de tan amplia lectura?
 
madrobyo,25.05.2006
La inmortalidad literaria

Por Roberto Bolaño


Yo no sé cómo hay escritores que aún creen en la inmortalidad literaria. Entiendo que haya quienes creen en la inmortalidad del alma, incluso puedo entender a los que creen en el Paraíso y el Infierno, y en esa estación intermedia y sobrecogedora que es el Purgatorio, pero cuando escucho a un escritor hablar de la inmortalidad de determinadas obras literarias me dan ganas de abofetearlo. No estoy hablando de pegarle sino de darle una sola bofetada y después, probablemente, abrazarlo y confortarlo. En esto, yo sé que algunos no estarán de acuerdo conmigo por ser personas básicamente no violentas. Yo también lo soy. Cuando digo darle una bofetada estoy más bien pensando en el carácter lenitivo de ciertas bofetadas, como aquellas que en el cine se les da a los histéricos o a las histéricas para que reaccionen y dejen de gritar y salven su vida.

***
 
mandrugo,25.05.2006
Tendré que resignarme a no poder recibir una bofetada literaria de Bolaño, pero creo, con toda la convicción necesaria, que mientras exista la literatura y, por lo tanto, ese tipo de inmortalidad, el Dante estará disfrutando de excelente saluda, como Shakespeare y, desde luego el grandioso Hidalgo con galgo, rocín flaco y adarga al brazo, persiguiendo molinos y sueños.
 
madrobyo,25.05.2006
pero hay que ver el ego que encierran esas pocas palabras, ¿Quien es bolaño para decirte que despertes? Son palabras ambivalentes. Eso lo hace genial, reconocerse un genio...
 
evaristo,25.05.2006
No me parece que se creyera un genio ni mucho menos, en general esas frases las interpreto como una forma de decirle a los literatos que la inmortalidad literaria es más o menos como el paraiso, algo muy difícil, quizá imposible. Borges decía: quién se imagina en tres siglos más leyendo algo de lo que yo escribí.
saludos

simpre hay alguna excepción
 
madrobyo,26.05.2006
alguien recuerda el capitulo de los detectives salvajes donde enumera a los poetas segun su categoria: lo transcribo-

22 de noviembre

Desperté en casa de Catalina O'Hara. Mientras desayunaba, muy temprano (María no estaba, el resto de la casa dormía), con Catalina y su hijito Davy, a quien tenía que llevar a la guardería, recordé que la noche anterior, cuando ya sólo quedábamos unos pocos, Ernesto San Epifanio dijo que existía literatura heterosexual, homosexual y bisexual. Las novelas, generalmente, eran heterosexuales, la poesía, en cambio, era absolutamente homosexual, los cuentos, deduzco, eran bisexuales, aunque esto no lo dijo.
Dentro del inmenso océano de la poesía distinguía varias corrientes: maricones, maricas, mariquitas, locas, bujarrones, mariposas, ninfos y filenos. Las dos corrientes mayores, sin embargo, eran la de los maricones y la de los maricas. Walt Whitman, por ejemplo, era un poeta maricón. Pablo Neruda, un poeta marica. William Blake era maricón, sin asomo de duda, y Octavio Paz marica. Borges era fileno, es decir de improviso podía ser maricón y de improviso simplemente asexual. Rubén Darío era una loca, de hecho la reina y el paradigma de las locas.
—En nuestra lengua, claro está —aclaró—; en el mundo ancho y ajeno el paradigma sigue siendo Verlaine el Generoso.
Una loca, según San Epifanio, estaba más cerca del manicomio florido y de las alucinaciones en carne viva mientras que los maricones y los maricas vagaban sincopadamente de la Ética a la Estética y viceversa. Cernuda, el querido Cernuda, era un ninfo y en ocasiones de gran amargura un poeta maricón, mientras que Guillen, Aleixandre y Alberti podían ser considerados mariquita, bujarrón y marica, respectivamente. Los poetas tipo Carlos Pellicer eran, por regla general, bujarrones, mientras que poetas como Tablada, Novo, Renato Leduc eran mariquitas. De hecho, la poesía mexicana carecía de poetas maricones, aunque algún optimista pudiera pensar que allí estaba López Velarde o Efraín Huerta. Maricas, en cambio, abundaban, desde el matón (aunque por un segundo yo escuché mafioso) Díaz Mirón hasta el conspicuo Hornero Aridjis. Debíamos remontarnos a Amado Nervo (silbidos) para hallar a un poeta de verdad, es decir a un poeta maricón, y no a un fileno como el ahora famoso y reinvindicado potosino Manuel José Othón, un pesado donde los haya. Y hablando de pesados: mariposa era Manuel Acuña y ninfo de los bosques de Grecia José Joaquín Pesado, perennes padrotes de cierta lírica mexicana.
—¿Y Efrén Rebolledo? —pregunté yo.
—Un marica menorcísimo. Su única virtud es la de ser si no el único, el primer poeta mexicano que publicó un libro en Tokio, Rimas japonesas, 1909. Era diplomático, por supuesto.
El panorama poético, después de todo, era básicamente la lucha (subterránea), el resultado de la pugna entre poetas maricones y poetas maricas por hacerse con la palabra. Los mariquitas, según San Epifanio, eran poetas maricones en su sangre que por debilidad o comodidad convivían y acataban —aunque no siempre— los parámetros estéticos y vitales de los maricas. En España, en Francia y en Italia los poetas maricas han sido legión, decía, al contrario de lo que podría pensar un lector no excesivamente atento. Lo que sucedía era que un poeta maricón como Leopardi, por ejemplo, reconstruye de alguna manera a los maricas como Ungaretti, Montale y Quasimodo, el trío de la muerte.
—De igual modo Pasolini repinta a la mariquería italiana actual, véase el caso del pobre Sanguinetti (con Pavese no me meto, era una loca triste, ejemplar único de su especie, o con Dino Campana, que come en mesa aparte, la mesa de las locas terminales). Para no hablar de Francia, gran lengua de fagocitadores, en donde cien poetas maricones, desde Villon hasta nuestra admirada Sophie Podolski cobijaron, cobijan y cobijarán con la sangre de sus tetas a diez mil poetas maricas con su corte de filenos, ninfos, bujarrones y mariposas, excelsos directores de revistas literarias, grandes traductores, pequeños funcionarios y grandísimos diplomáticos del Reino de las Letras (véase, si no, el lamentable y siniestro discurrir de los poetas de Tel Quel). Y no digamos nada de la mariconería de la Revolución Rusa en donde, si hemos de ser sinceros, sólo hubo un poeta maricón, uno solo.
—«¿Quién? —le preguntaron.
—¿Maiacovski?
—No.
—¿Esenin?
—Tampoco.
—¿Paste rnak, Blok, Mandelstam, Ajmátova?
—Menos.
—Dilo de una vez, Ernesto, que me estoy comiendo las uñas.
—Sólo uno —dijo San Epifanio—, y ahora te saco de la duda, pero eso sí, maricón de las estepas y de las nieves, maricón de la cabeza a los pies: Khlebnikov.
Hubo opiniones para todos los gustos.
—Y en Latinoamérica, ¿cuántos maricones verdaderos podemos encontrar? Vallejo y Martín Adán. Punto y aparte. ¿Macedonio Fernández, tal vez? El resto, maricas tipo Huidobro, mariposas tipo Alfonso Cortés (aunque éste tiene versos de maricona auténtica), bujarrones tipo León de Greiff, ninfos abujarronados tipo Pablo de Rokha (con ramalazos de loca que hubieran vuelto loco a Lacan), mariquitas tipo Lezama Lima, falso lector de Góngora, y junto con Lezama todos los poetas de la Revolución Cubana (Diego, Vitier, el horrible Retamar, el penoso Guillén, la inconsolable Fina García) excepto Rogelio Nogueras, que es un encanto y una ninfa con espíritu de maricón juguetón. Pero sigamos. En Nicaragua dominan mariposas tipo Coronel Urtecho o maricas con voluntad de filenos, tipo Ernesto Cardenal. Maricas también son los Contemporáneos de México...
—¡No —gritó Belano—, Gilberto Owen no!
—De hecho —prosiguió imperturbable San Epifanio—, Muerte sin fin es, junto con la poesía de Paz, La Marsellesa de los nerviosísimos y sedentarios poetas mexicanos maricas. Más nombres: Gelman, ninfo, Benedetti, marica, Nicanor Parra, mariquita con algo de maricón, Westphalen, loca, Enrique Lihn, mariquita, Girondo, mariposa, Rubén Bonifaz Nuño, bujarrón amariposado, Sabines, bujarrón abujarronado, nuestro querido e intocable Josemilio Pe, loca. Y volvamos a España, volvamos a los orígenes —silbidos—: Góngora y Quevedo, maricas; San Juan de la Cruz y Fray Luis de León, maricones. Ya está todo dicho. Y ahora, algunas diferencias entre maricas y maricones. Los primeros piden hasta en sueños una verga de treinta centímetros que los abra y fecunde, pero a la hora de la verdad les cuesta Dios y ayuda encamarse con sus padrotes del alma. Los maricones, en cambio, pareciera que vivan permanentemente con una estaca removiéndoles las entrañas y cuando se miran en un espejo (acto que aman y odian con toda su alma) descubren en sus propios ojos hundidos la identidad del Chulo de la Muerte. El chulo, para maricones y maricas, es la palabra que atraviesa ilesa los dominios de la nada (o del silencio o de la otredad). Por lo demás, y con buena voluntad, nada impide que maricas y maricones sean buenos amigos, se plagien con finura, se critiquen o se alaben, se publiquen o se oculten mutuamente en el furibundo y moribundo país de las letras.
—¿Y Cesárea Tinajero, es una poeta maricona o marica? —preguntó alguien. No reconocí la voz.
—Ah, Cesárea Tinajero es el horror —dijo San Epifanio.


Roberto Bolaño
Los detectives salvajes
 
mandrugo,26.05.2006
Si San Epitafio tiene razón con tanto poeta marica, maricón o mariposón disputándose la poesía, es mejor leer a Safo, que al menos, las cosas la tenía claras.. ja!
 
luchochago,01.06.2006
pues se avivo el debate:
yo creo y en eso tambien concordamos con Bolaño, que en 1.000.000 de años más, pues todos todos los escritores aun Shakespere, Dante, todos, todos, absolutamente todos seran olvidados y no tendran recuerdos.
En ese sentido, ningun escritor va a trascender. Estamos en los albores de la infancia....
 
mandrugo,02.06.2006
Aunque la cifra del millón de años es arbitraria, es sin duda un suspiro de la eternidad; pero me permito no estar de acuerdo con Bolaño por varios motivos, sin descartar la posibilidad que él tenga razón. Nunca tendremos la prueba contraria.
En un millón de años han pasado muchas cosas en la vida de la tierra, y no puedo imaginar mínimamente qué sucederá en el próximo millón.
Suponiendo que siga existiendo la literatura, para circunscribir el campo, me parece imposible que un Dante sea olvidado, un Bolaño sí, lamentablemente, o quizás no, simplemente no leído, no así el Dante que necesariamente deberá ser leído y estudiado por esos extraños humanos de un futuro tan lejano; como también será estudiada la epopeya de Gilgamesh.
 
luchochago,05.06.2006
Si vemos este concepto de lenguajear sobre el lenguajear, y por sobre todo sobre comno estamos conociendo de Varlea, pues creo que no tiene mucho sentido la prueba contraria. Salvo que ahora si tienen trascendencia por lo menos por un buen par de decadas más
 
madrobyo,06.06.2006
La trascendencia lo definio hasta cierta forma Joyce cuando dice que su Ulises sera entendida hasta cien años despues... Y el debate con el ulises siguie abierto...
 
mandrugo,06.06.2006
Entonces Joyce se quedó corto, porque se ha seguido leyendo después de cien años.
 
madrobyo,06.06.2006
no, en el proximo 2022 se cumplen los cien años del ULISES
 
luchochago,06.06.2006
falta algunos añitos todavía
Sin embargo se seguira leyendo el 3006.
O bien tal vez este idioma y el ingles y el frances ya seran estudiadas como lenguas muertas, y hablaremos spaninglish
 
mandrugo,06.06.2006
Estoy convencido que los grandes libros serán leídos siempre, al menos mientras la civilización humana exista. Podrán vivir tiempos de silencio, generaciones que los leerán menos, otras más. Pero las grandes obras literarias firman parte del patrimonio cultural de la especie y como tal vivirán en la eternidad humana.
Naturalmente puede pasar cualquier cosa; pero no creo que yo pueda cambiar esta convicción en el corto período de una existencia, la mía.
 
madrobyo,15.06.2006
Esto es un fragmento de la segunda parte de Los detectives salvajes

Iñaki Echavarne, bar Giardinetto, calle Granada del Penedés, Barcelona, julio de 1994. Durante un tiempo la Crítica acompaña a la Obra, luego la Crítica se desvanece y son los Lectores quienes la acompañan. El viaje puede ser largo o corto. Luego los Lectores mueren uno por uno y la Obra sigue sola, aunque otra Crítica y otros Lectores poco a poco vayan acompasándose a su singladura. Luego la Crítica muere otra vez y los Lectores mueren otra vez y sobre esa huella de huesos sigue la Obra su viaje hacia la soledad. Acercarse a ella, navegar a su estela es señal inequívoca de muerte segura, pero otra Crítica y otros Lectores se le acercan incansables e implacables y el tiempo y la velocidad los devoran. Finalmente la Obra viaja irremediablemente sola en la Inmensidad. Y un día la Obra muere, como mueren todas las cosas, como se extinguirá el Sol y la Tierra, el Sistema Solar y la Galaxia y la más recóndita memoria de los hombres. Todo lo que empieza como comedia acaba como tragedia.

Roberto Bolaño
Los detectives Salvajes
Parte II-23
 
Pagana,30.06.2006
DÉJENLO TODO, NUEVAMENTE

primer manifiesto infrarrealista

“Hasta los confines del sistema solar hay cuatro horas-luz; hasta la estrella más cercana, cuatro años-luz. Un desmedido océano de vacío. Pero ¿estamos realmente seguros de que sólo haya un vacío? Únicamente sabemos que en este espacio no hay estrellas luminosas; de existir, ¿serían visibles? ¿Y si existiesen cuerpos no luminosos u oscuros? ¿No podría suceder en los mapas celestes, al igual que en los de la tierra, que estén indicadas las estrellas-ciudades y omitidas las estrellas-pueblos?”

-Escritores soviéticos de ciencia ficción arañándose el rostro a medianoche.

-Los infrasoles (Drummond diría los alegres muchachos proletarios).

-Peguero y Boris solitarios en un cuarto lumpen presintiendo a la maravilla detrás de la puerta.

-Free Money

*

¿Quién ha atravesado la ciudad y por única música sólo ha tenido los silbidos de sus semejantes, sus propias palabras de asombro y rabia?

El tipo hermoso que no sabía

que el orgasmo de las chavas es clitoral

(Busquen, no solamente en los museos hay mierda) (Un proceso de museificación individual) (Certeza de que todo está nombrado, develado) (Miedo a descubrir) ( Miedo a los desequilibrios no previstos).

*

Nuestros parientes más cercanos:

los francotiradores, los llaneros solitarios que asolan los cafés de chinos de latinoamérica, los destazados en supermarkets, en sus tremendas disyuntivas individuo-colectividad; la impotencia de la acción y la búsqueda (a niveles individuales o bien enfangados en contradicciones estéticas) de la acción poética.

*

Pequeñitas estrellas luminosas guiñándonos eternamente un ojo desde un lugar del universo llamado Los laberintos.

-Dancing-Club de la miseria.

-Pepito Tequila sollozando su amor por Lisa Underground.

-Chúpaselo, chúpatelo, chupémoselo.

-Y el Horror

*

Cortinas de agua, cemento o lata, separan una maquinaria cultural, a la que lo mismo le da servir de conciencia o culo de la clase dominante, de un acontecer cultural vivo, fregado, en constante muerte y nacimiento, ignorante de gran parte de la historia y las bellas artes (creador cotidiano de su loquísima istoria y de su alucinante vellas hartes), cuerpo que por lo pronto experimenta en sí mismo sensaciones nuevas, producto de una época en que nos acercamos a 200 kph. al cagadero o a la revolución.

“Nuevas formas, raras formas”, como decía entre curioso y risueño el viejo Bertolt.

*

Las sensaciones no surgen de la nada (obviedad de obviedades), sino de la realidad condicionada, de mil maneras, a un constante fluir.

-Realidad múltiple, nos mareas!

Así, es posible que por una parte se nazca y por otra estemos en las primeras butacas de los últimos coletazos. Formas de vida y formas de muerte se pasean cotidianamente por la retina. Su choque constante da vida a las formas infrarrealistas: EL OJO DE LA TRANSICIÓN

*

Metan a toda la ciudad al manicomio. Dulce hermana, aullidos de tanque, canciones hermafroditas, desiertos de diamante, sólo viviremos una vez y las visiones cada día más gruesas y resbalosas. Dulce hermana, aventones para Monte Albán. Apriétense los cinturones porque se riegan los cadáveres. Una movida de menos.

*

¿Y la buena cultura burguesa? ¿Y la academia y los incendiarios? ¿y las vanguardias y sus retaguardias? ¿Y ciertas concepciones del amor, el buen paisaje, la Colt precisa y multinacional?

Como me dijo Saint-Just en un sueño que tuve hace tiempo: Hasta las cabezas de los aristócratas nos pueden servir de armas.

*

-Una buena parte del mundo va naciendo y otra buena parte muriendo, y todos sabemos que todos tenemos que vivir o todos morir: en esto no hay término medio.

Chirico dice: es necesario que el pensamiento se aleje de todo lo que se llama lógica y buen sentido, que se aleje de todas las trabas humanas de modo tal que las cosas le aparezcan bajo un nuevo aspecto, como iluminadas por una constelación aparecida por primera vez. Los infrarrealistas dicen: Vamos a meternos de cabeza en todas las trabas humanas, de modo tal que las cosas empiecen a moverse dentro de uno mismo, una visión alucinante del hombre.

-La Constelación del Bello Pájaro.

-Los infrarrealistas proponen al mundo el indigenismo: un indio loco y tímido.

-Un nuevo lirismo, que en América Latina comienza a crecer, a sustentarse en modos que no dejan de maravillarnos. La entrada en materia es ya la entrada en aventura: el poema como un viaje y el poeta como un héroe develador de héroes. La ternura como un ejercicio de velocidad. Respiración y calor. La experiencia disparada, estructuras que se van devorando a sí mismas, contradicciones locas.

Si el poeta está inmiscuido, el lector tendrá que inmiscuirse.

“libros eróticos sin ortografía”

*

Nos anteceden las MIL VANGUARDIAS DESCUARTIZADAS EN LOS SESENTAS

Las 99 flores abiertas como una cabeza abierta

Las matanzas, los nuevos campos de concentración

Los Blancos ríos subterráneos, los vientos violetas

Son tiempos duros para la poesía, dicen algunos, tomando té, escuchando música en sus departamentos, hablando (escuchando) a los viejos maestros. Son tiempos duros para el hombre, decimos nosotros, volviendo a las barricadas después de una jornada llena de mierda y gases lacrimógenos, descubriendo / creando música hasta en los departamentos, mirando largamente los cementerios-que-se-expanden, donde toman desesperadamente una taza de té o se emborrachan de pura rabia o inercia los viejos maestros.

Nos antecede HORA ZERO

((Cría zambos y te picarán los callos))

Aún estamos en la era cuaternaria. ¿Aún estamos en la era cuaternaria?

Pepito Tequila besa los pezones fosforescentes de Lisa Underground y la ve alejarse por una playa en donde brotan pirámides negras.

*

Repito:

el poeta como héroe develador de héroes, como el árbol rojo caído que anuncia el principio del bosque.

-Los intentos de una ética-estética consecuente están empedrados de traiciones o sobrevivencias patéticas.

-Y es que el individuo podrá andar mil kilómetros pero a la larga el camino se lo come.

-Nuestra ética es la Revolución, nuestra estética la Vida: una-sola-cosa.

*

Los burgueses y los pequeños burgueses se la pasan en fiesta. Todos los fines de semana tienen una. El proletariado no tiene fiesta. Sólo funerales con ritmo. Eso va a cambiar. Los explotados tendrán una gran fiesta. Memoria y guillotinas. Intuirla, actuarla ciertas noches, inventarle aristas y rincones húmedos, es como acariciar los ojos ácidos del nuevo espíritu.

*

Desplazamiento del poema a través de las estaciones de los motines: la poesía produciendo poetas produciendo poemas produciendo poesía. No un callejón eléctrico / el poeta con los brazos separados del cuerpo / el poema desplazándose lentamente de su Visión a su Revolución. El callejón es un punto múltiple. “Vamos a inventar para descubrir su contradicción, sus formas invisibles de negarse, hasta aclararlo”. Desplazamiento del acto de escribir por zonas nada propicias para el acto de escribir.

¡Rimbaud, vuelve a casa!

Subvertir la realidad cotidiana de la poesía actual. Los encadenamientos que conducen a una realidad circular del poema. Una buena referencia: el loco Kurt Schwitters. Lanke trr gll, o, upa kupa arggg, devienen en línea oficial, investigadores fonéticos codificando el aullido. Los puentes del Noba Express son anti-codificantes: déjenlo que grite, déjenlo que grite (por favor no vayan a sacar un lápiz ni un papelito, ni lo graben, si quieren participar griten también), así que déjenlo que grite, a ver qué cara pone cuando acabe, a qué otra cosa increíble pasamos.

Nuestros puentes hacia las estaciones ignoradas. El poema interrelacionando realidad e irrealidad

*

Convulsivamente

*

¿Qué le puedo pedir a la actual pintura latinoamericana? ¿Qué le puedo pedir al teatro?

Más revelador y plástico es pararse en un parque demolido por el smog y ver a la gente cruzar en grupos (que se comprimen y se expanden) las avenidas, cuando tanto a los automovilistas como a los peatones les urge llegar a sus covachas, y es la hora en que los asesinos salen y las víctimas los siguen.

¿Realmente qué historias me cuentan los pintores?

El vacío interesante, la forma y el color fijos, en el mejor de los casos la parodia del movimiento. Lienzos que sólo servirán de anuncios luminosos en las salas de los ingenieros y médicos que coleccionan.

El pintor se acomoda en una sociedad que cada día es más “pintor” que él mismo, y ahí es donde se encuentra desarmado y se inscribe de payaso.

Si un cuadro de X es encontrado en alguna calle por Mara, ese cuadro adquiere categoría de cosa divertida y comunicante; es un salón es tan decorativo como los sillones de fierro del jardín del burgués / ¿cuestión de retina? / sí y no / pero mejor sería encontrar ( y por un tiempo sistematizar azarosamente) el factor detonante, clasista, cien por ciento propositivo de la obra, en yuxtaposición a los valores de “obra” que la están precediendo y condicionando.

-El pintor deja el estudio y CUALQUIER statu quo y se mete de cabeza en la maravilla / o se pone a jugar ajedrez como Duchamp / Una pintura didáctica para la misma pintura / Y una pintura de la pobreza, gratis o bastante barata, inacabada, de participación, de cuestionamiento en la participación, de extensiones físicas y espirituales ilimitadas.

La mejor pintura de América Latina es la que aún se hace a niveles inconscientes, el juego, la fiesta, el experimento que nos da una real visión de lo que somos y nos abre a lo que podemos será la mejor pintura de América Latina es la que pintamos con verdes y rojos y azules sobre nuestros rostros, para reconocernos en la creación incesante de la tribu.

*

Prueben a dejarlo todo diariamente.

Que los arquitectos dejen de construir escenarios hacia dentro y que abran las manos (o que las empuñen, depende del lugar) hacia ese espacio de afuera. Un muro y un techo adquieren utilidad cuando no sólo sirven para dormir o evitar lluvias sino cuando establecen, a partir, por ejemplo, del acto cotidiano del sueño, puentes conscientes entre el hombre y sus creaciones, o la imposibilidad momentánea de éstas.

Para la arquitectura y la escultura los infrarrealistas partimos de dos puntos: la barricada y el lecho.


*


La verdadera imaginación es aquella que dinamita, elucida, inyecta microbios esmeraldas en otras imaginaciones. En poesía y en lo que sea, la entrada en materia tiene que ser ya la entrada en aventura. Crear las herramientas para la subversión cotidiana. Las estaciones subjetivas del ser humano, con sus bellos árboles gigantescos y obscenos, como laboratorios de experimentación. Fijar, entrever situaciones paralelas y tan desgarradoras como un gran arañazo en el pecho, en el rostro. Analogía sin fin de los gestos. Son tantos que cuando aparecen los nuevos ni nos damos cuenta, aunque los estamos haciendo / mirando frente a un espejo. Noches de tormenta. La percepción se abre mediante una ética-estética llevada hasta lo último.


*

Las galaxias del amor están apareciendo en la palma de nuestras manos.

-Poetas, suéltense las trenzas (si tienen)

-Quemen sus porquerías y empiecen a amar hasta que lleguen a los poemas incalculables

-No queremos pinturas cinéticas, sino enormes atardeceres cinéticos

-Caballos corriendo a 500 kilómetros por hora

-Ardillas de fuego saltando por árboles de fuego

-Una apuesta para ver quién pestañea primero, entre el nervio y la pastilla somnífera


*

El riesgo siempre está en otra parte. El verdadero poeta es el que siempre está abandonándose. Nunca demasiado tiempo en un mismo lugar, como los guerrilleros, como los ovnis, como los ojos blancos de los prisioneros a cadena perpetua.


*

Fusión y explosión de dos orillas: la creación como un graffiti resuelto y abierto por un niño loco.

Nada mecánico. Las escalas del asombro. Alguien, tal vez el Bosco, rompe el acuario del amor. Dinero gratis. Dulce hermana. Visiones livianas como cadáveres. Little boys tasajeando de besos a diciembre.


*

A las dos de la mañana, después de haber estado en casa de Mara, escuchamos (Mario Santiago y algunos de nosotros) risas que salían del penthouse de un edificio de 9 pisos. No paraban, se reían y se reían mientras nosotros abajo nos dormíamos apoyados en varias casetas telefónicas. Llegó un momento en que sólo Mario seguía prestando atención a las risas (el penthouse es un bar gay o algo parecido y Darío Galicia nos había contado que siempre está vigilado por policías). Nosotros hacíamos llamadas telefónicas pero las monedas se hacían de agua. Las risas continuaban. Después de que nos fuimos de esa colonia Mario me contó que realmente nadie se había reído, eran risas grabadas y allá arriba, en el penthouse, un grupo reducido, o quizás un solo homosexual, había escuchado en silencio su disco y nos lo había hecho escuchar.

-La muerte del cisne, el último canto del cisne, el último canto del cisne negro, NO ESTÁN en el Bolshoi sino en el dolor y la belleza insoportables de las calles.

-Un arcoiris que principia en un cine de mala muerte y que termina en una fábrica en huelga.

-Que la amnesia nunca nos bese en la boca. Que nunca nos bese.

-Soñábamos con utopía y nos despertamos gritando.

-Un pobre vaquero solitario que regresa a su casa, que es la maravilla.


*

Hacer aparecer las nuevas sensaciones -Subvertir la cotidianeidad



O.K.
DÉJENLO TODO, NUEVAMENTE
LÁNCENSE A LOS CAMINOS



Roberto Bolaño, México, 1976
http://www.infrar...
 
Pagana,30.06.2006
Conocí a Bolaño en la ciudad de México en 1976. Mario Santiago Papasquiaro, Cuauhtémoc Méndez, Ramón Méndez, Bruno Montané, Juan Esteban Harrington, Oscar Altamirano, José Peguero, Guadalupe Ochoa, Edgar Altamirano, Pedro Damián Bautista, Élmer Santana y algunos otros tipos que se autodenominaban infrarrealistas, saboteaban los "actos culturales" de las vacas sagradas de aquellos años.
El culto que se ha creado en torno a Bolaño, creo, le provocaría asco y repugnancia, para él, al menos en aquellos años, se trataba de, entre otras cosas, de: "Quemen sus porquerías y empiecen a amar hasta que lleguen a los poemas incalculables".
Saludos
 
Pagana,30.06.2006
Conocí a Bolaño en la ciudad de México en 1976. Mario Santiago Papasquiaro, Cuauhtémoc Méndez, Ramón Méndez, Bruno Montané, Juan Esteban Harrington, Oscar Altamirano, José Peguero, Guadalupe Ochoa, Edgar Altamirano, Pedro Damián Bautista, Élmer Santana y algunos otros tipos que se autodenominaban infrarrealistas, saboteaban los "actos culturales" de las vacas sagradas de aquellos años.
El culto que se ha creado en torno a Bolaño, creo, le provocaría asco y repugnancia, para él, al menos en aquellos años, se trataba de, entre otras cosas, de: "Quemen sus porquerías y empiecen a amar hasta que lleguen a los poemas incalculables".
Saludos
 
Pagana,30.06.2006
Como veo doy,

una mirada interna del Movimiento Infrarrealista*



Ramón Méndez Estrada



Con casi dos años de gestación desde la revuelta de 1974 en el taller de poesía de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde un grupo de jóvenes poetas insurrectos firmamos la renuncia del entonces coordinador, Juan Bañuelos, el Movimiento Infrarrealista nació a la luz entre fines de 1975 y comienzos de 1976, en un edificio de la calle de Argentina, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, donde vivía Bruno Montané.

La idea del nombre y la fundación de un movimiento contra la cultura oficial fue de Roberto Bolaño, entusiasmado por la poesía irreverente de algunos cuantos jóvenes que seguíamos frecuentándonos tras nuestra expulsión del taller de Bañuelos.

A fines de 1973 habíamos llegado a ese espacio de estudios poéticos Cuauhtémoc y Ramón Méndez, venidos de Michoacán, donde fundamos con otros jóvenes de entonces, en 1972, el Taller Literario de la Universidad Michoacana. Nuestro arribo al taller de Juan fue la gota que derramó el vaso, casi colmado, de la inconformidad que iban acumulando los alumnos del coordinador.

El método de estudio, rito repetido dos veces por semana, consistía en que los jóvenes leyéramos en voz alta nuestros incipientes textos, y luego nos criticáramos mutuamente. Pero eso no nos satisfacía. “Vamos a estudiar a los clásicos, Juan”, le decíamos. “Estudiemos el Siglo de Oro, danos algunas clases del soneto”, pero el maestro no tuvo interés, o no pudo, satisfacer nuestras demandas.

Entre aquellos jóvenes los más beligerantes eran Mario Santiago, que entonces aún no había adoptado el Papasquiaro, y Héctor Apolinar. Sus críticas irónicas, su mordaz sentido del humor, nos empujaban a todos a escribir más y mejor. A fin, una tarde de principios de 1974, Mario Santiago se presentó al taller con una hoja en que traía redactada la renuncia de Bañuelos, con esa caligrafía particular que caracterizaba al joven vate y, por supuesto, también con su muy singular estilo, irreverente y desparpajado, donde el maestro se autoacusaba de menopausia galopante y otras lindezas para dejar su puesto.

Juan leyó el texto, y mientras la mayoría de los talleristas suscribíamos la hoja su rostro cambiaba de color y él, con contenida cólera, nos decía: “¡Qué buena broma, muchachos! ¡Qué buena broma!” Quienes lo enfrentaron con más decisión fueron Mario Santiago y Héctor Apolinar: “No es broma, Juan, no te queremos. No sirves tú para estas cosas”.

Un grupo del taller llevó la renuncia, también firmada por Bañuelos, por supuesto, a la directora de Difusión Cultural, y ella contestó que Juan era un empleado y no podían correrlo. Propuso, en cambio, que los inconformes consiguiéramos otro coordinador, y que el taller se dividiera: de los dos días de la semana que correspondían a la clase, uno sería para nosotros y otro para el maestro. Prometió también apoyar la edición de una revista. Al poco tiempo, mediante una coperacha de los interesados, salió Zarazo 0, con poemas de los beatniks estadunidenses, de los miembros del movimiento peruano Hora Zero y de algunos de los revoltosos del taller de la UNAM. Aunque estuvieron formados otros tres números de la revista, nunca pasaron a la imprenta: Menos de dos meses después de la insurrección en el taller, una tarde nos encontramos con la puerta cerrada y fuera de la institución.

El hecho sirvió para que algunos de nosotros consolidáramos una amistad que creció con el tiempo en largas caminatas por la ciudad y noches de juerga y de poesía. En el camino, se quedó la intención de fundar el Vitalismo, en que nos empeñamos algunos, entre ellos José Vicente Anaya, que no visitaba el taller de Juan en el tiempo de la revuelta.

Una madrugada de 1975, agotadas las reservas del espirituoso que compartíamos y cansados de vagar por las calles del centro de la Ciudad de México, Mario Santiago me invitó a visitar a un amigo suyo: Roberto Bolaño, quien vivía en un vetusto edificio cerca de la estación Cuauhtémoc del Metro. La recepción de Roberto no fue muy cordial que digamos, pues lo interrumpíamos de su diaria jornada de redacción creativa mañanera, que cumplía con el rigor de un burócrata sujeto a reloj checador. La conversación no fue muy larga, pero sí muy intensa. Cuando Santiago y yo salimos de la casa de Bolaño lo habíamos convencido de nuestra subversión vital contra el oficialismo de la cultura, y nos había comparado con los beatniks: “Tú eres Ginsberg –le había dicho a Santiago‑, y éste es Corzo: son los beatniks de México”.

Poco después –semanas o meses‑ Mario Santiago me informó que, entonces sí, estaba en puerta la constitución de un movimiento poético rebelde, el Infrarrealismo. En el camino, entre la frustrada creación del Vitalismo y la llegada del Movimiento Infrarrealista, se habían quedado desperdigados nombres valiosos: Kyra Galván, Lisa Johnson, Mara y Vera Larrosa, y otros que no recuerdo.

Idea de Roberto, la explicaba como una metáfora: a quienes cometimos el pecado de rebelarnos contra una de las glorias nacionales de la poesía nos tenían vetados en todas las publicaciones y espacios culturales de México; decía que éramos como soles negros, de esos que no se ven pero que atraen la luz, materia condensada a tal grado que hace caer a la energía por su peso, y auguraba que nosotros haríamos la literatura clásica de nuestro tiempo.

Seducidos por el poeta chileno, fundamos el Movimiento Infrarrealista. Después de la larga gestación, el parto fue alegre y mucho el entusiasmo con que nos proponíamos volarle la tapa de los sesos a la cultura oficial. Había muchos artistas sumados a la subversiva intención. Si no me traiciona la memoria, la noche de la constitución estábamos en la casa de Montané entre 30 y 40 personas, la mayoría jóvenes, hombres y mujeres, músicos, pintores, narradores, poetas... La mayoría desertaron. Roberto y Bruno se fueron a España, a donde también más tarde se fue Edgar Altamirano; el hermano de éste, Óscar, permaneció en Guerrero, y ahora vive en el Estado de México; Rubén Medina se fue a Estados Unidos; Jorge Hernández Piel Divina a Francia, y así, por los caminos del mundo. Unos se iban, y llegaban otros: José Rosas Ribeyro y Margarita Caballero; José Margarito Peguero y Guadalupe Ochoa, antes de la partida de Rubén. Pedro Damián se sumó después. Apolinar no llegó siquiera a la fundación: se lo tragaron los Comités Laborales. Darío Galicia y Julián Gómez, que no estuvieron en la revuelta contra Juan Bañuelos pero al parecer recibieron invitación de Mario Santiago, no aceptaron sumarse al infrarrealismo.

El camino ha sido largo y difícil. A Zarazo 0 siguió Pájaro de calor, Correspondencia Infra, la volada antología Muchachos desnudos bajo el arcoiris de fuego (que generó la única pelea de Julián Gómez con Mario Santiago), publicaciones todas donde no están todos los que son ni son todos los que están. En el transcurso, hubo irrupciones infras en recitales de poesía oficial que nos valieron en los medios de comunicación críticas y calumnias. Entre todo, la negación constante: los poetas infrarrealistas no existimos para la oficialidad más que como una leyenda de revoltosos.

Pero ha habido satisfacciones. Una noche que conversábamos en voz alta en el café La Habana mientras bebíamos unos tragos, se acercó a nuestra mesa un muchacho, Tulio Mora, y nos preguntó si éramos los infrarrealistas. Él pasaba por México con camino a Perú y dijo que después de tres meses de inútil búsqueda se había convencido de que éramos un cuento que circulaba en Francia y en España; se quedó entre nosotros varios meses más y ya publicó, en Perú, una antología horazeriana e infrarrealista. Y en 1989 llegó a Morelia un joven alemán cuyo nombre no recuerdo, en busca de Cuauhtémoc Méndez, cuyos textos había leído en checo, en Europa; iba rumbo a Brasil, en persecución de un amor, y decidió detenerse en México para conocer a un poeta que lo había asombrado.

En la década de los 80 trabaron relación con nosotros los hermanos Guzmán (Iván, Mario Raúl y Mauricio, y más tarde Eduardo). Mario Raúl publicó unas hojitas monográficas de poesía, Calandria de tolvañeras, algunas de las cuales fueron de infrarrealistas. Después algunos libros, y tres números de la revista La zorra vuelve al gallinero.

Poco antes de morir, Mario Santiago emprendió con Marco Lara Karhk un proyecto editorial en que se publicaron, además de otros varios, tres folletines y un libro de infrarrealistas: Beso eterno y Aullido de cisne, de Mario Santiago Papasquiaro; Estrella Delta Escorpio, de Pedro Damián, y Al amanecer de un día Dos Lagartija, mío. Antes Pedro había publicado Sexto paladar, premiado en Tijuana, y yo El paso de los días, auspiciado por la Universidad de Zacatecas.

Mario Santiago Papasquiaro murió atropellado, a principios de 1998, en el Distrito Federal, y entonces muchos plumíferos oficiales, aprovechando la ocasión, hablaron del infrarrealismo y la avasalladora personalidad del vate de Mixcoac, y en julio pasado, cuando se dio la noticia de que el poeta y novelista chileno Roberto Bolaño había muerto en España, le dieron vuelo otra vez a ese cuento francés que somos los infrarrealistas, la leyenda de los soles negros que se comen la luz.

Y los que no existimos hablamos así al mundo, y los poetas de la oficialidad tiemblan con sus patas de barro, sus mentes faltas de claridad, sus libros incoherentes, sin nada más que metáforas vanas. Nos vamos viendo al tiempo, porque viene por ahí la publicación de libros inéditos que varios tenemos, y la antología infrarrealista, cuyo nombre debemos al poeta guatemalteco Carlos Illescas, a quien alguna vez platicamos el proyecto con varias propuestas para el título y nos dijo: “De una vez póngase Nosotros los clásicos”.



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* Publicado en La Jornada Morelos el 9 de marzo de 2004.
http://www.infrar...
 
EL_Antagonista,10.07.2006
Bueno, no quiero desatar polemica, pero una vez ojeé putas asesinas, y la verdad no terminé de leerlo, uno: por carecer de ese igancho/i que debe atrapar al lector, ademas q
 
EL_Antagonista,10.07.2006
ademas que el titulo me pareció como pensado para el ibussines/i para atrapar a un futuro lector. Sus dias en mexico no me parecieron tan interesantes como para terminarlos de leer.
 
mandrugo,10.07.2006
Me parece, pagana, que Bolaño confesó que en esos años infrarrealistas, años del poeta Santiago, escribió una poesía muy mala.
Creo que Bolaño estaría feliz con su fama y su mito, los esritores poseen una vanidad a nivel de Aleph, es decir, lo abarca todo.
 
luchochago,18.07.2006
No creo que eso que dices Mandrugo, sea aplicable tan fielmente en el caso de Bolaño
Pero de todas formas.
Hace poco se cumplieron 3 años de su ida, y lo hechamos de menos. Nos hace falta su ironía y su salidas de madre y por cierto sus (nuevas) buenas novelas y logrados cuentos.
 
mandrugo,18.07.2006
Comparto lo que dices de Bolaòo, luchochago, pero como Bolaòo fue un grande, quise no limitarlo en ningún aspecto, incluida la vanidad de todo buen escritor. Pero claro, son cosas que se dicen, nada más.
Falta su voz certera, irónica, autoirónica, cortante, mágica.
 
evaristo,01.08.2006
Yo creo que es cosa de leer a Bolaño y con eso basta, es decir, pienso que su literatura se defiende sola, y como un buen vino envejese de maravillas.
 
luchochago,06.08.2006
Ayer, estando en Copiapó vi a Bolaño
Estaba escondido detras de su mano izquierda, tal vez ajustando sus anteojos.
Esta fotografía (gigante) formaba parte de la Exposición Itinerante "Chile en 100 Caras" y fue un gusto encontrarme con este rostro por esta ciudad.Fue un oasis en el parnaso.
 
luchochago,23.09.2006
hay que vivir sin timon y en delirio
 
evaristo,25.09.2006
"Si he de vivir que sea sin timón y en el delirio" que gran frase, pero veamos quién es capaz de ponerla en práctica......
 
madrobyo,25.09.2006
DEL ESCRITOR HAY QUE LEER LO MAS POSIBLE, PERO NO CREERLE TODO... AL MENOS SI EL NO LO LLEVO A CABO DENTRO DE SU MODO DE "VIDA".
 
evaristo,26.09.2006
La frase no es de Bolaño, es Mario Santiago, un poeta mexicano, que me parece, llevó la frase hasta su máximo expresión. Esta frase aparece en el epigrafe del libro La Pista de Hielo de Bolaño.
En el caso de Bolaño, quizá no la llevó al pie de la letra en su vida, pero sí en sus libros.
Otra frase del poeta Mario Santiago es:
"Para que ser fosa común, si se puede ser leyenda"
Saludos
 
luchochago,25.10.2006
Verdad, Bien y Belleza son una tríada que (para Platón) son una unidad. Lo que es bello, es bueno, y verdadero. Quien busca la virtud, busca belleza, y encuentra verdad.

Con Bolaño, en las letras hispanas, sucede algo que nunca había sucedido. En sus obras la belleza muchas veces se encuentra en la maldad, en las antípodas de la virtud – de cierta forma se relaciona con nuestra realidad, donde lo bello no siempre está en manos de los virtuosos-., con tal maestría, no vistas desde el boom.

No hay un solo novelista en los últimos 30 años – dejamos hablar a Marks- “comparable con (Bolaño) en cuanto a poder y calidad Literarios, en cuanto a efectividad narrativa –habilidad para entretener y contar historias absorbentes-, en cuanto a imaginación y originalidad estilísticas (...), en síntesis, en cuanto a la suma de atributos que siempre se esperan de un gran escritor.”

En sus novelas tales como “La literatura nazi en América” (1996), “Estrella Distante” (1996), “Los Detectives Salvajes” (1998) “Nocturno de Chile” (2000) y “2666” (2004), sus personajes continuamente asaltan en la maldad, el mal como problema ético. Personajes como Ramírez Hoffman, Alberto Ruiz Tagle o Carlos Wieder, Ulises Lima, Arturo Belano, Urrutia Lacroix, Pelletier y Espinoza, Amalfitano y Fate, están dados en la medida en que la búsqueda de la belleza no la identifican necesariamente con el bien. Las drogas, el crimen, la traición son las diferentes formas del mal. Y estos personajes, que son poetas, escritores o críticos, viven inmersos en disyuntivas éticas.

Bolaño problematiza en sus relatos y novelas las relaciones entre poesía y maldad. Éstos protagonistas son artesanos malévolos, son esteticistas y, al mismo tiempo, transgresores de lo establecido. Bolaño cuestiona irónicamente el sistema de la literatura, cuestiona a sus lectores con el mundo que genera a lo largo de sus obras unidas por supertextos, y cuestiona a los escritores, en la medida que devela la ignorancia literaria en que están: sólo quien lee, puede escribir, sin embargo para llegar a escribir algunas paginas decentes, se debe devorar cientos de buenos libros, y también cientos de malos libros.

Bolaño es excelso. Bolaño es amargo.

Wieder ( Ruiz Tagle), en “Estrella Distante”, es un poeta y piloto de la Fuerza Aérea que escribe versos en el cielo gris luego del golpe, antes participó en talleres de poesía en la Universidad de Concepción, donde conoció y se nutrió de poetas jóvenes ligados todos a la izquierda de la UP. Con el golpe, Wieder los identifica, luego desaparecen. Más aún, en una fiesta en su departamento, inaugura una particular exposición de poesía hecha fotografías. Los jóvenes oficiales están expectantes: lo macabro surge. Las fotografías son de los torturados antes de morir, de sus expresiones de terror y cansancio, de perplejidad y dolor.

Bolaño es siniestro. Bolaño es sublime.

Sebastián Urrutia Lacroix es un sacerdote, poeta y critico literario – en “Nocturno de Chile”, es la parodia de Ibáñez Langlois-, en su relato en primera persona, con su fiebre en alza piensa que muere, y recuerda sus estadías con Neruda, sus enseñanzas y conversaciones sobre marxismo a Pinochet, pero también recuerda sus tertulias nocturnas en la casa de una alter ego de Mariana Callejas (María Canales), donde, en el salón se conversa de poesía y literatura con un buen vino, sin saber estos lenguaraces, excepto su anfitriona –y esto es lo espantoso-, que en el cuarto del zócalo, se tortura y se mata a los opositores al régimen.

En los “Detectives Salvajes” Arturo Belano -es el alter ego del escritor-, es un poeta en formación, y es un trasgresor, que busca a otra poeta desaparecida en el desierto de Sonora, México. Belano aparece en varias obras de Bolaño, es más, es el que relata la novela “2666” obra magna, diversa y templo de lecturas, y sólo nos damos cuenta luego de una segunda lectura, casi al final, en su 1125 página. Lo anterior resulta trascendental debido a que sólo a partir del desdoblamiento del autor es posible la creación de un universo terrenal o de un universo literario. Esto está relacionado (según Freud en su obra “Lo Siniestro”), con la leyenda que construye que el diablo nace del reflejo de Dios en el agua “Dios se encuentra sufriendo de soledad; reconoce que no sabe cómo hacer el mundo. Se contempla en el agua y de su reflejo nace el diablo. Dios entonces le pregunta al diablo emergido del espejo como hacer el mundo”. Esto es con la exploración de lo siniestro, de lo espeluznante, todo lo que debía quedar oculto, secreto, se ha manifestado, ha sido visto.

 
jk_toole,25.10.2006
Luchochago dice, a la vez que cita a Marks: No hay un solo novelista en los últimos 30 años – dejamos hablar a Marks- “comparable con (Bolaño) en cuanto a poder y calidad Literarios, en cuanto a efectividad narrativa –habilidad para entretener y contar historias absorbentes-, en cuanto a imaginación y originalidad estilísticas (...), en síntesis, en cuanto a la suma de atributos que siempre se esperan de un gran escritor.”


No estoy de acuerdo con esta afirmación. Si nos ceñimos estrictamente a la calidad estilística de la prosa, al manejo impecable del idioma español, estoy convencido que la obra de Fernando Vallejo está por encima de la obra de Bolaño. Sin que pretenda yo cometer la estupidez de insinuar que la obra de Bolaño no merece la pena.
 
mandrugo,25.10.2006
Siempre las afirmaciones absolutas encuentran el tiempo que encuentran, en el sentido que tienen un valor relativo, y tantas veces no superan lo subjetivo.
Al final es siempre un buen libro o un grande escritor, por si mismo, quien encuentra sus propios lectores y su reconocimiento en el tiempo.
Dicho esto creo que sea muy importante, como hace luchochago, entre otros irreducibles, a divulgar sus escritores favoritos.
Por último, debemos estar agradecidos, a los dioses de las letras, que existan escritores como Bolaño y Vallejos, y serán sus lectores a mantener perenne sus obras, o mandarlos al olvido.
 
EVARISTO,25.10.2006
No sé si comparar, la verdad es que Vallejo, me parece formidable, de la escuela de Lautremont.
El caso de Bolaño, me cuesta encontrar a alguien que se parezca, podría ser Petrus Borel, pero aún así es de una calidad impresionante y a mi juicio mejor que Borel. Comparto los juicios con lucholago, quizán es por que yo he leído la mayoría de su obra y cada día que le pierdo fe a la literatura agarro las diez primeras páginas de los detectives salvajes y vuelvo a creer que todo es posible.
Les mando saludos todos y te felicito por el ensayo.
 
Ninive,25.10.2006
Disculpen que interrumpa con algo distinto. Necesito dos cuentos cortos de Bolaño ?donde los puedo encontrar en la red? Gracias
 
quilapan,26.10.2006
Yo comencé leyendo 'Los Detectives Salvajes' y en un principio fue un extraño temor el sentir que las páginas de la novela se leían rápidas bien que entretenidas, con un elaborado lenguage por decir lo menos -recuerdo aquellos pasajes en que viajan en auto y Belano-creo- sale con unas palabras jamás leidas ni oidas por mí-. Confieso que continué y terminé la novela con mi mejor disposición y mi más responsable lectura, mas con una primera impresión no sé si negativa o no, de que Bolaño escribe sobre literatura como su gran tema, del que luego va enhebrando su escritura con las vidas de los protagonistas y esa durísima odisea posmoderna del escritor marginal, confieso que en un comienzo me dejó inquieto por decir lo menos, algo insatisfecho. El verano pasado, instado por un buen amigo bolañiano, las emprendí con 2666 y el comienzo fue parecido, concedo sí que lo disfruté bastante más, ignorando en esas paginas principales que el tono de la historia sobre Archimboldi sobrepasaba al de Arturo Belano y Ulises Lima; no tardé en comprender que nuevamente el tema - para mi gusto- era nuevamente metaliteratura, la literatura per sé, y toda la cosmogonía que ello implica. Innegablemente disfruté la novela, bien que la leía rápido -el 2 capitulo lo leí en una noche- y esta intervención es insuficiente para referirme a 2666.

Pero ahora estoy con los cuentos de 'Llamadas telefónicas' y debo admitir que la impresión que tengo de esta escritura me permite entender la grandeza de Bolaño, porque él , a mi juicio, parte por reducir todo el mundo a su propia vida de escritor y de ser humano comun y corriente -guardando sus proporciones- para desde allí proyectarlo a través de su pluma, ya sabemos, escritores y el megamundo de la literatura; desde ahí, estoy de acuerdo con el foro de luchochago sobre la belleza donde Bolaño incorpora temas que comunmente extrapolan la belleza, tales como la miseria, el patetismo, el humor negro, etc, lo que me ha permitido disfrutar y aquilatar a Bolaño de una manera que a un seguidor de Juan Emar como yo le resultaba impensada.
 
evaristo,06.11.2006
Ninive, puedes buscar esos cuentos en sololiteratura.com, me parece que estan ahí
saludos
 
madrobyo,07.11.2006
http://hansi.libr...

Ahi podes descargar algunos textos de bolaño...
 
madrobyo,07.11.2006
http://hansi.libr...

Ahi podes descargar algunos textos de bolaño...
 
Ninive,07.11.2006
Muchas gracias por la ayuda.
 
luchochago,21.11.2006
Y que tal los cuentos??
 
America,22.11.2006
"SEVILLA ME MATA"


"La conferencia debe continuar"

Espero que nadie me tome a mal mis anteriores palabras. Era broma. Lo escribí, lo dije, sin querer. A estas alturas de mi vida ya no quiero más enemigos gratuitos. Estoy aquí porque quiero enseñaros a ser hombres. No es verdad. Era broma. En realidad, me muero de envidia cuando os veo. No sólo a vosotros sino a todos los jóvenes escritores latinoamericanos. Tenéis futuro, os lo puedo asegurar. Pero no es verdad. Era broma. Ese futuro es tan gris como la dictadura castrista, como la dictadura de Stroessner, como la dictadura de Pinochet, como los innumerables gobiernos corruptos que han sucedido uno detrás de otro en nuestra tierra. Espero que a nadie se le ocurra desafiarme a pelear. No puedo hacerlo por prescripción médica. De hecho, cuando acabe esta conferencia pienso encerrarme en mi habitación a ver películas pornográficas. ¿Qué quieren que vaya a visitar La Cartuja? Ni de chiste. ¿Qué quieren que vaya a un tablao flamenco? Se equivocaron, una vez más, conmigo. Yo sólo voy a un rodeo mexicano o chileno o argentino. Y una vez allí, entre el olor a bosta fresca y copihues, procedo a quedarme dormido y a soñar.

Roberto Bolaño

NdE: Este texto era el que Bolaño había previsto leer en el Encuentro de Sevilla y no pudo terminar a tiempo, dejándolo inconcluso.
 
pierre_menard,03.12.2006
"Siempre las afirmaciones absolutas encuentran el tiempo que encuentran, en el sentido que tienen un valor relativo, y tantas veces no superan lo subjetivo". Perdón, hay diferencia en la forma que pretendes emplear "ralativo"-"subjetivo", creo que tu "afirmación" es subjetivamente relativa, o relativamente subjetiva, como te guste más, al fín que muchos hablan de literatura de acuerdo a como les gusta nomás....bueno y eso es respetable. Entonces si a Toole (con ese nick, hasta parece que los necios nos conjuramos jejejeje) le gusta más Vallejo, no encuentro la necesidad de aludir a que los lectores son los que bla bla bla. Quisiera saber, ¿en qué se parece (don evaristo por favor) Fernando Vallejo a Isadore Ducass? ¿Por qué te parece que Vallejo tiene influencia de éste último?

Ahhh y gracias por los Links de Bolaño, que también estoy encantadillo con su lectura....... también me gustaría saber qué opinan acerca de la disposición narrativa de Los detectives salvajes. ¿les parece Concéntrica o Fractal? o quizá de otro tipo? por fa comenten....compañeros lectores de Bolaño. 1 cordial saludo.
 
pierre_menard,03.12.2006
Si alguien sabe de otro link se lo agradeceré.
 
mandrugo,03.12.2006
Ja! Esa frase entre las comillas me pareció conocida, efectivamente la había escrito yo.
No puedo decir que esté muy comprensible; pero lo relativo no necesariamente es subjetivo, aunque puede serlo perfectamente.
"Dante es el poeta más grande de todos los tiempos" es una afirmación absoluta, pero es perfectamente relativa, porque entra en juego lo subjetivo, aunque en estos casos sea una subjetividad limitada, pero no es posible olvidar a Rumi, tampoco a Homero, que restringen los límites a lo absoluto.
Que muchas afirmaciones absolutas no superan lo subjetivo me parece bastante evidente.
 
mandrugo,03.12.2006
"Dios existe" es una frase absoluta; sin embargo es subjetiva, porque se circunscribe a la esfera de las creencias y de la fe de un sector de la humanidad; para el resto es una frase relativa, que está en relación a un centro de verdad subjetiva.
Entonces hay absolutos que son relativos, por ser subjetivos y encuentran el tiempo que encuentran en su manifestación o expresión de sus verdades.
Igual cosa podemos decir de Emar o Bolaño, porque si los encasillamos en conceptos absolutos, ellos serían los primeros, por mirada previsora de amplio rango, a no estar de acuerdo.
 
pierre_menard,04.12.2006
"Lo relativo no necesariamente es subjetivo, aunque puede serlo perfectamente" tons decir que: Lo relativo es subjetivo- es una afirmación relativa. Y eso es todo lo que yo opinaba. Perdón, no entendí a q te referís con: Igual cosa podemos decir de Emar o Bolaño, ¿a cuál igual cosa debo remitirme? Tampoco sé qué tan amplio debe ser el rango de una mirada previsora como para saber qué piensa un muerto de lo que conversamos nosotros. ¿Está la respuesta en la obra del muerto en cuestión?

Ahhhh, nadie me ha comentado nada de la disposición narrativa en Los detectives salvajes....concéntrica, fractal u otra que no se nos ha ocurrido??? opinen por fas! 1cordial saludo
 
mandrugo,04.12.2006
Quizás deba explicar qué entiendo por relativismo, en caso contrario, es posible que estemos pensando a palabras diversas, a conceptos en contextos diversos, o a un simple juego de palabras que banalizan todo en la ausencia de sentido.
Como los foros son tentativos de tratar de comunicarnos, digo que entiendo por relativismo un concepto filosófico para el cual la realidad no se puede conocer en sí misma, sino únicamente en relación a las condiciones en que los hechos o fenómenos vienen observados. Por lo tanto, para el relativismo, no hay verdades absolutas o principios inmutables ni en el campo científico ni en sedes morales o religiosas. Éste seria el marco donde se mueve el relativismo.
Un punto de vista relativo significa reconocer que existen ideas, principios, doctrinas, puntos de vista diversos.
Yendo al hueso, a la sustancia, un punto de vista relativista significa aceptar que al lado de nuestras ideas o propias verdades existen las verdades de los demás.
Ahora, respecto al foro, lo mío es un simple punto de vista, porque veo que algunos, justamente por lo demás, dicen en modo absoluto este escritor "es el mejor". Nada malo, desde luego, uno tiene el santo derecho de decir lo que desea, entonces mi ser relativista me hizo decir, que esa era una verdad subjetiva, por ser relativa, es decir, se origina en relación a una serie de factores y elementos etcétera.
Entiendo por visión previsora, no la obra de un autor desaparecido, aunque ahí podría estar la respuesta, sino la opinión concreta de un Emar o un Bolaño vivos acerca de una opinión absoluta y, repito, justa de sus más fervientes lectores.
Una visión literariamente previsora, es aquella que mira lejos.
 
pierre_menard,05.12.2006
Creen que en los detectives salvajes, el personaje de Arturo Belano sea una calca de el mismo Roberto Bolaño?
 
pierre_menard,05.12.2006
es el realismo visceral un pseudónimo del infrarrealismo??
 
albertoquilapan,05.12.2006
Bolaño lo afirma reiteradas veces en su escritura; me he topado con Arturo Belano en cuentos de 'llamadas telefónicas', además de 'los detectives...'; Echevarría(?), quien está a cargo de la edición de 2666 también lo aclara confirmando que dicha novela póstuma tiene como narrador a Arturo Belano, el alter ego de Bolaño; además fonéticamente creo que no queda sitio a dudas: Bolaño=Belano.
 
pierre_menard,06.12.2006
Vuelven Los Infrarrealistas a Casa del Lago (d.F.)


Bajo el ti­tulo de Profugos de la Nada ofrecerán dos recitales poético- musicales los dí­as 7 y 8 de diciembre, a las 18:00 horas


En agosto de 1976, Casa del Lago Juan José Arreola fue escenario de la irrupción infrarrealista, corriente que agrupa a jóvenes poetas de la época: Roberto Bolaño, Mario Santiago , los hermanos Cuauhtémoc y Ramón Méndez, Guadalupe Ochoa, José Peguero, Edgar Altamirano y José Vicente Anaya, son algunos de ellos.

 
evaristo,27.12.2006
Estimados, leí en la prensa que van a sacar para el 2007 dos libros nuevos de Bolaño: uno de poesía y otro de cuentos o una novela. Si alguien sabe alguna información, por favor que me cuente.
saludos para todos y suerte en el 2007
 
trapotte,28.12.2006
"El secreto del mal" y "La universidad desconocida", el primero colección de cuentos, el segundo poemas en prosa. Se publicarían en Enero del 2007.

Saludos.
 
luchochago,01.01.2007
Que hay de tras de la ventana????
es ese el acto poetico de los realviceralistas, en la ultima pagina de los Detectives Salvajes???. Cómo sacamos los Marcos???
 
Ninive,14.01.2007
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luchochago,01.02.2007
La narrativa de Roberto Bolaño puede concentrarse en una expresión: Todo lo real es literatura (o puede convertirse en literatura) y toda la literatura puede influir en la vida. Creo que esta fórmula doble condensa sus operaciones narrativas.
Esta primera nota sobre Bolaño nos adelanta el centro de su poética. Recuerdo las palabras de Auxilio Lacouture en Los detectives salvajes: “Y estaba sentada en el wáter, con las polleras arremangadas, como dice el poema o la canción, leyendo esas poesías tan delicadas de Pedro Garfias, que ya llevaba un año muerto, Don Pedro tan melancólico, tan triste de España y del mundo en general, qué se iba a imaginar que yo lo iba a estar leyendo en el baño justo en el momento en que los granaderos conchudos entraron en la universidad”
Auxilio Lacouture es la madre de todos los poetas mexicanosy lee la poesía de Pedro Garfias en el baño, en el centro del torbellino de Tlatelolco. Creo que esta escena es la cifra de las combinaciones fluctuantes entre vida y literatura en la narrativa de Bolaño. Es decir: toda la literatura influye en la vida y todo lo real puede convertirse en literatura.
 
evaristo,07.02.2007
buena reflexión, la comparto
 
luchochago,26.02.2007
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