Eso ya no funciona, Ratar, debes continuamente renovarte, en caso contrario el pasaje de antipático hazmerreír de la página, precipitará a un anónimo y anodino espantapájaros en una chacra con pocas milpas. Sería un triste final para un impostor de barrio bajo que soñó con ser un corrector de estilo sin literatura, pero ya lo sabes, el espejo dijo otra cosa.

Den el siguiente paso, les conviene, trío de imbéciles. Sean como cafeidown y zepollitos.

Dan pena con esos besos de tres que se vienen a dar aquí.

En general, 3g, los representantes del género ratesco transmiten la peste negra; pero si el representante de esa familia transmitiera su actual enfermedad, entonces hay que estar muy a la larga, para no quedarse sin la mejor alegría de la vida.

Cierto, hay buenas historias en el home.

Es que Ratar podría contagiarnos su enfermedad: nolaponguitis aguda.

He estado leyendo los cuentos del Home. Me han gustado la mayoría, especialmente uno de nelsonmore, gpalm y atarciagara.

Escapar? De quién, remos? Solo te veo a ti. Estaba en espera de una conversación sana y con sentido.

Qué pasa en la mesa? Apareció Ratar y todos escapan como si fuera la peste negra.

Ahí tienen a miseremos haciendo un valentonto.

Bien, por Ratar, un mínimo de sentido del humor afloró en eso de pasar a un plano superior de imbecilidad. Es su terreno y él los ha recorrido todos.