como luz que traspasa mis huesos,
erguiase mi laringe a los cielos.
simulando un aullido de perros,
clamando aire rezando anhelos.

y tal como se menciona en momentos
triztes.
te adoraba mas cuando recorria por ti mi odio,
mientras mas pensaba te recordaba poco.
mientras te olvidaba, solo un vaso era el despojo

se adorna mi oido de frases de pena musitadas,
yo pregunto cual delirio de tener lo que no amas,
bastara con sentirte atribulada en los suspiros.
si no vuelves mañana para mi ya es olvido.

desde estas regiones hostiles,
la llama de un sentimiento se alza en tu nombre,
hasta que la muerte me llame a su tribunal.
y esas flores mastiquen la carne