Estaba encantado y abría la boca disfrutando el aire que entraba a bocanadas –¿no sientes como tiembla tu boca? -Me pregunto-. ¡Quiero ir a un lugar a donde pueda montar!.

Puedes montar en una playa a un costado del mar -le conteste- Te puedes divertir de muchas maneras. -. Sólo tenemos que planear bien nuestras vacaciones. ¿Sabes cuando inician las tuyas?

No, y no me lo dirán.

Podemos averiguar, ese no es problema.

Sabes –me contesto- estas solo en esto, a ti te interesa.

Era una respuesta demasiado corta y seca para un niño de 9 años.

¿Que te pasa?

-Nada, Me haces enojar con tus preguntas...

Bueno no es problema averiguar la fecha, además no seas grosero. Y le jale una mejilla a modo cariñoso que el correspondió con un mordisco.

-Ahuch...se seguirán cayendo tus dientes si muerdes porquerías ja ja.-

Tienes un niño adentro papá –me contesto- Y yo un adulto. -Pensó en voz alta y me sorprendió otra vez-

Quizás estas creciendo muy pronto –le dije- Y yo me lo estoy perdiendo. ¿Sabes? Algún día dejaremos de jugar y a ti te interesaran otras cosas... como las chicas por ejemplo -y lo mire fijamente-

Sus ojos crecieron grandes y enarco su ceja derecha -como le enseñe de pequeñito- sin soltar totalmente la sonrisa, entre como cómplice y reproche. ¿Ya vas a empezar?.

Y mejor decidí guardar ese tema para después... y después ya no llego.