PROMESA ...

En el reflejo cristalino
de una lágrima matutina
UNa niña triste guardó su mirada oscura
La lluvia del rocío impregnada en sus armas
Las guardó dócil y ligera
En el bolsillo izquierdo de una flor transeúnte
Que osó cruzar su raíces aladas
Al compás de una infinita tristeza

Y dióse entonces que cóncavo y convexo
Concurrieron en insondable estrechez
De pieles cabalgando en una ensillada tarde
De otoño...de mayo
Jugaron con el sonido del viento...
Una flor cazadora se mecía diáfana y sutil
En los tiernos muslos
de una niña de tristeza extraviada
Quien sabe donde...


En la hora del ángelus
En la conjunción de los tiempos
Ella dejó crecer su cabello
Al ritmo de su alado corazón de cristal
Y su amor arrancóse un pétalo azul
Para colocarlo en su solapa izquierda
Para que ella pueda escuchar el sonido
De su perfume...
Para poderse marchar
Sin sentir que sus espinas
Atravesaban los ligeros huesos de ella
Sus mutis, su cuerpo
el latido de su alma frágil... celosa



En el transito de una estrella fugaz
La tristeza extraviada de una niña enamorada
Adentróse en el mar para llenarse de sal
Y en su piel cobijó insondable humedad
Para volver a fluir al ritmo de una luna mojada
Con las extrañas melodías del silencio
De una noche eterna...que discurre serena
Al marcharse ella ...con la mitad de sus espinas
Con La mitad de sus pétalos...
Con el alma extendida mas allá de lo azul del mar
Entre Cristales rotos sobre los que camina descalza
Y se aleja con imprecisa distancia
atisbando en su dermis una promesa...
Una llama prendida...
Un beso inconcluso
Una promesa de amor...