A mis Muertos

Abro los ojos, es un nuevo día. El sol me toca suavemente incitandome a adentrarme en sus misterios, ¡algo nuevo pasará!.

Me levanto, escucho la voz de Gaspar a lo lejos, saludando a mis padres.
Me preparo para salir a caminar, a vivir un día más, tal vez sea el último, no lo se...

¡Hola don Rafael!, ¿como le va?...¿ya tan temprano abrirá la tienda?,-Si Chavo...¿Que vas a querer? ¡deme 5 pesos de galletas!.
¡Gracias!, que tenga Usted un buen día.

De regreso a mi casa, inevitablemente la mirada la dirijo en busca de Gaspar,mi cuñado, siempre sonriente, cantando, feliz en su trabajo, su saludo se mezcla entre el ruido de las máquina, ¡Cuñado!...-le sonrio como siempre y lo saludo-, sabiendo que lo vere por la tarde.

Llego a la esquina y aquel señor de edad, pero aun fuerte, sonriente y bromista me saluda..¡Adios Cuñado!...¡que tal! -le respondo-. Es don Lexo, siempre me vacila con mi hermana. -Yo le sonrio- ¡Nos vemos! -me despido.-

Llega la tarde, sentado en el jardín de mi casa veo a mi vecino, ya cansado y apenas caminando voltea la mirada...¡Padrino! -lo saludo-...¡Hijo! -Me responde-, creo que ya ni me reconoce, pero ahi va, con paso lento por sus cervezas con Don Lexo, siempre amigos, de la misma generación.

Llega la noche y la ansiedad de reunirme con mis amigos es muy fuerte, sabemos nuestro encuentro se prolongara con platicas, chistes y risas. Al escuchar la bulla, Don Ramón sale a nuestro encuentro. Mutilado por la enfermedad, pero siempre sonriente y con el cigarro en la boca, a paso de muleta se acerca a nosotros. ¿Que historia nos contará hoy?, es la incognita diaria, tal vez de de las travesuras de él, Don Lexo y los señores de avanzada edad cuando eran jóvenes, no lo se, y eso me entusiasma más.

Llega la hora de cenar, la familia espera. Gaspar, mi cuñado, llega con mi hermana...hoy cenaremos bien, siempre es bueno ver a la familia reunida. Las risas y bromas de Gaspar no se hacen esperar. Siempre anda besando hasta cansarse a mi Mamá, dice que la quiere más que a la propia... ¡Ah de ser!, no me cabe la menor duda, es como mi hermano mayor.

Llega la hora de dormir, el sueño se apodera de mis fuerzas y la luna será mi acompañante. Mañana será otro día. ¡Gracias Diós por darme un día más!, que mañana sea mucho mejor...

¡Hasta mañana amigos!, disfrute mucho el día con ustedes, ustedes que ya no estan, pero que sus voces aun vibran por mi calle, aun se les puede escuchar...¡Si!, adiós Don rafael, Don Lexo, Dón Ramón...Adiós Gaspar...¡te quiero!.

¡Hasta mañana!...