| No tengas miedo (Cap. once)
 Los hijos de Amanda,  sus amigos,  Teresita y Alex  el Chaman que la señora Mónica dijo que vendría,   organizaron un circulo con velas e incienso,   en el medio de el pusieron a Amanda cuyo cuerpo estabafrío e inerte cercano a la muerte, tendida en el piso,  extendido su cuerpo,  sus brazos abiertos.   Necesitaban organizar la energía del amor había dicho Alex antes de entrar en trance,   por lo tanto cada uno se situó en un lugar del círculo formando una estrella  de manera que tanto el amor de los cercanos a Amanda como aquellos que  habían amado a Joaquín cruzaran su energía a través del amor incondicional de ella.
 
 Eran cinco puntas de esa estrella,  Leonardo, Elizabeth,  Teresita,  Lorena y Claudio,  todos son sus ojos cerrados,  sentados  con sus piernas cruzadas y las manos abiertas apoyadas  en sus rodillas y el chamán sentado a los pies de Amanda con sus manos  abiertas sobre  ella y sumergido en un profundo trance.  Debían concentrarse y recordar los momentos vividos con Amanda,  momentos en que ella se sintiera amada y feliz,  esos recuerdos,  había dicho el Chamán,  serían el soporte para traerla de vuelta y en lo posible  traer a Joaquín,  no a  la vida por que eso era imposible, pero debían intentar salvarlo del destino mas cruel que existe para cualquier ser,   perderse en el infierno.
 La señora Mónica le acompañaría a Alex adentrándose ambos en el averno, su espíritu  había trascendido varios niveles desde que se había ido,   con este acto de amor podía salvar el alma de su hijo,  su guía sería Alex,  se habían conocido en uno de los viajes astrales  del chamán y  cuando  ambos cruzaron sus pensamientos se les mostró el camino que debían recorrer juntos,   él era un espíritu viejo que había caído a la tierra nuevamente para resarcir,  debía refrendar por otras épocas  en otras vidas  en las que quedaron etapas inconclusas  y  este era  un momento de sublime de generosidad,  en el que su espíritu se enfrentaría directamente con el pecado y el dolor por  amor a otros,    pero su vida terrenal le impedía hacerlo solo,  pero ambos espíritus unidos por lazos  anteriores harían el milagro.  Viajaron en busca de estas dos almas sabiendo muy bien que los demonios lucharían con todas sus artimañas y que preferían destruirlos a ambos antes que entregarlos.  Por eso era tan importante que todos los allí reunidos tuvieran las fuerza para lograrlo.  Sin embargo todos sabían el riesgo que corrían,  no solo morir,  sino desaparecer,  convertirse en nada.
 
 
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