TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / piercing_xx / Cerca de mí

[C:156409]

Cerca de mí

Ocurrió tarde. Lo sé, porque justo en ese momento, el camión de las 23.30, puntual como cada noche, pasó cerca de mí triturando implacablemente aquellos recuerdos ahora convertidos en simple basura que, durante tantos años, habían formado parte de toda una vida, su vida.
Había cuadros, imitaciones de Van Gogh, Monet, Botticelli y otros pintores ilustres que en vida no fueron considerados más que locos extravagantes, que creían que no siempre la distancia más corta entre dos puntos era una recta y que no siempre el número trece tenía la culpa de todo. Había álbumes de fotografías, no eran las de familiares posando para cumpleaños, bodas o comuniones, nada más lejos. Eran fotografías de chicas desnudas, lo cual no sería motivo de atención de no ser porque eran de dudosa mayoría de edad. Entre ellos, había una manta deshilachada, desgastada y llena de manchas blanquecinas, hechas por poluciones salidas de una mente con carencias afectivas graves, o quizá simple y llanamente es que estaba como una puta cabra, no lo sé. Era una de esas mantas de estilo mejicano con colores vivos e indianas simétricas, que cuentan historias sobre la cultura Inca o al menos eso dicen los comerciantes de las tiendas, que por lo que pude leer en la etiqueta, había sido comprada en una de las Ramblas de Barcelona.
Tal vez tuvo la revelación de que algo le iba a suceder y decidió tirar todos sus secretos, como si quisiese evitar cargar con el peso de su memoria durante el largo viaje que acontecía, como si de este modo redimiese sus pecados, o quizá simplemente lo hizo para no manchar su nombre y sobre todo su oficio, más de lo que ya manchó su manta mejicana.
Aquel enorme cadáver de unos 120 kg y 54 años de edad, desnudo, tumbado en la cama boca abajo y de piel cianótica, probablemente debido a una sobredosis de excitación que le provocó una parada cardiorrespiratoria, o quizá simplemente el mandoble divino decidió, teniendo en cuenta el panorama dantesco que se dio cita en la habitación, llevárselo para rendir cuentas. Sólo dejaba entrever a una niña que luchaba con sus pequeños pies y sus delicadas manos por escapar de esa enorme mezcla de grasa inerte y masa cárnica, todavía sudorosa en la que se encontraba prisionera.
En ese momento, justo cuando las agujas del reloj tocaron la media noche igual que los dedos de ese hombre habían tocado miles de veces la piel de sus feligreses, sin que tuvieran la menor sospecha de que el calor del diablo sellaba día tras día aquellas frentes creyentes con el símbolo de la cruz, la pequeña de mirada perdida, alma destrozada y niñez rota, logró salir de su celda.
Ahora cada noche, cuando las manetas del reloj alcanzan el cielo, cerca de mí sólo
pasa la sombra de aquella niña iluminada por la luz de la cristalera de la iglesia de donde salió con la mirada perdida, el alma destrozada y la niñez rota.






Texto agregado el 11-11-2005, y leído por 97 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
11-11-2005 Muy bueno, describes todo de un modo tan minucioso que puede verse y sentirte perfectamente...triste historia, muy bien contada. Besos y mis estrellas!!! _LUNA_
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]