La Luna aperlada de Mayo
Surge por el horizonte de costas malditas
Donde el profundo y maligno halo
Exhala del cielo la briza... que juega
Lujuriosa con las pupilas de cristo, y quiebra
Su cuello haciendolo omiso
A los mordiscos de cuervos asesinos.

Y atraves del ocaso, el arcangel alza vuelo
Como una blanca paloma de antiguas esferas
Emergue de formas efimeras;
El cielo explota, las iglesias gritan
Al ritmo que las flautas gimen
De forma imprevista.

Los vientos del norte soplan fríos
Sientiendo el auge maldito, de tu venida
De abismos oscuros, su silueta ha regrezado
Más miles de vidas para volver, él ha tomado.

Satan...
Son tus pupilas de las que
Se desprende aquel fuego infernal
Que a mi alma llama
De corazones oscuros y corazones negros
Almas frías, cuerpos sin cuerpos.

Estrella brillante
De luz regocijante
Portador de venganza
Crucificador de Cristo...
Grito a los cuatro vientos...
Se uno conmigo;
Abre las puertas del infierno
Para pasar a tu hogar
Enseñame el camino
De los 7 deseos
Y sobre las rosas negras, orar
Regreza a mi el anhelo
De asesinar en tu nombre
Me arrodillaré ante ti...
¡Oh! Mi Dios Infernal.

Maestro impuro, abre tus alas
Vuela alto, en los cielos rojo sangre...
Come la carne del arcangel
Y sobre las nubes, toca el réquiem
Con el que la era oscura volverá a su apogeo
La decadencia cristiana, al compas de Perseo:
"La Era Del Cristo Volteado En El Cielo."