Una sociedad unida, o, para no ir tan lejos: una sociedad que no se teme a sí misma produce constantemente, crea, genera a raíz de sus propios elementos; aquello que crea, que genera, es constantemente algo nuevo, talentoso, necesario y auténtico, lleno de energía y de vitalidad.

Por otro lado: una sociedad que se teme, una sociedad que se aliena, que se encierra en sus casas, ranchos o apartamentos para evitar la molestia policial; una sociedad que se persigue, que se daña y se reprime así misma genera también, pero lo que genera es individuos alienados que rechazan a su propia sociedad, a sus ciudades-cárcel, de todo corazón, e intentan un nuevo lazo de unión con el fenómeno de la creación que se da en otras sociedades con menores paranoias y más libertad.

La gente joven por lo común busca aquello que posee más energía, la gente joven admira el talento, la creación, prefiere lo espontáneo a la tradición, prefiere la buena improvisación a la imitación. El verdadero talento se halla en la improvisación no en la buena imitación: Buscamos personalidad, no personificación.

Es lamentable que una de las músicas más latinoamericanas de los últimos tiempos, más escuchadas, que mejor y más logradamente trata sobre nuestros TEMAS latinoamericanos y que mejor ha improvisado a partir de nuestros más autóctonos y auténticos elementos musicales sea obra de un francés, """"Manu Chao"""". Digo que es lamentable, no que un francés nos retrate y use nuestra voz mejor de lo que nosotros mismos lo hacemos; lo que es lamentable es que nosotros mismos no seamos capaces de hacer algo mejor. No tenemos una cultura de la improvisación, del juego, de lo lúdico cultural, del manejo de lo que somos, somos más bien como imitadores. No sabemos jugar con nuestros elementos propios y de allí crear nuevos géneros... como que le tenemos miedo a eso, como que hemos o somos condicionados a tenerle miedo a eso, como si eso fuese una suerte de traición, de tergiversación de nuestras tradiciones... como si los negros estuviesen condenados a cantar para siempre canciones de finca de la época de los esclavos (como si el reagetón fuese malo, coño, porque no es igual a las canciones de esclavos, pero es un nuevo rito de sexo que los blancos no tienen en sus genes...)... como si estuviésemos ofendiendo a nuestros ancestros.

Debido a todo esto y porque buscamos energía e improvisación y acto de creación, preferimos tocar y escuchar rock o punk o cualquiera de esos miles de estilos que constantemente en el mundo están surgiendo debido a una dinámica creadora que se da en algunas sociedades. Preferimos imitar eso que ofender a nuestros ancestros improvisando a partir de nuestros propios elementos.

Al no tener un modo propio de ser tomamos de dónde hay generación y talento. Donde hay dos o más jóvenes la policía se aparece y dispersa, no hay posibilidad de formación de identidad; lo que se crea mediante esta represión por parte del estado es un profundo resentimiento social en la juventud que inmediatamente pierde todo posible amor por su propio país y se refugia en la ilusión de un otro lugar en donde pueda libremente desarrollarse.

La P.M. acabó con el amor de la juventud a nuestro propio país, sólo nos queda botar baba frente al televisor en la adoración a nuestros líderes. Esta es una de las cosas que no debemos parar de decir, la juventud no es sinónimo de delincuencia y tiende naturalmente a unirse en búsqueda de una identidad social y colectiva rompiendo con todos los prejuicios sociales que arrastran los mayores, Evitar que se cumpla, que se de, que suceda lo que es intrínseco a su naturaleza por parte de organismos represores hasta cierto punto representantes del estado, es asesinar a una generación (castrarla).
¿Quién siendo joven y rompiendo con todos los prejuicios sociales de clase, no ha tenido uno o más amigos muertos en manos de la policía por pertenecer a una supuesta pobre condición? Después del asesinato ¿Cada quién para su casa? ¿Cuento tres y no los veo? ¿Qué se puede aspirar, qué se puede querer después de algo así? Correcto: un cambio social, en donde sea posible que se entienda el dolor que se siente por la muerte de un amigo """"niche"""". Pero la policía continúa dispersando y aplicando la pena de muerte por todas partes ¿es correcto odiar?. La pena de muerte: eso es algo de lo que también hay que hablar ¿Quién puede confiar en un estado en el cual sus representantes más cercanos a la comunidad (la policía) son asesinos, matraqueros y criminales organizados? - Esta última pregunta es clave para entender el fenómeno de la transculturación en los habitantes de un país (simplemente preferimos ver hacia otro lado), que no es más que la pérdida de amor de los habitantes por su propio país. Cuando esa pérdida de amor se ejecuta cuando son jóvenes, pueden estar seguros de que es casi irrecuperable. La culpa de todos esos chicos oliendo drogas y mirando hacia otro lado, es nuestra y de nadie más.

Culpar a los demás sólo sirve para no vernos.