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 La valija temida
 
 
 
 
 Valija que llegas sin cesar,
 Que con tú presencia todos,
 Incluso el jayán de la entrada
 Con botas deformes, y gastadas
 Sin andar, y los de uniforme
 Color tierra, y las bancas del zaguán,
 Los del casino y los entendidos,
 Las damas parcas al hablar
 ¡Que sé yo!
 Cuantos pasean entre el mirador
 Y las galerías de los vecinos,
 Parlando sin contenido,
 Y que miran el enrejado
 Imposible de dar explicación.
 
 Valija que al abrir tu tapa sellada,
 Cuando todos pueden ver de nuevo,
 Que portas envíos iguales cada día,
 Que no repudias a quien te hace llegar,
 Aún sabiendo que los largueros
 Donde colgaremos tus entregas planas,
 Tú obligado e indeseado diario,
 Y las intenciones, que son
 El instinto dañino de ciertos animales,
 Esconde los traslados en una nube
 Que todos olvidamos,
 En la que tú debes perecer.
 
 
 Aguadulce, diciembre de 2011
 José María De Benito
 
 
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