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El estaba muriendo de amor y sus gotas emergían como turbión por sus mejillas, una de estas lágrimas se apiadó y se dijo a si misma “no puedo permitir que nuestro creador se muera de amor” y otra lágrima que caía a su lado le dijo:
— Pero eso no depende de nosotros, somos lágrimas de pena, sólo nacimos para limpiar el alma, no para solucionar problemas.
La lágrima pensó por un segundo y le contestó:
— me niego a esa existencia, buscaré a la mujer que ocasionó esto y al verme querrá solucionar las cosas y correrá al lado de nuestro creador.
Y así fue, la lágrima le pidió ayuda al viento y este, que había escuchado la conversación asintió gustoso, sopló levemente y la lágrima voló hacia el sur; se encontró con una semilla de diente de dragón que flotaba y le pidió que la llevara un instante, este gustoso le permitió que se posara sobre él.
— ¿Hacia dónde te diriges? — le preguntó el diente de dragón.
— Voy en busca de la mujer que hace florecer lágrimas a mi creador — le dijo — me apena verlo llorar de esa manera.
El diente de dragón pensó un instante y le dijo
— Pero esa no es tu responsabilidad, además, ¿cómo sabrás quien es ella si hay millones de mujeres en el mundo?
— Por que mi creador lloraba viendo la fotografía de esta mujer, así que la reconoceré — le dijo con esperanzas.
En ese instante una paloma que arrancaba de un halcón pasa raudamente frente a los dos viajeros y la lágrima no pudo sostenerse y comenzó a caer al suelo, por casualidad pasaba una mariposa y cae sobre ella.
— ¡Dios, comenzara a llover! — expresó la mariposa
— No es lluvia — le dijo la lágrima — soy una lágrima de llanto que va en busca de la mujer que hace sufrir a mi creador para frenar su pena.
— Que hermoso gesto — le dijo la mariposa — y en donde vive esta mujer
— En el próximo pueblo al sur — contestó la lágrima
La mariposa limpia sus entenas y le dice
— Yo voy a la plantación de margaritas que esta próximo a ese pueblo, te dejo allí.
Así partieron ambas hacia el sur, la lágrima poco a poco se veía agotada.
— ¿Qué te sucede? — pregunto la mariposa.
La lágrima con voz cansada le dijo
— El sol esta muy fuerte, hace calor y poco a poco me estoy adelgazando.
La mariposa comenzó a volar por la sombra para que la lágrima no se evaporara tan rápidamente y lograra su objetivo. A lo lejos divisa una culebra que tomaba sol sobre una piedra.
— Culebra amiga — dice la mariposa — esta lágrima necesita ir al próximo pueblo y debe ir por la sombra para que no se evapore, ¿la podrías llevar tú, que andas más rápido de lo que yo vuelo?, va en busca de la mujer que hace llorar a su creador para que él no tenga más sufrimiento
— No hay problemas, yo la llevaré raudamente.
La lágrima, casi sin fuerzas, se deja caer en el lomo de la culebra y esta parte zigzagueando velozmente hacia el pueblo del sur.
— Que valiente y buena eres lagrimita, ojalá todos fuesen como tú — le decía la culebra sin parar su ritmo veloz.
— Me siento mal, estoy muy delgada, me quedan pocas fuerzas.
La culebra apresura el ritmo de su serpenteo y llega a las puertas del pueblo en un abrir y cerrar de ojos
— Hemos llegado — le dijo la culebra a la agotada lágrima — pero desde el suelo no puedo ver las caras, hay que buscar la formula de poder elevarte y que desde allí busques a la mujer.
Busco un minuto y una abeja que sobrevolaba un pastel de manzanas puesto en una ventana escuchó el llamado de la culebra.
— Abeja amiga — le dijo — esta lágrima que viene del pueblo del norte necesita encontrar a la mujer que hace tanto sufrir a su creador para que ella corra a su lado ¿la puedes llevar a lo alto para que la busque?
— No te preocupes culebra, yo llevaré a la valiente lágrima.
La lágrima ya sin fuerzas y visiblemente más delgada, fue tomada por las patas de la abeja y se elevaron al cielo, desde allí, por una ventana, la lágrima pudo divisar una cabellera familiar, unas cejas familiares, una nariz familiar y unos labios familiares.
Una hermosa mujer estaba parada en medio del salón y para sorpresa de la lágrima, ella también estaba creando lágrimas.
— Ella es — gritó la lágrima — ella es la mujer que busco y también llora, entremos para que me vea y sepa que mi creador de igual forma llora.
La abeja entra por el hoyo de una ventana rota y al entrar a la casa, ambos distinguen que la mujer en realidad lloraba, pero lloraba de felicidad por que un varón estaba arrodillado frente a ella con un anillo de compromiso en las manos. Esta mujer, lloraba de felicidad, fabricaba lágrimas distintas, lágrimas en verdad, pero de otra forma.
La lágrima al ver la escena le pidió a la abeja que se retiraran de allí.
— ¿No vas a decirle a la mujer que tú eres una lágrima del hombre que llora de amor por ella?
— No abeja amiga — respondió ya casi desapareciendo — soy una lágrima de pena, de dolor, no puedo, aunque quisiera, detener a las lágrimas de felicidad, ellas son más importante y duraderas que yo, tú viste lo feliz que ella se veía con ese nuevo amor, y sus lágrimas eran boyantes y regarán el prado verde de carcajadas, ellas, las gotas de esperanza y felicidad, son necesarias para que este mundo sea un poco mejor.

La abeja posa a la lágrima en una roca al borde del camino, la mira con admiración y ve como lentamente, pero siempre con una sonrisa, la lágrima desaparece al infinito en un hilo de vapor.

Texto agregado el 26-03-2006, y leído por 374 visitantes. (12 votos)


Lectores Opinan
21-11-2006 bueno tengo que ser sincera y yo le daria otro final... este no me gusto tanto, esperaba un poco mas... igualmente esta bueno angora
01-04-2006 Que lindo relato. Muy hermoso, y la vida de las miles de personas que poblamos este mundo, al menos una vez en su vida han llorado esas lagrimas, de perder a quien uno ama, sean cuales sean las circustancias, a veces por no ser correspondido, por errores propios de ser humanos, etc. Eso duele, pero dicen y es vdd que cuando en vdd amas a una persona, lo que deseas para ella es felicidad, y si èsta no esta en tus manos, en tu corazon, es mejor dejarla ir envuelta en esa nube de amor, q aferrarnos, dejar q crezcan sentimientos negativos en nosotros, odio, rencor, venganza, etc. Al corazon no se le puede ordenar que devuelva la moneda de amor, podemos ser afortunados con ello o no, ese sentimiento nace como las flores silvestres, solo. Muy dulce tu cuento ^^ esme_ralda
29-03-2006 Muy bueno, ameno, bien conducido y todo un verdadero cuento+++++saludos antoniana
29-03-2006 Qué decir. Precioso: muy trillado Me encantó: a la mayoría no le gustan esos elogios... mmm, madre, mejor solo te dejo mis estrellas AngelFieramenteHumano
27-03-2006 hermoso, alfredo... larus
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