Apuñale con mis ojos su mirada,
Llenando cada centímetro de superficie,
Dejé que ella me tomara,
Y secara las palabras del sol.

Angustia que sobrevuela el cielo,
Como alguna boca que besa la tierra,
Llora las lágrimas que desperdiciaste,
Y no las que pueden volver.

Caricias canela, que encienden mis llamas,
Manos que colman el placer de los roces,
Atormentan las noches hundidas en sabanas,
Y mueren después del amanecer.

Ojos sin miradas intensas,
Blancas noches sin sabor a miel,
Texturas, formas evaporadas de sueños;
A lo lejos te dejas saborear, y mirar,
Pero son imágenes que no volverán.

Texturas