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Marcelo_Arrizabalaga,17.06.2021

Convocatoria abierta a participar en un nuevo taller de cuentos basados en alguno de los siguientes gifs:



1: https://gph.is/g/...

2: http://gph.is/1i4...

3: https://gph.is/g/...

4: http://gph.is/2nL...

5: http://gph.is/1co...

6: http://gph.is/2kL...





Usar la escena elegida como un momento de la historia a presentar.

Escribir con libertad de estilo.

La extensión del cuento es a gusto del escritor.

Pueden escribir de uno a seis cuentos máximos.

Presentar los cuentos aquí mismo en el foro, publicándolos ustedes mismos, de la siguiente manera:


Por ejemplo:

1: https://gph.is/g/...

El título.

El cuento

El autor.


Esto es solo un taller para motivar a escribir.

Duración de la convocatoria: hasta el 1 de Julio inclusive.

Ya se puede comenzar.

Saludos.
 
Morirse,17.06.2021


Gracias, Marcelo


 
Steve,18.06.2021
Ok.

Thanks a lot!!!
 
Martilu,18.06.2021
Gracias Marcelo

 
Clorinda,18.06.2021
Gracias, Marcelo!
 
Mialmaserena,19.06.2021
gracias por la invitación.
 
Mialmaserena,19.06.2021

2: http://gph.is/1i4...


Sus manos


Vi cómo le tomaba la mano tal vez tratando de hallar algo de vida en ella. Era el trance más duro de su vida.
Recuerdo que no lloró, solo se quedó sentado junto a la cama matrimonial mirando el rostro por fin sereno de su esposa.
Todo había empezado dos años atrás, cuando Eleonora manifestó inconvenientes de salud: mareos, temblores, visión borrosa y dolores de cabeza.
Ocurrió algo que yo no esperaba. Me convertí en su confidente. Amaba demasiado a su esposo; quizás por eso prefirió llorar entre mis brazos y mostrar fortaleza ante él cuando los tratamientos no dieron resultado.
Bernardo y yo habíamos sido amigos desde niños. A Eleonora la conocí cuando fui a su librería y compré la novela que me recomendó. Ella era una preciosidad, siempre risueña y llena de planes para el futuro.
No pude evitar enamorarme. Se lo confesé un día mientras leíamos libros de poesía.
Supongo que al principio se sintió atraída por mi capacidad de escuchar en silencio. Después no sé qué pasó. Nos amábamos con tanta intensidad que me daba miedo hacerle daño.
Su salud se fue deteriorando, luego perdió las fuerzas y la vitalidad. Me dijo que yo había sido su única amante.

Acompañé a Bernardo en todo momento. Fui testigo de su dolor y el de ella.

Aquella noche, al ver las manos de mi amigo tomando con delicadeza las de la mujer que tanto habíamos amado me desmoroné. Lloré con desesperación, como si todo hubiera ocurrido por mi culpa. Deseaba decir la verdad pero no me atrevía. Entonces Bernardo me abrazó y me dijo: Sé cuánto la quisiste. Todo está bien.
 
Shou,19.06.2021
Gracias Marcelo
 
Martilu,20.06.2021
6. http://gph.is/2kL...

Reflexión en voz alta

“Con ánimo de amar” Película

¡Hay que tener ánimo de amar en estas temerarias épocas de pandemia globalizada! O mejor vamos al poliamor, o al chongueo característico de los milenials que todo lo frivolizan en diez segundos y además ni siquiera leyeron a Bauman en “el amor liquido”.
Alguien que viene del milenio pasado, que no ha conocido la digitalización, sino hasta ya entrados sus 60 años, que ha nacido con el despertar de la tv blanco y negro, mucho después la televisión color, no puede habituarse a la vertiginosidad de estos tiempos modernos.
¿Y qué es la modernidad?
La Modernidad es una categoría que hace referencia a los procesos sociales e históricos que tienen sus orígenes en Europa a partir de la emergencia ocasionada desde el Renacimiento. El movimiento propone que cada ciudadano fije sus metas según su propia voluntad, o sea falsedad tras falsedad ideologizada.
También podemos decir que La modernidad es la creencia en la libertad de los seres humanos –natural e inalienable, según muchos filósofos de la época–, así como en la capacidad de raciocinio de los hombres, combinada con la inteligibilidad y asequibilidad del mundo para la razón humana. Otra falsedad.
Pero no nos vayamos de tema y vamos al grano, esa película coreana, ¡por favor!, esa música de boleros, esos vestidos, con cuello Mao de la protagonista, y ese amor nunca concluido.
Pero si, en nuestras febriles mentes modernizas. Esas comidas frugales de a dos mirándose a los ojos. Bajar y subir las escaleras y encontrándose en el pescante, ¡esos amantes solo de mirarse!
¡Y Consumirse!
¡La continua lluvia que moja sus pieles y sus almas en llanto feroz!
¡Esos sí que eran amores de verdad!
¿O no?
 
Viento_sur,21.06.2021
Gracias por la invitación. Voy a intentarlo!
 
Marcelo_Arrizabalaga,21.06.2021
De Ishamael:

http://gph.is/g/4...


Primer Amor

La cobardía es asunto de los hombres, no de los Amantes


No se como lo había logrado, pero habíamos ido al cine, yo estaba muy nervioso
Soy malo para los romances y sentía que se esperaba de mí alguna acción, tomar la iniciativa, abrazarla, algo
Pero estaba inmovilizado
Ella me observaba desde el brillo de sus hermosos ojos, los ojos mas hermosos que jamás había visto
Su pelo largo y liso seguro habría inspirado la metáfora cliché de la lluvia azabache que caía sobre sus hombros
Estaba nervioso
Sudaba frío
Tenía tantas ganas de abrazarla, pero me contenía
Se me formaba un vacío en el estómago al tenerla tan cerca
Ella actuaba como ignorando el torbellino de sensaciones que se desataban en mi
Me perdía mirándola tanto que dejaba de escucharla
Me había enamorado
Por primera vez me había enamorado y no sabia que hacer
Me venían como ráfagas muy difíciles de contener de lanzarme sobre ella y abrazarla
Sólo para contenerla
Sólo para abrazarla
Pero, ahí estábamos, haciendo la fila para entrar, hablando de intrascendencias que yo olvidaba apenas las decía
Todos mis sentidos estaban enfocados en ella
En esta contemplación que mana del primer amor
Avanzamos,
Dos boletos por favor
Gracias
Tengo las entradas le dije triunfante y ella celebró aplaudiendo
Me sonrío, y su sonrisa hizo escapar el más profundos de mis suspiros
La verdad es que no me interesaba la película
me interesaba ella
Y habría ido a la luna con tal de estar con ella
Con tal de acompañarla
….
Se apagan las luces, comienza la película
Debía abrazarla?????
Y si no me deja?
Qué haré si intento abrazarla y no me deja???
Me moriría de vergüenza
Que angustia
No sé de que trataba la película
Ahí, a oscuras, ella abstraída de la película y yo sufriendo una tortura interna
Pero….
Quizás los dioses se apiadaron de mí al ver mi agonía, porque en un momento de descuido, apoyando mi brazo en el asiento, sin percatarme, mi mano caía sobre la suya
El contacto me sobresaltó
Una descarga eléctrica recorrió mis venas

La miré asustado de improviso para disculparme cuando ella gira la cabeza
Me mira…..
Y dulcemente
Me sonríe
 
sheisan,21.06.2021

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La Montaña


Hay una presencia permanente en el interior del monte. Vive entre sus grietas y cavernas. En cada rincón hay huellas de aquellos que hicieron de la montaña su hogar y su santuario. Ellos son parte de una antigua civilización, caída de las estrellas. Convivieron en tiempo y espacio con los humanos, pero alejados de su sociedad, debido a la inmensa brecha en cuanto a conocimiento y sabiduría. Poseían una figura gallarda, piel muy clara y ojos llenos de universos y misterios. Hoy, ya nadie nombra a ese pequeño grupo de pléyadianos de luz. Sus asentamientos son buscados sólo para saquear sus tesoros y para desentrañar los secretos y vestigios de su rica cultura, no para conocerlos o respetarlos.

Esperaron en vano un rescate venido del cielo. La montaña, cómplice, fue su hogar y lugar de último y eterno descanso. Han pasado los siglos, aún hoy, en el viento, se escucha el eco de una maldición; "Shama' at eure neuli com"... Maldito aquel que perturbe mi sueño.

Algunos pocos, muy pocos, herederos de valiosos poderes, lograron sobrevivir. Sus descendientes quedaron desperdigados, mezclándose entre las comunidades terrestres, pero siempre salvaguardando su origen.

Ahora sabes la verdad y sí, yo soy uno de ellos. No tengo bienes materiales importantes para ser robados, pero si quieres matarme, vamos, dispara. Me convertiré en un rayo de luz impulsado al infinito, que se extinguirá tan rápido como el chasquido de tu bala.



M.D

 
sheisan,21.06.2021

5: http://gph.is/1co...


La Montaña


Hay una presencia permanente en el interior del monte. Vive entre sus grietas y cavernas. En cada rincón hay huellas de aquellos que hicieron de la montaña su hogar y su santuario. Ellos son parte de una antigua civilización, caída de las estrellas. Convivieron en tiempo y espacio con los humanos, pero alejados de su sociedad, debido a la inmensa brecha en cuanto a conocimiento y sabiduría. Poseían una figura gallarda, piel muy clara y ojos llenos de universos y misterios. Hoy, ya nadie nombra a ese pequeño grupo de pléyadianos de luz. Sus asentamientos son buscados sólo para saquear sus tesoros y para desentrañar los secretos y vestigios de su rica cultura, no para conocerlos o respetarlos.

Esperaron en vano un rescate venido del cielo. La montaña, cómplice, fue su hogar y lugar de último y eterno descanso. Han pasado los siglos, aún hoy, en el viento, se escucha el eco de una maldición; "Shama' at eure neuli com"... Maldito aquel que perturbe mi sueño.

Algunos pocos, muy pocos, herederos de valiosos poderes, lograron sobrevivir. Sus descendientes quedaron desperdigados, mezclándose entre las comunidades terrestres, pero siempre salvaguardando su origen.

Ahora sabes la verdad y sí, yo soy uno de ellos. No tengo bienes materiales importantes para ser robados, pero si quieres matarme, vamos, dispara. Me convertiré en un rayo de luz impulsado al infinito, que se extinguirá tan rápido como el chasquido de tu bala.



M.D

 
Martilu,21.06.2021
Marcelo y Sheisan

¡Gracias!
¡Por ofrecernos vuestros primorosos cuentos!
 
Glori,22.06.2021
Su dulzura

El hombre que está sentado frente a mí habla de esperanzas. Cuenta una historia, los demás parecen escuchar con interés. Yo apenas logro entender sus palabras. Es que otra vez estoy pensando en Sofía.

Nos alojábamos en el mismo edificio. Cuando la cruzaba en las escaleras, ella se pegaba a la pared para evitarme. Pero yo le gustaba. Lo intuía en su manera de contonear las caderas para llamar mi atención.
Un día me atreví a hablarle y la invité a salir.
Durante meses creí que ella iba a cambiar mi vida. Sofía tenía el poder de endulzar todo lo que la rodeaba. Y esa dulzura era lo único que precisaban mis labios.

Una tarde discutimos. La golpeé y por eso me abandonó. Sabía que no me iba a perdonar, pero tenía esperanzas igual que este tipo que ahora no para de hablar.
Pronto será mi turno. ¿Y qué voy a decir? ¿ Que la extraño, que estoy arrepentido, que no tendría que haber ido a buscarla como un loco?

Ese fue mi gran error. Tratar de convencerla de volver conmigo, prácticamente la arrastré al auto y conduje ebrio hasta que volcamos a un costado de la ruta.

Me pregunto qué hago aquí, en medio de esta gente que cree posible controlar su adicción. Como si hablar pudiera devolverme los labios dulces de Sofía, que desde hace mucho tiempo solo encuentro en una copa de alcohol.
 
Glori,22.06.2021

6: http://gph.is/2kL...
 
Marcelo_Arrizabalaga,22.06.2021

6: http://gph.is/2kL...


Esa noche



Nos cruzamos en la escalera del club nocturno. Yo salía a tomar aire, y él que subía despacio, era para mí un desconocido.
Apenas pude observarlo, pues enseguida me cohibió su mirada que parecía recorrer todo mi cuerpo. Creo que no exagero si digo que me sentí desnuda por un instante.
Cuando regresé, media hora más tarde, lo busqué por todo el salón con una mirada discreta desde la barra, intercalando sorbos de mi bebida para disimular.
Me di por vencida. No lo había visto salir.

Me disgustaba pasar el tiempo en lugares como ése. Pero necesitaba hacer algo con mi vida.
Tal vez no fuese buena idea comenzar por allí, pero de todas maneras allí estaba.
Me incliné sobre la barra y deposité sobre ella mi bebida.

-Lo mismo que ella por favor.

Giré despacio hacia mi derecha. Sus dientes brillaban mientras me sonreía.
Un calor recorrió todo mi cuerpo. Me recompuse y le devolví una tímida sonrisa.

-Buenas noches – me dijo en voz tan baja que casi le pido que repitiera lo dicho.
-En el bar de la plaza se puede conversar sin tanto ruido- sugirió y se quedó esperando mi aprobación.

Era un golpe de suerte. No lo dude mucho:

-Bueno, ¿Por qué no?

Subimos la escalera angosta muy juntos. Luego de varios escalones me tomó por la cintura.

-Tienes tacones muy altos. No dejaré que te caigas- me dijo y me ruboricé.

La noche era hermosa. Una brisa suave nos refrescaba. Caminamos hacia la esquina y nos sentamos a la mesa del restaurante que daba a la plaza.

-¿Te gustaría comer algo?- inquirió cuando el mozo estuvo presente.

Más tarde, luego de una deliciosa charla, caminamos bajo los robles y terminamos sentados en un banco frente a la fuente.
Un perro color canela llegó moviendo la cola y se sentó delante nuestro y se quedó mirándonos plácidamente.

Hacía tiempo que no me sentía tan a gusto con un hombre. A decir verdad hacía mucho tiempo que no me sentía a gusto conmigo.
Llevaba una vida insípida. Ni mi holgura económica ni mis excesos habían logrado devolverle sentido a mis días.
Me encontraba ahora con un hombre que me recordaba que la vida podía sentirse hermosa.

Volví de mis pensamientos para encontrar su mirada amable que esperaba en silencio.

-Por qué decidiste acercarte a mí- le pregunté sin vueltas.

- Fue la expresión en tu rostro. Sentí que necesitabas buena compañía.

No esperaba esa respuesta, y me agradó.

A las cuatro de la madrugada llegamos caminando a la puerta de mi edificio.
Deseaba besarlo. Deseaba mucho más. Pero temía perderlo.

Luego de mirarnos en silencio por unos segundos, tomó mi mano.

-Quisiera pedirte algo- me dijo con voz serena.

- Claro, dime.

-¿Me permitirías volver a verte? Es que estoy imaginando una hermosa tarde en el parque y tú apareces en ella.

-Seguro. ¿El Sábado?

Asintió moviendo su cabeza.

Lo besé en la mejilla muy cerca de su boca. Sentí como se contuvo.
Solté su mano y me dirigí hacia la puerta.

Me di vuelta y regresé hacia él, que me observaba en silencio.
Besé su boca con un beso breve muy tierno.

-Te estaré esperando a las cuatro.

-Aquí estaré – dijo y se marchó despacio.

Al cerrar la puerta, no le permití a mi mente que diera nada. En cambio mi corazón deslizó por entre mis labios solo un:

-Gracias.
 
Martilu,22.06.2021
Glori
Marcelo_Arrizabalaga

¡Gracias por darme cuentos para leer!
 
Clorinda,28.06.2021
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El señor Bean va al cine

Después de consultar varias veces el reloj, y agitando una de sus manos, el señor Bean apura el velocímetro de su autito verde manzana, no sin antes hacerle señas desesperadas a los peatones que se disponían a cruzar la calle, amparados legalmente por la luz verde del semáforo. Uno de los peatones casi cae bajo las ruedas, alcanzando a ver a Bean agitando su mano derecha hacia arriba, con los dedos arqueados, como si estuviera conteniendo una naranja.

Ahora su gesto de desagrado es más evidente al ver el estacionamiento para automóviles comunes —como el suyo—, ocupado en su totalidad. Por fortuna, más adelante encuentra en el lugar reservado para automotores denominados “pesados”, un huequito entre dos grandotes estacionados. Una sola maniobra le alcanza para acomodar su autito utilizando la marcha atrás.

Nuestro señor Bean está tan apurado que, después de acomodar algunos de sus enseres, se olvida la llave en el asiento. Se le ha hecho tarde y seguramente ya habrá empezado la película —piensa mientras se dirige a grandes trancos hacia la única sala de cine de la ciudad.

En el vestíbulo hay varios rezagados como él, por lo que debe hacer la cola como Dios manda, no sin antes consultar varias veces su reloj y dirigir miradas de fastidio, acompañadas del movimiento de su mano derecha agitándose violentamente, apurando a las personas que pretenden elegir la mejor ubicación posible.

Ya frente al mural que exhibe las plateas disponibles, Bean se queda varios minutos en actitud dubitativa, alternando gestos con las manos hacia adelante, dirigidos hacia los demás clientes que esperan resignadamente que se decida a elegir su lugar.

Por fin atraviesa el pasillo contiguo a la sala de cine, donde un recepcionista le solicita la entrada y, para marcarla, le desgarra una parte. Contrariado, Bean hace gestos de desagrado tratando de obtener la complicidad de las otras personas presentes. En ese momento recuerda que no le quedan caramelos, por lo que se dirige a grandes pasos al kiosquito contiguo al edificio del cine, y compra un paquete de sus golosinas preferidas. Luego corre hacia la sala y, a la pasada, le convida un caramelo al recepcionista, para obtener su simpatía, después del incidente de la entrada.
Una vez en la sala, y cuando el acomodador le señala su butaca, el señor Bean se niega a sentarse allí porque ha visto una rubia muy atractiva y elegante, dos filas más adelante, y pretende ubicarse a su lado. (Aquí se produce un intercambio de palabras ininteligibles y algún que otro forcejeo, pero al fin accede a quedarse en el lugar asignado al ver a su futura vecina con un inmenso paquete de snacks en sus manos.

Mientras mira la película, que por otra parte no entiende porque ya hacía un rato que había comenzado, Bean se entretiene pellizcando disimuladamente los snacks de su vecina, y poniendo los ojos en blanco a la menor sospecha de haber sido descubierto, aunque ella no puede impedirlo porque está terminantemente prohibido hablar en la sala.

De repente, en un descuido, el paquete en cuestión se rompe y los snacks caen la piso. En este momento se produce un revuelo considerable en el cine, acompañado de los consabidos chistidos de los demás espectadores.

Cuando todo vuelve a la normalidad, con la intervención del acomodador, Bean saca triunfalmente del bolsillo de su saco el paquete de caramelos, sin recordar que ya estaba abierto y, como es de esperar en este tipo de caramelos, que tienen forma de bolita, caen todos al piso, produciendo otro revuelo, censurado con nuevos y exigentes chistidos, para llamar al silencio.

Bean, a esta altura de los acontecimientos, se inclina para juntar sus caramelos, pero la caída en declive del piso de la sala los ha hecho deslizar hacia el frente de la sala, a gran velocidad. El acomodador interviene prohibiéndole moverse hacia cualquiera de los costados, para no molestar a los demás espectadores. Entonces Bean se sube al respaldo de la butaca del espectador de adelante y, a grandes zancadas, sigue saltando de butaca en butaca, acompañando el viaje de los caramelos, ante las señas desesperadas del acomodador y las miradas de incredulidad de la gente.

Cuando Bean termina de recuperar el último de los caramelos, la película termina, por lo que, ya sin preocupación, se dirige a la salida y luego al estacionamiento, donde se entera, con el horror reflejado en su mirada, que su autito ha quedado hecho un acordeón, producto seguramente de alguna maniobra del chofer de uno de los vehículos pesados.

Bean ha conseguido abrir una de las puertas de su autito aplastado, y revuelve desesperadamente entre sus enseres, arrojando hacia atrás las llaves del auto, el portafolio con los documentos del auto, el cable para cargar el celular y otros elementos que tenía en el asiento. Por fin, con un resoplido de alivio, recoge del suelo su osito de peluche, estrechándolo amorosamente, no sin antes sacudirle los restos de pintura del auto y vidrios rotos, producto de la colisión.
Ahora, el señor Bean toma el subte de medianoche y se dirige hacia su casa. Al llegar, acuesta al peluche en su cama arropándolo con cuidados movimientos; después se desviste sin hacer ruido, y acercándose en puntillas, se acuesta a su lado durmiéndose plácidamente.

 
Hectorfari,29.06.2021
Muchas gracias por la invitación, Marcelo.

!Qué buenas historias que hay...!

http://gph.is/1co...



El Cobrador

—¡Pará, pará! ¡No me pegues más…,! le voy a pagar. Te juro que le voy a pagar.
—Le vas a pagar... Le vas a pagar. ¿Cuánto hace que me venís con el mismo verso? ¿Eh? Hoy, cuando me dijo que viniera, me miró fijo como vos sabés que mira y me dio unos golpecitos en la cara: Cobrále, me murmuró cerquita del oído.
—Estoy tratando de conseguir la guita, pero es mucha. Cada vez más, necesito tiempo.
—Y yo necesito un auto nuevo, una mina que no me cague y capaz que un viajecito. Sí. Un viajecito a Río. ¡No tenés más tiempo! ¿Me entendés?
—Decíle que no me encontraste, que me estás buscando. ¡Por favor!
—Claro, querés que me juegue los huevos y le mienta. Sos tan cara rota… Pretendés que te cubra el culo a riesgo del mío. No me hagas reír. Te vine a cobrar. Me mandaron a cobrarte y te tengo que cobrar.
—Pero…
—¡Pero, las pelotas! ¡Dame la plata!
—¿Pará! No tengo nada en los bolsillos. Buscá, buscá. ¿No ves que no tengo nada?
—Dos cigarrillos, un encendedor y monedas. Unas putas monedas… ¿Es todo lo que tenés encima? Sabés que limpiándote te voy a hacer un favor, ¿no?
—Tengo dos hijos, loco, te lo suplico…
—¡Ah!, ahora te acordás de tus hijos. Cuando mandaste a la mierda a tu viejo y te fuiste a "cambiar de vida", no te acordabas de tus hijos. Qué gil que sos. Tenías la vida arreglada y mirá cómo terminás.
—Por favor…
—Sabés que te quiero, mucho, pero te juro que no vas a sentir ni el ruido. Abrazame. Abrazame, y entendé que vivo de esto. Yo sé que es un hijo de puta y que vos te la jugaste. Te creíste que la vida era como en las películas esas que al final suena la musiquita y se van todos felices. Pero no, la vida es esta mierda…
Ya está. ¿Viste? Ni te enteraste. A tus hijos los va a cuidar él, no les va a faltar nada, y sí, los va a educar distinto a vos. Son sangre de su sangre. Como nosotros.
 
Martilu,29.06.2021
¡Clorinda, tu guion es mas hilarante que el mismo Sr. Bean!
Hectorfari ¡mafias siempre hubo y así seguirá!
 
Clorinda,29.06.2021
Gracias, Martilu! También soy partidaria de tus amores de película. Gracias a Marcelo que activa nuestras neuronas.
 
Clorinda,30.06.2021
Tremendo tu cobrador, Hectorfari! No me había dado cuenta de que había uno más. Es cierto que la mafia no perdona, y el mismísimo sicario es también una víctima.

Todos los demás también son muy buenos y creativos! Desde el triángulo de "Sus manos", de Mialmaserena (todos hacíamos fuerza para que no se enterara el marido), pasando por "Reflexión en voz alta", de Martilu: una nostálgica reminiscencia de aquellos amores de película que hicieron suspirar a generaciones. (Me recuerda las proyecciones de "Cinema Paradiso"). Luego un "Primer amor" nunca tan bien pintado, de Ishamael. (Nadie como él para contarlo y hacernos rememorar nuestros propios primeros amores).

Y "La montaña" de Sheisán, que nos presenta el misterio de antiguas civilizaciones, junto a la gallarda figura de los pleyadianos, que nos sumerge en delirantes teorías sobre su llegada, y su condena a quedarse para siempre en nuestro maltratado planeta, su extinción o propagación. Tengo que confesar que creo soy una de ellos, aunque un poco mezclada. (Algún día contaré el motivo de mi sospecha).

Glori nos regala "Su dulzura", en contraposición a la amargura del remordimiento, y a una descontrolada adicción por el alcohol.
Y Marcelo Arrizabalaga, con "Esa Noche" nos deleita narrando cómo un encuentro insospechado puede cambiar la vida de dos personas en el momento menos pensado.

Hasta aquí mis observaciones y mis felicitaciones a todos.
 
maparo55,30.06.2021
2) https://www.loscu... =http://gph.is/1i4...

No pasa nada.

El hombre posó su mano sobre la de ella, acariciándola suavemente, para darle confianza y seguridad de que todo iba a estar bien. La mano era tibia, casi paternal.
-No se preocupe, verá que todo pasa en un segundo. El dolor es mínimo, casi no se siente – le dijo el secuestrador a la aterrada mujer, que se mantenía amordazada y amarrada a una silla, con los brazos bien atados en los descansos de la misma, mientras él en la otra mano, sostenía las pinzas con las que le iba a cortar el dedo meñique de la mano izquierda.
 
Marcelo_Arrizabalaga,30.06.2021
Tremendas historias. Es un placer leerles. Muy agradecidos por vuestra participación.
Hasta mañana inclusive, se reciben cuentos.
 
maparo55,30.06.2021
He leído con detenimiento todas las historias y cada una de ellas me parece muy buena. Desde la de Mialmaserena hasta la de Héctor, claro, pasando por Martilu, Glori, Marcelo, Sheisan, Clorinda. Este tipo de ejercicios me gustan mucho, donde no hay que calificar ningún texto, sino solo disfrutarlos. Un saludo para todos.
 
Clorinda,30.06.2021
Maparo: "No pasa nada" y pasa de todo. Otro lenguaje de la mafia, que a primera vista, parece demasiado gentil. Gracias por este gran mini cuento que nos regalaste!
 
Clorinda,30.06.2021
Fe de erratas: En mi última observación, la coma va después de "que" y no después de "mafia". La explicación es que, en este caso, lo que va entre comas podría suprimirse sin que la frase pierda sentido.
 
godiva,30.06.2021
Muy buenos cuentos. Algunos escalofriantes, otros misteriosos, y hasta hubo comicidad. Un placer leerlos.
 
godiva,30.06.2021

2: http://gph.is/1i4...

Sin palabras

Nadie quiere lastimarse al escribir historias. Será por eso que a veces nos explayamos en detalles tratando de omitir lo que sentimos.
Por ejemplo, yo ahora voy a contar que ese día llovía, que hacía frío y por la noche iban a venir algunos compañeros de la escuela. Algo sencillo, una pequeña reunión para festejar mis dieciséis.
Hasta puedo describir el color de la ropa que usabas cuando llegaste a casa y me miraste con una expresión de infinita tristeza, papá.
Te habías puesto la chaqueta de pana gris. Esa, la que usabas solo cuando hacía mucho frío.

Podría explicar con lujo de detalles cada una de las emociones que comenzaron a trepar desde mi estómago hasta mi garganta. Hablar del nudo hecho de espanto que me impedía respirar.

No hubo necesidad de palabras. Aún hoy me pregunto cómo lograste transmitirme lo ocurrido sin siquiera despegar los labios.
Solo te pregunté: ¿mamá?
Un leve movimiento de tu cabeza fue la respuesta. Y más tarde tu mano, que intentaba en vano infundirme consuelo, acariciando la mía.
 
maparo55,01.07.2021
1) https://www.loscu... =https://gph.is/g/...

Cita de amigos

La película la eligió él: Godzilla vs. Kong, porque ella hubiera preferido con seguridad una peli romántica; pero la verdad es que Daniel ya tenía su plan hecho al invitar a Laura al cine. Eran amigos desde hacía algunos meses, la había conocido en una fiesta de la universidad y ahora sabía con certeza lo mucho que ella le gustaba, así que lo del cine era solo un pretexto para declarársele. Tal vez la lucha entre dos monstruos no le interesara demasiado a ella, así él aprovecharía en algún momento de la misma, para “lanzarse al ruedo”.
Daniel adquirió las entradas y pidió que le dieran asientos en la última fila, allí podría a lo mejor, tener más intimidad para realizar lo que se proponía. Compraron un combo parejas y entraron a la sala, que ya estaba a oscura con la proyección a punto de empezar. Medio a ciegas buscaron sus asientos. Ya instalados comenzaron a ver la peli. Laura parecía relajada, pero Daniel no aguantaba el nerviosismo que casi lo traicionaba. Comiendo palomitas y refresco aguantó buen rato, exactamente hasta que Kong y Godzilla se encontraron. ¿Por qué escogió ese preciso momento para decirle a Laura sus sentimientos? ¿Quién lo sabe?
-Laura, necesito confesarte algo. Me gustas un montón y ya no quiero ser solamente tu amigo. ¿Aceptarías ser mi novia?
-¿Qué?- dijo ella medio distraída, muy atenta a la pelea de la pantalla.
-Que si aceptas ser mi novia.
-¿Cómo, ahorita?
Daniel la vio sacada de onda y como si no se diera cabal cuenta de lo que le acababa de pedir. Y es que así era en realidad, ella estaba tan metida en la acción de la película que aquella propuesta la aturdió. Pero él no iba a perder esa oportunidad. Así que reaccionó de una forma inusual y atrevida. Se levantó de su asiento, trepó al respaldo de la butaca delantera sin importarle si estaba ocupada o no, se puso de frente a ella y gritó en voz muy alta para que lo escuchara a pesar del estruendo de lucha que salía de la pantalla:
-¡¿Quieres ser mi novia?!
-¿Qué haces?... bájate de ahí.
-¡Claro que no! – respondió él.
Mientras aparecían los ¡shhhh!, los gritos de callen a ese pendejo, las mentadas de madre y los silbidos.
-Si no me dices que sí, no me bajo.
Y saltando de improviso de butaca en butaca avanzó hacia la pantalla. No se hicieron esperar más insultos de todos los presentes.
- ¡Ya dile que sí a ese güey, para que se calle! – gritó una voz anónima.
Desesperada ante la situación, Laura atinó a decir:
-¡Sí, sí acepto, pero bájate de ahí!
Daniel emprendió el regreso por el mismo camino de ida, mientras seguían redoblados los insultos, sin faltar alguien que intentara darle un golpe. Llegó junto a Laura y con los ojos brillantes de emoción, le preguntó:
-¿De veras aceptas ser mi novia?
-Sí, sí – respondió ella, dándole un beso rapidísimo en los labios; - pero por favor, déjame acabar de ver la película, ¿sí?...
 
maparo55,01.07.2021
Un triste y hermoso texto el de "Sin palabras", Godiva. Gracias por compartirlo.
 
godiva,01.07.2021
Jajajaja!!! Está muy bueno tu cuento, maparo.
 
Martilu,01.07.2021
maparo55, ¡jajajaja! ¡yo tampoco aceptaría en esas condiciones tan inoportunas!
 
Clorinda,02.07.2021
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El traje color marrón

Hoy el termómetro bajó a -3º. Me puse a pensar en la gente que, aparte de la pandemia y sus espantosas consecuencias, así como la escasez de trabajo y el encierro obligatorio, tiene que sumar ahora las inclemencias del tiempo y la falta de calefacción y abrigo.

Ni bien se lo dije a Elena pusimos manos a la obra. Donaríamos toda esa ropa que desde hace años está dando vueltas en los guardarropas, sin que le demos ningún uso. Muchas personas se sentirían confortadas al poder disfrutar, al menos, de un abrigo del que en este momento carecen, y eso nos alentó a seleccionar todas las prendas, que por distinto motivo, ya no usábamos.

Si bien nuestra vida no ha sido fácil y siempre hemos luchado juntos para salir adelante con nuestra familia, somos gente de bien, y nos hace felices poder colaborar con los que nos necesitan. De todas maneras no nos sobra mucho y, por ejemplo, a fin de mes tenemos un vencimiento ineludible, ya que debemos varias cuotas del auto, que en los últimos meses aumentaron mucho.
—Quedáte tranquilo, que Dios provee —suele decirme Elena.
— No siempre —fue mi última respuesta— Esperemos que llegue el aguinaldo, y que venga gordito, porque si no estamos en la lona.
En el placard de la otra pieza hay cosas que quedaron de mi papá, que seleccionamos cuando vendimos la casa después de su fallecimiento. En esa oportunidad donamos casi todo, menos algunas reliquias, y este traje que no está tan mal. Yo mismo podría usarlo, si me hiciera falta.
Papá lo había usado cuando se recibió el Guille, y creo que nunca más se lo puso. Creo que tendría que conservarlo. El mío me queda chico.
—Pero… ¿Me lo decís en serio? Está pasado de moda… Además, ya no se hacen fiestas ni cosas parecidas. ¡Está ocupando lugar de gusto en el ropero!
—Dejá que me lo pruebe —le dije arrebatándoselo.
Me miré al espejo y sonreí. No me quedaba nada mal, pero Elena tenía razón. ¿Cuándo me lo iba a poner? Además… ¡Ese color…!
Me lo saqué, lo sacudí por si había acumulado pelusa, le pasé el cepillo y luego lo rocié un poco con desodorante textil, como hicimos con toda la ropa seleccionada.
En ese momento noté que en los bolsillos internos había algo que abultaba bastante.
Con gran incertidumbre abrí el cierre de ambos bolsillos para ver qué había escondido allí papá hace tanto tiempo.
Elena no lo podía creer.
—¡Son dólares…! ¡Tu papá usaba los bolsillos de este traje como caja fuerte…!
Los contamos. ¡Pobre papá…! ¿Para qué los guardaría…? En fin, seguramente sus razones tendría. Él era de guardar, como todos aquellos que han estado en la guerra y han pasado hambre y miseria.

Ese mes pusimos al día las cuotas del auto y, además de regalar la ropa, invertimos parte del dinero en un comedor comunitario.
El traje aún duerme en el placard. ¿A quién le pude interesar usar una ropa tan antigua y con tanta historia?
 
Clorinda,02.07.2021
Caramba! Ya es 2 de julio? En Argentina recién son las 11 pasaditas. Y bueno...!
 
maparo55,02.07.2021
Hermoso y cotidiano cuento, Clorinda. Muy ameno el relato de este traje marrón. Por acá, ya son las 0:43 del 2 de julio.
 
Marcelo_Arrizabalaga,02.07.2021
!Santos bolsillos góticos, Batman!
 
Marcelo_Arrizabalaga,02.07.2021
Gracias a todos los participantes.
Fue un gusto leerles.
Hasta el próximo.
 
Martilu,13.07.2021
Clorinda, ¡que costumbre tan arraigada de guardar dólares en los trajes marrones! ¡Muy bueno!
 



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