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[C:202302]

"El azar no es más que la medida de la ignorancia del hombre."
Henri Poincaré.

“Quien exprese plena certeza de poseer el verdadero amor de su vida, expresa, por ende, conocer a todos los hombre y mujeres del mundo; los del pasado, los del presente, y los del futuro; expresa conocer, y haber ponderado, la precisa historia de cada uno de ellos; expresa el exacto conocimiento de un cierto tipo de orden, que amén de infinito, es también impredecible. Nada mas ilusorio que esto puede ser concebido”. Fue esta la develación que mi viejo amigo, el profesor Eliseo Alvear, creyó vislumbrar en el amargo umbral de su vida; sin embargo, puedo afirmar que estas breves líneas, más por negación de los hechos que por omisión de la realidad, lejos están de expresar verdad alguna. La historia del profesor, que es la historia de Margarita, que es la historia de Morán, que es también mi historia, y la de todos los hombres, así lo demuestra.

A decir verdad, Venecia mantenía algo de su vieja magia invernal. El profesor, algo perplejo por la notable desmejora de la situación, y fastidiado ante la desidia de los conserjes, que pese a los insistentes reclamos no mostraban intención alguna de remediar las groseras deficiencias que los mosquiteros del hotel presentaban, subió las escaleras con la esperanza de encontrar a Margarita; quizá, refugiada bajo el endeble tul de la cama; tal vez, desahuciada ante tan horrible experiencia.
La presencia de personal de servicio abocado a la limpieza, sorprendió un tanto al profesor; desde su última estadía en Roma, el año anterior, no presenciaba escena semejante.
– Por favor, pase Ud. – Dijo la mujer, que presurosa recogía los últimos cebos.
– ¿Ha llegado la Sra.? – Preguntó el profesor.
– No Sr. – Respondió la mujer. – En semejantes condiciones, de seguro no llegará en los próximos días.
El profesor asintió con un leve gesto, más por compromiso que por cortesía.
– Si observa Ud. el devenir la situación, notará que los del gobierno no tienen mapa. No sé dónde terminaremos – Acusó la mujer. Tras lo cual se marchó, cerrando cuidadosamente las cortinas que franqueaban la puerta del cuarto.
Poco después, el profesor escribió unas líneas a su viejo amigo Morán, de quién no recibía noticias desde tiempo antes de la partida; más tarde, unos breves golpes interrumpieron mi tarea.
– Margarita no ha regresado aún – Comentó el profesor, tras ingresar al cuarto.
–¿Has logrado comunicarte? – preguntó.
– No pierda Ud. la calma. – Respondí – De seguro, nos sorprende en cualquier momento.
El profesor, con cierta dosis de consternación, comentó:
– Los informes pronostican condiciones desfavorables para las próximas semanas. El panorama es poco alentador. La situación es preocupante.
– Pierda cuidado, profesor. – Comenté. En un intento por evadir polémicas inútiles – En poco tiempo esto ha de solucionarse. Intente descansar esta noche; mañana visitaremos al ministro. Tenga Ud. plena seguridad que no han de escatimar esfuerzos en dar con el paradero de Margarita.
El profesor guardó silencio un instante. Luego, sin mediar palabra, se retiró.

Irene Iribarren solía llegar temprano a la oficina. Largos años de trabajo junto al controvertido personaje, habían dotado a Irene de una certera intuición sobre las actividades de Morán. Aquella mañana no fue la excepción, Morán trabajaba en su oficina desde temprano; quizá desde la noche anterior.
No pocos fueron los golpes que Irene hubo de repetir antes que Morán respondiera al llamado.
– ¡Coños! – Gritó Morán – ¿es que sólo te propones fastidiarme?
No menos desconcertada que sorprendida, disculpas mediante, Irene se retiró a la soledad de su escritorio.
Pocas horas más tarde, Morán se retiraba visiblemente ofuscado.
– Hazme un favor – Ordenó Morán sin detenerse – quita esos insectos de mi oficina.
Irene contempló perpleja el estado reinante; todo intento por reestablecer el orden fue, indefectiblemente, un absoluto fracaso.
Semanas más tarde, Madrid, y no pocas ciudades Europeas, contemplaban azoradas la invasión de tan descomunal plaga.

Las medidas implementadas poco paleaban la situación. Toda Venecia no era más que una cerrada borrasca de insectos. Con la visibilidad reducida tan sólo a metros de distancia, la situación se tornaba, día a día, cada vez más preocupante.
Uno tras otro, los intentos por contactar al ministro resultaron vanos. Luego de agotar denodadas diligencias, el profesor se encontraba sumido en un estado de desazón tan intenso como profundo; sin cartas entre sus manos, no existía alternativa más viable que detenerse a esperar.
Aquella mañana, la recepción del hotel se encontraba desolada; a excepción de numerosos insectos, que de manera sistemática burlaban toda medida de contención, ningún indicio de actividad se vislumbraba. Poco antes de emprender el regreso a su cuarto, una decena de sobres desperdigados en medio del hall principal, llamó la atención del profesor. Entre ellos, uno llevaba como destinatario su nombre.
Fechado en Madrid, nueve semanas atrás, en breves líneas rezaba:
“Estimado Profesor. Es de vital importancia, y de extrema necesidad, su presencia en mis oficinas de Madrid. Atte. Morán”
Nota en mano, el profesor llegó a mi habitación.
– ¿Que opina de esto? – interrogó el profesor, extendiendo con manos temblorosas el papel.
– Ha de ser en verdad significativo – Respondí, luego de releer un par de veces la carta. – de otro modo, nada justificaría emprender un viaje en semejantes condiciones.
El profesor meditó unos instantes, luego dijo:
– Partiré a Madrid – Sopesando el incierto devenir de situaciones que debería enfrentar, inquirió:
– ¿Puedo contar con Ud.? –
De mala gana asentí. El profesor remató:
– Confío encontrarlo aquí a mi regreso.

Establecer analogías entre la actual estación de Madrid, y aquella que frecuentara el profesor pocos años atrás, era prácticamente imposible. Sin embargo, tras seis semanas de incierto viaje, llegar a destino era un hecho más que significativo.
Nueve horas de marchas y contramarchas fue el tiempo que tomó el profesor en recorrer la distancia que separaba a las oficinas de Morán de la estación ferroviaria. El sistema implementado por el gobierno, de disponer en cada esquina importante de la ciudad una suerte de guía que, con poca convicción, indicaba el camino a seguir cuadra tras cuadra, no era en absoluto efectivo. Sin embargo, era este el único medio razonable de avanzar por las calles. La escasa visibilidad, que no permitía ver siquiera unos centímetros; la acumulación de insectos muertos, que en algunos sectores de la ciudad alcanzaba los dos metros de altura; y el confuso pitido que a modo de faro emitía cada uno de los guías, dificultaban de sobremanera el desplazamiento.
El profesor arribó a la oficina de Morán entrada la noche. Irene Iribarren, quien no abandonaba la oficina en semanas, ante la imposibilidad de alcanzar su barrio , lo recibió con cierto desdén.
– Pase Ud. – dijo Irene.
– Morán me aguarda – dijo el profesor. luego preguntó – ¿Se encuentra él?
Irene permaneció atónita durante unos segundos, luego cerró la puerta e invitó al profesor a tomar asiento.
– Es indudable que no conoce Ud. los últimos hechos – Comentó Irene.
– Días atrás, un arma empuñada de mano propia, puso fin a la desdichada vida de Morán.
El profesor, pese a la profunda consternación, permaneció inmutable. Irene siguió con su relato.
– Durante más de veinte años, Morán atesoró el amor de una bella mujer. Ambos, resguardaron el secreto celosamente en pos de la relación, ya que ella era casada y pertenecía a una respetable familia de Madrid; sin embargo, todo indica que el temor casi enfermizo, que producía en esta mujer la vejez, valió de argumento para alejarse de Morán; que como Ud. bien sabe, próximo estaba a cumplir sus ochenta años de edad.
– ¿Conoció Ud. a la misteriosa mujer? – Inquirió el profesor.
– No – Respondió Irene – Sin embargo, mucho tiene que ver en nuestros destinos.
Irene realizó una breve pausa, luego continuó.
– Poco después de ser abandonado, Morán ponderó su vida; no encontró en ella más que desventuras y vanas esperanzas. Fue esta la razón que movilizó a Morán a emprender la ridícula empresa de su máquina para aventurar hombres.
El profesor, en su asombro, no logró articular palabra.
– Durante meses– continuó relatando Irene – trabajó en la pequeña máquina, sin obtener resultado alguno; sin embargo, algo imprevisto sucedió y la situación paulatinamente salió fuera de control; en principio, los insectos no representaban más que una inoportuna molestia, no existían razones para prever semejantes consecuencias; siquiera el propio Morán entrevió tan terrible evolución.
Irene se detuvo meditativa unos segundos, luego continuó.
– No fueron los insectos quienes motivaron la trágica decisión de Morán, sino la plena certeza que su fracaso lo condenaría inevitablemente a la desventura. Fue esta la verdadera razón de su impensado final.
El profesor, quien no lograba salir de su asombro, preguntó a Irene.
– ¿ Puede mostrarme Ud. aquella máquina?
Irene pidió que lo acompañase a la oficina lindera. Allí, cubierta por una manta de franela, se encontraba una ridícula y pequeña máquina.
Luego de algunos fallidos intentos por lograr su funcionamiento, el profesor se dirigió a Irene.
– Debemos entender el funcionamiento de este artefacto, quizá de ello dependan nuestras vidas –
Irene acercó al profesor un pequeño portafolios.
– Morán no desvió su atención de este maletín en los últimos tiempos – Dijo Irene, quién preguntó – ¿Desea Ud. revisarlo?
El profesor tomó entre sus manos el portafolios y con cierta ansiedad lo abrió.
Un revólver, una bala, una carta y una fotografía de Margarita eran el único contenido del misterioso maletín.
Ante los ojos atónitos del profesor, Irene tomó la carta y leyó en voz alta las breves líneas, mediante las cuales Margarita daba por terminada la relación con Morán.
El profesor tomó papel y pluma, luego escribió dos pequeñas notas; una de índole personal y otra con algunas recomendaciones y una breve reseña de los hechos referidos por Irene, a quién encargó remitirlas, junto a la máquina de Morán, al hotel Danubio de Venecia. Minutos más tarde, empuñando el arma que dejara el mismo Morán, el profesor puso fin a sus días.

El mar Caribe poco acusaba de la terrible plaga, que meses atrás jaqueara a la humanidad entera. Margarita, abandonó la pintoresca cabaña, y lentamente, a través de la mojada arena, se acercó. Luego de un sensual abrazo, dijo:
– Estoy feliz. Eres el amor de mi vida.

Marcelo Rossi - Buenos Aires - 01/05/2006

Texto agregado el 01-05-2006, y leído por 718 visitantes. (39 votos)


Lectores Opinan
26-11-2007 Esa maquina xe, esa maquina para que es??? tu estilo me gusta y me pareces un poco a mi que a veces me ahogo en un embudo... por eso ya no escribo cuentos... pero tenes que salir de esa cintura critica y afinar tus propositos, para mi vas bien, no soy despiadada pero cuando algo no me gusta simplemente no pongo comentarios... no es tu caso. Dale pa lante!!**** ilov
26-06-2006 Tu cuento tiene un bello -muy bello- estilo narrativo (a excepción de un par de palabras que cuando las leo vomito por su uso indiscriminado, porque pienso que son como un mandato que asumimos los poetas y escritores al nacer: "perplejo" y "desolado"). El final me resulta confuso, lo de la máquina de aventurar no lo entiendo y los ochenta años me parecen exagerados. Las críticas que aquí te hacen son oportunas. Yo te dejo cuatro estrellas (y eso es mucho considerando que soy despiadada con los desconocidos). Lu. Lu_Folino
25-06-2006 Leí el cuento dos veces y después leí los comentarios. Algunos me parecieron disparatados y a otros envidio la facilidad de comprensión de que hacen gala. A mi me pareció un desperdicio de buenísimas ideas, como imaginar a Venecia en forma oscura y gótica, a la plaga de insectos a la que no sacaste ningún provecho, ni a la maldita máquina que nos dejaste en la intriga de su utilidad y la carta que logró que pusiera fin a su vida. En fin .Muchas buenas ideas sin usar, a no ser que lo continúes lo que te resultaría fácil. Eres un excelente escritor, aunque un poco hermético. castillo77
17-06-2006 Fijate que lo que escribes me sigue pareciendo dulce de merengue. BaronRojo
17-06-2006 Excelente obra.Donde estabas, amigo?. Un fuerte abrazo. bohemio5
16-06-2006 La idea me gustó mucho, me imaginé una película antigua y al profesor (no sé porqué) con sombrero tipo hongo, ja,ja. Creo que tienes un estilo muy bueno, solo una cosa: me parece que exgeras con los adjetivos. Lo demas genial. gamalielvega
05-06-2006 Por lo que le leído, objetivamente, está bueno pero, como no me gusta que los cuentos cortos tengan muchas palabras un tanto rebuscadas... pues no lo siento como un relato fluido, como han dicho en otros comentarios. Es mi percepción. Aún así, el desarrollo y los personajes están bien tratados. Felicitaciones. adngonzalez
01-06-2006 muy bien desarollado... mantiene el suspenso del lector. 5* aruald
28-05-2006 Que decir que ya no han dicho EXELENTE, amigo te dejo mis*****y++++++++ tu fana Nº 1 yo besotes te requiero|||||||| soymaru
25-05-2006 Una especie de thriller de suspense, con cortes cinematográficos y algunas anfibologías que obligan a una relectura, lo cual es signo de dos cosas: que el lector es corto de entendimiento o porque el texto causa confusión. El final abierto está muy bien, lo mismo que mantener en secrecía los motivos de los personajes para suicidarse, aunque suene poco verosímil que a los ochenta la causa sea veinte años de amor desventurado. Los moscos y la máquina no tienen vínculo con la historia, aunque en Venecia los tenga no es ambiente para Madrid. Tal vez lo de la máquina para "aventurar" hombres sea algún coloquialismo local que no alcanzo a comprender y sea la clave para clarificar la historia. tobegio
25-05-2006 Muy bueno! Atrapante el cuento! Mis *****! para Tí! Un abrazo! bets
24-05-2006 muy bueno, atrapa y lleva con suspenso por lo que sucederá en cada instante...me gusta la forma en que se relaciona una máquina de hombres que ya había aparecido por ahi...muy ingenioso y talentoso...mis 5* luzyalegria
22-05-2006 Volví al texto...mejor que la primera vez. Lastima que no tengo más estrellas. Máximo islero
21-05-2006 Un buen trabajo que me atrapó desde principio a fin. La descripción de los personajes y las situaciones son muy nítidas, bellamente adornadas. Mantienes el interés en todo momento. Opino que el final de la historia la dejas a la libre interpretación de cada cual. A título personal supongo que el profesor tuvo los mismos "motivos" para suicidarse que el señor Morán, les unía lo mismo con idéntica interpretación. Enhorabuena.5* Claraluz
13-05-2006 Lo tuve que volver a leer...Es sublime! gonzoyar
11-05-2006 Como siempre tu originalidad resalta de manera de manera relevante, tus dialogos son muy bien llevados, simples de entender y expresan mucho de las idiosincracias de tus personajes que siempre estan emvueltos en aura de misterio y sorpresa, tambien me gustaron las imagenes de la plaga lo cual me recordo escenas de una pelicula que vi hace mucho tiempo, lo que no logro establecer bien es el final y tampoco a captar porque el profesor toma tan drastica decision, en fin no me hagas caso tal ves me equivoco o tengo que reeleer tu texto, lo que si te felicito pues la historia me llevo hasta el final con mucho gusto. Saludos. Aramis
10-05-2006 Tu cuento tiene la virtud (o el defecto, no lo sé, pero tampoco puede ser objetiva la respuesta) de darle paso a la interpretación del lector en varias perspectivas. Coincido en lo confuso de la trama en general, y a la vez quizás sea lo mejor. No lo sé. Acaso simplemente debo leerlo un par de veces más para encontrar la clave. Lo que sí la técnica es muy buena, sobria e introduciendo la sorpresa en el momento justo. alipuso
10-05-2006 Excelente tu texto, mil estrellas y saludos desde muy lejos. conector
10-05-2006 ... bueno... extraño... :(... mis estrellas y bendiciones... (*****) yzzita
08-05-2006 Cómo hechos impensables, extraños, terminan desencadenando desgracias en pos de labrar, quizás, el destino ajeno. Me quedé con esa impresión. La plaga de insectos me recordó las lluvias de Macondo... Asociaciones mías. Un abrazo Ikalinen
07-05-2006 Me parece un muy buen cuento. Escrito cuidadosamente. ;Mantiene un clima tenso desde el comienzo al final, y el desenlace no puede anticiparse... TA MUY BUENO, CHE!!! elnegropablo
06-05-2006 ***** Puccca
05-05-2006 Lo encontre cautivante me gusto tu estilo narrativo y para una mayor comprensión, volvere a leerlo... gracias calebbrong
04-05-2006 El texto está muy bien narrado, provoca un aire de misterio desde el comienzo. Me trae a la mente imágenes de ambientes bien trabajados en su naturalidad, como son las imágenes del cine francés. Claro que estas mismas imágenes (escenarios) a veces saturan un poco (puede ser de lo compreso de la historia), sin embargo esta tan bien trabajado que se pasa rápido. Me gusto harto ***** Saludos mjollnir
04-05-2006 La historia de Margarita, de Morán, del profesor...se parece a las nuestras, el amor, la decepción, el abandono y centrar la vida en la relación amorosa, llevan a desear la muerte cuando se pierde. Lo has descrito muy bien, aunque debias releerla para corregir algunos cabos sueltos y estoy segura que quedará mucho mejor, desde ya es una historia que atrapa. 5***** cassia
03-05-2006 MUY BUENO***** lagunita
03-05-2006 Es una historia que bien podría abarcar algunos capítulos. Establecer la conexión Venecia, Madrid y el Caribe con mayor claridad. ¿El origen de la plaga?, en fin. Tus escritos llevan personajes enfrentados a situaciones que no entienden, que someten sus vidas sin nexos con la realidad, quizá un poco como vivimos todos. aukisa
03-05-2006 Tu estilo narrativo me parece impecable. Un tanto misterioso el cuento en sí, algo intrincado para mi corto entendimiento, sin embargo me dejé llevar sin ninguna resistencia hasta el final. Gracias por la invitación, soy bastante renuente a aceptarlas, pero en esta ocasión de veras valió la pena. Mis felicitaciones por tu exelente manejo de las letras. Depper
03-05-2006 Me atrapo del principio al fin!! muy bueno este texto, bien trabajado... mis felicitaciones!! mis***** para ti amigo besitosss NILDA. nilda
02-05-2006 Interesante de principio al fin, me agarraste de la mano y no me solté hasta saborearlo por completo, genial, mis estrellas sobran para usted, así que le dejo acompañado de una brisa marina del sur de Chile, un abrazo cafayate
02-05-2006 uffffff...nuevamente me dejas contentisima por la invitacion echa,es un cuento muy bueno..este tipo si que tiene historias eh?...*5 KARYNNA
02-05-2006 graxias x haberme avisado d este cuento...si no fuera x eso no m abrio enamorado d el..(d tu cuento).. d veras es bellisimo.. te devuelvo los abrazos marce.. vahitiare¡¡¡ -VaHiTiArE-
02-05-2006 Sobrio estilo. Genial Te felicito doctora
02-05-2006 HERMANO ...SU OBRA ESTA COMO UN SABROSO VINO TINTO,ACOMPANADO DE UN QUESO BIEN FUERTE... NO PUEDES DETENERTE, HASTA TERMINARLO TODO!***** gonzoyar
02-05-2006 Muy bueno Marcelo!!! Me ha encantado. Yuve la misma sensación de Amirita (la imaginé en blanco y negro) Todas mis *s para tí. anyglo
02-05-2006 Sabes Marce, no soy muy experta en críticar este tipo de textos; siento q es un cuento q muy bien podria convertirse en novela, una de esas q uno se sienta a disfrutar panza arriba a orillas de un rio o una pileta o del mar en el verano y se me ocurre q hay varios comentarios aqui q si los tenes en cuenta (sobre los parrafos lentos, la adjetivación, etc...) podrían lograr eso...y más..piq piq gaviotapatagonica
02-05-2006 bellizimoooooooooooooooooooooo brother..... muy bueno en verdad osky
02-05-2006 Muy bueno, impactante final. Podría ser una novela!!!! ***** Ulrica
02-05-2006 Misterioso cuento que deja muchos cabos, en principio sueltos, libre el lector de unirlos. La plaga de insectos, parece una telaraña, una zoonopsia, un delirio...Felicidades y besos Marcelo iolanthe
02-05-2006 me imáginé una máquina del tiempo donde los dos amnte reencontraron su juventud y puede ser que al probarla trajeron a los molestos insectos muy buena narrativa elidaros
02-05-2006 Es una buena historia de amores, infidelidades, traiciones y suicidios. Lo que no acabo de ver es la relación con ella de la plaga de insectos. ¿Qué servicio le hace? Lolasanabria
02-05-2006 MUY BUENO. 5* ASTURIANU
02-05-2006 Es un cuento creo yo con muchos matices, y quiza algo complejo, pero realmente creativo, si dejas una parte en un punto, puedes agregar otra idea que quiza no tenga que ver con la continuacion, por ejemplo el elementro extra o que le da contorno es lo relacionado a la plaga de insectos, por que la esencia es lo que sucede con la visita del profesor a su amigo, me quede con la duda de que es esa maquina a la q se refieren. Triste en vdd el desenlace de los dos amigos esme_ralda
02-05-2006 Nada que añadir a lo que otros han dicho. Buen relato. margarita-zamudio
02-05-2006 Mientras leía iba imaginando cada espacio allí relatado, no sé porqué los imaginé en blanco y negro,como esas películas de misterio y suspenso de los '40, cuando Irene Iribarren le dice al profesor que Morán se suicidó y que su muerte estaba ligada a una mujer inmediatamente pensé: Margarita! ella algo debe tener que ver. Buena historia y seguro el amor de Margarita es quien relata :), un abrazo, mis 5*, mis saludos y un gracias por invitarme. Amirita
02-05-2006 Coincido plenamente con dos comentarios previos: Anouka y gmmagdalena. La historia (y gracias por atraerla a mi atención) es bella en extremo, con la brillantez de escritura y metálico sonido de la pluma conforme avanza la trama. Los elementos discordantes no hacen sino elevar el texto a una altura poco frecuente. Excelente. danielnavarro
02-05-2006 Interesante muy bueno , lo entendí de una sola manera , pero no sé si es la correcta. CUATRO_VIENTOS
02-05-2006 Hola Marcelo, la idea es muy original y te felicito por ella, siento sin embargo que algunas cuestiones como exceso de adjetivos y entrar mucho en detalles no relevantes para la idea principal, desvìan por momentos la atenciòn al relato y hasta pueden llegar a confundir. Siento que podrìas depurarlo mas, quitarle las cosas no necesarias y te quedarìa aun mejor. No soy experta ni nada y doy mi opiniòn como lectora. Gracias Marcelo por invitarme a leerte, yo tambièn agradecerè tu crìtica a mis escritos. Besos. tigrilla
02-05-2006 woooh , soy algo basica para dejar comentarios pero te agradezco q me allas invitado a leerte mis estrellas ************ adios andre_mel
02-05-2006 Excelente Marce, con un despliegue impresionante. ja me hizo pensar en una plaga recorre Europa.***** poetoide
02-05-2006 Marcelo, me gustó el cuento, particularmente el cierre. Quizás, solamente quizás, por allí sea en algunos párrafos algo lento. Pero no me hagas caso. *****estrellas. Máximo islero
02-05-2006 Marcelo,debo confesar que no termino por captar la historia.Recibo un relato de ciencia ficción prefectamente narrado,lo uno a una historia de amor,de huída al igual clara y evidente,pero no hallo el eslabón que me conecta ambas. Podría imaginar una metáfora sobre la huída al paraiso (Caribe),podría imaginar al amor triunfando sobre la contaminación de los sentimientos pero pienso que me alejaría sin remedio de tu idea.Marcelo te dejo mis estrellas a tu buen hacer narrativo, a tu creatividad y originalidad y tú perdóname a mí la torpeza de no haber comprendido tu idea.La parte más interesante es que por algún motivo tu texto me evocó al cine japones sobre bichos que de repente amenazan a la ciudad.Te admiro y aprecio.No dejes de invitarme a leerte.***** Gadeira
02-05-2006 ME HA ENKANTADOI:)=5* GEHENA
02-05-2006 buenísimo alfredo_risso
02-05-2006 me gusto esa red de relaciones como decis al principio angeles2006
02-05-2006 buena compañero, un buen cuento, que quiere que le diga, rebosante de imaginacion, no se si extraño el cuento, la verdad que no hay nada extraño en la literatura, siempre surge lo nuevo para retratar alguna realidad ficticia, y en ello es bueno este, inimaginable, el final excelente, muy gueno. gracias por compartir e invitarme e leerte***** curiche
02-05-2006 Gracias por invitarme a leer tu cuento. Me pareció extraño, intrigante e interesante. Mas que cuento, lo encajaría en un relato de intriga. Sobre todo, original. Mi voto y ***** enduendao
02-05-2006 Mis estrellas y mi admiracion***** Ciiara
02-05-2006 Genial historia Marce, me gustó muchísimo, es imprevista, es extraña, me hizo recordar a autores de suspenso antiguos, dónde la realidad y la ficción se unen. Me parece un cuento excelente y una trama increíble. Felicitaciones. Besos y estrellas. Magda gmmagdalena
02-05-2006 como en todo buen cuento, es más importante la historia secreta, la que permite imaginar al lector que la que cuenta el autor. Allí tu mayor cualidad: diginficar al lector ***** suerte sil anouka
02-05-2006 Mira si eres inteligente, me mantuviste en suspenso todo el relato, y el final, válgame Dios, muy bien narrada la história, descriptivísima, las locaciones son perfectas, este no es un escrito común es como un guión, le falta sólo el guión técnico de las posiciones de cámara y los encuadres,jajajajajaj, me encantó*****(es poca estrellas mi amigo pero es lo que hay). Sólo una consulta.... a qué época nos remitimos?, digo por las plagas o es una mezcla de reconto con actualidad? impresa
01-05-2006 La fantastica creacion y resolucion de tus cuentos hacen que sean propios de gloria... fantastico, definitivamente fantastico...saludos LacrimaMosa
01-05-2006 Venecia.....acumulación de insectos muertos, que en algunos sectores de la ciudad alcanzaba los dos metros de altura;.....lo peor es que en algunos paises viven, y no se acumulan sus cadaveres sino que se reproducen*****me gusto leerte Marcelo ,Besos.ah y lo mejor de todo ,que me llevaste al Caribe !gracias monica-escritora-erotica
 
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