El viento entre las hojas revolotea en invierno; son las últimas que quedan y que aún sobreviven a un otoño ya pasajero y casi olvidado en el tiempo.

Las tardes siguen como un lamento ver pasar las ya pocas nubes que día a día se van perdiendo. Pero ese susurro del viento entre las hojas es como una música que nos trae tantos recuerdos.

Cuantos veranos han pasado entre las arenas de la playa y el cielo, llenos de alegría, surcando entre las olas y bellos atardeceres mirando el cielo, soñando, volando y queriendo hacer que cada día sea eterno.

El viento entre las hojas pasa zumbando en nuestros oídos sacudiendo nuestro cerebro; desordenando todas nuestras remembranzas, algunas alegres y otras tristes, pero al fin solo eso, recuerdos.

El viento entre las hojas resopla y resopla y nuestra mente viaja por el firmamento buscando encontrar paz en los años venideros.

El viento entre las hojas, al final es como un tomento.