Mucha pero mucha gente, expectante a cada paso que yo realizo, desinteresados, malévolos esperando el más mínimo error para largar su rotunda e ineludible voz. Suena la primera nota musical de la guitarra mientras miro impactado al público, y comienzo a recordar…
Un trabajo de música en grupo, el primero del año, difícil elección de compañeros. ¿Elijo a los que conozco desde básica?, pero no tiene nada de malo trabajar con aquellos que no conoces, para romper el hielo. ¿Imitar sonidos? Pensé que esto sería más difícil.
Después de un rato, ya tenía mi grupo, una mezcla de conocidos y desconocidos de los que no me podía confiar en nada este año. Quedamos en juntarnos el viernes en mi casa, ¿por qué en la mía? Me digo hora.
¿Pensar que de un grupo de música que imita sonidos de una feria, por una nota; a un grupo de rock que toca verdadera música y sólo por placer y ganas? Nunca lo imaginé.
“Ella durmió, al calor de las masas…”
La letra de la canción salía de mi boca cual llave de agua, y mi cerebro era la mano que mantenía la llave abierta, continua, perfecta. El escenario se hizo pequeño frente al público que me parecían millones de hermanas medusas esperando un pequeño momento para petrificarme, cerré mis ojos y preferí seguir recordando…
XhitoX - Sergio? No, no lo ubico.
Kathy15 - Aps.. xk kiere hablar contigo.
XhitoX - Y pa ke?
Kathy15 - es ke tiene un grupo de musika….
XhitoX - Iaaaaa…yyyy…
Kathy15 - Kiere saber como cantai po! ;)
XhitoX – Ahh…..y ta conectao?
Kathy15 – Ahora nop… pero te doy su msn…
XhitoX – Oka
Kathy 15 – Sergmaster@hotmail.com
Vamos Julio, tú puedes. El coro es lo más difícil y el momento de mayor tensión…
“De aquel amor, de música ligera / nada más libra, nada más queda”
Mientras cantaba el coro sentía el gigantesco cambio, desde las profundidades del mar, hasta las alturas de la cordillera de los Andes, ahora me sentía mas tranquilo y seguro.
XhitoX – Ola!
Sergmaster – Ola
XhitoX – Tu eres sergio?
Sergmaster – sep
XhitoX – Kerias hablar conmigo?
Sergmaster – seeeeee
Sergmaster – Es ke necesitamos un vocalista pa nuestra banda.
XhitoX – ahh…. Y tu quieres ke yop cante?
Sergmaster – Habría que probarte po…
XhitoX – Oka…. Y como se llaman?
Sergmaster – Bacteria…
¿Bacteria? ¿No es un poco ridículo?... Luego del solo de guitarra de Pixu, viene la otra estrofa, ésta me recuerda el momento en que cometí el error de no ir.
“No le enviaré, cenizas de rosas…”
XhitoX – No puedo ese día! Tengo ke hacer un trabajo.
Sergmaster – Pero intenta ir….
XhitoX – Lo voy a intentar…
“De aquel amor, de música ligera…”
Kathy15 – Y ke paso con tu junta?
XhitoX – No fui… =(
Kathy15 – Xuuuu
XhitoX – Tenia que hacer un trabajo…
Kathy15 – Ahh… u.u
Pasó el tiempo en el liceo, meses y meses de pruebas y trabajos. Resultó que terminé conversando frente a la puerta de la sala todos los recreos con mis compañeros y nunca nos movíamos de ahí. Repentinamente en los recreos y en el almuerzo nos encontrábamos, pero no había ni un diálogo ni un solo gesto que indicara conversar. Me sentía mal por no haber ido y también por no haberles explicado. Pero principalmente, lo que tenía era miedo, eso me hizo no ir a la junta, esa estúpida sensación que se come a la razón y se esconde en el subconsciente, por esto me sentí muy culpable, no quería terminar siendo un músico, sentía un prejuicio hacia ello, pensaba que podía perder mi nivel en los estudios y que no sería alguien en la vida, ese sentimiento controló mi mente en ese momento y ahora, yo lo controlo a él.
Algunos de estos recreos los observaba e identificaba, uno era flaco, alto, tez blanca, pelo negro y una bufanda azul, lo conocía de alguna parte. Otro era más chiquito que el anterior, igual de flaco, tez blanca, lentes, un mechón particular y bufanda ploma, me pregunté ¿por qué tanta bufanda? Y el otro era más corpulento, de lentes también. A simple vista, el primero me pareció extraño, el segundo y el tercero eran como nerds, quizá por los lentes…
Solo principal, mientras estaba, sentí la canción y luego de relajarme, comencé a disfrutarla, la emoción por cantar se metió en mis arterias y la presión de estas limpió las venas llenas de miedo, mi corazón reaccionaba junto con mi cerebro como un ying- yang, y mis cuerdas vocales se convirtieron en la voz de esta sensación….
Mientras habla un recreo común con mis compañeras, sentí un topón en la espalda. Eran ellos, los 4 “Músicos” una palabra que en mi vocabulario no tenía valor. Estaba sentado en el pasillo, aunque no debía, me hicieron la pregunta directamente, no escuche una sola palabra que decía Sergio, su forma de hablar me parecía segura y arrogante, eso me irritaba ya que no le di la confianza. Cuando terminó de hablar de su “nueva invitación”, dije que sí nuevamente, pero esta vez sí podría ir, aunque tenía miedo, la curiosidad por saber cómo sería aquel mundo me motivó a ir ese día.
“De aquel amor, de música ligera….”
Esta es la casa de Sergio, muy bonita y amplia. ¿Sergio tiene un hermano? ¿y toca teclado?, entonces ya hay guitarra principal (me dijeron que le llamara Pixu), segunda guitarra (Creo que era Guti), bajo (Seximbol, jeje), batería (Sergio, pero desde ahora Boris), teclado (Patán) y el probable vocalista que sería yo. No me gustó el sonido de la batería, desde entonces odio ese instrumento, en cambio el sonido de la guitarra de Guti era algo más armonioso y revitalizante. Entonces el Boris dice “¿Qué cantas?” “¿Sabes algo de rock latino?”…
Últimos compases…
“Nada más queda”
Sí, te salió bien – Dijeron Boris y Guti. Creo que estaban desesperados por encontrar vocalista, porque aquella vez canté horrible. “Nada más queda”. Con que tú eres Patán – dije. Pensé que el era mayor que Boris, pero sólo tiene 13 años y es pequeño aún. Creo que nos llevaremos bien…
“¡Nada más queda!”
¿Y has cantado alguna vez frente a un público? – Preguntó Boris. Sí, en un coro en la básica. Guti dice - ¿Y te atreverías a cantar solo frente al público?...
“¡NADA MÁS QUEDA!”
Mientras escucho los últimos compases musicales, veo al público fijamente y mis ojos superan el poder de las medusas que se convierten en un mar muerto, y puedo escuchar claramente los aplausos desde el silencio. Mi rara sensación se vuelve a esconder en mí, para aparecer la próxima vez que deba vencer el temor.